Fuera del tiempo y del espacio Las Moiras veían el futuro que querían cambiar, aún no era nada claro, lo único que sabían era que su plan aún no daba resultado ¿Lo lograrían? Y peor aún, la escena que más temían del futuro seguía ahí, aunque ya no se podía ver quién la llevaba a cabo ¿Era hombre? ¿Mujer? Solo veían una sombra con las manos manchadas de sangre y una criatura a sus pies.

Antes no se había revelado a ellas quien causaba tal atrocidad, y ahora aún menos, sabían que eso estaba conectado con la vida que decidieron no cobrar de los legados mortales.

Vieron atentamente una escena que se les había revelado, esperando encontrar algo nuevo.

Escena futura de los legados (no se han leído los libros)

Sabía que te iba a encontrar aquí— dijo Bianca con una pequeña sonrisa

Charles le sonrió —Me sorprende que te hayas tardado tanto

Estaba sentado en uno de los rincones más alejados y oscuros del pequeño lugar que habían encontrado los semidioses para sobrevivir después del ataque, no les quedó otra opción, tuvieron que tomar lo que encontraban

Ya sabes, quería darte tu espacio

Charles la miró con una ceja alzada

Bueno, tal vez te busqué en todos los lugares que pude antes de acordarme de este— dijo Bianca encogiéndose de hombros

Eso lo explica— asintió Charles

Ambos se quedaron callados por unos instantes, ambos lucían cansados, infelices y con temor. Desde el ataque, el único momento que podían mostrar cómo se sentían realmente era cuando estaban juntos, a los pocos semidioses que habían sobrevivido al ataque siempre debían mostrarles una fortaleza que no sentían, habían perdido tanto, solo el uno al otro evitaban perderse a sí mismos o al menos, eso creían.

¿Y entonces?— preguntó Charles —¿Cómo están los demás?

Todos están preparados— dijo Bianca —pero la tensión está empezando a crecer, por eso vine, me estaban poniendo nerviosa y no me puedo poner nerviosa ¿Qué clase de líder sería?¿Y tú cómo te sientes?

Charles la miró, ambos eran líderes de esos semidioses, incluso de los pocos que eran mayores que ellos, aquellos que por fin, después de tanto tiempo iban a llevar a cabo su plan, lo más sensato como líder sería decir que estaba súper confiado de que todo iba a salir bien, pero estaba hablando con Bianca, su mejor amiga, su compañera, su igual, la única con la que se podía verse tan vulnerable como se sentía.

Estoy aterrorizado— admitió Charles —hay tantas cosas que pueden salir mal

Bianca asintió de acuerdo —Es un alivio oír eso, porque me siento igual. Me da miedo que simplemente llevemos a estos chicos a su final

Lo sé, pero no podemos hacerlo sin ellos, aunque si alguno prefiere no ir...

Todos saben lo que arriesgan— dijo Bianca con un suspiro —pero ninguno tiene nada que perder, los dioses nos arrebataron todo

Se quedaron un momento en silencio, pensando en sus pérdidas

Charles asintió —¿Los mellizos siguen insistiendo en ir?

Sí, pero les dije que su tarea aquí es importante, tan importante como la de Esperanza y todos los demás, además hay algunos que se tienen que quedar

Tan importante como la tuya— señaló Charles

Y la tuya— dijo Bianca —¿Alguna vez pensaste que llevaríamos a cabo este plan?

De ninguna manera y me aterroriza pensar en lo que pasaría si algo sale mal, si no lo logramos

Ya sabes, mi abuelo— dijo Bianca con amargura, intentaban no decir los nombres de los dioses en voz alta —no sería indulgente, probablemente terminaríamos en los campos de castigo

Probablemente

Charles miró a Bianca que lucía pensativa, habían pasado alrededor de tres años desde el ataque, tres años horribles dónde todo se veía oscuro, pronto todo acabaría, todo lo que se desencadenó el día del ataque llegaría a su final. No pudo evitar perderse en los rasgos de Bianca siempre había sido guapa y lo era cada vez más, a veces de preguntaba que hubiera sido de ellos si hubieran seguido siendo dos semidioses que lo tenían todo, que hubiera pasado con ellos, que hubiera pasado entre ellos.

Lo estás volviendo a hacer— señaló Bianca de repente

¿Hacer qué?— preguntó con inocencia

Verme como si nunca me hubieras visto— señaló Bianca

Te equivocas— dijo Charles —porque yo siempre te he visto Bianca Solace

Bianca se sonrojó, ella también siempre lo había visto —¿Te has preguntado alguna vez que hubiera sido si…?

Todos los días desde el ataque— aseguró Charles

Bianca y Charles se miraron durante mucho tiempo, ambos pensando lo mismo, pensando que tal vez sería la última vez que se vieran, que tal vez deberían probar aunque fuera un beso, ambos correspondían los sentimientos del otro, pero…

No podemos— dijo Bianca

Lo sé— suspiró Charles

Y ambos lo sabían, lo sabían porque estos tres años habían sido así, teniendo sentimientos el uno por el otro, pero sin decirlo en voz alta, no sé lo podían permitir, no podían perder el centro en la misión. Era raro, ambos sabían lo que significaban el uno para el otro, pero nunca dijeron las palabras, decirlo equivalía a qué todo cambiara porque si lo dijeran darían la vida por el otro cosa que no pueden permitirse porque no son solo ellos, esto es mucho más grande que ellos y ambos tienen una misión que no pueden dejar atrás por lo que sienten, no decirlo era su zona segura y así seguiría, se seguirían mintiendo a ellos mismos al pensar que no decir las palabras en voz alta era como si no existieran.

Si algo pasa mañana— dijo Bianca —tienes que seguir con la misión, no importa qué ni quién

En otras palabras "si algo me pasa, no te detengas"

No lo haré, no me detendré— dijo Charles —pero tienes que hacer lo mismo

Bianca asintió.

Se quedaron en silencio, tomados de la mano pensando en todo lo que hubiera podido ser diferente si sus vidas no hubieran cambiado tanto de un momento a otro, si no hubieran tenido que ser fuertes para otros, si hubieran podido decirse aquellas palabras que los asfixiaban y que si hubiera sido de otra manera, las palabras que significaban más que cualquier estúpida misión, pero no era el caso, no podían darse ese lujo, no eran solo ellos, era por todo y todos los que les habían sido arrebatados.

Se permitieron un momento más de ser vulnerables, de estar solo los dos, luego de ello ambos bajaron con los demás, e hicieron los últimos arreglos antes de ir al Olimpo.

Las Moiras iban a seguir manteniendo un ojo en esos dos legados en especial, intentando que su plan funcionara.

En la sala de Trono, ajenos a unas cuantas miradas indiscretas, Charles platicabaen voz baja con Bianca, ella sonreía y asentía de vez en cuando, estaban tomados de las manos.

Afrodita los miró, era bastante obvio ahora que les ponía más atención y sobretodo con lo que Helena le había contado, esperaba que pronto esos dos pudieran decirse el uno al otro lo que en verdad sentían, Afrodita creía que aquí pudieran tener una oportunidad, a pesar de las cosas que suponían les habían pasado en el futuro.