PIPER 27,28
XXVII
Piper
los chicos regresaron a la Sala de Trono más relajados, Percy y Charles se veían algo cansados, pero parecían estar haciendo buenos lazos. Zoé había superado un poquito la información que descubrió, la menos ya no le lanzaba miradas raras todo el tiempo a Rachel, nada más de vez en cuando, se sentía un poco menos de tensión con los legados y los demás chicos, poco, pero era mejor que nada.
—Yo voy a leer— dijo Zeus en tono de no aceptar ninguna réplica
—Me tocaba a mí— susurró Zoé
La Guía hercúlea del Mare Nostrum no les sirvió de mucho con las serpientes y los mosquitos.
—Pero porque esas no son criaturas mitológicas — dijo Miranda
—Bueno, depende de qué cultura estemos hablando, incluso nosotros tenemos algunos mitos con serpientes— comentó Apolo
—Buen punto— dijo Perséfone
—Entonces una lastima que la guía no les haya servido— comentó Miranda
—Lo sé— asintió Piper
—Si esta es una isla mágica —masculló Piper—, ¿no podía ser una bonita isla mágica?
—No porque es para Hércules— dijo Percy
—Claro, tienes toda la razón— asintió Piper
—Ahora ya sabes por qué— dijo Percy
Subieron pesadamente una montaña y bajaron a un valle densamente arbolado, con cuidado de evitar las serpientes con rayas negras y rojas que tomaban el sol sobre las rocas.
—Claro, no quieren recrear la historia de Orfeo — señaló Apolo
—Eso sería malo— asintió Jason
—Muy malo para su salud— coincidió Leo
—Sí, mejor las evitamos— dijo Piper
—Mejor— dijo Thalia
Los mosquitos pululaban sobre los charcos estancados en las zonas más bajas. Los árboles eran en su mayoría olivos, cipreses y pinos enanos. El canto de las cigarras y el calor asfixiante recordaban a Piper la reserva de Oklahoma durante el verano.
—No es divertido cuando no estás de humor — comentó Piper
—Nos podemos imaginar— dijo Travis
—Fue bastante incómodo— coincidió Jason
—Todo por mencionar el nombre que no debe ser mencionado— señaló Leo negando con la cabeza
Jason se sonrojó, Hera resopló
Hasta el momento no habían encontrado ningún río.
—Pésimo servicio del río — dijo Miranda
—Sí, sobretodo con ese calor— dijo Piper
—Y los mosquitos— señaló Jason
—Podríamos volar —propuso Jason otra vez.
—Se nos podría pasar algo por alto —dijo Piper—. Además, no estoy segura de querer caer encima de un dios hostil.
—Tienes un punto en eso— dijo Hermes
—Mejor evitar eso— asintió Chris
—No me parecía una buena idea para comenzar algún tipo de conversación— dijo Piper
—sí, eso tampoco sería muy diplomático de su parte— comentó Percy
—Y no lo estaban siendo mucho— señaló Leo
¿Cómo se llamaba? ¿Ácaro?
—Aqueloo.
Jason estaba intentando leer la guía mientras caminaban, de modo que no paraba de chocarse contra los árboles y de tropezar con las rocas.
—No es la mejor manera de leer algo— dijo Apolo
—Pero no tenía mucha opción— dijo Jason encogiéndose de hombros
—Eso debió de ser muy divertido de ver— comentó Thalia
—Muchas gracias, hermana— murmuró Jason
—Aquí dice que es un potamus.
—¿Es un hipopótamo?
—No. Potamus. Según esto, es el espíritu de un río de Grecia.
—Pues suena parecido — dijo Zoé
—¿Verdad que sí?— coincidió Piper —aparte creí que Jason no había pronunciado bien
—Se hacía lo que se podía— comentó Jason —teniendo en cuenta que en cada momento era interrumpido al chocar con los árboles
—Pero la buena noticia es que lo dijiste bien— dijo Hermes
—Como no estamos en Grecia, supongamos que se ha movido —dijo Piper—. No parece que el libro nos vaya a ser muy útil.
—Definitivamente no— dijo Piper
—Sobretodo porque "no era un libro"— murmuró Jason
—¿Cómo que no era un libro?— preguntó Rachel
—Pues sí, según Aqueloo, no tenemos libros de verdad— dijo Piper encogiéndose de hombros
—Yo digo que ahorita lo van a entender— dijo Jason
¿Algo más?
—Dice que Hércules luchó contra él en una ocasión —declaró Jason.
—Hércules ha luchado contra el noventa y nueve por ciento de la antigua Grecia.
—Lo que tampoco era de mucha ayuda— señaló Piper
—Sí, eso tampoco dice mucho— coincidió Hermes
—También nos dimos cuenta— murmuró Piper
—Sí. Veamos, las columnas de Hércules —Jason pasó una página—. Aquí dice que esta isla no tiene hoteles ni restaurantes ni medios de transporte.
—Una lastima, pensaba ir a vacacionar ahí el año que viene— comentó Leo con sarcasmo
—No creo que ninguno de los dos habitantes nos quiera ver ni en pintura— dijo Piper
—Bueno, a nosotros no nos conocieron— señaló Leo
—Eso es cierto— dijo Percy
—Mejor no arriesgarse— dijo Frank
Atracciones: Hércules y las dos columnas. Eh, esto es interesante. Supuestamente, la señal del dólar (la S atravesada por dos rayas, ¿sabes?) proviene del escudo de armas de los españoles, que exhibían las columnas de Hércules con un estandarte enrollado en medio.
—Otro dato que a nadie le sirve, pero es interesante saber— dijo Apolo
—Que definitivamente tampoco ayudaba con la misión— comentó Leo
—Pero sí es interesante saberlo— señaló Annabeth
Piper trató de no reírse
—Tenemos un nuevo dato curioso— dijo Thalia
—Qué también va a venir en el exámen— dijo Leo
Genial, pensó Piper. Jason por fin se lleva bien con Annabeth, y su actitud de cerebrito se le empieza a pegar.
—Sí es cierto— dijo Percy riendo
—¿Verdad?— dijo Piper también riendo
Jason y Annabeth miraron a sus respectivas parejas como si estuvieran locos
—¿Algo útil? —preguntó.
—Espera. Aquí hay una pequeña referencia a Aqueloo: « Este dios luchó contra Hércules por la mano de la hermosa Deyanira. Durante la refriega, Hércules partió uno de los cuernos del dios del río, que se convirtió en la primera cornucopia» .
—Sabía que sí había un mito sobre eso— dijo Miranda
—Sip y no es bonito— dijo Piper
—De cualquier manera supongo que lo va a explicar el libro, para los que no recordamos— comentó Connor
—Supongo que sí— murmuró Piper
—¿Cornuqué?
—Es ese adorno que se pone el día de Acción de Gracias —dijo Jason—. El cuerno que rebosa dulces. Tenemos algunos en el comedor del Campamento Júpiter. No sabía que el original fuera en realidad el cuerno de alguien.
—¿Entonces de dónde pensabas que había salido?— preguntó Travis
—Los cuernos siempre le pertenecen a alguien— dijo Leo
—Como a tu padre, por ejemplo— murmuró Apolo
La mayoría de los chicos trataron de no reírse, Hefesto le dio una mirada asesina a Apolo y Afrodita se encogió de hombros
—Y se supone que tenemos que quitarle el otro —dijo Piper—. Me imagino que no será fácil. ¿Quién fue Deyanira?
—Por supuesto que no va a ser fácil — dijo Thalia
—Pero esperamos que puedan lograrlo— dijo Katie
—Gracias, nosotros esperábamos lo mismo— asintió Piper
—Y nosotros— convino Leo
—Hércules se casó con ella —explicó Jason—. Creo… Aquí no lo pone, pero creo que le pasó algo malo.
—Por decirlo de alguna manera — comentó Hermes
—La verdad eso que pasó fue bastante impactante— dijo Deméter
—Y vaya que sí— dijo Perséfone
Piper recordó lo que Hércules les había dicho: que su primera familia había muerto y su segunda esposa había muerto después de ser engañada para que lo envenenara. Cada vez le gustaba menos ese desafío.
—Pues por algo se los dio— señaló Hermes
—Y no fue porque le cayeron bien— dijo Leo
—Sí, yo también lo supuse— asintió Jason
—Te dije que los hermanastros no siempre se llevaban bien— argumentó Percy
—Claro, no sé por qué no te hice caso— dijo Jason
—Te lo advirtió— dijo Leo
Atravesaron con dificultad una loma entre dos montañas, tratando de mantenerse a la sombra, pero Piper estaba empapada en sudor. Los mosquitos la acribillaron a picaduras en tobillos, brazos y cuello, de modo que debía de parecer una enferma de viruela.
—Bueno, todavía no mucho — dijo Jason
—Pero sí ibas por ese camino— comentó Leo
—Yo sentí que ya había recorrido todo ese camino— dijo Piper
—Pues ya ves que no— mencionó Percy
Por fin había conseguido estar a solas con Jason, y así era como pasaban el tiempo.
—Pues también no específicas — señaló Leo rodando los ojos
—Sí, si quieres algo hay que pedirlo con especificaciones y todo— asintió Apolo
—Habría estado bien saberlo antes— dijo Piper
—No leíste las letras chiquitas del contrato— comentó Chris
Estaba irritada con Jason por haber mencionado a Hera, pero sabía que no debía culparlo.
—Pero es que sí se pasó — coincidió Miranda
Jason se sonrojó
—Es que sí, Jason— dijo Leo
—Para la próxima no mencionen a Hera— dijo Apolo
—No creo que haya próxima. estamos vetados de esa isla— señaló Piper
Tal vez simplemente estuviera irritada con él en general.
—Uhhhh— corearon algunos de los chicos
Jason volteó a Piper con una mirada de confusión
—Recuerda que eso fue hace mucho tiempo, era una persona completamente diferente— dijo Piper con una sonrisa
—Tú lo has dicho muchas veces, no es tanto tiempo— añadió Leo amablemente
—No lo escuches, Jason— dijo Piper —ya no pienso así
—Es bueno saberlo— dijo Jason y en voz más baja añadió —porque pues al parecer tenemos mellizos
Piper se puso de diferentes tonos de rojo
Desde su estancia en el Campamento Júpiter, había cargado con mucha preocupación y mucho rencor. Se preguntaba qué había querido decirle Hércules sobre los hijos de Zeus. ¿Que no eran de fiar? ¿Que estaban sometidos a demasiada presión?
—También nosotros nos lo preguntamos — asintió Katie
—No le pongas mucha atención a sus palabras, querida— aconsejó Afrodita —es un dios muy amargado
—Eso es cierto— coincidió Apolo
—Lo noté— asintió Piper
Piper trató de imaginarse a Jason convertido en dios después de morir, destinado a una playa para vigilar las puertas de un océano mucho después de que Piper y todas las personas que había conocido en su vida de mortal hubieran muerto.
—No suena tan divertido — dijo Katie
—Pero también habría podido rechazar la inmortalidad — dijo Bianca
—O también podría no haber sido un completo idiota— comentó Piper
—Tampoco pidas imposibles— señaló Leo
Se preguntaba si Hércules había sido alguna vez tan positivo como Jason: más optimista, seguro de sí mismo, fácil de consolar. Era difícil de imaginar.
Zoë se sonrojó. Muchos de los chicos la voltearon a ver discretamente, la mayoría había estado ahí cuando leyeron sobre su historia y pues tal vez debía tener alguna cualidad o Zoé no se habría enamorado de él, era difícil de imaginar.
Mientras descendían al siguiente valle, Piper se preguntó qué estaría pasando en el Argo II. Estaba tentada de enviar un mensaje de Iris, pero Hércules les había advertido que no podían ponerse en contacto con sus amigos.
—Estábamos preocupados— dijo Hazel
—Sí, nos preocupaba que nos fueran a matar por su culpa— dijo Leo
—Me alegra mucho que no haya pasado— asintió Piper
—A nosotros también— convino Percy
Esperaba que Annabeth pudiera adivinar lo que estaba pasando y que no intentara enviar otro grupo a tierra.
—Suponíamos que iban a tener que pasar alguna prueba — coincidió Annabeth
—Me alegra la fe que Piper tiene en los demás que no somos Annabeth — dijo Leo
—Obviamente, ella es la dueña del barco— señaló Piper
—Pues sí Leo— dijo Rachel
Piper no sabía lo que haría Hércules si le seguían molestando. Se imaginó al entrenador Hedge impacientándose y apuntando con una ballesta al hombre de morado, o a unos eidolon poseyendo a la tripulación y obligándolos a suicidarse a manos de Hércules.
—Tienes una imaginación muy rara— comentó Leo
—Es de tanto juntarme contigo— dijo Piper
—Por favor, mi imaginación no es tan rara— señaló Leo
—Bueno…— murmuró Calipso
—Nena, me ofendes muchísimo— dijo Leo
Piper se estremeció. No sabía qué hora era, pero el sol estaba empezando a ponerse. ¿Cómo había pasado tan rápido el día?
—Cuando no quieres que el día pase tan rápido, pasa rápido — dijo Connor
—Y cuando sí quieres hasta se pone super lento— asintió Piper
—Son los misterios del tiempo— dijo Apolo
Se habría alegrado de la llegada del ocaso por la bajada de las temperaturas si no hubiera sido el plazo que Hércules les había dado. Una fresca brisa nocturna no significaría gran cosa si estaban muertos.
—No creo que lo puedan disfrutar — comentó Thalia
—No, así no se disfrutaría como es debido— dijo Jason
—Mejor que no pase eso— dijo Will
—Mejor— asintió Piper
Además, el día siguiente era 1 de julio, las calendas de julio. Si su información era correcta, sería el último día de vida de Nico di Angelo y el día que Roma sería destruida.
—Sí, ya es buen momento para empezar con las presiones— dijo Will
—Gracias, ya las sentíamos— asintió Piper
Jason asintió de acuerdo
—Y que lo digan— murmuró Hazel
—Para —dijo Jason.
Piper no sabía qué pasaba. Entonces se percató de que podía oír agua corriendo más adelante. Avanzaron sigilosamente entre los árboles y se encontraron en la orilla de un río.
—Bueno, espero que les vaya bien — comentó Apolo
—Ojalá por una vez tengan buena suerte— asintió Perséfone
—Ya iba siendo hora— dijo Piper
—Y vaya que sí— dijo Jason
Debía de tener unos doce metros de anchura, pero sólo unos centímetros de profundidad, una capa de agua plateada que corría sobre un lecho de piedras liso. A pocos metros río abajo, los rápidos se precipitaban en una poza azul oscuro.
—Se veía bien, pero no me gustaría quedarme mucho rato ahí — dijo Piper
—Bueno, en otro contexto estaría muy bien— señaló Jason
—En eso tienes razón, en otro contexto que no sea una misión potencialmente mortal— asintió Piper
Había algo en el río que preocupaba a Piper. Las cigarras de los árboles se habían quedado calladas. Ningún pájaro gorjeaba. Era como si el agua estuviera dando una charla y sólo admitiera su propia voz.
—Lo que realmente es muy probable — comentó Grover —y deben tener cuidado porque hay espíritus del agua muy persuasivos
—Tiene razón— asintió Poseidón — sobretodos los de los ríos
Piper asintió de acuerdo
Sin embargo, cuanto Piper más escuchaba, más tentador parecía el río. Le entraron ganas de beber. Tal vez debería quitarse los zapatos. A sus pies les vendría bien un baño. Y la poza…
—Era bastante tentador — dijo Jason sonrojándose
—Y que lo digas— comentó Piper —se veía muy bien el río
—Aunque no se sentía así— dijo Jason
Estaría muy bien tirarse con Jason y relajarse a la sombra de los árboles, flotando en el agua fresca y agradable. Sería muy romántico.
—Sí, como dijeron, en alguna otra situación — comentó Perséfone
—Salgan vivos y pueden tener la otra situación— dijo Apolo
—Sí claro, no sé cómo no se nos había ocurrido antes— murmuró Piper
Piper se estremeció. Esos pensamientos no eran suyos. Algo no iba bien. Era como si el río también tuviera poder de persuasión.
—Lo que no sería sorprendente— dijo Afrodita
—Ahora me doy cuenta que no— dijo Piper
—Pues que bueno que ibas— comentó Perséfone —tu poder de persuasión es de ayuda
—Y vaya que sí— coincidió Jason
—No eres muy diplomática, pero tienes un buen poder de persuasión— dijo Leo
—Gracias, creo— dijo Piper
Jason se sentó en una roca y empezó a descalzarse. Sonrió mirando la poza, como si estuviera deseando meterse en el agua.
—Pues era muy tentador— dijo Jason
—Lo sé— asintió Piper
—Si no estuviera en juego sus vidas probablemente sí sería una buena idea— dijo Thalia
—Sí, ese fue el detalle por el que no se podía disfrutar tan bonito lugar— comentó Jason
—¡Basta ya! —gritó Piper al río.
Jason se sobresaltó. —¿Qué he hecho?
—No te lo digo a ti —contestó Piper—. Se lo digo a él.
—Esta vez no te regañaba a ti— dijo Leo —¿Saben? Me he preguntado ¿A quién regañará más a Jason o a los mellizos?
Piper se sonrojó
—Al tío Jason, los mellizos si se portan bien— dijo Zoé
—Son la personificación de lo que es bien portado— dijo Bianca con sarcasmo
—Ay Jason, te ganaron los niños— dijo Leo negando con la cabeza
Se sintió como una tonta señalando el agua, pero estaba segura de que estaba obrando algún tipo de magia, influyendo en sus emociones. Justo cuando pensaba que había perdido los papeles y que Jason iba a decírselo,
—Un poquito— dijo Jason
—Sí, también a mí me habría confundido bastante— dijo Rachel
—Hasta yo me sentí un poco confundida— admitió Piper
—Y el que se había pegado en la cabeza era Jason— bromeó Leo
—Oye— se quejó Jason
el río habló: Perdóname. Cantar es uno de los pocos placeres que me quedan.
Una figura emergió de la poza como si estuviera subiendo en un ascensor.
—Entrada dramática — asintió Chris
—Como la de los cantantes entrando al concierto— dijo Apolo —de mis entradas favoritas
—Hay veces que las entradas así son muy buenas— coincidió Piper
—Por supuesto que lo son— dijo Apolo
A Piper se le pusieron rígidos los hombros. Era la criatura que había visto en la hoja de su daga, el toro con cabeza humana. Tenía la piel azul como el agua. Sus pezuñas levitaban sobre la superficie del río.
—Bueno, genial— dijo Miranda
—La verdad es que se veía bastante impresionante— dijo Piper
—Claro que sí, el azul siempre hace que algo se vea impresionante— coincidió Percy
Encima de su cuello bovino se asentaba la cabeza de un hombre con el cabello negro, corto y rizado, una barba con tirabuzones al estilo griego, unos ojos profundos y tristes tras unas gafas bifocales y una boca que parecía fija en un mohín permanente.
—Lo que en algunos momentos le daba aire de tristeza — dijo Piper
—Nos podemos imaginar— dijo Rachel
—Bueno, pero tampoco confíen en él solo por eso— comentó Apolo
Del lado izquierdo de su cabeza brotaba un único cuerno de toro: un cuerno curvado de color blanco y negro que podría haber servido de copa a unos guerreros. El desequilibrio le hacía ladear la cabeza hacia la izquierda, de modo que parecía que estuviera intentando sacarse agua del oído.
—Y le tienen que quitar el otro cuerno — dijo Katie con una mueca
—Sí, pero teníamos que completar esa misión para que el idiota de Hercules nos dejara pasar— masculló Piper
—Sí, eso es algo que no se puede negar— coincidió Hermes
—Hola —dijo con tristeza—. Venís a matarme, supongo.
Jason volvió a calzarse y se levantó despacio.
—Esto… bueno…
—Jason, no estás siendo muy diplomático — comentó Connor
—Ya nos habíamos dado cuenta desde el principio— asintió Miranda
—Y yo que siempre me consideré diplomático— dijo Jason negando con la cabeza
—¡No! —intervino Piper—. Lo siento. Es una situación embarazosa. No queríamos molestarle, pero Hércules nos ha enviado.
—¡Hércules! —dijo el hombre toro suspirando.
—Bueno, pues debería saber que era él — dijo Rachel
—Pero ¿Por qué está en esa isla? Creí que era solo de Hércules— comentó Bianca
—Es una muy larga historia, pero necesitaban estar juntos— dijo Hera
Casi todos miraron a Hera con sospecha
Sus pezuñas chapotearon en el agua como si estuviera listo para embestir—. Para mí siempre será Heracles. Es su nombre griego, ya sabéis: « la gloria de Hera» .
—Imagínate llamarte como la persona que más odias— señaló Thalia
—Sería bastante horrible— coincidió Annabeth
Los demás chicos asintieron de acuerdo
—Un nombre curioso —dijo Jason—. Considerando que la odia.
—Y que lo digas —dijo el hombre toro—. Tal vez por eso no protestó cuando los romanos le cambiaron el nombre por Hércules.
—Pues yo digo que hay que llamarlo Heracles, nada más por los viejos tiempos — dijo Percy con una sonrisa
—Secundo la moción— dijo Leo
—Apruebo la moción — anunció Piper
—De acuerdo, a partir de hoy será Heracles para todos nosotros— asintió Esperanza
Zeus rodó los ojos. Zoë sonrió un poco
Por supuesto, es el nombre por el que lo conoce la mayoría de la gente… su marca, por así decirlo. Hércules es muy consciente de su imagen.
—Sí, nos dimos cuenta — dijo Piper
—Y bastante consciente— dijo Jason
—Al menos en eso no se equivocan las películas, al menos la mayoría— comentó Percy
El hombre toro hablaba con amargura pero con familiaridad, como si Hércules fuera un viejo amigo que se hubiera descarriado.
—Hasta dónde sé no fueron amigos— dijo Apolo
—O tal vez sí y tú no te enteraste— comentó Hermes
—No podrían ser amigos con lo que pasó— señaló Apolo
—¿Es usted Aqueloo? —preguntó Piper.
El hombre toro flexionó las patas delanteras y agachó la cabeza haciendo una reverencia, un gesto que a Piper le pareció encantador y al mismo tiempo un poco triste.
—Aun así, tengan cuidado— aconsejó Poseidón
—Porque esa misión diplomática no está saliendo muy bien que digamos — dijo Rachel
—Ya sé — dijo Piper —era para que vieran que no soy la diplomática del grupo
—Bueno, pues tampoco lo es Jason— señaló Connor
—A vuestro servicio. Extraordinario dios de río. Antaño espíritu del río más poderoso de Grecia. En la actualidad condenado a morar aquí, en el lado opuesto de la isla donde vive mi viejo enemigo. ¡Oh, qué crueles son los dioses! Nunca he sabido con certeza si nos pusieron tan cerca para castigarme a mí o a Hércules.
—O a ambos— dijo Travis
Los chicos voltearon a ver a los dioses esperando una respuesta
—Bueno, varios no participamos en la decisión — señaló Apolo
—Y ese no es un tema que sea importante ahora— resopló Zeus y continuó la lectura
Piper no estaba segura de a qué se refería, pero el ruido de fondo del río estaba invadiendo otra vez su mente, recordándole el calor y la sed que tenía, y lo agradable que sería darse un buen baño. Trató de concentrarse.
—Era bastante difícil — coincidió Jason
—Y que lo digas, pero no nos podíamos desconcentrar — señaló Piper
—No habría sido saludable para ustedes— comentó Will
—Yo soy Piper —dijo—. Este es Jason. No queremos pelea. Pero Heracles, Hércules, quienquiera que sea, se ha puesto furioso y nos ha mandado aquí.
—Nada más por un nombre — murmuró Jason
—Pero también cuál nombre— dijo Leo
—Bueno, ojalá logren de la mejor manera cumplir la misión — suspiró Hestia
Le habló de su misión a las tierras antiguas para impedir que los gigantes despertasen a Gaia. Le explicó cómo se había formado su equipo compuesto por griegos y romanos y le dijo que a Hércules le había dado una rabieta cuando había descubierto que Hera estaba detrás.
—Su berrinche— dijo Piper rodando los ojos
Aqueloo inclinaba continuamente la cabeza a la izquierda y a la derecha, de modo que Piper no estaba segura de si se estaba durmiendo o estaba acusando el cansancio de tener un solo cuerno.
—O ambas también — dijo Leo
—Creo que tal vez no le interesaba saber mucho de las cosas que pasaban fuera de la isla — comentó Piper
—Pero si ya no tuviera el otro cuerno podría ser mejor también ¿No? — preguntó Bianca
—Al menos habría tenido equilibrio — asintió Jason
Cuando hubo acabado, Aqueloo la observó como si a la chica le estuviera saliendo un desagradable sarpullido.
—Ah, querida… las leyendas son ciertas, ¿sabes? Los espíritus, los caníbales del agua…
—¿Eso que tiene que ver?— preguntó Katie con una mueca —no le habías dicho nada de eso
—Lo sé, yo también me quedé muy sorprendida — dijo Piper
—Yo más porque no entendía nada — señaló Jason
—Nosotros tampoco entendemos — dijo Zoé
Piper tuvo que contener un gemido. No le había dicho a Aqueloo nada de ese asunto.
—¿Có… cómo…?
—Los dioses de los ríos sabemos muchas cosas —dijo—.
—Ellos saben cosas— asintió Percy
—Pero de todas maneras yo no lo entendía — comentó Piper
—Saben cosas, que te las expliquen ya es otro asunto— señaló Percy
—Hay límites — dijo Leo
Siento decirte que te estás centrando en la historia equivocada. Si hubierais ido a Roma, la historia del diluvio os habría sido más útil.
—No entendí — dijo Miranda
—¿La historia de nuestro diluvio?— preguntó Apolo —bueno, no fue nuestro, porque nada más uno tomó la decisión, pero se entendió
—No exactamente — dijo Piper
—Todas las culturas parecen tener una historia donde matan a casi todos— murmuró Rachel
—Bueno, cada cultura vio ese diluvio de manera diferente — comentó Artemisa
—¿Piper? —preguntó Jason—. ¿De qué está hablando?
De repente sus pensamientos se mezclaron desordenadamente, como los cristales de un caleidoscopio. « La historia del diluvio… Si hubierais ido a Roma…»
—Bueno, todavía era bastante confuso— dijo Piper
—Sí, me puedo imaginar— dijo Jason
—Todos estamos en modo confusión — asintió Miranda
—Espero pronto tenga explicación — dijo Bianca
—No… no estoy segura —dijo ella, aunque la mención de la historia de un diluvio le sonaba vagamente—. Aqueloo, no lo entiendo…
—No, no lo entiendes —dijo el dios del río con un tono comprensivo—.
—Lo peor es que creo que de cierta forma sí se sentía comprensivo— comentó Piper
—O al menos lo hacía muy bien— dijo Hermes
Pobrecilla. Otra chica que tiene que aguantar a un hijo de Zeus.
—Ese no es un cumplido para tí, Jason— comentó Leo
—Sí, ya me di cuenta — murmuró Jason con una mueca
—Como que este par de capítulos no están siendo muy buenos para ti— señaló Rachel
—Espero que eso ya acabe pronto — dijo Jason con una mueca
Piper le dió una pequeña sonrisa
—Un momento —dijo Jason—. En realidad, es Júpiter.
—Siempre los tienes que estar corrigiendo— señaló Connor
—Ponte un letrerito o algo así que diga "soy hijo de Júpiter y no de Zeus"— dijo Katie
—Y lo llevas como un gafete — dijo Leo
—Eso te ahorraría muchos problemas — asintió Percy
—Lo tomaré en cuenta — dijo Jason
¿Y a qué viene lo de « pobrecilla» ?
Aqueloo no le hizo caso.
—Sí, creo que no le caen bien los hijos ni de Zeus ni de Júpiter— comentó Chris
—No podemos entender por qué dices eso— dijo Travis
—Un completo misterio el por qué — señaló Miranda
—¿Sabes el motivo de mi pelea con Hércules, querida?
—Fue por una mujer —recordó Piper—. ¿Deyanira?
—Spoiler, no fue bonito— dijo Apolo
—Casi nunca lo es— murmuró Piper
—Eso es cierto — asintió Percy
—Sí —Aqueloo lanzó un suspiro—. ¿Y sabes lo que le pasó?
—Esto…— Piper lanzó una mirada a Jason.
Él sacó la guía y empezó a hojearla.
—No lo…
—Era como un exámen, justo lo que no estudiaste te preguntan— comentó Zoé
—Sí me sentía de esa manera— asintió Jason —y el acordeón no funcionó
—Íbamos con el puro conocimiento de nuestro nombre — dijo Piper
—Y con pura confianza— dijo Leo
Aqueloo resopló indignado.
—¿Qué es eso?
Jason parpadeó.
—Es… la Guía hercúlea del Mare Nostrum. Nos ha dado el libro para que…
—Bueno, ya sé para que nos la dio— dijo Jason —y no fue para pasar el examen
—Ni para ayudarnos realmente— dijo Piper
—No esperábamos que los ayudara— comentó Dionisio encogiéndose de hombros
—Eso no es un libro —insistió Aqueloo—. Os ha dado eso para molestarme, ¿verdad? Sabe que odio esas cosas.
—¿Odia… los libros? —preguntó Piper.
—¿Qué le han hecho los libros?— preguntó Tyson
—Esa es la gran pregunta — asintió Zoé
—No ser libros — dijo Piper
—¿Qué?— murmuró Annabeth
—En serio— añadió Piper —los libros no son suficientemente libros
Jason asintió de acuerdo
—Bah —la cara de Aqueloo se encendió, y su piel azul se tiñó de un color morado berenjena—. Eso no es un libro.
Pateó el agua. Un manuscrito salió disparado del río como un cohete en miniatura y cayó delante de él.
—Bueno, cuanto drama— dijo Apolo
—La verdad es que fue bastante impresionante — comentó Jason
—Por lo menos todo estaba todavía bien— dijo Piper
—Pero no creo que se mantenga así — comentó Will
—Deja de juntarte tanto con Nico— bromeó Leo
Nico le dijo una mirada asesina
El dios lo abrió con sus pezuñas. El deteriorado pergamino amarillo se desenrolló; estaba lleno de un desvaído texto en latín y de complejos dibujos hechos a mano.
—¡Esto es un libro! —dijo Aqueloo—. ¡Oh, el olor de la piel de oveja!
—Claro— dijo Piper
—Los libros no son suficientemente libros — asintió Annabeth
—Exacto, a eso le refería — dijo Piper
—Bueno, creo que de nuestros libros ninguno pasaría los estándares de calidad — comentó Rachel
El elegante tacto del pergamino desenrollándose bajo mis pezuñas. Simplemente no se puede copiar en algo así. Señaló con la cabeza la guía que Jason sostenía en su mano.
—Los jóvenes de hoy y vuestros chismes modernos. Páginas encuadernadas.
—Pues me parecen muy cómodas— dijo Jason
—Y al menos no están hechos de ovejas — comentó Rachel con una nueva
—Bueno sí, no era muy limpio el proceso de hacer un libro— dijo Apolo
—Pero era una muy buena forma de hacer los libros— señaló Atenea
Cuadrados de texto pequeños y compactos que no son nada agradables a las pezuñas. Eso es un libro encuadernado, pero no es un libro tradicional. ¡Nunca sustituirá un manuscrito de toda la vida!
—Imaginen si fuera bibliotecario— dijo Apolo
—Yo creo que nadie quisiera ir a su biblioteca — comentó Leo
—Y tal vez no nos quisiera dar ningún libro si no está hecho con ovejas— dijo Connor
—Ejem, ya lo guardo.
Jason se metió la guía en el bolsillo trasero de la misma forma que enfundaría un arma peligrosa.
—Pues podría llegar a serlo si Aqueloo seguía con eso— dijo Jason
—Sí, mejor guarden el libro que no es un libro— asintió Esperanza
—Siento que si no hubiera querido tanto su libro, probablemente nos lo habría aventado en la cabeza— dijo Piper
—Probablemente— coincidió Jason
Aqueloo pareció calmarse un poco, cosa que alivió a Piper. No quería ser arrollada por un toro con un solo cuerno obsesionado con los manuscritos.
—Habría sido malo— dijo Miranda
—Y tampoco nada saludable — coincidió Apolo
—Bueno, ahora sí pueden usar la diplomacia — asintió Leo
—Pues… Algo así — dijo Piper
—Algo así— convino Jason
—Ya podemos ver hacia dónde va esto— señaló Hermes
—A ver —dijo Aqueloo, dando unos golpecitos a un dibujo del pergamino—.Esta es Deyanira.
Piper se arrodilló para mirar. El retrato pintado a mano era pequeño, pero pudo apreciar que la mujer había sido muy guapa, con largo cabello oscuro, ojos oscuros y una sonrisa pícara que debía de volver locos a los hombres.
—Muchos de ellos ya estaban locos— dijo Artemisa
—Eso es cierto — coincidió Apolo
—Podemos imaginarnos — dijo Percy
—Vaya que sí lo hacemos— asintió Piper
—La princesa de Calidón —dijo el dios del río con tristeza—. Estaba prometida conmigo, hasta que Hércules se entrometió. E insistió en combatir.
—¿Y le partió el cuerno? —aventuró Jason.
—Ah, sabía que era algo así— dijo Miranda
—Pues sí, básicamente — dijo Hermes
—Fue un resúmen bastante bueno— comentó Deméter
—Sí —dijo Aqueloo—. Nunca podré perdonárselo. Tener un solo cuerno es terriblemente incómodo, pero la pobre Deyanira se llevó la peor parte. Podría haber vivido una vida larga y feliz casada conmigo.
—Tal vez no— dijo Perséfone
—Bueno, ya no lo sabrá, a lo mejor tampoco ese matrimonio tampoco funcionaba— comentó Apolo
—Pero él parecía creer que iba a funcionar— dijo Piper encogiéndose de hombros
—A lo mejor eso lo consuela por las noches — señaló Travis
—Un toro con cabeza de hombre que vive en un río —dijo Piper.
—Exacto —convino Aqueloo—. Parece una oferta imposible de rechazar, ¿verdad?
—Súper difícil— coincidió Piper
—Sí, no me imagino por qué lo pudo haber rechazado— dijo Miranda
—Es taaan difícil saberlo — dijo Leo
Pues se fue con Hércules. Eligió al héroe guapo y vistoso en lugar de al marido bueno y fiel que la habría tratado bien. ¿Qué pasó entonces? Ella debería habérselo imaginado. Hércules estaba demasiado absorto en sus problemas para ser un buen marido.
—Bueno, tal vez no debería haberse quedado con ninguno de los dos— dijo Bianca
—Esa me parece una excelente propuesta — asintió Travis
—Con ese tono de condescendencia no creo que hubiera sido un buen esposo— resopló Artemisa
Ya había asesinado a una esposa, ¿sabéis? Hera le había lanzado una maldición, así que montó en cólera y mató a toda su familia. Un asunto horrible. Por eso tuvo que hacer los doce trabajos como castigo.
Se hizo un silencio pesado en la sala mientras todos los chicos miraban a Hera
Piper se quedó horrorizada.
—Un momento… Hera lo hizo enloquecer, ¿y Hércules tuvo que cumplir un castigo?
Aqueloo se encogió de hombros.
—Parece que los dioses del Olimpo nunca pagan por sus crímenes.
—Eso parece— murmuró Charles para sí mismo
Bianca hizo una mueca
Y Hera siempre ha odiado a los hijos de Zeus… de Júpiter —miró con desconfianza a Jason—. En cualquier caso, mi pobre Deyanira tuvo un trágico final. Tenía celos de las numerosas aventuras de Hércules.
—No me imagino por qué— comentó Piper con sarcasmo
—También es muy difícil saberlo— asintió Katie
Hera resopló
Él recorría el mundo con su pico de oro, como su padre Zeus, coqueteando con todas las mujeres que encontraba.
Zeus tuvo un poco de decencia y se vio un poco avergonzado
Al final, Deyanira estaba tan desesperada que hizo caso de un falso consejo. Un astuto centauro llamado Neso le dijo que si quería que Hércules le fuera fiel para siempre debía esparcir sangre de centauro en la túnica favorita de Hércules.
—No me suena a buena idea— dijo Connor
—Por supuesto que no lo es— masculló Zoë con una mirada peligrosa hacia los hermanos Stoll
Los Stoll le dieron sonrisas traviesas. Zoë resopló
Desgraciadamente, Neso mentía porque quería vengarse de Hércules. Deyanira siguió sus instrucciones, pero en lugar de convertir a Hércules en un esposo fiel…
—La sangre de centauro es como ácido —dijo Jason.
—Pero en poquita cantidad no es tan peligrosa— murmuró Travis
—Bastante peligrosa para tener urticaria— bufó Zoë
—Pero no para matar— dijo Travis
—Ya mejor callate— dijo Katie tapándole la boca a su novio
—Sí —asintió Aqueloo—. Hércules sufrió una muerte dolorosa. Cuando Deyanira se dio cuenta de lo que había hecho se…
El dios del río trazó una línea a través de su cuello.
—Una bonita historia para dormir— dijo Miranda horrorizada
—Claro, es lo que todo el mundo es lo que quisiera escuchar antes de meterse a la cama— asintió Percy
—Supongo que te hace tener dulces sueños— murmuró Rachel
—Qué horror —dijo Piper.
—¿Cuál es la moraleja, querida? —dijo Aqueloo—. Cuidado con los hijos de Zeus.
Piper no podía mirar a su novio. No estaba segura de que pudiera ocultar la inquietud de sus ojos.
Piper se sonrojó
Jason jamás sería como Hércules. Pero la historia avivó sus temores. Hera había manipulado su relación, del mismo modo que había manipulado a Hércules. Piper deseaba creer que a Jason no le invadiría una furia homicida como le había ocurrido a Hércules.
—Pero es bastante comprensible esa inquietud— asintió Apolo
Jason hizo una mueca
—No lo estoy diciendo exactamente por ti— señaló Apolo
—Supongo que gracias— murmuró Jason
Pero, por otra parte, hacía solo cuatro días un eidolon se había hecho con el control de su cuerpo y había estado a punto de matar a Percy Jackson.
—O Percy habría estado a punto de matar a Jason— bromeó Annabeth
Percy y Annabeth chocaron los cinco
—Lo dudo— dijo Piper riendo —aunque les habría salido fenomenal matarse
—Por favor— dijo Annabeth —pero habría sido un espectáculo encantador
—De eso no hay ninguna duda— asintió Piper
—Obvio— dijo Percy
—A ver peléense a ver quien gana— dijo Leo
Los hermanos Jackson y los mellizos se voltearon a ver como cada uno pensando en que la respuesta era obvia
—Hércules es ahora un dios —dijo Aqueloo—. Se casó con Hebe, la diosa de la juventud, pero casi nunca está en casa. Mora en esta isla, vigilando esas ridículas columnas. Dice que Zeus le obliga a hacerlo, pero yo creo que prefiere estar aquí a estar en el monte Olimpo,
—Al menos no lo vamos a ver por aquí— dijo Percy
—Nunca lo sabes— dijo Apolo encogiéndose de hombros
—Odia estar aquí, pero sí suele venir— comentó Hermes
—No es como que su presencia le agregue algo al Olimpo, pero sí suele venir— bufó Artemisa —aunque la mayoría de nosotros no suele estar
—Pues todos esperamos que no— dijo Piper encogiéndose de hombros
—Tal vez debería venir para que los calle a todos ustedes— bufó Zeus
—Ay querido, por favor— dijo Hera, lo que casi sonó como si les tuviera más fe a los semidioses
alimentando su amargura y lamentando su vida de mortal. Mi presencia le recuerda sus fracasos; sobre todo, la mujer que acabó matándolo. Y su presencia me recuerda a mí a la pobre Deyanira, que podría haber sido mi esposa.
—Bueno, qué misión tan difícil— dijo Katie
—Lo sé, y se pone peor— dijo Piper
—Como era de esperarse— convino Thalia
Piper hizo una mueca
El hombre toro dio unos golpecitos sobre el pergamino, que se enrolló y se hundió en el agua.
—Hércules quiere mi otro cuerno para humillarme —dijo Aqueloo—. Tal vez le hiciera sentirse mejor, sabiendo que yo también soy desgraciado.
—Sí, lo imaginamos— dijo Rachel
—Como les decía, Hercu… Heracles es un idiota— dijo Piper
—Ya nos dimos cuenta— comentó Bianca
—Culpo a la película de Disney por hacerme creer que era buena persona— dijo Will
—Bueno, es que también tú, la película no es exactamente correcta en las relaciones familiares— murmuró Rachel con una mirada de reojo a Hera, quién en la película la ponían como madre de Heracles
Además, el cuerno se convertiría en una cornucopia. Comida y bebida selectas fluirían de él, de igual manera que mi poder hace que el río fluya. Seguro que Hércules se quedaría la cornucopia para él. Sería una tragedia y un desperdicio.
—Sí y de ninguna manera se lo merece— comentó Reyna
—Lo sé— dijo Piper
—Pero aún así tienen que pasar— comentó Zoë con una mueca
Piper sonrió
Piper sospechaba que el ruido del río y el sonido soñoliento de la voz de Aqueloo todavía estaban afectando a sus pensamientos, pero no podía evitar estar de acuerdo con el dios del río. Estaba empezando a odiar a Hércules. Aquel pobre hombre toro parecía muy triste y solo.
—No te dejes influenciar, querida— dijo Afrodita
—Lo sé, pero aun así me dio mucha lástima— comentó Piper con una mueca
—Pero pues después no te dejó otra opción— dijo Jason
Jason se movió.
—Lo siento, Aqueloo. Sinceramente, se han aprovechado de usted. Pero tal vez… bueno, sin el otro cuerno, puede que no esté tan ladeado. Puede que se sienta mejor.
—O sea, tiene un punto, pero creo que no fue la manera de expresarlo— dijo Leo
—Pero hace rato lo estaban diciendo— se defendió Jason
—Sí, pero no se lo dijimos a él— dijo Miranda
—¡Jason! —protestó Piper.
Jason levantó las manos. —Solo es una idea. Además, no veo que tengamos muchas alternativas. Si Hércules no consigue el cuerno, nos matará a nosotros y a nuestros amigos.
—Sí, y no estaría bonito— dijo Leo
—No es algo que recomiende tan en la tarde— comentó Percy
—Y si se puede a ninguna hora— dijo Frank
—Tiene razón —dijo Aqueloo—. No tenéis alternativa. Y por eso mismo espero que me perdonéis.
Piper frunció el entrecejo. El dios del río parecía tan desconsolado que le entraron ganas de acariciarle la cabeza.
—Como a un cachorro— asintió Piper
—Lo que no creo que hubiera tomado muy bien— dijo Thalia
—De por no todo lo estaba tomando tan bien— mencionó Piper
—¿Que le perdonemos por qué?
—Yo tampoco tengo alternativa —dijo Aqueloo—. Tengo que deteneros. El río estalló, y un muro de agua rompió contra Piper.
—Obviamente— dijo Hermes
—Bueno, es que también tenía que defender su cuerno— dijo Apolo
—Pues sí, pero también tienen que pasar para poder llegar a las tierras antiguas— señaló Deméter
XXVIII
Piper
La corriente la asió como un puño y la arrastró a las profundidades. Forcejear era inútil. Cerró la boca, apretándola, esforzándose por no inspirar, pero le costó no dejarse llevar por el pánico. No veía más que un torrente de burbujas.
—No es divertido— dijo Piper
—Si no puedes respirar no es divertido— comentó Percy
—Básicamente no es divertido para ninguno de nosotros— señaló Leo
—Para Frank sí, convertido en pez— añadió Connor —o en algo que respire bajo el agua
—Entonces para Sammy también— comentó Silena
Solo oía los movimientos de sus piernas y el estruendo apagado de los rápidos. Había llegado a la conclusión de que iba a morir de esa forma: ahogada en una poza de una isla que no existía.
—Y no me gustó— dijo Piper
—Sí, tampoco suena divertido— comentó Leo
—Y sobretodo porque es una isla que no existe— asintió Rachel
Entonces, tan súbitamente como se había visto sumergida, fue empujada a la superficie. Se encontró en el centro de un remolino, capaz de respirar pero incapaz de liberarse. A pocos metros de distancia, Jason salió a la superficie boqueando, con su espada en la mano.
—Tampoco me gustó ahogarme— comentó Jason
—Lo peor es que con el agua no puedes usar tus poderes— dijo Thalia con una mueca —al menos los rayos
—A menos que quieras hacer Jason asado— dijo Leo
—No, no me apetecía— dijo Jason
Se giró violentamente, pero no había ningún enemigo al que atacar. A seis metros a la derecha de Piper, Aqueloo emergió del agua.
—Lo siento mucho —dijo.
—Al menos se disculpó— dijo Leo
—Sí, eso no nos ayudaba mucho— dijo Piper
—Pero la mayoría no se disculpa, normalmente se ríe— comentó Percy
—Tienes un punto perfectamente razonable— dijo Jason
Jason se abalanzó sobre él, invocando a los vientos para que lo sacaran del río, pero Aqueloo era más rápido y más poderoso. Una espiral de agua azotó a Jason y lo lanzó otra vez bajo el agua.
—¡Basta ya! —gritó Piper.
—No nos estaba yendo muy bien— dijo Piper
—Si no nos dices ni cuenta nos damos— comentó Leo
—Era muy difícil darse cuenta— asintió Percy
—Que groseros— dijo Piper
Usar su embrujahabla no le resultó fácil, revolcándose en un remolino, pero captó la atención de Aqueloo.
—Me temo que no puedo parar —dijo el dios del río—. No puedo permitir que Hércules se quede con mi otro cuerno. Sería humillante.
—Aparte no merece todo lo que le pueda dar el cuerno— señaló Rachel
—Eso es bastante cierto, pero sigue estando el dilema de que tienen que darle lo que pidió para que los dejen pasar— comentó Zoë
—Y no se pueden comunicar con nadie— dijo Reyna
—Yo pensé lo mismo que ustedes— dijo Piper con una sonrisa
—¡Hay otra forma! —dijo Piper—. ¡No tiene por qué matarnos!
Jason salió de nuevo a la superficie con gran esfuerzo. Un nubarrón en miniatura se formó sobre su cabeza. Un trueno retumbó.
—Eso es lo peor, porque no te conviene utilizar electricidad— dijo Apolo
—Me sentía bastante impotente— masculló Jason
—Pero lo importante es que al final todo salió bien— dijo Piper con una pequeña sonrisa —o bueno, algo así
—Ni se te ocurra, hijo de Júpiter —lo regañó Aqueloo—. Si invocas un rayo, electrocutarás a tu novia.
El agua sumergió otra vez a Jason.
—Sí, tampoco me gustó eso— murmuró Jason
—Tampoco podías hacer Piper asada— dijo Leo
—No estaba en el menú— comentó Piper
—¡Suéltelo! —Piper infundió a su voz todo el poder de la embrujahabla de la que pudo echar mano—. ¡Le prometo que no permitiré que Hércules se haga con su cuerno!
—Pero es lo que pidió para dejarlos pasar— comentó Grover
—Bueno, no importa lo que digas mientras puedan cumplir la misión— masculló Ares
Aqueloo titubeó. Se acercó a Piper trotando a medio galope e inclinando la cabeza hacia la izquierda.
—Creo que lo dices en serio.
—Al menos te cree— dijo Hermes
—Lo decía en serio— dijo Piper
—¿Cómo lo vas a decir en serio si lo necesitan para pasar?— preguntó Dionisio rodando los ojos
—Bueno, pues creo que va a encontrar— dijo Afrodita encogiéndose de hombros
—¡Lo digo en serio! —prometió Piper—. Hércules es despreciable. Pero, por favor, suelte primero a mi amigo.
El agua se agitó donde se había sumergido Jason. Piper quería gritar. ¿Cuánto tiempo más podría aguantar la respiración?
—No creo que mucho la verdad— dijo Jason —pero sin presiones
—Fue bastante horrible— dijo Piper
Aqueloo la miró a través de sus gafas bifocales. Su expresión se suavizó.
Zeus miró a Piper con una ceja alzada. Piper se sonrojó al recordar la propuesta de Aqueloo
—Ya veo. Tú serías mi Deyanira. Serías mi novia para resarcirme de mi pérdida.
—Vivan los novios, supongo— dijo Leo
—Por favor— masculló Afrodita
—Pido ser padrino de lazo— dijo Leo
—Cállate Leo— murmuró Piper sonrojada
—Yo quiero ser de anillos— pidió Zoé
—¡Zoé!— se quejó Piper
—Yo quiero ser de ramos, así no gasto tanto dinero— bromeó Miranda
—Yo no podía asistir a tu boda— dijo Thalia riendo —ya sabes, lealtad de hermanos
—Son unas horribles personas— masculló Piper
Mientras tanto Jason y los mellizos tenían expresiones igualmente horrorizadas
—¿Qué? —Piper no estaba segura de haber oído bien. La cabeza le estaba dando vueltas en sentido literal por culpa del remolino—. En realidad estaba pensando…
—Ah, entiendo —dijo Aqueloo—. Te daba pudor proponerlo delante de tu novio.
—Sí claro, no es manera de iniciar una propuesta— coincidió Apolo
—Jason volteate porque alguien más se le va a declarar a tu novia— dijo Leo
—No me divierte esto— murmuró Jason, lo que hizo que los demás se empezaran a reír
—Al menos no te dijo que también Jason se podía quedar— señaló Hermes
—Habría sido incómodo— convino Apolo
Claro, tienes razón. Yo te trataría mucho mejor que un hijo de Zeus. Podría arreglar las cosas después de todos estos siglos. No podría salvar a Deyanira, pero podría salvarte a ti.
—Pero no necesitabas que te salven— dijo Zoë
—Pues él parecía creer que sí— murmuró Piper
—Pues usa eso en tu ventaja, querida— comentó Afrodita
Piper se sonrojó más
¿Habían pasado treinta segundos? ¿Un minuto? Jason no podría aguantar mucho más.
—Tendrías que dejar morir a tus amigos —continuó Aqueloo—.
—Y yo que quería ser padrino— dijo Leo negando con la cabeza
—Bueno, yo sí puedo seguir siendo madrina— dijo Miranda
—De todas maneras ni quería gastar mis ahorros— murmuró Zoé
—No tienes ahorros— señaló Bianca
—Gracias por arruinar mi frase— resopló Zoé
Hércules se enfadaría, pero puedo protegerte de él. Podríamos ser muy felices juntos. Empecemos dejando que ese Jason se ahogue, ¿vale?
—Dioses— murmuró Katie
—Siempre voy a decir que esa no es la mejor manera de hacer una propuesta— dijo Apolo
—Definitivamente no— dijo Afrodita —tal vez que fuera más romántico mientras pelean por ella
—¡Mamá!— exclamó Piper
Piper apenas podía mantener el tipo, pero tenía que concentrarse. Ocultó su miedo y su ira. Era una hija de Afrodita. Tenía que usar las herramientas que le habían dado. Sonrió lo más dulcemente que pudo y levantó los brazos. —Sáqueme, por favor.
Absolutamente todos los chicos voltearon a ver a Piper con incredulidad, no porque creyeran que iba a dejar morir a sus amigos, sino porque había estado tan reacia a utilizar sus dotes de hija de Afrodita que era bastante sorpresivo escucharlo
—Ya dejen de mirarme así— dijo Piper sonrojada
—Es que… Nos sorprendiste— dijo Thalia
Incluso los mellizos veían a Piper con la boca abierta
—Estoy tan orgullosa de ti, querida— suspiró Afrodita
El rostro de Aqueloo se iluminó. Agarró las manos de Piper y la sacó del remolino. Nunca se había montado en un toro, pero había montado pegasos a pelo en el Campamento Mestizo y recordaba lo que había que hacer.
—Bueno— dijo Connor
—Lo tenía que hacer— dijo Piper
—Lo sabemos— asintió Reyna
—Aunque eso no nos quita la sorpresa— dijo Travis
Aprovechó el impulso balanceando una pierna por encima del lomo de Aqueloo. A continuación, le inmovilizó el pescuezo con los tobillos, le rodeó la garganta con un brazo y desenvainó su daga con la otra. Pegó la hoja del arma a la barbilla del dios del río.
—Encantadora y peligrosa— dijo Apolo
—Por supuesto que sí— dijo Afrodita —como debe de ser
—Por supuesto que sí— asintió Jason mirando a su novia con ua sonrisa
—Suelte… a… Jason —infundió toda su autoridad a la orden—. ¡Ahora!
Piper se dio cuenta de que su plan tenía muchos defectos. El dios del río podía disolverla en el agua. O podía sumergirla y esperar a que se ahogara.
—Pero al menos hay un plan— dijo Percy
—Al menos— asintió Piper —hay que ver el lado positivo
—Por supuesto que sí— dijo Leo
Pero, al parecer, su poder de persuasión surtió efecto. O tal vez Aqueloo estaba demasiado sorprendido para pensar con claridad. Probablemente no estaba acostumbrado a que las chicas guapas le amenazaran con rebanarle el pescuezo.
—Yo creo que también un poco de ambas— dijo Perséfone
—Pero bueno, hay que aprovechar la oportunidad— dijo Thalia
—Tenía que hacerlo— suspiró Piper
—Por supuesto que sí, querida— asintió Afrodita
Jason salió disparado del agua como una bala de cañón humana. Atravesó las ramas de un olivo y se desplomó en la hierba. No debió de ser agradable, pero consiguió ponerse en pie jadeando y tosiendo. Alzó su espada, y las nubes oscuras se acumularon sobre el río.
—No fue divertido estar tanto tiempo bajo el agua— dijo Jason
—Casi te quitan a tu novia por eso— dijo Leo negando con la cabeza
—Sí, ya me di cuenta— comentó Jason
—Que bobo eres— dijo Piper dándole un golpe juguetón
Piper le lanzó una mirada de advertencia: « Todavía no» . Ella aún tenía que salir del río sin ahogarse ni electrocutarse. Aqueloo arqueó el lomo como si estuviera pensando en hacer una artimaña.
—Por supuesto, no creo que se deje— dijo Zoë
—Sobretodo teniendo en cuenta que el cuerno sería para Heracles— dijo Hermes
—Pero Piper dijo que no va a ser para él— señaló Bianca
Algunos de los dioses miraron a Piper con cierta incredulidad, realmente no creían que no le fuera a dar el cuerno
Piper presionó el cuchillo más fuerte contra su garganta.
—Sea un toro bueno —le advirtió.
—Por favor que lo sea— dijo Katie
—De eso dependia mucho de mi plan— dijo Piper
—Entonces esperamos que lo sea— asintió Thalia
—Lo has prometido —dijo Aqueloo apretando los dientes—. Has prometido que Hércules no conseguirá mi cuerno.
—Y no lo conseguirá —dijo Piper—. Pero yo sí.
—Tal vez sea lo mejor— dijo Deméter
—Sí lo era, o al menos eso creo— dijo Piper
—Está bien querida, vas a tomar la mejor decisión— dijo Afrodita
Levantó el cuchillo y cortó el cuerno del dios. El bronce celestial atravesó la base como si fuera barro húmedo. Aqueloo rugió de rabia. Antes de que pudiera recuperarse, Piper se levantó sobre su lomo. Con el cuerno en una mano y la daga en la otra, saltó hacia la orilla.
—Nada mal— dijo Thalia impresionada
—Gracias, pero sí me sentí mal por hacerlo— murmuró Piper con una mueca
—Por supuesto que lo hiciste— coincidió Sally —y eso dice mucho sobre ti
Piper se sonrojó
—¡Jason! —gritó.
Gracias a los dioses, él la entendió. Una ráfaga de viento la recogió y la llevó sana y salva a la orilla.
—Por supuesto que sí— dijo Jason
—Gracias, chispitas— dijo Piper con una sonrisa
Piper cayó al suelo rodando, y se le erizó el vello de la nuca. Un olor metálico inundó el aire. Se volvió hacia el río a tiempo para quedar deslumbrada. ¡BUM! Un rayo revolvió el agua y la convirtió en un caldero en ebullición que echaba vapor y siseaba por obra de la electricidad.
—Vaya, recuérdenme nunca estar en la misma piscina que él— dijo Travis
—No voy a invocar un rayo si estamos en el agua— dijo Jason
—Además ya estuvimos en él todos juntos— comentó Hazel
—Y no invoqué ningún rayo— dijo Jason
Piper parpadeó para hacer desaparecer los puntos amarillos que veía mientras el dios Aqueloo gemía y se disolvía bajo la superficie. Su expresión horrorizada parecía preguntar: « ¿Cómo has podido?» .
Piper hizo una mueca
—¡Corre, Jason!
Piper todavía estaba aturdida y aterrorizada, pero ella y Jason atravesaron el bosque con gran estruendo. A medida que escalaba la colina, aferrando el cuerno del toro contra su pecho,
—Al menos salieron de ahí— dijo Deméter
—Supongo que fue la buena noticia— dijo Piper
—Hicieron lo que tenían que hacer— comentó Perséfone
Piper se dio cuenta de que estaba llorando, aunque no estaba segura de si se debía al miedo, al alivio o a la vergüenza por lo que le había hecho al viejo dios del río.
Piper se sonrojó
—Es bueno que sientas eso, las malas personas no sienten remordimiento o vergüenza por lo que han hecho— comentó Hestia
Algunos de los chicos asintieron de acuerdo
No redujeron la marcha hasta que llegaron a la cima de la colina. Piper se sentía como una tonta, pero no paró de llorar al contarle a Jason lo que había pasado mientras él luchaba bajo el agua.
—No tenías opción, Piper —le posó la mano en el hombro—. Me has salvado la vida.
Jason le sonrió a Piper —Ya te debo muchas
—Sí chispitas, vamos a ir haciendo los pagarés— bromeó Piper y le dio un pequeño beso
Los demás chicos empezaron a hacer soniditos de burla, incluidos los mellizos
Ella se enjugó las lágrimas y trató de controlarse. El sol se estaba acercando al horizonte. Tenían que volver con Hércules rápido o sus amigos morirían.
—Aqueloo no te ha dejado ninguna alternativa —continuó Jason—. Además, dudo que ese rayo lo matara.
—Por supuesto que no— dijo Poseidón —habría que destruir el río
—Y destruir un río es difícil— dijo Grover
—Mejor lo dejamos así— asintió Piper
Es un dios antiguo. Habría que destruir su río para destruirlo a él. Y puede vivir sin cuerno. Si te has visto obligada a mentir diciéndole que no se lo darías a Hércules…
—No mentía.
—Muy bien— dijo Artemisa
—Qué valerosa— dijo Zoë
—No sé si lo fui, pero gracias— murmuró Piper
Jason la miró fijamente.
—Pipes… no tenemos alternativa. Hércules matará…
—Hércules no se merece esto.
—Todos estamos de acuerdo en eso— dijo Percy
—Ajá, pero sigue estando el hecho de que sin eso no los van a dejar pasar— señaló Luke
—Pero todavía faltaba otro increíble plan— comentó Piper
—Y ese sí fue increíble— asintió Leo
Piper no estaba segura de dónde venía su ira, pero en su vida había estado más segura de algo.
Hércules era un cretino amargado y egoísta. Había hecho daño a demasiada gente, y quería seguir haciéndoles daño.
—Exacto— dijo Miranda
Zeus rodó los ojos, casi deseaba que su hijo apareciera como por arte de magia nada más para callar a todos esos semidioses que se creían la gran cosas y realmente no lo eran. No podía creer que inclusive sus propios hijos pensaran tan mal del semidiós más famoso de todo el mundo
Tal vez hubiera tenido mala suerte. Tal vez los dioses lo hubieran maltratado. Pero eso no le disculpaba. Un héroe no podía controlar a los dioses, pero debía ser capaz de controlarse a sí mismo.
—Reina de belleza, esa frase casi te da un oscar— dijo Leo
—Gracias— dijo Piper
—Lo hiciste genial— asintió Thalia
Jason nunca sería así. Él nunca culparía a los demás de sus problemas ni antepondría el rencor a hacer lo correcto.
Jason se sonrojó —Gracias por pensar así de mí
—No podría pensar de otra forma, chispitas— comentó Piper con una sonrisa
—Awwww— chillaron los Stoll
Piper no iba a repetir la historia de Deyanira. No iba a consentir lo que Hércules quería solo porque fuera guapo, fuerte y temible. Esa vez no se saldría con la suya, después de amenazar sus vidas y de enviarlos a amargarle la vida a Aqueloo para hacer daño a Hera. Hércules no se merecía un cuerno de la abundancia. Piper iba a ponerlo en su sitio.
Varios de los chicos se pusieron a vitorear, entre ellos, los mellizos
—Tengo un plan —dijo.
Le dijo a Jason qué hacer. No se dio cuenta de que estaba empleando su poder de persuasión hasta que los ojos de él se pusieron vidriosos.
—Perdón— dijo Piper
—Está bien, de cualquier manera te habría seguido— dijo Jason
—Te quiero— añadió Piper
—También te quiero— dijo Jason
—Lo que tú digas —prometió él. A continuación parpadeó varias veces—. Vamos a morir, pero cuenta conmigo.
—¿Para qué son los novios si no?— comentó Annabeth
—Concuerdo— asintió Percy
—Obviamente— dijo Piper
—Para eso son los novios— murmuró Connor, Miranda asintió de acuerdo
—Para eso son los novios— susurró Zoé a su hermano —por eso el día de mañana la vas a acompañar a su paseo en el carro solar
—No somos novios— murmuró Charles
—Pues ya se están tardando— señaló Zoé
Hércules estaba esperándolos en el mismo sitio donde lo habían dejado. Estaba contemplando el Argo II, que se encontraba amarrado entre las columnas mientras el sol se ponía detrás. El barco parecía en buen estado, pero el plan de Piper había empezado a parecerle una locura incluso a ella.
—Nada más un poquito— dijo Jason
—Pero los mejores planes siempre parecen una locura— señaló Percy
—Eso es cierto— asintió Leo —lo importante es que funcionen
—Cierto— dijo Piper
Demasiado tarde para replanteárselo. Ya había enviado un mensaje de Iris a Leo. Jason estaba preparado. Y al volver a ver a Hércules, estuvo más segura que nunca de que no podía darle lo que quería.
—Bueno, con que no descubra el dichoso plan antes— comentó Apolo
—No estás siendo muy positivo— dijo Hermes
—Es que me he estado juntando mucho con Artemisa— señaló Apolo
—Eres un idiota— dijo Artemisa
Hércules no se alegró exactamente cuando vio a Piper con el cuerno del toro, pero las arrugas de su frente disminuyeron.
—Bien —dijo—. Lo habéis conseguido. En ese caso, podéis marcharos con libertad.
—Ay que generoso— dijo Thalia
—Pero que imbécil, primero debió pedirles el cuerno— bufó Ares rodando los ojos
—Bueno, cualquiera que sea el plan probablemente va a salir si cometió un error como ese— señaló Atenea
Piper lanzó una mirada a Jason. —Ya le has oído. Nos ha dado permiso —se volvió de nuevo hacia el dios—. ¿Eso significa que nuestro barco podrá entrar en el Mediterráneo?
—Sí, sí —Hércules chasqueó los dedos—.
—Ventajas de que sea un poco imbécil— dijo Hermes
—¿Un poco?— preguntó Artemisa
—Bueno, bastante— dijo Hermes
—Ya parenle con eso— gruñó Zeus
Venga, el cuerno.
—No —dijo Piper.
El dios frunció el entrecejo.
—¿Cómo?
—No muchas veces se le niega algo a un dios— dijo Apolo
—Pues no, pero a veces es necesario— dijo Percy encogiéndose de hombros
Algunos dioses lo voltearon a ver con irritación
—Ay Percy— murmuró Sally, aunque por supuesto que su hijo tenía razón
Percy le dio una sonrisa ladeada
Ella levantó la cornucopia. Desde que había cortado el cuerno de la cabeza de Aqueloo, el asta se había ahuecado, se había alisado y se había oscurecido por dentro. No parecía mágico, pero Piper confiaba en su poder.
—Y que bueno que lo hagas, querida— dijo Afrodita
—Gran parte de la magia comienza por la confianza— asintió Hazel
—Y era nuestra única oportunidad— dijo Piper
—Aqueloo tenía razón —dijo—. Usted es su maldición del mismo modo que él es la suya. Es usted un héroe patético.
—Cierto— dijo Jason
—Concuerdo— dijo Miranda
—Y pensar que nos lo pintan como el salvador del mundo— señaló Chris con una mueca
Hércules la miró fijamente como si estuviera hablando en japonés.
—¿Eres consciente de que podría matarte con solo mover el dedo? —dijo—. Podría lanzar el garrote a vuestro barco y atravesar el casco. Podría…
—Muchos "podría"— dijo Leo
—Pero no hizo ninguno— dijo Piper encogiéndose de hombros
—Porque corrieron con suerte— señaló Zeus
—O él corrió con suerte— añadió Apolo
Zeus le lanzó una mirada furiosa
—Podrías cerrar el pico —dijo Jason, y desenvainó la espada—. Puede que Zeus se diferencie de Júpiter, porque yo no aguantaría a un hermano que se comportara como tú.
—Definitivamente no— dijo Thalia
—Bueno…— comenzó Percy en tono de broma
—Ni lo digas, sesos de alga— masculló Thalia
Las venas del cuello de Hércules se pusieron moradas como su túnica.
—No serías el primer semidiós al que mato.
—Jason es mejor que usted —dijo Piper—. Pero no se preocupe. No vamos a luchar contra usted.
—Una buena decisión— dijo Hermes
—Porque no teníamos tiempo— dijo Piper
—Estábamos algo apretados de tiempo— asintió Percy
—sí traíamos prisita— dijo Leo
Vamos a marcharnos de esta isla con el cuerno. No se lo merece como premio. Me lo voy a quedar para recordar lo que no debe hacer un semidiós y para acordarme también de los pobres Aqueloo y Deyanira.
—No creo que le haya gustado mucho eso— dijo Afrodita con una risita
—No, pero ya no nos importaba— dijo Piper
—Realmente no— comentó Jason
Los orificios nasales del dios se ensancharon.
—¡No vuelvas a pronunciar ese nombre! No pensarás de verdad que me preocupa el enclenque de tu novio. No hay nadie más fuerte que yo.
—No he dicho que sea más fuerte —lo corrigió Piper—. He dicho que es mejor.
—Aparte de todo ni siquiera sabe comprender— dijo Thalia
Zoë rodó los ojos
—Te dijo enclenque— señaló Leo
—Bueno, le voy a otorgar eso porque pues cualquiera sería un enclenque a su lado— comentó Jason
—Pero no estábamos hablando de la fuerza— dijo Piper
Piper apuntó a Hércules con la boca del cuerno. Abandonó el rencor, las dudas y la ira que había estado albergando desde el Campamento Júpiter. Se concentró en todas las cosas buenas que había compartido con Jason Grace:
—Awwwww— chillaron sus amigos
—Que bueno porque ya había muchos problemas en el paraíso— dijo Leo
—Poquitos— dijo Piper
volar en el Gran Cañón, pasear por la playa en el Campamento Mestizo, hacer manitas en el coro
—¿En el coro? ¿En serio?— se quejó Will
—¿Qué es eso?— preguntaron al unísono los mellizos
—Un coro es…— dijo Apolo
—Esa no es la pregunta a la que se refieren— murmuró Zoé con un leve sonrojo
Todos se empezaron a reír cuando entendieron la pregunta de los niños que era "hacer manitas" porque lo habían preguntado en ese momento y no en otra de las veces era una cuestión que nadie podría responder
—Vamos expliquenle a los niños que quiere decir— dijo Leo con una carcajada
—Que tal si seguimos leyendo y luego seguimos con la sección de preguntas— propuso Jason —¿A favor?
—Estoy a favor— dijo Piper
Los niños hicieron una mueca, pero asintieron con la cabeza
y contemplar las estrellas sentados junto a los fresales las tardes ociosas mientras escuchaban a los sátiros tocar las flautas.
Piper y Jason se sonrojaron más
Pensó en un futuro en el que los gigantes hubieran sido vencidos, Gaia estuviera dormida y ellos vivieran felices para siempre: sin envidia, sin monstruos contra los que luchar. Llenó su corazón de esos pensamientos y notó que la cornucopia se calentaba.
—Muy bien hecho— dijo Deméter
—Que bueno que aprendiste su correcto uso— dijo Afrodita
—Siempre es bueno recordar los buenos momentos, sobretodo cuando las cosas se vuelven difíciles— señaló Hestia
Piper asintió de acuerdo
El cuerno expulsó un caudal de comida vigoroso como el río de Aqueloo. Un torrente de fruta fresca, productos horneados y jamones ahumados sepultaron por completo a Hércules. Piper no entendía cómo todas esas cosas podían caber por la abertura del cuerno, pero los jamones le parecieron especialmente adecuados.
—El gran Hércules fue derrotado por unos jamones— dijo Apolo
—Es como justicia poética— dijo Hermes
—Que humillación— comentó Zoë de pasada
—Y vaya que sí— asintió Piper
Cuando hubo arrojado suficientes artículos para llenar una casa, el cuerno se cerró. Piper oyó gritar y forcejear a Hércules en algún lugar debajo de la pila de alimentos. Al parecer, hasta el dios más fuerte del mundo podía ser pillado por sorpresa enterrándolo bajo un alud de productos frescos.
—Debe ser lo suficiente sorpresivo— dijo Hermes
—Entonces lo hicimos bien— dijo Piper
—Tú lo hiciste y lo hiciste genial— comentó Jason con una sonrisa
—Ay que cursis— bromeó Leo
—¡Vamos! —le dijo a Jason, que se había olvidado de su parte del plan y estaba mirando asombrado el montón de fruta—. ¡Vamos!
—Lo siento— dijo Jason —es que sí fue sorprendente
—Sí, lo sé, pero teníamos que salir de ahí lo antes posible— dijo Piper
—Antes de que pueda salir de esos jamones— asintió Katie
Jason agarró a Piper de la cintura e invocó el viento. Salieron disparados de la isla tan rápido que Piper casi se lesionó las cervicales, pero cada segundo contaba. A medida que la isla se alejaba, la cabeza de Hércules asomó por encima del montón de artículos. Tenía la mitad de un coco encajado en la mollera, como un yelmo de guerra.
—Eso debía ser digno de ver— dijo Apolo
—Lastima que no haya ni una foto o algo— dijo Hermes
—Nos habría encantado, pero no se pudo— comentó Piper
—Será para la otra— dijo Percy
—¡Muerte! —rugió, como si tuviera mucha práctica en decirlo.
Jason aterrizó en la cubierta del Argo II. Afortunadamente, Leo había hecho lo que le correspondía. Los remos del barco ya estaban en modo aéreo.
—Por supuesto que sí, a mí no se me olvida la parte del plan— dijo Leo
—Que bueno porque si no también habría sido malo— dijo Piper
—Para la salud de todos nosotros— coincidió Frank
El ancla estaba levada. Jason invocó un temporal tan fuerte que los impulsó hacia el cielo, mientras Percy lanzaba una ola de tres metros contra la orilla y derribaba a Hércules por segunda vez bajo una cascada de agua marina y piñas.
—Fue muy divertido— dijo Percy
—Sí, vimos cuánto te divertiste— asintió Piper —también aventarle jamones fue genial
—Me alegro que también te hayas divertido— dijo Percy
Para cuando el dios se levantó de nuevo y empezó a arrojarles cocos muy por debajo de ellos, el Argo II ya estaba surcando las nubes sobre el Mediterráneo.
—Esa fue una salida triunfal— dijo Apolo
—El capítulo acabó— masculló Zeus
—¿Ya puedo leer yo?— preguntó Zoé
—De hecho iba a proponer que nos fuéramos a descansar— dijo Apolo
—Apenas hemos leído un capítulo desde el regreso— señaló Atenea
—Sí, pero mañana tenemos un viaje especial y tenemos que descansar bien— dijo Apolo
Algunos de los chicos que tenía legados que iba a ir a ese viaje hicieron una mueca
—Ay— se quejó Zoé
—Te prometo que mañana después´del viaje tú vas a ser la primera en leer, te apartamos el libro— dijo Apolo
Zoé no se veía muy convencida, pero asintió
—Perfecto, mañana los espero a primera hora en el palacio del sol, nos vamos a divertir de lo lindo— dijo Apolo
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