-El capítulo acabó- dijo Leo -¿Quién va a leer?

-Yo- dijo Thalia, casi arrebatándole el libro a Leo

-Era mi turno- se quejó Percy

-Era- dijo Thalia -ahora es el mío

-Eres muy mala, cara de pino- dijo Percy sacándole la lengua

-Cállate, sesos de alga, ya voy a leer- murmuró Thalia, sus ojos recorrieron el capítulo que seguía y sonrió -esto va a ser divertido

-Esa expresión no me gusta- comentó Jason

-Esta es una sorpresa- dijo Thalia -capítulo tres... Piper

Piper palideció -Estas bromeando, Thalia esta es una muy mala broma, muy muy mala

-No bromeo- dijo Thalia -aquí lo dice- Thalia les enseñó el capítulo

-No puede ser- masculló Piper con la cara entre sus manos

-Eso es un alivio- dijo Jason, Piper le dio una mirada -lo siento Pipes, es que esto es muy horrible

-Va a ser divertido- asintió Leo

-Podrías ser el siguiente- señaló Piper -recuerda que en ese tiempo éramos los tres y recuerdas nuestra misión ¿No?

Leo se movió nervioso

-¿Algo que agregar antes de que empiece a leer?- preguntó Thalia

-Ya no puedes agregar el "eso fue hace mucho tiempo"- argumentó Percy -eso ya se usó

-No lo sé- dijo Piper -¿Lo siento?

-Esa es una increíble frase- asintió Percy riendo

-Disculpándose antes de que la tortura empiece, muy bien- dijo Thalia

-Genial- masculló Piper

Después de pasar la mañana entre espíritus de la tormenta, hombres cabra y novios voladores, Piper debería haberse vuelto loca.

-Habría sido lógico- comentó Rachel

-Nadie te habría podido culpar- dijo Miranda

En cambio, lo único que sentía era miedo.

« Está empezando» , pensó. Como decía el sueño.

-No puede ser- masculló Piper

-Sí puede- dijo Percy -y también puede ponerse peor

-Otro optimista- bromeó Leo

-Oye, los cinco libros anteriores fueron un caos- dijo Percy

-Tiene un punto- señaló Travis

Iba en la parte de atrás del carro con Leo y Jason, mientras que el chico calvo, Butch, manejaba las riendas y la chica rubia, Annabeth, ajustaba un instrumento de navegación de bronce.

-Al menos no los aventó del carro- dijo Thalia

-¡Thalia! Por supuesto que no los iba a aventar del carro- masculló Annabeth

-No sé, yo te vi con ganas de aventarnos- dijo Piper -pero no lo hacías por educación- dijo riendo

-Se habría visto muy mal que los aventaras- asintió Rachel

-¡Por los dioses, no los iba a aventar!- dijo Annabeth

Se elevaron por encima del Gran Cañón y se dirigieron al este; el viento gélido traspasaba la chaqueta de Piper. Detrás de ellos se estaban acumulando más nubarrones.

-La verdad yo me quería quedar con aquellas nubes- bromeó Leo -Annabeth sí da miedo

-Totalmente de acuerdo- dijo Piper

Annabeth le dio a Percy una mirada que parecía decir "¿Puedes creerlo?", Percy se encogió de hombros

El carro daba bandazos y sacudidas. No tenía cinturones de seguridad y la parte de atrás estaba abierta, de modo que Piper se preguntaba si Jason la volvería a coger si se caía.

-Awwwww- dijo Thalia para molestar

-No reina de belleza, Superman iba a dejar que te cayeras por la borda- dijo Leo rodando los ojos

Piper se sonrojó

-Por supuesto que volvería a ir por ti- dijo Jason

-Que monos- chilló Afrodita

Eso había sido lo más inquietante de toda la mañana: no que Jason pudiera volar, sino que la hubiera tomado en brazos pero no se acordara de quién era ella.

-Otra que tiene ordenadas sus prioridades- dijo Connor negando con la cabeza

-Debemos tener una charla sobre prioridades- dijo Apolo

-¿Se las vas a dar tú?- preguntó Artemisa -porque si es así, no creo que sirva de mucho

-Hermanita, me ofendes- dijo Apolo -yo tengo mis prioridades en orden

-Claro- murmuró Hermes

Durante todo el semestre, Piper había trabajado en su relación, tratando de que Jason la viera como algo más que una amiga.

-¿Por qué tenía que ser sobre mí?- masculló Piper

-No lo sé- dijo Percy -es lo que yo también me pregunté en los otros libros

-Es lo que yo me pregunté en el capítulo anterior- dijo Jason con una sonrisa

-Para que sepamos todos sus puntos de vista y los conozcamos mejor- dijo Apolo

Piper, Jason y Percy se quejaron

Al final, había conseguido que el muy bobo la besara. Las últimas semanas habían sido las mejores de su vida.

-Lo lamento- murmuró Jason

-No fue tu culpa, chispitas- dijo Piper encogiéndose de hombros

Y luego, tres noches atrás, el sueño lo había arruinado todo: aquella horrible voz que le había dado unas horribles noticias. No se lo había contado a nadie, ni siquiera a Jason.

Ya ni siquiera le quedaba él.

-Eso sonó muy triste- dijo Miranda

-¿Quieres un abrazo?- preguntó Leo

-Cállate Leo- dijo Piper sonrojada

-Mi ofrecimiento era auténtico, reina de belleza- dijo Leo en tono dramático -me lastimas

Era como si alguien le hubiera borrado la memoria y ella tuviera que repetir todos los pasos. Tenía ganas de gritar.

-Pero me habría visto como loca- admitió Piper

-Jason ya te había escuchado gritar como loca- señaló Percy

-Sí, pero porque estaba cayendo del Gran Cañón- dijo Piper -y en el carro estaba un poco más segura

-Podrías haber dicho que viste un insecto y ponías a gritar- dijo Percy encogiéndose de hombros

-Te podías poner a gritar así como la cabaña seis cada vez que ve una araña- dijo Travis

Annabeth le dio una mala mirada

Jason estaba a su lado: aquellos ojos de color azul celeste, aquel cabello rubio rapado, aquella bonita cicatriz sobre su labio superior.

-Lo que no fue bonito es como se la hizo- dijo Thalia

-¿Cómo se la hizo?- preguntaron algunos

-Thalia, no- dijo Jason sonrojado

-Thalia, sí- dijo Percy

-Intentó comerse una grapadora- dijo Thalia con una sonrisa

-Es de entenderse, soy muy buenas- asintió Grover

-¿Por qué intentarías comerla?- preguntó Apolo

-Era muy pequeño, y era una grapadora muy brillante- comentó Thalia

-Ya no dejaré mis grapadoras a tu alcance- dijo Leo

-Tú ya sabías lo que había pasado- señaló Jason

-Admito que esperaba que te comieras una en el Argo II- bromeó Leo

-Cállate Leo- Jason se sonrojó -Nunca lo intenten en casa

-Ni en cualquier otro lado- comentó Thalia con una sonrisa nostálgica

-Bueno, pues sí lo intentaron- dijo Bianca y luego se vió un poco sorprendida como si no esperara haberlo dicho en voz alta

Thalia volteó a verla -¿Quién lo intentó?

-Thom- dijo Zoé -pero no intentó comerse la grapadora, intentó... engraparse un dedo- la chica trataba de mantener la seriedad -quería ver que sentía la hoja al ser engrapada

-No te burles de él- dijo Bianca pero su voz también sonaba un poco divertida

-¿Te estás burlando de mí?- preguntó Thom con su voz infantil y su ceño levemente fruncido

-No- dijo Zoé -¿Verdad que tienes la cicatriz que te hizo una grapadora?

-Sí, aquí- dijo el niño mostrando su dedo que obviamente estaba muy lejos para algunos semidioses, pero se le podían ver dos pequeños círculos en donde había entrado la grapadora

Afrodita sonrió

-Por los dioses- dijo Thalia

-Nada de grapadoras para ustedes dos- dijo Connor negando con la cabeza

-¿Quién diría que una grapadora puede ser tan peligrosa?- preguntó Leo

-Creo que es de familia- dijo Thalia. Jason y Piper se sonrojaron furiosamente, Thalia se dio cuenta de que hubo algunos que querían señalar lo obvio, pero Thalia continuó con la lectura

Su cara era agradable y dulce, pero siempre un poco triste. Miraba fijamente al horizonte sin reparar en ella.

Mientras tanto, Leo estaba fastidiando como siempre.

-Oye que grosera- se quejó Leo

-Lo siento- dijo Piper -pero a ti sí amenazaron con tirarte del carro

¡Cómo mola! —Escupió una pluma de pegaso—. ¿Adónde vamos?

A un sitio seguro —contestó Annabeth—. El único sitio seguro para chicos como nosotros. El Campamento Mestizo.

-Aunque ahora sabemos que no es el único- dijo Percy

-Nuestro secreto mejor guardado- suspiró Apolo de manera dramática

-Obviamente alguien no respetó ese secreto- masculló Zeus mirando a cada uno de los diose

¿Mestizo?

Piper se puso inmediatamente en guardia. Odiaba esa palabra. La habían llamado mestiza demasiadas veces —medio cherokee, medio blanca—, y nunca como un cumplido.

Piper hizo una mueca

-Eso es porque no son tan fabulosos como tú lo eres- dijo Afrodita

A algunos dioses se les hacía un poco extraño ver a Afrodita de esta manera, siendo gentil y preocupada por alguien más...Y siendo de alguna manera ¿Maternal? Claro, en los libros anteriores había estado atenta a la pareja, pero ahora se trataba de su hija y era muy diferente.

¿Es una broma de mal gusto?

-No estaba bromeando- dijo Annabeth

-La costumbre- murmuró Piper

Se refiere a que somos semidioses —dijo Jason—. Medio dioses, medio mortales.

Annabeth miró atrás.

Parece que sabes mucho, Jason.

-No me hizo sentir que sabía mucho- comentó Jason

-Te hizo sentir que eras un niño malo por saber mucho- bromeó Leo

Jason asintió -Lo hizo sonar como si fuera algo malo

-Como esas profesoras que te van a castigar después de hacer un chiste y te dicen "así que sabes mucho ¿Eh?"- dijo Connor

-Exactamente así- asintió Leo

Annabeth rodó los ojos

Sí, hablo de semidioses. Mi madre es Atenea, la diosa de la sabiduría. Butch es hijo de Iris, la diosa del arcoíris.

Leo se atragantó.

-Lo lamento- dijo Leo -pero fue extraño

-Pero es el mejor jinete- dijo Annabeth

-Y vaya que lo necesitamos- señaló Piper

Leo bufó

¿Tu madre es la diosa del arcoíris?

¿Algún problema? —dijo Butch.

No, no —contestó Leo—. Arcoíris. Muy masculino.

-Y eso que no has conocido a Iris- comentó Frank

-Tiene bolsos masculinos muy buenos- murmuró Percy

-¿Qué?- preguntaron algunos chicos

-Nada- dijo Percy sonrojado -hay que seguir leyendo

Hazel y Frank le dieron una mí divertida

Butch es nuestro mejor jinete —informó Annabeth—. Se lleva muy bien con los pegasos.

Arcoíris, ponis... —murmuró Leo.

Te voy a tirar del carro —le advirtió Butch.

-Pero Jason podría ir a salvarme- dijo Leo riendo

-No- bromeó Jason

-O mientras caes del carro podrías gritar "llamas a mí"- dijo Percy -y vemos si funciona

-Y quedo como tortita de semidiós- señaló Leo

-O podría funcionar- dijo Percy con una sonrisa

Semidioses... —musitó Piper—. ¿Quieres decir que crees que sois...?, ¿que crees que somos...?

Cayó un relámpago. El carro se sacudió, y Jason gritó:

¡La rueda izquierda está ardiendo!

-Estúpidos espíritus del viento- masculló Leo

-No les agradaron a los espíritus del viento- dijo Connor negando con la cabeza

-Que críticos son esos espíritus del viento- dijo Leo

Piper retrocedió. Efectivamente, la rueda estaba encendida, y llamas blancas lamían el costado del carro.

El viento rugió.

-De nuevo en problemas y a muchos metros de altura- comentó Katie

-Nos gusta estar en problemas y a muchos metros de altura- asintió Leo

-Hace un momento te estaba quejando- señaló Miranda

Leo se encogió de hombros

Piper miró hacia atrás y vio unas figuras oscuras formándose en las nubes, más espíritus de la tormenta que descendían en espiral hacia el carro, solo que aquellos parecían más caballos que ángeles.

-Fue peor de lo que suena- asintió Leo

-Genial- dijo Percy

-Así que les van a dar más problemas- dijo Apolo

Los chicos asintieron

¿Por qué están...? —comenzó a decir.

Los anemoi adoptan distintas formas —dijo Annabeth—. A veces de humanos, otras de caballos, dependiendo de lo caóticos que sean. Agárrate. Esto se va a poner feo.

-Al menos te avisó- bromeó Percy

-Cállate, sesos de alga- murmuró Annabeth

-Ella también va ahí- señaló Bianca

-Sí, pero los puede manejar- dijo Percy con confianza

-Me agrada tu confianza en nosotros- bromeó Piper

Percy le sonrió inocentemente

Butch sacudió las riendas. Los pegasos aceleraron bruscamente, y el carro se volvió borroso. A Piper le subió el estómago a la garganta.

-Fue bastante horrible- dijo Piper

-¿Por qué nos tenemos que meter en problemas estando a tantos metros de altura?- preguntó Leo

-No es como que en tierra fuera mejor- comentó Jason

-Eso es cierto- dijo Percy

Todo se oscureció y, cuando recuperó la visión normal, estaban en un lugar totalmente distinto.

Un frío mar gris se extendía por la izquierda.

-Eso suena poético- dijo Apolo

-Lo era- dijo Piper

Campos, carreteras y bosques cubiertos de nieve se dispersaban por la derecha. Justo debajo de ellos había un valle verde, como una isla primaveral, bordeada de colinas nevadas por tres lados y de agua por el norte.

-Ese lugar es hermoso- dijo Travis

-Muy hermoso- asintió Katie

-Es increíble- dijo Miranda

Los chicos del campamento griego asintieron, Hestia sonrió

Piper vio un grupo de edificios semejantes a antiguos templos griegos, una mansión azul, campos de deporte, un lago y un muro de escalada que parecía estar ardiendo.

-Es que estaba ardiendo- dijo Miranda -o algo así

-Algo así- comentó Percy con una sonrisa

-Ese muro es un poco divertido- comentó Leo

-Por supuesto, eres a prueba de fuego- comentó Percy

-Debe ser por eso- asintió Leo

-Probablemente- dijo Percy

Pero antes de que pudiera asimilar todo lo que estaba viendo, las ruedas se desprendieron y el carro cayó del cielo.

Annabeth y Butch intentaron conservar el control.

-No. Puede. Ser- masculló Afrodita

-Creo que sí puede- señaló Apolo -recuerda que cada que Poseidón decía eso, algo peor pasaba

-Y que lo digas- bufó Poseidón

Afrodita hizo una mueca

Los pegasos se esforzaron por mantener la trayectoria de vuelo, pero parecían agotados por la velocidad, y cargar con el carro y el peso de cinco personas era excesivo.

-Un poquito excesivo nada más- dijo Percy

-Solo sabíamos de dos semidioses- comentó Annabeth

-Claro, el peso excesivo es culpa de Jason- bromeó Leo

Jason le dio una mala mirada

¡El lago! —gritó Annabeth—. ¡Intentad llegar al lago!

Piper se acordó de que en una ocasión su padre le había dicho que caer en el agua desde una altura elevada era tan grave como caer sobre cemento.

-Y para colmo no estaban con Percy- señaló Apolo

-Para colmo- masculló Annabeth

-Al menos no nos matamos en la caída- dijo Piper -lo que en serio agradezco

Y entonces... BUM.

La peor impresión fue el frío. Estaba debajo del agua, tan desorientada que no sabía hacia dónde quedaba la superficie.

Solo le dio tiempo a pensar: « Esta sería una estúpida forma de morir» .

Jason, Piper y Percy intercambiaron miradas

-Y que lo digas- murmuró Percy

Entonces aparecieron unas caras en las tinieblas verdosas: unas chicas con el cabello moreno y largo y unos brillantes ojos amarillos. Sonrieron a Piper, la agarraron por los hombros y la levantaron

-Les dije que son muy buenas también- dijo Apolo

Piper asintió -Annabeth no las quería porque estaba celosa

-¿Es en serio, Piper?- preguntó Annabeth mirándola

-Lo siento- dijo Piper -es que en serio me está poniendo muy nerviosa este libro

-Y eso que apenas estamos empezando, reina de belleza- señaló Leo

La arrojaron a la orilla mientras ella boqueaba y temblaba. Butch estaba cerca, en el lago, cortando los arreos destrozados de los pegasos. Por suerte, los caballos parecían encontrarse bien, pero agitaban las alas y salpicaban agua por todas partes.

-Obviamente, lo primero son los pegasos- dijo Travis

-Por supuesto que sí- dijo Connor riendo

-Gracias- murmuró Leo

-Pero también les hicimos caso a ustedes- señaló Katie con una sonrisa

Jason, Leo y Annabeth ya estaban en la orilla, rodeados de chicos que les daban mantas y les hacían preguntas. Alguien cogió a Piper por los brazos y la ayudó a levantarse.

-Que amables- dijo Piper

-¿Ven? Sí les hicimos caso- dijo Katie

Al parecer, a menudo caían chicos al lago, pues se acercaron corriendo con unos grandes artilugios de bronce que parecían sopladores de hojas y lanzaron aire caliente a Piper; al cabo de un par de segundos, su ropa estaba seca.

-Sí, han caído de sus pegasos en las prácticas- comentó Will

-Estoy de acuerdo, a veces las prácticas con pegasos se descontrolan un poco- asintió Percy

-O a veces los pegasos no te quieren- dijo Connor negando con la cabeza

-También ha ocurrido mucho- dijo Chris -sobretodo a Connor

-Por supuesto que no- dijo Connor

Había como mínimo veinte campistas arremolinados —el más pequeño, de unos nueve años y el mayor, con edad de estudiar en la universidad, dieciocho o diecinueve—, y todos llevaban camisetas naranja como la de Annabeth.

Annabeth sonrió

-Bienvenidos a nuestra secta- dijo Travis -¿Un dios griego para llevar?

-Oye- se quejó Apolo

-Me encantaría unirme a su secta- asintió Leo

-Te uniste casi de inmediato- señaló Piper

-Porque soy genial- dijo Leo

Piper miró atrás en dirección al agua y vio a las extrañas chicas justo por debajo de la superficie, con el pelo flotando en la corriente. La saludaron con la mano y desaparecieron en las profundiades del lago.

-El broche de oro para un día raro- bromeó Connor

-Nop, faltaba el broche de oro- dijo Piper

-Y vaya que sí- murmuró Jason

Un segundo más tarde, los restos del carro fueron expulsados del agua y cayeron cerca con un crujido.

¡Annabeth! —Un chico con un arco y un carcaj a la espalda se abrió paso a empujones entre el gentío—.

-Y tan amable que se ve- dijo Leo mirando a Will

Will se sonrojó -Lo siento

-Entiendo que los hayas apartado a empujones- dijo Nico -pero ¿Por qué?

-Porque rompió el carro- masculló Will

Annabeth se sonrojó

¡Te dije que podías tomar prestado el carro, no destruirlo!

Lo siento, Will —dijo Annabeth suspirando—. Lo arreglaré, te lo prometo.

Will contempló su carro roto con mala cara.

-Y así es como descubres que no debes prestarle nada a Annabeth- dijo Thalia

-Lo arreglé- masculló Annabeth

Percy le dio una mirada divertida

Acto seguido evaluó a Piper, a Leo y a Jason.

¿Estos son los elegidos? Pasan de largo de los trece años. ¿Por qué no los han reconocido ya?

Afrodita miró a su hija con una mueca

-¿Será por qué somos niños problemáticos?- preguntó Leo con un tono dramático

-No lo creo, a Percy lo reconocieron a los doce- dijo Thalia

-Mira quien habla, cara de pino- dijo Percy -eres peor

¿Reconocido? —preguntó Leo.

Antes de que Annabeth pudiera explicarlo, Will dijo:

¿Alguna señal de Percy?

-Lo siento- murmuró Will

-Está bien, me encanta que no me digan las cosas- asintió Leo

-No eran prioridad en ese momento- bromeó Connor

-Cada vez me hacen sentir más querido- dijo Leo

-Cuando quieras- asintió Travis

-No sean groseros- murmuró Katie rodando los ojos -eran importantes

No —admitió Annabeth.

Los campistas comenzaron a murmurar. Piper no tenía ni idea de quién era el tal Percy, pero parecía que su desaparición era muy importante.

Percy se sonrojó, Sally emitió un suspiro

-Nos preocupaba Percy y también nos preocupaba que Annabeth fuera a destruir el campamento- asintió Travis

-¿Vas de nuevo?- preguntó Katie

-Es que es un poco divertido, Kat- murmuró Travis

Annabeth rodó los ojos

Otra chica dio un paso adelante: alta, asiática, con el cabello moreno ensortijado, llena de joyas y perfectamente maquillada. De algún modo lograba que los vaqueros y la camiseta naranja parecieran glamurosos.

Piper bufó

-Realmente hace que todos nos veamos desaliñados a su lado- señaló Miranda

-No puedo negarlo- dijo Katie

Lanzó una mirada a Leo, clavó la vista en Jason como si fuera digno de su atención y, a continuación, miró a Piper haciendo una mueca de desprecio, como si fuera un burrito de hacía una semana salido de un contenedor de la basura.

-Así mira a la mayoría- comentó Will -no te ofendas

-De hecho sí- dijo Connor -cuando no estás a su altura

-Pero te acostumbras- murmuró Katie

-O aprendes a ignorarla- señaló Miranda

-También funciona- asintió Katie

Piper conocía aquel tipo de chica. Había tratado con muchas como ella en la Escuela del Monte y el resto de estúpidos colegios a los que la había mandado su padre. Piper supo en el acto que iban a ser enemigas.

-Peor que eso, iban a ser hermanas- dijo Leo riendo

-Cállate Leo- dijo Piper

Afrodita la miró con una ceja alzada

-Sí es peor si no te llevas con uno de tus hermanos- comentó Miranda

Algunos de los chicos asintieron

Bueno —dijo la chica—, espero que merezcan las molestias.

Leo resopló.

Vaya, gracias. ¿Qué somos, tus nuevas mascotas?

Leo rodó los ojos -Sip, super querido

-Qué dramático eres- dijo Percy riendo

-Esto necesita drama- dijo Leo

-Estoy de acuerdo- dijo Apolo

-Por favor no- suspiró Hermes

En serio —dijo Jason—. ¿Qué tal si nos dais unas respuestas antes de empezar a juzgarnos? Por ejemplo, ¿qué es este sitio, dónde estamos y cuánto tenemos que quedarnos?

-Esas son muchas preguntas- dijo Percy -escoge una, porque no todas tus preguntas serán respondidas

-Bro, no me gusta que mis preguntas no sean respondidas- dijo Jason

-Es la ley- dijo Percy encogiéndose de hombros

Piper se hacía las mismas preguntas, pero la invadió una oleada de inquietud. « Merezcan las molestias» . Si supieran el sueño que había tenido... No tenían ni idea.

Piper hizo un sonidito de queja

-Bueno, entonces sí merecían las molestias- bromeó Travis

-Gracias- dijo Leo

Jason —dijo Annabeth—, te prometo que contestaremos a tus preguntas. Y Drew... —miró a la chica glamurosa con el entrecejo fruncido—, todos los semidioses merecen ser salvados.

-Ese es el momento donde se porta linda y después destroza nuestras ilusiones- bromeó Piper

-¿Qué esperabas? Fue a buscar a Percy y regresó sin él, pero con ustedes tres- dijo Thalia

-Es cierto- dijo Piper -quedas disculpada Annabeth

-Muchas gracias- dijo Annabeth con sarcasmo

Pero reconozco que el viaje no ha dado de sí lo que yo esperaba.

Oye —dijo Piper—, nosotros no hemos pedido que nos trajerais aquí.

-Pero tampoco los podía dejar abandonados en el Gran Cañón- señaló Rachel

-No habría sido algo bueno- dijo Will

Drew se sorbió la nariz.

Aquí nadie os quiere, cariño. ¿Siempre llevas el pelo como si fuera un tejón muerto?

-Oye, su tejón muerto tiene mucho estilo- bromeó Leo

-¡Leo!- chilló Piper

-Bueno, acababas de caerte del Gran Cañón, volar con Jason por los vientos, ser derribada con todo y carro... No era para que estuvieras como una modelo- dijo Bianca

-Ella podría lucir impecable, pero porque no había salido de su cabaña- señaló Jason

Piper le sonrió

Piper dio un paso adelante, dispuesta a darle una bofetada, pero Annabeth dijo:

Quieta, Piper.

Piper obedeció.

-Pues no estoy loca- dijo Piper

-Tal vez sí, pero eso es irrelevante ahora- dijo Leo

Piper le dio una mala mirada

Drew no le asustaba lo más mínimo, pero Annabeth no parecía alguien con quien le conviniera enemistarse.

-Excelente decisión- dijo Thalia

-Aplaudo esa decisión- dijo Percy riendo

-Gracias, gracias a veces tomo buenas decisiones- comentó Piper -todo porque Annabeth da miedo

-No te convendría haber estado en una pelea- señaló Annabeth rodando los ojos

Tenemos que hacer sentir bien recibidos a los recién llegados —dijo Annabeth, lanzando otra mirada penetrante a Drew—. Les asignaremos un guía a cada uno y les enseñaremos el campamento.

-Me tocó la mejor guía- dijo Piper

-Fue mejor el mío- dijo Leo -hubo maldiciones y todo

Will asintió

Con suerte, esta noche en la fogata los reconocerán.

¿Alguien quiere hacer el favor de decirme qué significa « reconocer» ? — preguntó Piper.

De repente hubo un grito ahogado colectivo.

-Para que explicarlo si te lo pueden ejemplificar- bromeó Connor

-Qué excelente servicio- dijo Leo

-A tus órdenes- dijo Connor

Los campistas retrocedieron. Por un momento Piper pensó que había hecho algo malo, pero luego se dio cuenta de que sus caras estaban bañadas de una extraña luz roja,

-No habías dicho nada- dijo Will con una sonrisa

-Genial, porque realmente me estaba preocupando- dijo Piper

-comprensible con todo lo que había pasado- dijo Rachel

-Y lo que faltaba- murmuró Piper

como si alguien hubiera encendido una antorcha detrás de ella. Se volvió y casi se quedó sin respiración.

Flotando sobre la cabeza de Leo había una deslumbrante imagen holográfica:

un martillo en llamas.

-Eso fue rápido, Hefesto- dijo Hermes

-Pero era mayor de la edad a la que se supone los debemos reconocer- dijo Apolo

Hefesto hizo una mueca -Al menos ya lo reconocí- murmuró

Eso —dijo Annabeth— es reconocer.

¿Qué he hecho? —Leo retrocedió en dirección al lago. Entonces alzó la vista y gritó—: ¿Me arde el pelo?

-Que bueno que no era mi pelo- dijo Leo -porque luce muy cool

-Fue un suerte- asintió Piper

-Y que lo digas, reina de belleza- comentó Leo

Se agachó, pero la imagen lo siguió dando brincos y serpenteando de tal forma que parecía que estuviera intentando escribir algo en llamas con la cabeza.

-Lo que sí fue un poco divertido- comentó Piper

-No fue divertido- dijo Leo

-Sí lo fue un poco- dijo Jason con una sonrisa

Esto no puede ser bueno... —murmuró Butch—. La maldición...

-Me encantan las maldiciones- dijo Leo con sarcasmo

-Claro que sí, es la cereza del pastel- dijo Percy

-¿A quién no le gustarían las maldiciones?- preguntó Thalia con sarcasmo

Cállate, Butch —lo interrumpió Annabeth—. Leo, has sido reconocido...

Por un dios —continuó Jason—. Es el símbolo de Vulcano, ¿verdad?

Todas las miradas se volvieron hacia él.

-Hefesto en realidad- dijo Leo

-Ya lo sé- murmuró Jason sonrojado

-Que no se te vuelva a olvidar- dijo Leo con una sonrisa

Jason —dijo Annabeth con cautela—, ¿cómo lo has sabido?

No estoy seguro.

¿Vulcano? —preguntó Leo—. Ni siquiera me GUSTA Star Trek. ¿De qué estáis hablando?

-Tampoco me gusta- dijo Piper en solidaridad

-Yo la he visto y he de decir que sí me gusta- dijo Apolo -por lo menos las que han sacado hasta ahora

-Tampoco me gusta- dijo Hermes

-Ahora no se vayan a poner a pelear por eso- dijo Artemisa rodando los ojos -deberías seguir leyendo, Thalia

Vulcano es el nombre romano de Hefesto —dijo Annabeth—, el dios de los herreros y el fuego.

El martillo en llamas desapareció, pero Leo siguió dando manotazos al aire como si tuviera miedo de que le estuviera siguiendo.

-Oye ¿Qué esperabas después de todos los eventos?- dijo Leo -¿Que tal si volvía a aparecer y ahora sí era mi cabello?

-Yo di manotazos también- dijo Tyson

-¿Lo ven? Él sí me entiende- señaló Leo

Tyson asintió seriamente

¿El dios de qué? ¿Quién?

Annabeth se volvió hacia el chico del arco.

Will, ¿puedes llevarte a Leo y hacerle un recorrido por el campamento? Preséntale a sus compañeros de la cabaña nueve.

-Te dije que me tocó el mejor guía- dijo Leo

-Por supuesto- dijo Will con una sonrisa

Claro, Annabeth.

¿Qué es la cabaña nueve? —preguntó Leo—. ¡Y yo no soy un vulcaniano!

Vamos, señor Spock, te lo explicaré todo.

-Hizo bromas, pero no me miraba como si me quisiera matar- dijo Leo encogiéndose de hombros

-Annabeth tampoco me miró de esa manera... Ni me miró- bromeó Piper -no, en serio, Annabeth fue la mejor guía

Piper le dio una sonrisa a Annabeth, Annabeth también sonrió

-¿A ti te miraban como si te quisieran matar, Jason?- preguntó Leo

Piper bufó, Jason se sonrojó

Will le puso una mano en el hombro y lo llevó hacia las cabañas.

Annabeth centró su atención de nuevo en Jason.

-¡Huye!- gritaron los Stoll

-Estaba pensando seriamente en hacerlo- dijo Jason

Annabeth resopló

Normalmente a Piper no le gustaba que otras chicas miraran a su novio, pero a Annabeth no parecía importarle que fuera un chico guapo.

Jason se sonrojó

-Eres un chico guapo- dijo Piper encogiéndose de hombros

-Annabeth ya tenía a su chico guapo- señaló Perséfone -aunque no estuviera ahí

-Por los dioses- murmuraron Jason y Percy al mismo tiempo

Lo observaba más bien como si fuera un plano complejo. Al final, dijo:

Extiende el brazo.

-Y sí le hice caso- murmuró Jason

-También esa fue una muy buena decisión- dijo Thalia

-O podría haberle arrancado el brazo- asintió Luke

-Me agrada mi brazo sin ser arrancado- dijo Jason

-Por los dioses- masculló Annabeth

Piper vio lo que estaba mirando y abrió los ojos como platos.

Jason se había quitado el impermeable después de caer al lago y se había quedado con los brazos descubiertos.

-Ah, pero en eso sí se fijó- dijo Connor riendo

Piper se sonrojó

-Es muy observadora cuando quiere- dijo Leo

-¡Leo!- masculló Piper

Leo le dio una sonrisa inocente

En la cara interior del antebrazo derecho tenía un tatuaje. ¿Cómo es que Piper no se había fijado antes en él? Había mirado los brazos de Jason un millón de veces.

Piper hizo una mueca, Jason le sonrió

El tatuaje no podía haber aparecido sin más, pero estaba grabado con tinta oscura, imposible de pasar por alto: una docena de líneas rectas como un código de barras, y encima, un águila con las letras SPQR.

Thalia hizo una mueca

-Alto de nuevo- dijo Apolo -tú y tú son hermanos- dijo señalando a Thalia y Jason -sabemos que son hijos de las dos formas de Zeus, según todo esto fueron a los diferentes campamentos... Entonces ¿Cómo es que podían estar juntos? ¿Dónde se veían? O al menos... ¿Se veían?

Thalia y Jason hicieron una mueca, Thalia tenía los puños tan apretados que sus nudillos se estaban poniendo blancos, miró un momento a Hera con algo parecido al... ¿Odio?. Zeus también miró a sus hijos esperando que respondieran

-Deberías seguir leyendo, Thalia- dijo Artemisa

-Pero...- comenzó Apolo

-Ahora no- dijo Artemisa -si lo tenemos que saber, lo haremos

Atenea también miró a ambos, atando cabos.

Nunca había visto unas marcas como esas... —dijo Annabeth—. ¿Dónde te las hicieron?

Jason negó con la cabeza.

Me estoy cansando de decirlo, pero no lo sé.

-Creí que podrías acordarte de eso- murmuró Annabeth

-No, tampoco- masculló Jason -solo tenía un recuerdo-murmuró para sí mismo

Los otros campistas avanzaron, intentando echar un vistazo al tatuaje de Jason. Las marcas parecieron molestarles mucho, como si fueran una declaración de guerra.

-Pues...- murmuró Connor

Algunos griegos se removieron incómodos

Parecen quemadas en la piel —comentó Annabeth.

Así me las hicieron —dijo Jason. A continuación hizo una mueca como si le doliera la cabeza—. Quiero decir... eso creo. No me acuerdo.

Jason bufó -Era tan frustrante

Percy asintió casi imperceptiblemente

Nadie dijo nada. Estaba claro que los campistas consideraban a Annabeth su líder. Estaban esperando su veredicto.

-Pues sí- dijo Travis

-Y cuando está con Percy son co-capitanes- bromeó Thalia

-Oh cállate, cara de pino- dijo Percy -eso de ser co-capitanes no funciona

-No funcionó porque estabas con Thalia- dijo Jason -y son demasiado parecidos

-No funcionó porque Percy no se quedó en su lugar- señaló Thalia

-No funcionó porque Thalia solo quería liderar ella- comentó Percy

-Y van de nuevo- masculló Nico

-Y así dicen que no pelean mucho- dijo Annabeth

Tiene que ir a ver a Quirón —decidió Annabeth finalmente—. Drew, ¿quieres...?

Por supuesto —Drew entrelazó su brazo con el de Jason—. Por aquí, cariño. Te presentaré a nuestro director. Es un tipo... interesante.

Piper rodó los ojos

-Lo siento- dijo Annabeth -Drew estaba siendo casi amable con él

-Porque le estaba coqueteando- señaló Piper

-Sí, pero al menos lo llevó a donde debía- comentó Annabeth

Lanzó a Piper una mirada de suficiencia y llevó a Jason a la gran casa azul de la colina.

La multitud empezó a dispersarse por el campamento hasta que solo quedaron Annabeth y Piper.

Annabeth y Piper sonrieron

¿Quién es Quirón? —preguntó Piper—. ¿Se ha metido Jason en un lío?

Annabeth vaciló.

Buena pregunta, Piper. Ven, te llevaré de visita. Tenemos que hablar.

-No puede ser- masculló Piper mirando con horror a Annabeth

-Ojala solo aparezca un poco de esa visita - murmuró Annabeth

Piper suspiró -Espero eso, no que también venga...Lo demás

-Lo sé- dijo Annabeth

-Por eso era una visita privada- dijo Piper

Algunos las miraron confundidos

PIPER IV

Piper no tardó en darse cuenta de que Annabeth no tenía ganas de llevarla de visita.

-No- dijo Annabeth

-Aún así fuiste la mejor guía- dijo Piper con una sonrisa

-Sí claro- murmuró Annabeth

Le habló de todas las cosas increíbles que ofrecía el campamento —tiro con arco mágico, monta de pegasos, el muro de lava, pelea con monstruos—, pero no mostraba entusiasmo, como si tuviera la cabeza en otra parte.

Percy le sonrió

Annabeth suspiró -Lo siento, debería haberte enseñado de mejor manera el campamento

-No te preocupes- dijo Piper -ninguna de las dos mostramos mucho entusiasmo

Señaló el pabellón del comedor al aire libre con vistas al estrecho de Long Island. (Sí, Long Island, Nueva York; habían viajado tan lejos en el carro).

-Gracias por la información- dijo Connor

-Lo tenemos en nuestras notas- asintió Travis

-Está muy bien que tomen notas, niños- dijo Leo asintiendo con la cabeza

-También vendrá en el exámen- comentó Percy

Annabeth le explicó que el Campamento Mestizo era principalmente un campamento de verano, pero que algunos chicos se quedaban allí todo el año, y habían acogido a tantos campistas que siempre estaba lleno, incluso en invierno.

-Y que lo digas- murmuró Katie

-De repente ya casi todas las cabañas estaban igual que la nuestra- dijo Travis

-Seep- murmuró Will -¿Quién diría que tendríamos tantos hermanos y hermanas?

Algunos de los dioses se removieron incómodos

Piper se preguntaba quién dirigía el campamento y cómo habían sabido que el sitio de Piper y sus amigos estaba allí. Se preguntaba si tendría que quedarse a tiempo completo o si se le darían bien las actividades.

-Si no fuera tu sitio los monstruos te habrían dejado en paz- comentó Miranda

-Eso es cierto- asintió Thalia

-Las actividades se te dan bien- dijo Jason

-Excepto la primera vez que trató de subir el muro de lava- señaló Leo

Piper se sonrojó

¿Podías salir del centro sin haber luchado contra monstruos? Un millón de preguntas le bullían en la cabeza, pero, dado el humor de Annabeth, decidió quedarse callada.

-Siento eso- dijo Annabeth -en serio

-Lo compensaste- dijo Piper -aunque no lo creas

Annabeth sonrió

Mientras subían una colina situada en las afueras del campamento, Piper se volvió y contempló la increíble vista del valle: la gran extensión de bosque hacia el noroeste, una playa preciosa,

-Oh sí, me encanta la playa- dijo Percy

-Por supuesto que te encanta- comentó Thalia

-Claro que lo hacer- asintió Poseidón con una sonrisa

el arroyo, el lago con canoas, los exuberantes campos verdes y toda la distribución de las cabañas, una extraña colección de edificios dispuestos como la letra omega griega, Ω, con una curva formada por cabañas alrededor de un prado central y dos alas que asomaban a cada lado en la parte inferior.

Varios chicos suspiraron al recordar su hogar

Piper contó veinte cabañas en total. Una emitía un brillo dorado; otra, plateado. Una tenía hierba en el tejado. Otra era de vivo color rojo y tenía zanjas con alambre de espino. Una cabaña era negra y tenía antorchas verdes encendidas en la fachada.

Nico sonrió un poco

-Debo admitir que tiene estilo- dijo Connor

-Sí- dijo Travis -aunque también dice "aléjate de aquí"

-Eso me parece perfecto- dijo Nico

En conjunto parecía un mundo distinto de las colinas nevadas y los campos del exterior.

El valle está protegido de los ojos de los mortales —explicó Annabeth—. Como puedes ver, el clima también está controlado.

-Eso al menos es algo muy bueno- dijo Dionisio

-Sí, al menos no nos tenemos que preocupar porque haya mucho sol- dijo Katie -puede llegar a ser malo para las plantas

-Y tampoco hay que preocuparnos por las lluvias a menos que lo queramos- dijo Miranda encogiéndose de hombros -es genial

Cada cabaña representa a un dios griego: un lugar para que vivan los hijos de cada dios.

Miró a Piper como si estuviera intentando evaluar cómo asimilaba la noticia.

-Estabas muy tranquila- dijo Annabeth encogiéndose de hombros -lo tomaste mejor que la mayoría

-Ya me estaban pasando muchas cosas raras- señaló Piper

-Una más, una menos- dijo Leo haciendo un gesto de indiferencia

¿Estás diciendo que mi madre era una diosa?

Annabeth asintió.

Te lo estás tomando con mucha tranquilidad.

Piper no podía contarle por qué.

-Pero queremos saberlo- se quejó Apolo

-Lo vamos a saber si dejas que sigan leyendo- comentó Artemisa

-Además tú fuiste el que dijo que nada de spoilers- comentó Hermes

-Puedo arrepentirme de mis palabras- dijo Apolo

-no, no puedes- contestó Hermes

No podía reconocer que eso no hacía más que confirmar las extrañas sensaciones que llevaba años experimentando, las discusiones que había mantenido con su padre con respecto a la ausencia de fotos de su madre en casa,

Afrodita le dio una especie de sonrisa

-De hecho cuando lo sabes las cosas comienzan a tener sentido- admitió Miranda

Los chicos asintieron, algunos de los dioses se removieron con incomodidad

y al motivo por el que su padre se negaba a decirle exactamente cómo y por qué los había abandonado su madre. Pero, por encima de todo, el sueño le había advertido de que se avecinaba ese momento.

-Genial- masculló Piper -espero que no tengan que saber todos mis sueños

-No lo sé- dijo Percy -los míos sí los supieron

-Y espero que solo sea esto sobre mí- dijo Piper

-sí, tampoco creo que eso pase- comentó Percy encogiéndose de hombros

« Dentro de poco te encontrarán, semidiosa —había dicho aquella voz cavernosa—.

Cuando lo hagan, sigue nuestras instrucciones. Colabora, y tu padre vivirá» .

Piper inspiró de forma temblorosa.

-No tenías que cargar con eso tú sola- comentó Jason

-Pero tampoco podía ponerlo en peligro- dijo Piper con una mueca

Afrodita le dio una mirada a su hija

Supongo que, después de esta mañana, es un poco más fácil de creer. Entonces, ¿dónde está mi madre?

Dentro de poco deberíamos saberlo —dijo Annabeth—. Tú tienes... ¿cuántos años...? ¿Quince?

-Me hiciste sentir demasiado grande- dijo Piper

-Pasabas de la edad de reconocimiento- señaló Annabeth -era raro

-Pasó algunas veces, pero es cierto que fue raro- comentó Will

Se supone que los dioses te reconocen cuando tienes trece años. Ese era el trato.

¿El trato?

El verano pasado hicieron una promesa... Bueno, es una larga historia...,

-No te preocupes, ya nos la sabemos- dijo Leo riendo

-Ese momento donde Percy sacó su mega discurso- dijo Piper con una sonrisa

Percy se sonrojó

pero prometieron que no seguirían desentendiendose de sus hijos semidioses y que los reconocerían cuando cumplieran trece años. A veces tardan un poco más, pero ya has visto lo rápido que han llamado a Leo cuando ha llegado.

-Eso es cierto- dijo Hermes

-Al menos saben que serán reconocidos- señaló Apolo

-Eso es cierto- dijo Percy

-Fue bueno saberlo- murmuró Piper

A ti debería pasarte lo mismo dentro de poco. Esta noche, en la fogata, seguro que tendremos una señal.

Piper hizo un sonidito de protesta

-Y qué señal- dijo Leo con un silbido

-Una señal bastante clara- dijo Katie con una sonrisa

-Un poco intimidante la señal- dijo Jason

Piper rodó los ojos

Piper se preguntaba si le aparecería un gran martillo en llamas encima de la cabeza o, con la suerte que tenía, algo todavía peor. Un marsupial en llamas.

-No te preocupes, eso no existe- comentó Apolo riendo

-Aunque no podemos negar que sería divertido- señaló Travis

-Sería fabuloso, sobretodo si el marsupial corriera en círculos en tu cabeza- señaló Leo

-¿No sería suficiente el marsupial en llamas?- preguntó Piper

-No, mientras más, mejor- dijo Leo

-Claaro- murmuró Piper

Piper no sabía quién era su madre, pero no tenía motivos para pensar que fuera a enorgullecerse de reconocer a una hija cleptómana con montones de problemas.

-No eres una cleptómana Piper- dijo Afrodita

-Además todos tenemos montones de problemas y míranos- dijo Chris

-No hemos sido fulminados, lo cual es genial- dijo Percy

¿Por qué trece?

Cuanto mayor te hagas —dijo Annabeth—, más se fijarán en ti los monstruos e intentarán matarte. Normalmente empieza en torno a los trece.

-O antes- murmuró Percy

-O antes- asintió Sally con un suspiro

Percy le dio una sonrisa inocente

-A veces podría ser antes- asintió Annabeth

Los dioses hicieron una mueca

Por eso mandamos protectores a los colegios para que os encuentren y os traigan al campamento antes de que sea demasiado tarde.

¿Como el entrenador Hedge?

-Ella está aprendiendo más que ustedes- bromeó Rachel

-Es cuestión de perspectiva- dijo Leo con una sonrisa

Annabeth asintió.

Él es... era un sátiro: mitad hombre, mitad cabra. Los sátiros trabajan para el campamento buscando semidioses, protegiéndolos y trayéndolos en el momento oportuno.

-Y vaya que sí- murmuraron algunos semidioses

-El problema es que los sátiros ya no eran suficientes- dijo Grover

-Pero aun así hicieron un trabajo increíble- señaló Will

-Lo hicieron- dijeron Annabeth y Percy al mismo tiempo

A Piper no le costó creer que el entrenador Hedge fuera mitad cabra. Le había visto comer. Nunca le había caído muy bien, pero no se hacía a la idea de que se hubiera sacrificado para salvarlos.

-No, tampoco me gustaba esa idea- comentó Leo en tono serio

-Tampoco a mí y lo conocí unos momento antes- dijo Jason con una mueca

Clarisse miró el libro con una mueca

¿Qué ha sido de él? —preguntó—. Cuando subimos a las nubes... ¿desapareció para siempre?

Es difícil de saber —Annabeth adoptó una expresión de dolor—. Los espíritus de la tormenta... son difíciles de combatir.

-Bastantes difíciles- murmuró Jason

-Tampoco me caen bien los espíritus del viento- dijo Leo

-Aunque pueden ser de ayuda- señaló Jason

-Eso es cierto- dijo Piper -aunque solo si los aprendes a controlar

Ni siquiera nuestras mejores armas, como el bronce celestial, los atraviesan a menos que los pilles por sorpresa.

La espada de Jason los convirtió en polvo —recordó Piper.

Entonces tuvo suerte.

-O el hecho de que es hijo de Júpiter- señaló Hermes

-Sería algo así como los zombies- dijo Bianca

-Cierto- dijo Zoë -solo tú pudiste desintegrarlo

-Creo que tendría cierto sentido- asintió Thalia

Si aciertas a un monstruo de pleno, puedes destruirlo y mandarlo de vuelta al Tártaro.

¿El Tártaro?

Un enorme abismo que hay en el inframundo, de donde proceden los peores monstruos.

-No puede ser- murmuró Annabeth

Percy le tomó la mano

Una especie de pozo insondable del mal. De todas formas, una vez que un monstruo se destruye, normalmente tarda meses, incluso años, en poder regenerarse.

-Depende de tu suerte- comentó Thalia

-Puedes tener muy muy mala suerte- dijo Percy

-O un poco de buena suerte- dijo Leo

-Pero normalmente es la mala- asintió Percy

Pero como ese espíritu de la tormenta, Dylan, ha escapado..., no veo por qué debería mantener a Hedge con vida.

-En esos momento no me sentía muy optimista- masculló Annabeth ante las miradas

-Era un momento para algunas cosas malas- dijo Piper

-Y que lo digas- murmuró Rachel

Sin embargo, Hedge era un protector. Conocía bien los riesgos. Los sátiros no tienen almas mortales. Se reencarnará en un árbol o en una flor, o en algo parecido.

Grover asintió

-Las flores son bonitas- asintió Tyson

-Estoy de acuerdo- suspiró Perséfone

Piper trató de imaginarse al entrenador Hedge como una mata de pensamientos muy furiosos. Eso hizo que se sintiera todavía peor.

Contempló las cabañas, y la invadió una sensación de inquietud. Hedge había muerto para llevarla allí sana y salva.

Piper se sonrojó -Así al fin entendí su actitud

-Las carreras interminables por fin tuvieron sentido- comentó Leo

-Y los entrenamientos con cuerdas- asintió Piper

-Y vaya que sí- dijo Leo

La cabaña de su madre estaba allí abajo, en alguna parte, lo que significaba que tenía hermanos y hermanas, más personas a las que tendría que traicionar.

-Genial, adoro que me traicionen- dijo Connor

-Uy no sabes como nos encanta- dijo Miranda

Piper y Luke se sonrojaron

« Haz lo que te mandamos —le había dicho la voz—. O las consecuencias serán dolorosas» . Se metió las manos debajo de los brazos, tratando de impedir que le temblaran.

-No funcionó ¿Verdad?- dijo Piper mirando a Annabeth

-No- dijo Annabeth -pero tampoco quise señalarlo

-Genial- asintió Piper

-Ya estabas pasando por mucho- comentó Annabeth

Todo irá bien —le prometió Annabeth—. Aquí tienes amigos. Todos hemos vivido muchas cosas raras. Sabemos lo que estás pasando.

« Lo dudo» , pensó Piper.

-Bueno, ya sé que sí lo entendían- murmuró Piper

-Gracias por entender que sí lo entendíamos- dijo Percy

-Me costó entender que lo entendía- dijo Piper riendo

Percy y Piper chocaron los cinco

En los últimos cinco años me han echado de cinco colegios distintos —dijo —. Mi padre se está quedando sin escuelas.

-A mí de más- dijo Percy -te gané

-Percy- murmuró Sally negando con la cabeza

-Necesito más escuelas para ganarte- dijo Piper riendo

-Dudo que me ganes- bromeó Percy

¿Solo cinco? —No parecía que Annabeth estuviera bromeando—.

-No estaba bromeando- dijo Annabeth

-Cinco son pocas- asintió Connor

-Estoy totalmente de acuerdo, hermano- dijo Travis

-Creo que tienes mucho trabajo, Piper- señaló Percy

Piper, a todos nos han considerado chicos problemáticos. Yo me escapé de casa cuando tenía siete años.

¿De verdad?

Oh, sí. A la mayoría de nosotros nos han diagnosticado trastorno hiperactivo por déficit de atención, o dislexia, o las dos cosas.

Leo tiene déficit de atención —dijo Piper.

-Reina de belleza, no te preguntaron sobre Leo, no me exhibas- murmuró Leo

-Lo siento, no sabía qué más decir- dijo Piper encogiéndose de hombros

-Aunque no creo que no lo hayan notado- señaló Jason

-Me siento traicionado, Superman- dijo Leo

Así es. Eso es porque estamos condicionados para la batalla. Somos inquietos, impulsivos... no congeniamos con los chicos normales. Tendrías que oír todos los problemas que Percy...

-Gracias listilla, yo también te quiero- dijo Percy

Annabeth le sonrió -Es la verdad

-Ya leímos todos los problemas en los que se metió, así que todos te creemos- asintió Apolo

-Definitivamente- murmuró Sally

Su rostro se ensombreció—. En fin, los semidioses tienen mala reputación. ¿En qué líos te has metido?

Normalmente, cuando alguien le hacía esa pregunta, Piper se ponía a discutir,

-Pero realmente no me iba a poner a discutir con Annabeth- dijo Piper

-Otra excelente decisión- dijo Percy

-Aprendo rápido- comentó Piper

-Que bueno, no vayas a sufrir las consecuencias- dijo Thalia

Annabeth rodó los ojos

o cambiaba de tema, o provocaba alguna distracción. Pero por algún motivo se sorprendió contando la verdad.

Robo cosas —dijo—. Bueno, en realidad no las robo...

¿Tu familia es pobre?

Piper bufó -No

-¿Tienes todo un piso de habitación como Rachel?- preguntó Apolo

Rachel se sonrojó

-Su piso se escuchaba genial- dijo Travis

-No- murmuró Piper sonrojada

Piper se echó a reír con amargura.

Ni siquiera eso. Lo hacía... no sé por qué. Para llamar la atención, supongo. Mi padre solo tenía tiempo para mí cuando me metía en líos.

-Odio esto- masculló Piper

Afrodita miró a su hija con una mueca

-Ahora imagina que sí vengas más capítulos sobre ti- dijo Percy con una sonrisa inocente

-Yo espero que vengan sobre Leo- dijo Piper

-Que grosera, reina de belleza- murmuró Leo

Annabeth asintió.

Lo entiendo. Pero has dicho que en realidad no robabas. ¿A qué te refieres?

Bueno..., nadie me cree nunca. La policía, los profesores... ni siquiera las personas a las que robo: se sienten tan incómodas que niegan lo que ha pasado.

-Bueno querida, eso es lógico cuando usas el encanto- dijo Afrodita -las personas suelen quedar muy confundidas

-Aún así sigo diciendo que ese poder es muy genial- dijo Connor -si los hijos de Hermes tuviéramos ese poder, seríamos los más increíbles

-Los dioses no lo permitan- masculló Miranda

Pero la verdad es que no robo nada. Solo pido cosas a la gente. Y ellos me las dan. Incluso un BMW descapotable. Simplemente lo pedí. Y el del concesionario me dijo: « Claro. Llévatelo» .

-Eso es tan cool- dijeron los Stoll al mismo tiempo

-Sí, qué bueno que no tienen el encanto- dijo Katie

-Bueno querida, pero tienen otro tipo de encanto- comentó Afrodita con una sonrisa

Supongo que luego se dio cuenta de lo que había hecho. Entonces la policía vino a por mí.

Piper permaneció a la espera.

-Oh, qué divertido es ser buscado por la policía- dijo Percy

-Claro que sí, me encanta ser buscada por la policía- asintió Piper

-No puedes pertenecer a este club si no fuiste buscado por la policía- dijo Percy

Estaba acostumbrada a que la gente la llamara mentirosa, pero cuando alzó la vista, Annabeth se limitó a asentir con la cabeza.

Interesante. Si el dios fuera tu padre, diría que eres hija de Hermes, el dios de los ladrones. Puede ser muy convincente. Pero tu padre es mortal...

-Serías una buena hija mía- comentó Hermes

-¿Ven? Papá también lo acepta- dijo Connor

-No puede ser- murmuró Chris

Muy mortal —confirmó Piper.

Annabeth sacudió la cabeza, visiblemente desconcertada.

Entonces no lo sé. Con suerte, tu madre te reconocerá esta noche.

-Ya no quiero leer esto- dijo Piper

-Tú no estás leyendo, reina de belleza- señaló Leo

Piper le hizo una mueca

Piper albergaba la esperanza de que así fuera. Si su madre era una diosa, ¿estaría al tanto de su sueño? ¿Sabría lo que le habían pedido que hiciera?

Afrodita hizo una mueca

Se preguntaba si los dioses del Olimpo lanzaban rayos a sus hijos por ser malos o si los enterraban en el inframundo.

-Reina de belleza, ¿No escuchaste que si te portas mal se te aparecerá la diosa de los fantasmas?- preguntó Leo

-Creí que habíamos quedado que nada de diosa de los fantasmas- señaló Piper

Leo se encogió de hombros -Aún así puede ser posible

Annabeth estaba observándola. Piper decidió que tendría que tener cuidado con lo que decía en adelante.

-Definitivamente- dijo Luke

Annabeth resopló

Estaba claro que Annabeth era muy lista. Si alguien descubría el secreto de Piper...

Vamos —dijo Annabeth al final—. Tengo que comprobar una cosa.

-Ay no- se quejó Piper

Annabeth le dio una mirada -Recuerda que antes fuimos a ver otra cosa...

-Espero que se quede hasta ahí- dijo Piper -porque nuestra otra charla no me agradó

Siguieron caminando un poco más hasta que llegaron a una cueva situada cerca de la cima de la colina. El suelo estaba sembrado de huesos y espadas viejas.

La entrada estaba flanqueada por antorchas y cubierta con una cortina de terciopelo con bordados de serpientes.

-Eso tiene estilo- dijo Apolo

-Claro que lo tiene- dijo Rachel con una sonrisa

-Da el toque de misterio que necesitaba- asintió Miranda

-Sí, tal vez solo faltaría un poco de humo o algo así- comentó Leo

-Eso estaría fabuloso- asintió Apolo

Parecía el escenario de una macabra función de marionetas.

¿Qué hay ahí dentro? —preguntó Piper.

Annabeth asomó la cabeza y acto seguido suspiró y descorrió las cortinas.

Ahora mismo, nada. Es la casa de una amiga.

-Qué amiga tan rara- bromeó Percy

-Muy rara- asintió Rachel

-Rara, pero con estilo- señaló Apolo -eso no se puede negar

Llevo varios días esperándola, pero hasta ahora no he sabido nada de ella.

¿Tu amiga vive en una cueva?

Rachel se encogió de hombros -Es la amiga rara

-Aunque con el recibimiento que tuviste- dijo Annabeth mirando a Piper

-Y que lo digas- murmuró Piper

Annabeth casi logró esbozar una sonrisa.

En realidad, su familia tiene un piso de lujo en Queens y ella va a un colegio privado para chicas en Connecticut, pero cuando está en el campamento vive en la cueva.

-Me gusta más la cueva- murmuró Rachel

-La cueva suena muy genial- asintió Apolo

-Y lo es- dijo Rachel -el colegio privado no lo es tanto

Es nuestro oráculo: nos revela el futuro. Esperaba que pudiera ayudarme a...

Encontrar a Percy —aventuró Piper.

-Sí- masculló Annabeth

-Yo también esperaba hacerlo- murmuró Rachel

Percy les dio una sonrisa

Annabeth se quedó sin energía, como si hubiera estado aguantando lo máximo posible. Se sentó en una roca con una expresión de dolor sordo, y Piper se sintió como una mirona.

-Estamos a mano- dijo Annabeth con una leve sonrisa -o tal vez te deba una

-Nop- dijo Piper -estamos a mano

Ambas se sonrieron

Se obligó a apartar la vista. Su mirada se desvió a la cima de la colina, donde había un pino solitario que dominaba el horizonte. Algo relucía en la rama más baja, como una alfombra de baño dorada y rizosa.

-Quedaría como alfombra de baño, pero no lo recomiendo- dijo Apolo -creo que podría causar más problemas de lo que podría ayudar

-Pero sería un baño muy bonito- bromeó Percy

-Eso ni como negarlo, Aquaman- dijo Leo

No..., no era una alfombra de baño. Era vellón de oveja.

Vale, pensó Piper. Un campamento griego. Tienen una réplica del Vellocino de Oro.

-Y ya sé que no es una réplica- dijo Piper

-Una réplica no nos ayudaría de nada- comentó Annabeth

Entonces se fijó en el pie del árbol. Al principio pensó que estaba envuelto en un montón de enormes cables morados, pero los cables tenían escamas de reptil, patas con garras y una cabeza de serpiente con los ojos amarillos y unos orificios nasales humeantes.

-Eran muy raros esos cables- bromeó Piper

-Sí que raros cables ¿Que persona sin sentido los pondría ahí?- dijo Leo riendo

-Eran unos cables para después poder hacer unas luces de navidad- dijo Connor

-Era nuestra gran sorpresa con los cables- asintió Travis

Es... un dragón —dijo tartamudeando—. ¿Es el auténtico Vellocino de Oro?

Annabeth asintió con la cabeza, pero era evidente que no estaba escuchando.

Annabeth suspiró, tenía los puños apretados

Dejó caer los hombros. Se frotó la cara y aspiró de forma temblorosa.

Lo siento. Estoy un poco cansada.

Pareces a punto de caer redonda —dijo Piper—. ¿Cuánto tiempo hace que buscas a tu novio?

Tres días, seis horas y unos doce minutos.

Percy abrazó a Annabeth

-¿En serio llevabas exactamente toda la cuenta?- preguntó Percy en voz baja

-Por supuesto que sí, sesos de alga- dijo Annabeth en el mismo tono -fue una espera muy larga

-Lo siento- dijo Percy

-No fue tu culpa- murmuró Annabeth

¿Y no tienes ni idea de lo que ha sido de él?

Annabeth negó con la cabeza tristemente.

Estábamos muy entusiasmados porque los dos empezábamos las vacaciones de invierno pronto.

Percy sonrió con nostalgia -Iban a ser unas buenas vacaciones

-Todavía sigo sin poder creer que te hayas ido por tanto tiempo- suspiró Sally

Percy abrazó a su mamá

Nos reunimos en el campamento el martes y calculamos que teníamos tres semanas para estar juntos. Iba a ser genial. Entonces, después de la fogata, él... me dio un beso de buenas noches, volvió a su cabaña y por la mañana había desaparecido.

-Esto no puede estar bien- masculló Poseidón

Atenea estaba mirando de Jason a Percy con una mueca, armando una teoría sobre lo que había pasado, sobretodo cuando miró que Percy también llevaba el tatuaje SPQR.

Buscamos por todo el campamento. Contactamos con su madre. Intentamos ponernos en contacto con él de todas las formas que se nos ocurrieron. Nada. Desapareció sin más.

« Hace tres días» , estaba pensando Piper. La misma noche que ella había tenido el sueño.

-Genial- murmuró Percy

-Un día, un sueño y te arruina la vida- dijo Piper

-Y que lo digas- suspiró Percy

¿Cuánto tiempo llevabais juntos?

Desde agosto —contestó Annabeth—. El 18 de agosto.

Annabeth y Percy se sonrieron

-Después de que nos dejaron esperando como estúpidos- dijo Connor

-Cada uno espera como puede- masculló Clarisse

Chris se rió -Esa es mi chica

Ares gruñó

Casi cuando yo conocí a Jason —dijo Piper—. Pero nosotros solo hemos estado juntos unas cuantas semanas.

Annabeth hizo una mueca.

Piper..., con respecto a eso..., tal vez deberías sentarte.

-Vale, hay que saltarnos eso- dijo Piper

Jason se sonrojó

-No nos podemos saltar ninguna parte- dijo Perséfone con una sonrisa

-Por los dioses- suspiró Piper

Piper sabía lo que iba a pasar. Empezó a invadirle el pánico, como si sus pulmones se estuvieran llenando de agua.

Oye, ya sé que Jason cree... cree que ha aparecido hoy mismo en el colegio, pero no es verdad. Hace cuatro meses que lo conozco.

Piper puso su cara entre sus manos

-Sí, los libros son incómodos- dijo Percy

-Demasiado- masculló Piper

Piper —dijo Annabeth con tristeza—, es la Niebla.

¿Qué nieve?

-Me habría gustado más que hablaras de nieve- dijo Piper con tono de queja

-Las nieves me gustan- asintió Leo

-¿A que ser sin sentimientos no le gustaría la nieve?- preguntó Will

-A Hera no le gusta la nieve- comentó Apolo

Hera le dio una mirada asesina -Deberías seguir leyendo, se están desviando mucho del tema- gruñó

N-i-e-b-l-a. Una especie de velo que separa el mundo de los mortales del mundo mágico.

-Nos ayuda a no tener a mortales en modo "pánico"- dijo Apolo

-Sería muy malo- asintió Hermes

Las mentes mortales no pueden procesar conceptos como los de los dioses o los monstruos, así que la Niebla altera la realidad.

-Genial- dijo Connor -también estamos tomando notas

-Eso me parece muy bien niños- dijo Leo con tono de profesor

-A tus órdenes- dijo Connor

Hace que los mortales vean cosas de una forma que puedan entender: por ejemplo, sus ojos pasarían totalmente por alto este valle o mirarían ese dragón y verían un montón de cables.

-¿En serio no nos podemos saltar eso?- preguntó Piper

-Nada se puede saltar- dijo Percy con una mueca -yo lo pedí muchas veces

-Perfecto- masculló Piper

-¿Es tan malo?- preguntó Hazel

-Es un poco vergonzoso- dijo Piper con una mueca

Piper tragó saliva.

No. Tú misma dijiste que yo no soy una mortal normal y corriente. Que soy una semidiosa.

-Pero incluso en los semidiós funciona, cariño- dijo Afrodita

-A veces desearía que no funcionara en los semidioses- murmuró Piper

-Pero a veces es de ayuda que funcione en nosotros- señaló Percy

Piper se encogió de hombros

Incluso los semidioses se pueden ver afectados. Lo he visto muchas veces. Los monstruos se infiltran en un sitio como un colegio, se hacen pasar por humanos, y todo el mundo cree acordarse de esa persona.

-Como la señora Dodds- masculló Percy -y luego todos se acordaban de la maestra nueva

-Era necesario- dijo Grover

-Al menos gracias a ti no creí que estuviera loco- dijo Percy

Grover se sonrojó

Cree que siempre ha estado allí. La Niebla puede cambiar los recuerdos, incluso puede crear recuerdos de cosas que nunca han pasado...

¡Pero Jason no es un monstruo!

-Por los dioses- suspiró Piper

-No, no lo es. Es demasiado guapo para ser un monstruo- suspiró Afrodita

-No puedo negar eso- dijo Piper con una sonrisa

-Pipes...- murmuró Jason sonrojado

insistió Piper—. Es un humano, o un semidiós, o como queráis llamarlo. Mis recuerdos no son falsos. Son muy reales.

-No digan nada- murmuró Piper

-Está bien, te haremos caso por este fragmento- dijo Thalia

El día que prendimos fuego a los pantalones del entrenador Hedge.

-Siempre había querido tener una amiga pirómana- dijo Travis

-Está Leo- señaló Piper

-Por supuesto- dijo Leo -yo te puedo ayudar para cualquier cosa

-No les des ideas- murmuró Chris

El día que Jason y yo vimos una lluvia de meteoritos en el tejado de la residencia y por fin conseguí que el muy tonto me besara...

Se vio divagando, hablándole a Annabeth de todo el semestre en la Escuela del Monte.

-Nada mejor que platicarle sobre tu crush a una desconocida- bromeó Thalia

-Oh calla- murmuró Piper sonrojada

-Es más fácil platicar con una desconocida- comentó Katie

-Por supuesto que no- dijo Miranda

-Bueno, después de que le platicó sobre su crush ya no va a ser una desconocida- señaló Rachel

-Por los dioses, chicas- masculló Piper

-Y dicen que nosotros somos los malos- señaló Travis

Le había gustado Jason desde la primera semana que se habían conocido. Era muy amable con ella y muy paciente, e incluso aguantaba al hiperactivo de Leo y sus estúpidas bromas.

-Sí- dijo Leo riendo -que excelente servicio

-Qué excelente, pero falso servicio- dijo Travis

-No todo puede ser perfecto- dijo Leo encogiéndose de hombros

Jason se sonrojó

La había aceptado por sí misma y no la había juzgado por las estupideces que había hecho. Se habían pasado horas hablando, contemplando las estrellas y, con el tiempo... por fin... cogidos de la mano. Todo eso no podía ser falso.

-Bueno...- murmuró Travis

Piper resopló

Afrodita la miró con una especie de sonrisa de apoyo

Annabeth frunció los labios.

Piper, tus recuerdos son mucho más nítidos que los de la mayoría. Lo reconozco, y no sé por qué, pero si tan bien lo conoces...

-¿Sabes? Creo que ahí te odié un poquito- bromeó Piper

-Lo sé- dijo Annabeth -pero tenías que saberlo

-Al menos no te lo dijo en donde alguien las pudiera ver u oír- dijo Thalia

Piper asintió -Por eso fue una excelente guía

Annabeth le sonrió

¡Sí!

Entonces, ¿de dónde es?

Piper se sintió como si le hubieran dado un golpe entre ceja y ceja.

Jason le dio una sonrisa de apoyo

-Eso fue muy horrible, chispitas- dijo Piper en voz baja

-Pero ya estamos juntos- susurró Jason

Debe de habérmelo contado, pero...

¿Te habías fijado alguna vez en su tatuaje antes de hoy? ¿Te ha hablado alguna vez de sus padres, o de sus amigos, o del último colegio al que ha ido?

-¿O de su hermana?- preguntó Perséfone

-Pues no- murmuró Piper -me encanta que me den recuerdos falsos- dijo con sarcasmo

-Oh sí, eso es lo mejor del mundo- asintió Leo

No... no lo sé, pero...

Piper, ¿cómo se apellida?

Se quedó con la mente en blanco. No sabía el apellido de Jason. ¿Cuál podía ser?

Se echó a llorar.

-Odio esto- masculló Piper

-Lo odié los capítulos pasados- asintió Jason

-Lo odié los cinco libros pasado- dijo Percy

-Querida, está bien demostrar tus emociones- dijo Afrodita -eso es lo que te hace más fuerte

Se sentía como una perfecta idiota, pero se sentó en la roca al lado de Annabeth y se desmoronó. Aquello era demasiado. ¿Tenían que quitarle todo lo bueno que había en su estúpida y deprimente vida?

Algunos chicos asintieron con una mueca

« Sí —le había dicho el sueño—. A menos que hagas exactamente lo que te decimos»

Oye —dijo Annabeth—. Lo resolveremos. Ahora Jason está aquí. ¿Quién sabe? A lo mejor lo vuestro funciona de verdad.

Reyna hizo una leve mueca

-Es tan linda cuando habla así de tierno- dijo Thalia

-Van de nuevo- masculló Annabeth

« Lo dudo» , pensó Piper. No cuando el sueño le había contado la verdad.

Pero no podía decirlo.

Se enjugó una lágrima de la mejilla.

Me has traído aquí arriba para que nadie me vea lloriqueando, ¿verdad?

-No hay mejor forma para hacer amigos- dijo Piper

-Claro que sí, nada como lloriquear para generar la confianza- dijo Thalia

-Lloriquear refuerza la amistad- dijo Piper

-Y que lo digas- murmuró Annabeth intercambiando una mirada con Piper

Annabeth se encogió de hombros.

Imaginé que sería duro. Sé lo que es perder a tu novio.

-Pero no me habías perdido- susurró Percy en el oído de su novia -simplemente no estaba ahí contigo

-Pero tampoco sabía que había pasado- susurró de vuelta Annabeth -y fue duro

-Lo sé, listilla- dijo Percy apretándo su mano

Pero sigo sin poder creer... Sé que teníamos algo. Y ahora ha desaparecido, como si él ni siquiera me reconociera.

Jason se sonrojó

-Ni siquiera te conocía, querida- dijo Perséfone

Piper suspiró

Si de verdad ha aparecido hoy por primera vez, entonces, ¿por qué? ¿Cómo ha acabado así? ¿Por qué no se acuerda de nada?

Buenas preguntas —dijo Annabeth—. Con suerte, Quirón podrá resolverlo. Pero de momento tenemos que instalarte. ¿Estás lista para bajar?

-Pues no- dijo Piper -pero no nos podíamos quedar ahí todo el día

-No- murmuró Annabeth -pero te podría haber dado más tiempo, hasta que te sintieras mejor

-Y como dije, no nos podíamos quedar ahí todo el día- dijo Piper con una pequeña sonrisa

Piper contempló la disparatada colección de cabañas del valle. Su nuevo hogar, una familia que supuestamente la entendía..., pero que al cabo de poco sería otro grupo de personas a las que decepcionaría, otro sitio del que la echarían.

-Lo único que nos decepciona es que no quieras robar con nosotros- dijeron los Stoll

-Síguelos decepcionado- dijo Chris -nunca vayas a caer en sus trampas

-Oye hermano, esa es una traición a tus hermanos favoritos- dijo Travis

-Eso no se hace- asintió Connor

-No te dejes influenciar por ellos- dijo Katie

-¡Kat!- se quejó Travis

« Los traicionarás por nosotros —le había advertido la voz—. O lo perderás todo» .

No tenía alternativa.

Sí —mintió—. Estoy lista.

-Es mejor enfrentarse a los problemas de una vez- comentó Artemisa

-Es cierto- dijo Thalia -aunque esperarán, nada se solucionaría

Jason y Piper hicieron una mueca

En el prado central había un grupo de campistas jugando a baloncesto. Eran unos tiradores increíbles. Ningún lanzamiento rebotaba en el aro. Los triples entraban automáticamente.

Will sonrió recordando a sus hermanos

-Eso era muy genial- dijo Piper

La cabaña de Apolo —explicó Annabeth—. Una panda de presumidos con armas de proyectiles: flechas, balones de baloncesto...

-¿Disculpa?- dijeron Will y Apolo al unísono

Annabeth se sonrojó

-Por supuesto, si pueden hacer todo eso es realmente obvio que lo van a presumir- dijo Apolo con una ceja alzada

-Por supuesto que sí, tienen de padre a Apolo- señaló Hermes

-No somos presumidos- dijo Will

Algunos campistas le dieron miradas irónicas

Pasaron por delante de un foso para fogatas, donde dos chicos estaban luchando entre ellos con unas espadas.

¿Son espadas de verdad? —comentó Piper—. ¿No es peligroso?

-Si no es peligroso no es divertido- dijo Connor

-Por supuesto, tienen de padre a Hermes- dijo Apolo reutilizando las palabras del dios de los ladrones

Hermes rodó los ojos

De eso se trata. Lo has clavado —dijo Annabeth—. Perdón. Un juego de palabras muy malo. Esa de ahí es mi cabaña. La número seis.

-Sí, un poco- dijo Piper riendo -pero como me viste lloriquear, no te iba a reclamar

-Eso es muy bueno de tu parte- murmuró Annabeth

Señaló con la cabeza una construcción gris con una lechuza tallada en la puerta. A través de la puerta abierta, Piper vio estanterías, armas expuestas y una de esas pizarras informatizadas que tienen en las aulas. Dos chicas estaban dibujando un mapa que parecía un esquema de guerra.

-Era un esquema de guerra- asintió Annabeth -siempre hay que estar preparados

Atenea asintió con aprobación

-Siempre están preparados, a menos que aparezca una araña- señaló Travis

-Ahí sufren un fallo en los planes- dijo Connor

Annabeth les dio una mirada asesina

Hablando de espadas —dijo Annabeth—, ven aquí.

Llevó a Piper por el contorno de la cabaña, en dirección a un gran cobertizo metálico que parecía hecho para guardar herramientas de jardinería.

-Perfecto- dijo Piper

-Ya pasó lo peor de esa visita- señaló Annabeth

Piper asintió -Aunquehubo varias cosas que añadieron más diversión- comentó con sarcasmo

-Y que lo digas- masculló Annabeth

Annabeth lo abrió con una llave, pero dentro no había ninguna herramienta de jardinería, a menos que quisieras hacer la guerra en tus tomateras.

-Pues a veces los hijos de Deméter lo hacen- bromeó Travis

-¡Sólo cuando ustedes se meten con nuestras plantas!- dijeron Katie y Miranda al mismo tiempo

-Nosotros vamos en son de paz, Kat- dijo Travis

-Sí claro- murmuró Katie

El cobertizo estaba lleno de toda clase de armas, desde espadas a lanzas, pasando por porras como la del entrenador Hedge.

Todo semidiós necesita un arma —dijo Annabeth—. Hefesto confecciona las mejores, pero nosotros también disponemos de una selección muy buena.

-Eso es cierto, además de una selección muy variada- dijo Chris

-Aquí tenemos armas VIP- comentó Connor

-Por solo cincuenta dracmas puedes llevarte la que desees- dijo Travis

-Es por eso que ellos no dan las visitas guiadas- señaló Percy

En la cabaña de Atenea sabemos mucho de estrategia: cómo encontrar el arma adecuada para la persona adecuada. Veamos...

A Piper no le apetecía buscar objetos mortales, pero sabía que Annabeth estaba intentando ser amable con ella.

-Te trató mejor que a Percy- dijo Thalia

-¡Oye, no seas grosera!- dijo Percy

-Te usó como carnada cuando llegaste- señaló Thalia

-¡Era un buen plan!- se defendió Annabeth

Percy asintió -Era un buen plan, me gusta ser la carnada de sus planes

-Awwww que románticos- dijo Thalia con sarcasmo

Annabeth le entregó una espada enorme que Piper apenas podía levantar.

No —dijeron las dos al unísono.

Annabeth hurgó un poco más en el cobertizo y sacó otra cosa.

¿Una escopeta? —preguntó Piper.

-Habrías estado cool con una escopeta- dijo Leo

-Como la señora Jackson con la escopeta- murmuró Nico

Sally se sonrojó

-Eso es cierto mamá, eso fue increíble- dijo Percy -aunque fue muy peligroso- dijo entrecerrando los ojos

-Hice lo que debía hacer- comentó Sally

Una Mossberg 500 —Annabeth comprobó el sistema de carga como si no fuera nada del otro mundo—. No te preocupes. No hace daño a los humanos.

Está modificada para disparar bronce celestial, así que solo mata monstruos.

-Que bueno- dijo Rachel -si de por sí es malo que te atraviesen con una espada...

-Casi tan malo como que secuestren a tu pegaso- señaló Percy

-Lo tomé prestado- dijo Rachel

-Fue un accidente- señaló Percy -tú te atravesaste

-Claro que no, yo estaba en un paseo tranquilo- dijo Rachel

-¿Cómo es que todos ustedes pueden pelear tanto?- preguntó Apolo

Los chicos le dieron miradas irónicas

Bueno..., creo que no es mi estilo —dijo Piper.

Hummm, sí —convino Annabeth—. Demasiado llamativa.

-Pero los mortales no la verían- dijo Leo -serías muy cool con una escopeta

-No era de mi estilo- dijo Piper con una mueca

Puso la escopeta en su sitio y empezó a rebuscar en una hilera de ballestas cuando algo situado en el rincón del cobertizo llamó la atención de Piper.

Piper suspiró

-Bueno, creo que has encontrado tu arma- dijo Apolo

-O el arma la encontró a ella- dijo Rachel

-Sí, eso también podría ser cierto- asintió Apolo

¿Qué es eso? —preguntó—. ¿Un cuchillo?

Annabeth lo sacó y sopló el polvo de la vaina. Parecía que no hubiera visto la luz del día desde hacía siglos.

No lo sé, Piper —Annabeth parecía inquieta—. No creo que te interese.

-Pero sí me interesaba- dijo Piper

-Sí, lo noté- masculló Annabeth

-Pero no trataste de disuadirme mucho- señaló Piper

-No habría servido de nada- comentó Annabeth

-Es cierto- asintió Piper

Las espadas suelen ser mejores.

Tú usas un cuchillo.

Piper señaló el que Annabeth llevaba sujeto al cinturón.

Sí, pero... —Annabeth se encogió de hombros—. Bueno, échale un vistazo si quieres.

-¿Lo ves?- señaló Piper

-Podría ser que después ya no te gustara- dijo Annabeth encogiéndose de hombros

La vaina era de piel negra gastada, ribeteada de bronce. Nada lujoso ni llamativo. El mango de madera pulida encajaba perfectamente en la mano de Piper. Cuando desenvainó, halló una hoja triangular de unos cincuenta centímetros de largo; el bronce relucía como si lo hubieran bruñido el día anterior.

Afrodita miró a Piper -Es una muy buena arma, puede ayudarte en una pelea, pero como supongo que notaste, también ayuda en otras cosas

Piper suspiró -Sí, lo noté, es un arma... Singular

-Por supuesto que lo es, querida- dijo Afrodita con una sonrisa

Los bordes tenían un filo mortal. El reflejo de sí misma en la hoja la sorprendió. Parecía mayor, más seria, no tan asustada como se sentía.

-No te veías tan asustada, así que tu arma no estaba mintiendo- dijo Annabeth

-Eso me hace sentir mejor- comentó Piper

Te sienta bien —reconoció Annabeth—. Este tipo de cuchillo se llama parazonio. Tenía un uso principalmente ceremonial y lo llevaban los oficiales de alto rango de los ejércitos griegos.

-Genial- dijo Leo -eres nuestra oficial de alto rango

-¿Te vas a tener que hacer un sacrificio o algo así?- preguntó Percy

-Suena tentador- dijo Piper riendo -pero no gracias

-Es un alivio- comentó Leo

Demostraba que eras una persona con poder y riqueza, pero en una pelea te podía proteger perfectamente.

Me gusta —dijo Piper—. ¿Por qué no te parecía adecuado?

Annabeth suspiró.

Este cuchillo tiene una larga historia. A la mayoría de la gente le daría miedo reclamarlo.

-Por eso solo tiene como dueños a los mejores- dijo Afrodita

-Es de ayuda, pero también es peligrosa- comentó Atenea -tendrías que manejarla con gran cuidado

-A veces lo que muestra no es de gran ayuda- asintió Afrodita -pero por supuesto que puede manejarla

Su primera dueña..., bueno, las cosas no le fueron muy bien.

Se llamaba Helena.

Piper asimiló la información.

Espera, ¿te refieres a la misma Helena en la que estoy pensando? ¿Helena de Troya?

Annabeth asintió.

De repente, Piper pensó que debería manejar la daga con guantes de cirujano.

¿Y está en tu cobertizo?

Estamos rodeados de cosas de la Antigua Grecia —dijo Annabeth—. Esto no es un museo.

-Parece, pero no lo es- dijo Miranda

-Me encantaría cobrar por que entren a verlo, pero no lo permitirían- dijo Connor con una mueca

-Por supuesto que no, muchacho- dijo Quirón

Las armas como esta están pensadas para ser usadas. Son nuestra herencia como semidioses. Esta daga fue un regalo de boda de Menelao, el primer marido de Helena. Ella la llamó Katoptris.

Afrodita sonrió -Fue un hermoso regalo, pero él no era el amor de su vida

-¿Tal vez por que interviniste?- bufó Hera -y provocaste una guerra

Afrodita hizo un gesto despectivo -Yo no la provoqué, además el amor es lo que más importa, todo vale la pena cuando se trata del amor

¿Qué significa?

Espejo —contestó Annabeth—. Probablemente porque era para lo único que la usaba Helena. No creo que haya sido usada nunca en combate.

-Ya lo creo- murmuró Piper

-Pero nos fue de ayuda- admitió Jason

-Es cierto- comentó Percy -aunque también dio miedo

-Y que lo digas- dijo Piper

Piper miró de nuevo la hoja. Por un momento, su imagen la observó fijamente, pero luego el reflejo cambió. Vio llamas y una cara grotesca que parecía tallada en un lecho de roca.

-Bueno, ya tiene sentido tu reacción- dijo Annabeth

-Lamento haberte asustado- dijo Piper

-Está bien- murmuró Annabeth

Oyó la misma risa que en su sueño. Vio a su padre encadenado, atado a un poste delante de una hoguera ardiente.

Se le cayó el cuchillo.

Piper se sonrojó

-Y ya empezamos con las bondades de ese cuchillo- murmuró Thalia

-Que cuchillo tan raro- comentó Bianca

-A veces esas son las mejores armas- comentó Zoë

¿Piper? —Annabeth gritó a los hijos de Apolo que jugaban en el campo de deporte—. ¡Un médico! ¡Necesito ayuda!

No, no pasa... nada —logró decir Piper.

-No necesitábamos a un hijo de Apolo- dijo Piper -habría sido más vergonzoso con gente viéndome, sobretodo porque dijiste que eran unos presumidos

Apolo le dio una mirada indignada, Annabeth se sonrojó

¿Estás segura?

Sí. Solo... —Tuvo que controlarse. Recogió la daga con los dedos temblorosos—. Solo me he sentido abrumada. Hoy han pasado muchas cosas.

Pero... quiero quedarme la daga, si no hay ningún inconveniente.

Annabeth vaciló.

-Katoptris te escogió- dijo Rachel -no va a haber inconveniente

-Te veías muy decidida a que te perteneciera- dijo Annabeth -claro que no iba a haber inconveniente

-Que bueno, no sabía si lo habría podido dejar- comentó Piper

A continuación despachó con la mano a los hijos de Apolo.

De acuerdo, si estás segura. Te has quedado muy pálida. Creía que te había dado un ataque o algo parecido.

-Algo parecido- dijo Piper

-Piper llegó con toda la actitud al campamento- dijo Percy con una sonrisa

-Como debe de ser- bromeó Piper

Estoy bien —aseguró Piper, aunque todavía tenía el corazón acelerado—. ¿Hay... algún teléfono en el campamento? ¿Puedo llamar a mi padre?

Los ojos grises de Annabeth eran casi tan inquietantes como la hoja de la daga.

Annabeth rodó los ojos

Parecía estar calculando un millón de posibilidades, intentando leerle el pensamiento a Piper.

No nos está permitido tener teléfonos —dijo—. Para la mayoría de los semidioses, usar un móvil es como mandar una señal que avisa a los monstruos de dónde estás.

-Hola monstruo, soy yo de nuevo- dijo Leo

-Siempre he creído que de hecho es algo así- comentó Percy

-O algo como "hola, soy un rico semidiós puedes comerme"- señaló Leo

-Me habría gustado que la dieta de los monstruos no fuera tan estricta- dijo Percy

Pero... yo tengo uno —lo sacó del bolsillo—. Va contra las normas, pero si lo mantenemos en secreto...

-Bueno sería una lástima que alguien lo dijera- comentó Connor

-Puedes echarle la culpa a Piper- dijo Leo

-Gracias, Leo- masculló Piper

Piper lo aceptó con gratitud, procurando que no le temblaran las manos. Se apartó de Annabeth y se volvió hacia la zona de recreo.

Llamó a la línea privada de su padre, aunque sabía lo que pasaría. El buzón de voz.

-Pero tenía que verificarlo- dijo Piper

-Por supuesto que tenías que hacerlo- dijo Percy

Llevaba intentándolo tres días desde que había tenido el sueño. En la Escuela del Monte solo permitían usar el teléfono una vez al día, pero ella había llamado cada noche y no había conseguido nada.

-Una escuela súper agradable- dijo Apolo

-La mejor- asintió Leo -si me lo hubieras pedido de manera amable te habría ayudado a distraer a los "guardias" para usar el telefono, reina de belleza

-Te habría tenido que explicar por qué- señaló Piper -y no podía hacerlo

Marcó el otro número a regañadientes. La ayudante personal de su padre contestó inmediatamente.

Oficina del señor McLean.

Piper rodó los ojos

Jane —dijo Piper, apretando los dientes—, ¿dónde está mi padre?

Jane permaneció callada un momento, probablemente preguntándose si le pasaría algo si colgaba.

Piper soltó una maldición

-La hija de la diosa del amor, no se ve muy amorosa en estos momentos- señaló Leo

-Esa Jane es una...- comenzó Piper

Piper, creía que no podías llamar desde el colegio.

Tal vez no esté en el colegio —dijo Piper—. Tal vez me haya escapado y me haya ido a vivir entre los animales del bosque.

-¿Nos dijiste animales?- preguntó Travis

-No lo decía por ustedes- dijo Piper

-Yo sentí que lo dijiste por nosotros- comentó Connor

-Por supuesto que no- murmuró Piper

Hummm —Jane no parecía preocupada—. Bueno, le diré que has llamado.

¿Dónde está?

Fuera.

No lo sabes, ¿verdad? —Piper bajó la voz, con la esperanza de que Annabeth fuera lo bastante educada para no escuchar a escondidas—.

-Pues mira, fue a acosar a Percy a su casa- señaló Thalia

-¡No lo estaba acosando!- se defendió Annabeth

-Señora Jackson, creo que debería poner seguridad en su casa- comentó Thalia

-¡Por los dioses, Thalia!- chillaron Percy y Annabeth al mismo tiempo

-¿Qué pasó?- preguntó Sally

-Eso fue hace mucho tiempo, el día de los lestrigones, no fue nada...- murmuró Percy

-Necesitaba hablar con él...- dijo Annabeth sonrojada

¿Cuándo vas a llamar a la policía, Jane? Podría estar en un aprieto.

Piper, no vamos a convertir esto en un circo para los medios de comunicación. Estoy segura de que está bien. De vez en cuando desaparece, pero siempre vuelve.

-Medios de comunicación ¿Tu papá es estrella de cine o algo así?- preguntó Apolo -porque a mí me gustan mucho las estrellas de cine

Will murmuró algo que no se pudo entender

-A mí también me gustan- dijo Afrodita con una sonrisa

Así que es verdad. No sabes...

Tengo que dejarte, Piper —le espetó—. Que te lo pases bien en el colegio.

La línea se cortó. Piper soltó una maldición. Volvió junto a Annabeth y le devolvió el teléfono.

-Estúpida secretaria- masculló Piper

¿No ha habido suerte? —preguntó Annabeth.

Piper no contestó. Tenía miedo de echarse a llorar otra vez.

-Ya te vio llorar una vez- señaló Miranda

-Un nuevo amigo no te puede ver llorar dos veces en un solo día- bromeó Piper -debes esperar un poco

Annabeth echó un vistazo a la pantalla del teléfono y vaciló.

¿Te apellidas McLean? Perdona, no es asunto mío, pero me resulta muy familiar.

Es un apellido común.

-Que mentirosa- bromeó Annabeth

-No fue mentira, fue ocultar información- dijo Piper con una sonrisa

Sí, supongo. ¿A qué se dedica tu padre?

Es licenciado en bellas artes —dijo Piper automáticamente—. Es un artista cherokee.

-Sí, era una respuesta ensayada- dijo Piper

-Es bueno ensayar las respuestas- asintió Percy

-Por supuesto que sí- dijo Thalia

Su respuesta habitual. No era una mentira; simplemente no era toda la verdad. Al oírlo, la mayoría de la gente se imaginaba que su padre vendía recuerdos indios junto a la carretera en una reserva.

-Lo único que pensé es que me estabas engañando- dijo Annabeth

-Ocultando información- señaló Piper -no es lo mismo

-Claro que no- dijo Annabeth rodando los ojos

Muñecos de Toro Sentado a los que se le balanceaba la cabeza, collares de conchas, cuadernos con un gran jefe en la portada... esa clase de cosas.

Ah —Annabeth no parecía convencida, pero guardó el teléfono—. ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que sigamos?

-Pues de hecho no, pero no podía hacer lo que quería- dijo Piper

-¿Que querías hacer?- preguntó Annabeth

-Acostarme en el suelo y llorar- dijo Piper -pero se habría visto mal

Afrodita miró a su hija con una mueca

Piper sujetó su nueva daga al cinturón y se prometió que más tarde, cuando estuviera sola, averiguaría cómo funcionaba. —Claro —dijo—. Quiero verlo todo.

-Excelente servicio de guía- dijo Piper riendo

Todas las cabañas eran estupendas, pero a Piper ninguna se le antojó suya. No aparecieron señales en llamas —marsupiales o no— encima de su cabeza.

-¿Qué tienes con los marsupiales?- preguntó Apolo

-Nada- dijo Piper -pero con todo lo que estaba pasando...

La cabaña ocho era totalmente plateada y brillaba como la luz de la luna.

¿Artemisa? —aventuró Piper.

Sabes de mitología griega —dijo Annabeth.

-Pregunta con trampa- dijo Piper

-Sí- admitió Annabeth

-No pude ensayar esa respuesta antes- murmuró Piper negando con la cabeza

El año pasado leí algo cuando mi padre estaba trabajando en un proyecto.

Creía que hacía arte cherokee.

-Pillada- canturrearon los Stoll

Piper reprimió una maldición.

Ah, sí. Pero... también hace otras cosas, ya sabes.

-Claro, obviamente- dijo Leo

-Por supuesto- dijo Piper

-Todos hacen esas cosas, claro- dijo Connor

Piper pensó que la había pifiado: McLean, mitología griega...

Afortunadamente, Annabeth no pareció establecer ninguna relación.

En fin —continuó Annabeth—. Artemisa es la diosa de la luna y de la caza. Pero no tiene campistas. Fue una doncella eterna, así que no tiene hijos.

-Pero tiene cazadoras- dijo Thalia

Artemisa sonrió

Ah.

Eso decepcionó un poco a Piper. Siempre le habían gustado las historias de Artemisa, y se imaginaba que sería una madre guay.

Artemisa la miró raro, Piper se sonrojó

Bueno, están las Cazadoras de Artemisa —se corrigió Annabeth—. A veces vienen de visita. No son hijas de Artemisa, sino sus criadas: un grupo de adolescentes inmortales que se aventuran a cazar monstruos y cosas por el estilo.

-Wow, gracias Annabeth- murmuró Thalia -no olvidemos que hubo un momento donde te querías unir

-Y tampoco olvidemos lo grosera que fuiste- dijo Percy

-Tú tuviste la culpa por hacerme enojar- bufó Thalia

Piper se animó.

Suena genial. ¿Son inmortales?

A menos que mueran en combate o rompan sus promesas.

-¿Así que también lo pensaste?- dijo Thalia con una ceja alzada

-Por favor no, cariño- dijo Afrodita

Artemisa rodó los ojos

¿Te he dicho que tienen que renunciar a los chicos? Nada de citas... nunca. Durante toda la eternidad.

Oh —dijo Piper—. Da igual.

Annabeth se echó a reír.

-Y ahí Piper supo que eso no era para ella- bromeó Katie

-Supe que no era para mí- asintió Piper

Afrodita sonrió orgullosa

Por un momento pareció casi feliz, y Piper pensó que sería una amiga estupenda con la que pasar mejores momentos.

Annabeth y Piper se sonrieron

« Olvídalo —se recordó a sí misma—. Aquí no vas a hacer amigos. No cuando se enteren» .

Pasaron a la siguiente cabaña, la número diez, que estaba decorada como una casa de Barbie con cortinas de encaje,

Piper le dio una mirada horrorizada a Annabeth, recordando tooodo lo que había pensado de sus hermanos... Y su madre, porque si eso en algún momento venía, bueno probablemente no sería algo agradable

una puerta rosa y tiestos con claveles en las ventanas. Pasaron por delante de la puerta, y el olor a perfume casi provocó arcadas a Piper.

Uf, ¿es aquí donde vienen a morir las supermodelos?

-Pensándolo bien es cierto que todos parecen supermodelos- dijo Connor

-Es cierto- comentó Piper con una leve sonrisa

Annabeth sonrió burlonamente.

Es la cabaña de Afrodita, la diosa del amor. Drew es la líder.

Lógico —gruñó Piper.

Piper rodó los ojos

No todas son malas —dijo Annabeth—. La última líder que tuvimos era estupenda.

¿Qué fue de ella?

La expresión de Annabeth se ensombreció.

-Era increíble- murmuró Clarisse

-Lo era- asintió Percy

-Me habría gustado conocerla- suspiró Piper

Deberíamos seguir.

Examinaron las otras cabañas, pero Piper se deprimió más. Se preguntaba si podía ser hija de Deméter, la diosa de la agricultura. Sin embargo, Piper mataba todas las plantas que tocaba.

-Y no es broma- dijo Piper

-No es tan difícil cuidar plantas- dijo Katie

-Sí lo es- murmuró Piper -hay personas que no tenemos ese don

-Podrías empezar a cuidar algo que resista los extremos- dijo Miranda -como cactus o algo así

-Pues...- murmuró Piper -no funcionó

-De acuerdo, algunos no tienen ese don- dijo Katie con una mirada incrédula

Atenea era guay. O tal vez Hécate, la diosa de la magia. Pero en realidad daba igual. Incluso allí, donde se suponía que todo el mundo encontraba a un padre perdido, ella acabaría siendo la hija no deseada.

-Eso no es cierto- dijo Jason -eres una semidiosa poderosa e increíble que hace lo correcto

Piper lo abrazó

No le hacía ninguna ilusión la fogata de esa noche.

En un principio empezamos con los doce dioses del Olimpo —explicó Annabeth—. Los dioses a la izquierda y las diosas a la derecha.

Algunos de los dioses sonrieron

Pero el año pasado añadimos un grupo de cabañas nuevas para otros dioses que no tenían trono en el Olimpo: Hécate, Hades, Iris...

-Donde casi fulminan a Percy- dijo Piper

-Gracias por recordarlo- murmuró Percy

-De nada- dijo Piper sonriendo

¿De quién son las dos cabañas grandes del final? —preguntó Piper.

Annabeth frunció el entrecejo.

De Zeus y Hera, el rey y la reina de los dioses.

Piper se encaminó en esa dirección, y Annabeth la siguió, aunque no se mostraba muy entusiasmada.

-Y yo te odié a ti ahí- bromeó Annabeth

-También lo noté- asintió Piper

Hera les dio una mirada asesina

La cabaña de Zeus le recordaba un banco. Era de mármol blanco con grandes columnas en la fachada y puertas de bronce bruñido decoradas con relámpagos.

Zeus sonrió con arrogancia

La cabaña de Hera era más pequeña, pero tenía el mismo estilo de construcción, salvo que en las puertas había tallados dibujos de plumas de pavo real que relucían en distintos colores.

-No son divertidos los pavo reales- masculló Will

-Y menos si te convierten en uno- dijo Nico

Hera bufó -Espero que hayas aprendido la lección

-¿Te convirtieron en un pavo real?- preguntó Bianca con timidez -¿Por que?

-Sí, por faltarle al respeto a la señora Hera- dijo Will entre dientes

Bianca se veía con ganas de decir algo muy poco favorecedor sobre la reina de los dioses, pero se lo pensó mejor

A diferencia de las otras cabañas, que eran todas ruidosas y estaban abiertas y llenas de actividad, las de Zeus y Hera parecían cerradas y silenciosas.

¿Están vacías? —preguntó Piper.

Annabeth asintió.

Zeus pasó mucho tiempo sin tener hijos. Bueno, casi.

Hera bufó

Zeus, Poseidón y

Hades, los hermanos mayores entre los dioses, son conocidos como los Tres Grandes. Sus hijos son muy poderosos y peligrosos.

-No somos tan peligrosos- dijeron Thalia y Percy al unísono

-Sí claro- masculló Hera

Durante los últimos setenta años más o menos, han intentado evitar tener hijos semidioses.

¿Han « intentado evitar» ?

A veces..., ejem..., han hecho trampa.

-Trampa es una manera suave de decirlo- bufó Hera

Sally se sonrojó, Poseidón también se removió incomodo en su lugar, Percy les sonrió

Tengo una amiga, Talia Grace, que es hija de Zeus. Pero abandonó la vida en el campamento y se hizo Cazadora de Artemisa. Mi novio, Percy, es hijo de Poseidón.

-Cuando dijo "Percy" casi salen corazones- bromeó Piper

-Te creemos- dijeron los Stoll

-Así como cuando él la describía en los otros libros- señaló Thalia

Y hay un chico que aparece a veces, Nico, que es hijo de Hades. Excepto ellos, los Tres Grandes dioses no tienen hijos semidioses. Por lo menos, que nosotros sepamos.

-Que nosotros sepamos- dijo Thalia

-Más vale que así se quede- gruñó Hera

¿Y Hera?

Piper miró las puertas decoradas con motivos de pavos reales. La cabaña la incomodaba, pero no estaba segura del motivo.

-Puede ser cualquier motivo en realidad- dijo Hefesto

Hera le dio una mirada amenazante -No fomentes que estos... Niños, me falten al respeto, suficiente tenemos ya con su insubordinación

La diosa del matrimonio —Annabeth empleó un tono cuidadosamente mesurado, como si estuviera intentando evitar soltar un juramento—. Ella solo tiene hijos con Zeus, así que tampoco hay semidioses. Su cabaña solo tiene un uso honorífico.

No te gusta —señaló Piper.

Annabeth apretó los labios

Tenemos una larga historia —reconoció Annabeth—. Creía que habíamos hecho las paces, pero cuando Percy desapareció... tuve una extraña visión de ella.

-Hera- masculló Zeus -espero que no hayas tenido que ver con esto y solo haya sido una extraña casualidad

-Querido, no te puedo afirmar o negar nada- dijo Hera

Y te dijo que vinieras a por nosotros —dijo Piper—. Pero creías que encontrarías a Percy.

-Y los terminé encontrando a ustedes- dijo Travis tratando de imitar a Annabeth

-Cállate Travis- masculló Annabeth

-Travis...- murmuró Katie negando con la cabeza mientras trataba de esconder una sonrisa

Prefiero no hablar de ello —advirtió Annabeth—. Ahora mismo no tengo nada bueno que decir de Hera.

-Es lo mejor- dijo Atenea con una mirada de advertencia

Annabeth murmuró algo entre dientes

Piper miró la base de las puertas.

Entonces, ¿quién entra ahí?

Nadie. La cabaña solo tiene un uso honorífico, como ya he dicho. No entra nadie.

Sí que entran.

-No hay nadie tan loco- dijo Percy

-Pues sí lo habemos- murmuró Piper

Quirón miró a Piper con una ceja alzada

Piper señaló una huella que había en el umbral. Empujó las puertas instintivamente y se abrieron con facilidad.

Annabeth retrocedió.

Esto..., Piper, no creo que debamos...

Se supone que hacemos cosas peligrosas, ¿no? Y Piper entró.

-Sí Piper, pero no tan peligrosas- dijo Thalia

Piper se encogió de hombros

La cabaña de Hera no era un lugar en el que a Piper le apeteciera vivir.

-¡A nadie!- dijo Apolo

-¿Que demonios sucede con ustedes?- masculló Hera

Era fría como una nevera, con un círculo de columnas alrededor de una estatua central de la diosa de tres metros de altura, sentada en un trono con una holgada túnica dorada.

-Tal vez deberías salir de ahí- dijo Hermes -antes de que fulminen o algo peor

-Te conviertan en pavo real- señaló Apolo

Piper se removió un poco incomoda

Piper siempre había creído que las estatuas griegas eran blancas y tenían una mirada vacía, pero aquella estaba pintada con llamativos colores, de tal forma que parecía casi humana..., solo que era enorme. Los ojos penetrantes de Hera parecían seguir a Piper.

-Mejor salgan de ahí- asintió Afrodita -y cuanto antes mejor

-Tampoco debiste haber entrado, Annabeth- señaló Atenea

-No podía dejar que Piper fuera sola- dijo Annabeth

A los pies de la diosa había un brasero de bronce en el que ardía fuego. Piper se preguntó quién se ocupaba de él si la cabaña siempre estaba vacía.

-Era una buena pregunta- dijo Piper al ver las miradas

Un halcón de piedra descansaba en el hombro de Hera, y su mano sostenía un báculo rematado con una flor de loto. La diosa tenía el cabello peinado con trenzas negras. Su rostro sonreía, pero sus ojos eran fríos y calculadores, como si estuviera diciendo: « Madre sabe lo que es bueno. No me hagas enfadar o tendré que darte lo que te mereces» .

-Es como esa película de la princesa encerrada en la torre- comentó Travis

-¿Disculpa?- masculló Will -todos dijeron que no conocían esa película

-Me lo contó Katie- dijo Travis con las manos en alto

-Oye- dijo Katie -no me eches la culpa

-Lo siento- murmuró Travis

Will les dio una mirada indignada

No había nada más en la cabaña: ni camas, ni muebles, ni cuarto de baño, ni ventanas. Nada que pudiera utilizarse para vivir. Para ser la diosa del hogar y el matrimonio, lo cierto es que la casa de Hera recordaba una tumba.

No, aquella no era su madre. Al menos, Piper estaba segura de eso.

-Pues sí, Annabeth te lo acaba de decir- dijo Thalia

-Supongo que fue por eso- asintió Piper

-Eso tiene sentido para mí- dijo Percy

No había entrado allí porque sintiera una buena conexión, sino porque la sensación de temor era más intensa allí.

-No te puedo culpar por ello- dijo Apolo

-Apolo...- masculló Artemisa - ya basta

Su sueño —el terrible ultimátum que le habían dado— guardaba alguna relación con aquella cabaña.

Se quedó paralizada. No estaban solas.

-Casi nos matas del susto- dijo Piper

-Les dije que si no se portaban bien iba a ir la diosa de los fantasmas por ustedes- dijo Leo

-No era la diosa de los fantasmas- dijo Piper rodando los ojos

Detrás de la estatua, en un pequeño altar situado a sus espaldas, había una figura cubierta con un chal negro. Solo sus manos resultaban visibles, con las palmas hacia arriba. Parecía estar recitando algo parecido a un hechizo o una plegaria.

Annabeth lanzó un grito ahogado.

¿Rachel?

Rachel se sonrojó

-Rachel, no está bien asustar a los nuevos campistas- dijo Percy negando con la cabeza

-Lo lamento- murmuró Rachel -no quería asustarlas

La otra chica se volvió. Al soltar el chal quedó a la vista una melena de cabello pelirrojo rizado y una cara pecosa que no se correspondía en absoluto con la seriedad de la cabaña ni con el chal negro.

-¿Me estás diciendo que no soy seria?- preguntó Rachel

-Pues no- murmuró Piper

-De acuerdo, solo era para corroborar- dijo Rachel con una sonrisa

Aparentaba unos diecisiete años, una adolescente totalmente normal con una blusa verde y unos vaqueros raídos cubiertos de garabatos hechos con rotulador. Pese a lo frío que estaba el suelo, iba descalza.

¡Eh! —Corrió a abrazar a Annabeth—. ¡Lo siento mucho! He venido lo más rápido que he podido.

-Ay que bonita es la amistad- dijo Leo -y pensar que se caían mal

-No se caían mal, Annabeth estaba celosa- dijo Thalia

-Gracias Thalia- masculló Annabeth

Hablaron unos minutos del novio de Annabeth, de la falta de noticias y demás asuntos, hasta que por fin Annabeth se acordó de Piper, que estaba sintiéndose incómoda.

-Te olvidaron- dijo Leo- que triste, reina de belleza

-Tuviste que activar el modo planta- dijo Connor

Piper asintió

Qué maleducada soy —se disculpó Annabeth—. Rachel, esta es Piper, una de los mestizos que rescatamos hoy. Piper, esta es Rachel Elizabeth Dare, nuestro oráculo.

La amiga que vive en la cueva —adivinó Piper.

-Correcto- dijo Rachel -la amiga rara de la cueva

Rachel sonrió.

La misma.

¿Así que eres un oráculo? —preguntó Piper—. ¿Puedes adivinar el futuro? —dijo.

Más bien, el futuro me asalta de vez en cuando —contestó Rachel—. Anuncio profecías.

-Es mi trabajo de medio tiempo- bromeó Rachel

-Que trabajo tan increíble- asintió Apolo

-A veces a las personas no les gusta tu trabajo- murmuró Percy

Rachel se encogió de hombros

El espíritu del oráculo me secuestra alguna que otra vez y me dice cosas importantes que no tienen sentido para nadie. Pero sí, las profecías adivinan el futuro.

Ah —Piper desplazó el peso de un pie al otro—. Mola.

-Disimula- dijo Leo -reina de belleza, que modales

Piper se sonrojó

Rachel se echó a reír.

No te preocupes. A todo el mundo le da un poco de repelús. Incluso a mí.

Pero normalmente soy inofensiva.

-Normalmente, excepto cuando tiene su cepillo azul- dijo Percy

-Eso es muy cierto- dijo Luke

-Nunca te acerques a ella si tiene ese cepillo- dijo Percy -también lo puede usar para ganar carreras

Rachel y Reyna se sonrieron

¿Eres una semidiosa?

No —respondió Rachel—. Soy mortal.

Entonces, ¿qué eres...?

Piper señaló la estancia con la mano.

-Aquí incumpliendo la regla de no entre- dijo Apolo

La sonrisa de Rachel desapareció. Lanzó una mirada a Annabeth y luego de nuevo a Piper.

Es solo una corazonada. Algo relacionado con esta cabaña y la desaparición de Percy. Las dos cosas están relacionadas de alguna forma.

-¡Hera!- gruñó Poseidón -¿Cómo se te pudo ocurrir hacer algo así?

-Aún no lo he hecho, no seas dramático- dijo Hera

Todos los dioses la miraron con incredulidad, aunque aún no sabían a ciencia cierta que era lo que había pasado, no podían hacer ningún reclamo

He aprendido a hacer caso de mis corazonadas, sobre todo desde el mes pasado, cuando los dioses se quedaron callados.

¿Se quedaron callados? —preguntó Piper.

-Aquí vamos de nuevo- bufó Afrodita

-No puedo creer que lo hayas vuelto a hacer- bufó Poseidón mirando a Zeus

-Creo que eso es lo que quería decirle a Percy cuando me ayudó con el caduceo- señaló Hermes

-Perfecto- masculló Poseidón

-Algo así va a poner a los chicos en peligro- señaló Hestia

-No les ha pasado nada- dijo Zeus

Algunos dioses le dieron miradas airadas

Rachel miró a Annabeth con los ojos entornados.

¿Todavía no se lo has contado?

-No- dijo Piper

Iba a hacerlo —dijo Annabeth—. Piper, durante el mes pasado... Bueno, es normal que los dioses no hablen mucho con sus hijos, pero por lo general recibimos algún mensaje de vez en cuando.

Los semidioses asintieron

Algunos de nosotros incluso podemos visitar el Olimpo. Yo me he pasado prácticamente todo el semestre en el Empire State.

-Momento de presumir- dijo Thalia

-No se puede perder ese momento- asintió Apolo

Annabeth se sonrojó

¿Cómo?

La actual entrada del monte Olimpo.

Ah —dijo Piper—. Claro, ¿por qué no?

Annabeth estaba remodelando el Olimpo después de los daños que sufrió en la guerra de los titanes —explicó Rachel—. Es una arquitecta increíble.

-Gracias- dijo Annabeth

-Eres la mejor- dijo Percy con una sonrisa

Deberías ver su mostrador de ensaladas...

En fin —dijo Annabeth—, el caso es que, desde hace cosa de un mes, el Olimpo se quedó en silencio. La entrada se cerró, y nadie ha podido entrar. Nadie sabe por qué. Es como si los dioses se hubieran aislado.

-Perfecto- masculló Poseidón

-Y justo cuando hay una nueva enemiga- dijo Afrodita con una mueca

-Ahora no se pingan dramáticos- gruñó Zeus -he de tener buenas razones para hacerlo

-Todos nos imaginamos tus razones- bufó Poseidón

Ni siquiera mi madre responde a mis plegarias, y el director del campamento, Dioniso, fue llamado.

¿El director del campamento era el dios del... vino?

Sí, es una...

Larga historia —aventuró Piper—. Está bien. Sigue.

-Sí, todo esto es sobre largas historias- dijo Apolo

-Y vaya que sí- dijo Piper

En realidad, eso es todo —dijo Annabeth—. Los semidioses siguen siendo reconocidos, pero nada más. Ni mensajes. Ni visitas. Ni señales de que los dioses escuchan siquiera. Es como si hubiera pasado algo... algo muy malo. Y entonces Percy desapareció.

-¿Y ahora qué va a pasar con ellos?- masculló Poseidón

-Tendrán que arreglárselas- señaló Zeus

-¿Como se te ocurre que...

-Basta- dijo Hestia -no sabemos aún que ha pasado, no pueden volver a pelear con los semidioses y mortales presentes

Y Jason apareció en nuestra excursión —añadió Piper—. Sin recuerdos.

¿Quién es Jason? —preguntó Rachel.

-El paquete especial que no era tan especial para Annabeth- dijo Leo

Annabeth rodó los ojos

Mi... —Piper se interrumpió antes de decir « novio» , pero el esfuerzo le provocó una punzada en el pecho—. Mi amigo.

-Mi desconocido- dijo Leo

-¡Oye!- se quejó Jason

-Eso se escuchaba muy horrible- dijo Piper

Pero tú dijiste que Hera te envió una visión, Annabeth.

Así es —dijo Annabeth—. La primera comunicación de un dios en un mes, y es de Hera, la diosa menos servicial.

-No puedes culparla, es cierto- comentó Apolo

Hera bufó

Y encima se pone en contacto conmigo, la semidiosa que peor le cae.

-Eso también es cierto- dijo Perséfone

-Sí, eso quiere decir que hay algo muy malo- asintió Apolo

Me dice que averiguaré lo que le pasó a Percy si voy a la plataforma del Gran Cañón y busco a un chico con un zapato. Y en lugar de eso, os encuentro a vosotros,

-No, pues gracias- murmuró Leo

-De nada- dijo Percy -cuando quieras

-Eres muy amable Aquaman- dijo Leo

y el chico con un zapato es Jason. No tiene sentido.

Está pasando algo malo —convino Rachel.

Los chicos del Argo II asintieron, algunos de los dioses vieron con cierta preocupación a sus hijos

Miró a Piper, y esta sintió el deseo irresistible de hablarle de su sueño, de confesarle que sabía lo que estaba pasando... Al menos parte de la historia. Y que en verdad lo malo no había hecho más que empezar.

-Pero es lógico que no lo hicieras- dijo Rachel encogiéndose de hombros

-No con todo lo que estabas pasando- asintió Annabeth

Piper hizo una mueca

Chicas —dijo—. Yo... necesito...

Antes de que pudiera seguir, el cuerpo de Rachel se puso rígido.

-Aquí vamos- dijo Rachel

-Aquí vamos- repitió Piper

Los ojos le empezaron a brillar con una luz amarillenta, y agarró a Piper por los hombros.

Piper intentó retroceder, pero las manos de Rachel eran como abrazaderas de acero.

-RED, que forma de recibir a los nuevos semidioses- dijo Percy negando con la cabeza

-No fue mi culpa- dijo Rachel sonrojada

-Fue un recibimiento increíble para un día increíble- dijo Piper con sarcasmo

« Libérame» , dijo. Pero no era la voz de Rachel. Sonaba como una mujer mayor, hablando desde algún lugar lejano por un tubo con eco. « Libérame, Piper McLean, o la tierra nos engullirá. Debe ser en el solsticio» .

Los dioses se miraron confundidos

-¿La tierra?- preguntó Atenea mirando a su hija

Annabeth asintió

-Esto es aún peor- dijo Poseidón con preocupación

Los dioses se quedaron un momento en incredulo silencio

-Es a Hera a la que tienen que liberar- conjeturó Atenea -por eso lo de su cabaña y la visión

Los chicos asintieron

-Y me culpan por las infortunadas cosas que les pasan a su hijos- bufó Hera

-Aun no sabemos que tanto tienes que ver- señaló Poseidón

La habitación empezó a dar vueltas. Annabeth intentó separar a Piper de Rachel, pero era inútil. Un humo verde las envolvió, y Piper ya no supo si estaba despierta o soñando.

-Creo que un poco de ambas- murmuró Piper

-Sí, creo que podría haber sido eso- comentó Rachel

La gigantesca estatua de la diosa pareció levantarse de su trono. Se inclinó por encima de Piper, atravesándola con los ojos. La boca de la estatua se abrió, y su aliento era como un perfume terriblemente fuerte.

-Sí fue raro- dijo Piper

Habló con la misma voz resonante: « Nuestros enemigos están despertando. El del fuego es solo el primero.

-Por supuesto que sería el primero- dijo Atenea

-¿Y aun así el Olimpo estará cerrado? Eso no puede ser de ayuda- dijo Artemisa -sería una terrible estrategia

Atenea asintió

Si te pliegas a su voluntad, su rey se alzará y nos condenará a todos. ¡LIBÉRAME!»

A Piper le flaquearon las piernas y todo se volvió negro.

-Un poco dramática, reina de belleza- dijo Leo

-Cállate Leo- dijo Piper sonrojada -fue horrible

-El capítulo acabó- dijo Thalia -¿Seguiremos leyendo?