SEMIDIOSES Y SECRETOS
Entonces después de decir que era necesario esperar a Poseidón para seguir leyendo, así que iban a tener el resto de la tarde libre, muchos de ellos empezaron a salir de la Sala de Trono
—Bianca— dijo Apolo —te espero en mi palacio para que escojas un arco, tus clases empiezan ahora
Bianca lo miró impresionada —De acuerdo
Apolo le guiñó un ojo y salió de la Sala
—Supongo que era verdad lo de las clases y tendré que ir a escoger un arco— comentó Bianca a sus amigos
—Nosotros nos vamos a ir al palacio de Afrodita— dijeron los mellizos al unísono
—Dijo que nos tenía una sorpresa —añadió Helena dando saltitos —y me gustan mucho las sorpresas
—A mí no— dijo Bianca
Zoé rodó los ojos —Qué gruñona
—A mí también me gustan mucho— añadió Thom y le la mano de su hermana se echó a correr en dirección al palacio de Afrodita, ante la mirada de sorpresa de sus amigos
—Espero que al menos sea una buena sorpresa— dijo Esperanza —bueno, nosotros también nos vamos, iremos a jugar a ser arbustos
—En realidad no accedí a ser parte del juego— murmuró Sammy
—Vamos— dijo Esperanza jalandolo de la mano y despidiéndose con la otra de sus amigos
—Espero que ninguno salga herido —comentó Zoé —vamos a ver practicar a Bianca— dijo mirando a su hermano
—En realidad... ¿Les importaría ir solo ustedes dos?— preguntó Charles
Zoé y Bianca lo miraron con un poco de sorpresa, luego ambas parecieron entender que después de todo él también necesitaba un momento a solas
—De acuerdo. No te preocupes, prometo mantener a la sirenita fuera de problemas— dijo Bianca solemnemente
Zoé resopló —Quieres decir que yo te mantendré fuera de problemas
—No estoy seguro de que cualquiera de las dos vaya a ser verdad— señaló Charles —de cualquier manera, si me necesitan...
—Sí papá— bromeó Bianca
—De acuerdo— murmuró Charles
Los tres chicos salieron juntos y poco después se separaron
*Palacio de Apolo*
—Mira, trajiste a mi pequeña aprendiz dramática— dijo Apolo sonriéndole a Zoé —¿También vamos a buscar un arco para ti, cariño?
—Por favor no— pidió Bianca
—En realidad no, soy pésima con el arco— respondió Zoé
—Sí— dijo Apolo —recuerdo que en uno de los primeros libros Percy dijo que el arco no era lo suyo
Zoé se rió —Y terminó enredándole una flecha a Quirón
—Qué estaba a lado de él— señaló Apolo —aún no sé como pudo pasar ¿A ese nivel de peligro nos enfrentamos contigo?
—Yo tampoco sé cómo pasó— dijo Zoé encogiéndose de hombros —pero sí es a ese nivel de peligro, yo solo soy el apoyo moral
Bianca le sonrió
—Entonces ningún arco para ti— comentó Apolo y volteando hacia Bianca dijo —¿Ya escogiste uno? Tel estoy enseñando mi mejor colección que uso para flirtear con mortales
—No lo dudo— murmuró Bianca —creo que este está bien, se parece al que tenía— dijo tomando un arco negro
—Está bien, entonces en marcha— dijo Apolo saliendo de su palacio
Caminaron hasta uno de los jardínes del Olimpo donde también se encontraban otros chicos. Tal vez Apolo había escogido precisamente ese jardín a propósito, tal vez no pero en ese jardín también se encontraban Nico y Will acompañados de Reyna y Rachel, ya que el muy discreto de Will le estaba contando a Rachel el por qué Nico le había quitado su lugar junto a Reyna, todos se encontraban de pie oyendo la historia con Nico de brazos cruzados. Había también otros chicos un poco más lejos, sin embargo Bianca no los notó ya que iba charlando nerviosamente con Zoé.
—De acuerdo— dijo Apolo cuando llegaron a una parte más apartada del jardín, aunque no lo suficientemente apartada para que los demás no la vieran —antes que nada necesito ver cómo de buena es tu puntería
—Está bien— dijo Bianca
—Yo me iré a sentar por allá para asegurarme que no te metas en problemas y esté lo más lejos posible de tus flechas— bromeó Zoé y caminó alejándose de la práctica, casualmente se fue a sentar a lado del grupito de Nico y Will que todavía permanecían de pie y charlaban seriamente. Zoé se sentó con las piernas cruzadas y observó el entrenamiento.
Apolo iba apareciendo blancos a lo largo de una zona determinada y Bianca acertaba uno tras otro sin detenerse, casi parecía que el arco era una parte de ella, obviamente tenía que ser así, tenía la bendición de Apolo.
—Wow, ella es genial— dijo Thalia acercándose a Nico, Will, Rachel y Reya que habían detenido su charla para mirar a la chica con el arco —nos vendría muy bien en las cazadoras, le preguntaré si quiere unirse
Nico le dio una mirada asesina. Will, Reyna y Rachel se miraron
—Rayos Nico, ninguna opción te parece adecuada— bromeó Rachel ante la expresión de Nico
Will y Reyna se rieron, Nico bufó y Thalia los miró como si de repentes les hubiera salido un tercer ojo, mientras que por el otro lado Zoé fingía no escuchar la conversación. Todo eso pasaba cuando sin previo aviso una flecha pasó silbando demasiado cerca de Thalia, no le dio a la cazadora porque Apolo la logró desviar a tiempo
.—Bueno— dijo Apolo rompiendo el silencio estupefacto que se había hecho —la buena noticia es que aprendiste lo que no se debía hacer
—Lo siento mucho— murmuró Bianca acercándose tras Apolo, avergonzada y horrorizada
—¡Prometí que no te meterías en problemas!— gritó Zoé
—En serio lo siento— dijo Bianca —yo... Me distraje
Y era cierto, después de demostrar su puntería Apolo le estaba enseñando como colocar ambas flechas para poder tener un buen tiro. Sin embargo las risas la distrajeron, risas que conocía muy bien y que no había notado que ellos estaban ahí ¿Su error? Girarse con todo y el arco mal acomodado, sabía que no debía hacerlo, no te debes distraer cuando sostienes un arma y mucho menos si estás aprendiendo un truco nuevo con ella, por lo que realmente no fue tan sorprendente que se le escapara una de las flechas, solo la velocidad de Apolo para desviar la flecha la ayudó.
—Lo siento— volvió a repetir Bianca
—Está bien— dijo Thalia —fue un buen tiro
Zoé todavía sentada en el piso miraba a su amiga un poquito divertida
—Fue mejor que mis tiros— comentó Will con una pequeña sonrisa. Nico estuvo de acuerdo (con cierta incomodidad)
—Eso es cierto— tosió Apolo
Bianca se sonrojó
—Bueno, si nadie salió herido más allá de su orgullo, nosotros vamos a seguir con la práctica. Hay mucho que hacer— dijo Apolo caminando de nuevo hacia el centro del entrenamiento
—No va a volver a suceder— dijo Bianca
—Estaría muy bien que no volviera a suceder— comentó Thalia con una pequeña sonrisa
Bianca vaciló un momento sin saber qué más decir y regresó con Apolo, no sin antes mirar indignada a Zoé quien fingía no reirse
—Debemos admitir que sus tiros son geniales— comentó Thalia —sobretodo cuando le da al blanco. Cuando acabe de entrenar le preguntaré si quiere estar con nosotras
—Tal vez la flecha cerca de tu cara fue una respuesta— señaló Nico
Zoé los escuchaba divertida. Siguieron viendo practicar a Bianca un rato, le estaba costando lanzar las dos flechas al mismo tiempo, pero al menos esta vez no le estaba apuntando a nadie
—Ella es muy buena con el arco. A mí esos tiros jamás me saldrían— dijo Percy llegando de improviso
—Bueno sesos de alga, tampoco le pongas la vara tan baja— bromeó Thalia —si hubieras llegado 5 minutos antes habrías visto cómo casi me mata
—Dramática— masculló Nico
Percy los miró con incredulidad —Vaya, creo que no le caes muy bien. Por cierto ¿Han visto a...— sus palabras murieron cuando encontró a quien estaba buscando
—Vaya— dijo Thalia siguiendo la mirada de Percy hasta Zoé
Percy de sonrojó —Ahorita los veo, chicos — dijo caminando hasta la niña, cuando se acercó, ella alzó la mirada y le sonrió
Percy sintió un escalofrío, aún no podía creer quien era Zoé, era tan parecida a él y no solo físicamente, aunque también podría ciertas cosas de Annabeth ¡Era tan raro!
— Hola— dijo Percy sonriéndole
— ¿Me podrías acompañar al palacio de Poseidón?
Zoé lo miró
— No va a estar mi padre, si es lo que te preocupa— agregó Percy rápidamente
—Sí voy— dijo Zoé
Percy la miró, pero antes de que alguno de los dos pudiera agregar algo más Percy le tendió la mano a la chica y la ayudó a levantarse
Zoé llamó la atención de Bianca y se despidió de ella con un gesto de la mano. Bianca se le quedó viendo
— No te distraigas— dijo Apolo — puede pasar un accidente y no quieres a Zeus en tu contra
— Forse dovrebbe preoccuparsi per me/ *tal vez él debería preocuparse por mí* — murmuró Bianca en italiano
Apolo la miró con una ceja alzada
Percy y Zoé mientras tanto caminaban rumbo al palacio de Poseidón
— ¿Para que vamos al palacio?— preguntó Zoé para llenar el silencio
— No lo sé, solo me pidieron que te buscara— contestó Percy
Luego se volvieron a quedar callados, esta vez Percy habló primero
—Así que los pandas ¿Eh?— preguntó Percy
— ¿Fue muy obvio? — preguntó Zoé riendo — tenía uno de peluche
—¿En serio? ¿Y como se llamaba? El mío se llamaba Señor Panda, pero ya has escuchado Octavian lo asesinó
—Sí, fue muy cruel eso. Mi panda se llamaba Bob— dijo Zoé orgullosa
Percy se paró en seco — ¿Bob? ¿Y de dónde sacaste el nombre?
Zoé lo miró nerviosa
—Yo uhh lo escuchaba en mi casa
Percy se movió también nervioso —¿Y tu sabes de donde es el nombre?
Zoé negó con la cabeza —Solo sé que era un amigo que les ayudó de alguna forma, pero no sé nada más ¿Por qué? ¿Hice algo malo?
Percy hizo una mueca de tristeza, Zoé y Bob, era una casualidad demasiado grande, también se entendió a sí mismo y por qué no les contaron sobre donde los ayudó Bob
—No — dijo Percy después de un tiempo —no hiciste nada malo, de hecho creo que Bob es un nombre increíble
Zoé sonrió aliviada, continuaron su camino hablando de la comida azul.
*En el Palacio de Poseidón*
Charles estaba sentando en su cama, odiaba todo lo relacionado con el palacio y a la vez lo hacía sentirse más cerca de casa ¿Cómo era eso posible?
Sacó su espada ahora convertida en bolígrafo y empezó a darle vueltas entre sus manos. Se sentía horrible por lo que significaba, pero creía que se sentiría peor si no la tuviera consigo. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando la puerta se abrió.
Notó que había alguien mas con él hasta que la persona se sentó frente al chico, el pegó un bote y por puros reflejos le quitó el capuchón a su bolígrafo, no la blandió solo porque reconoció a la persona frente a él
—Lo siento cariño, no quise asustarte — dijo Sally sonriéndole
—Lo siento — murmuró Charles —no debí sacar la espada
Charles la miró, era tan igual a la persona que conocía y al mismo tiempo era tan diferente ¿Cuál era la forma correcta de lidiar eso?
—Está bien cariño, en serio no te preocupes— dijo Sally mientras lo veía con curiosidad, le asombraba demasiado que el chico estuviera ahí —cariño ¿Puedo preguntarte algo? A parte de esta pregunta, claro
Charles hizo una mueca, considerando cual iba a ser la pregunta, sin embargo asintió
Sally suspiró —Percy y Annabeth— comenzó Sally tentativamente —ellos... Ellos ¿Tal vez fueron uhh... malos con ustedes, no lo sé, las misiones o algo así?
Sally realmente no creía que ese fuese el problema, pero Percy y Annabeth tenían esa duda y ella haría lo posible por saber que era lo que había pasado
Charles la miró con incredulidad, esa no era para nada la pregunta que había esperado —¡No! ¿Por qué pensarían algo así?
Pero en cuanto terminó de formular la pregunta lo supo, su actitud, él se sonrojó sinceramente jamás pensó que esa fuera la conclusión a la que iban a llegar
—No— volvió a decir Charles —no fue nada de eso, fueron los mejores. Tenían misiones algunas veces, pero eso no influyó nada. Éramos una buena familia, éramos felices— susurró
—¿Y que fue lo que pasó?— preguntó Sally con un horrible presentimiento
Charles la miró con cautela
—Sé que algo pasó— agregó Sally —si no hubiera sido así, no estarían aquí
El chico se movió incómodo —No creo que quieras saberlo
—Tal vez no, pero a lo mejor podría ayudar— dijo Sally
—Pero no te mereces tener esa carga— dijo Charles en voz baja
—¿Y tú te la mereces?— preguntó Sally
Él se encogió de hombros. Sally le tomó la mano, el chico se sobresaltó un poco
—Ten confianza, tal vez no la merezcamos, pero es mejor cuando tienes alguien con quien compartirla— dijo Sally
Charles dudó —Es que ni siquiera entiendo todo lo que pasó, es como si fuera un sueño— suspiró y empezó a hablar tentativamente
Empezó contándole a Sally algunas cosas sobre su vida, lo importantes que eran los desayunos del domingo con hot cakes azules, la celebración de fiestas con todos sus amigos y a veces también con su familia mortal, las vacaciones en el Campamento Mestizo, cuando sus padres empezaron a entrenarlos, Zoé se aprendió a defender aunque es mortal, los momentos en la playa que amaban y las anécdotas de algunas misiones que habían hecho. Todo era bastante normal o todo lo normal que se podía siendo una familia de semidioses, Charles y su hermana no se habían sentido fuera de lugar en el mundo, casi todo era perfecto, casi porque las misiones a las que eran mandados sus padres causaban un nudo en la garganta cada vez, a veces iba uno, a veces ambos, pero hacían una gran celebración cada que regresaban con pastel azul incluido.
Antes del día 0, todo había empezado con pequeñas señales, señales casi sin importancia pues en cualquier momento podría pasar, los dioses se iban quedando cada vez más callados, mucho de los semidioses dejaron de tener sueños, no reconocían a sus hijos, en ambos campamentos se sentía un aura de extrañeza , los dioses estaban incómodos por algo.
Pocos días después pasó lo de Rachel , una profecía o algo así eran los rumores, casualmente solo dos personas había escuchado esa profecía y no se les encontraba por ningún lado, luego Rachel fue cada vez más difícil de localizar hasta que dejaron de recibir noticias de ella. Todo el mundo la buscó por supuesto, nadie dio con ella, los dioses seguían callados, es casi como si estuvieran planeando. Casi una semana después de la desaparición de Rachel empezaron los incidentes en los campamentos, un monstruo que se había infiltrado en la barrera del Campamento Mestizo, mortales que llegaron a verlo ¿Era posible si quiera? En el campamento Júpiter era lo mismo, todos estaban algo paranoicos, pero nadie sabía muy bien que hacer.
El día 0 Charles estaba practicando con la espada
—Has mejorado mucho— dijo Percy sudando
—Pero todavía no estás usando toda tu fuerza en mí— dijo Charles
—¿Quién lo dice? Por supuesto que lo hago. De acuerdo, enséñame de nuevo el movimiento que te mostré
Percy blandió a contracorriente, Charles tenía una espada que había encontrado en la armería no era la mejor, pero le servía . Estuvieron defendiendo y atacando por lo que pareció una eternidad, ambos estaban cansados y aun les faltaba terminar de empacar para irse al campamento Mestizo, o al menos hasta que Annabeth llegó corriendo con Zoé y repitió las palabras de Piper, las barreras iban a fallar
Percy la miró con incredulidad —No puede ser ¿Por qué? ¡Tenemos que avisarle a Reyna!
—Piper está en eso, cree que Reyna nos dejará en última línea de defensa, si el ataque es demasiado grande no podemos permitir que pasen a la ciudad, ya están congregando a todos— respondió Annabeth
—De acuerdo— dijo Percy —¿Y los chicos del Campamento Mestizo?
—Piper le dio el mensaje a Jason, no sé que esté pasando allá— masculló Annabeth frustrada —no hemos podido mandar más mensajes Iris
—De acuerdo, tenemos que ver que hacemos aquí— dijo Percy
—Nosotros podemos ayudar— dijo Charles
—Sí podemos— asintió Zoé
Percy y Annabeth se miraron con algo parecido al miedo
—No— dijo Percy —se va a quedar en la ciudad con todos los demás, si ven que algo raro pasa ahí avísenos
—Pero esperemos detener el ataque antes de que...
Una gran explosión se escuchó, algunos semidioses empezaron a gritar
—No te separes de tu hermano — estaba diciendo Percy a Zoé, sus ojos verde mar estaban angustiados, como hace mucho no veía
—No me quiero ir— decía Charles
—Tampoco yo — dijo Zoé tratando de sonar más valiente de lo que se sentía
—Nos vamos a encontrar pronto — prometió Annabeth
El caos pronto empezaba a hacerse evidente en todo el campamento, pero tuvieron que obedecer. fue lo más horrible de toda su vida, no tener idea de lo que pasaba, al principio creían que el ataque no sería tan malo, pero las horas pasaban y todavía se escuchaban los ruidos de guerra, cuando cayó la noche los primero monstruos entraron a la ciudad . Intentaron detenerlos y los lograron, pero solo por algún tiempo
—Esto es imposible— masculló Hazel que de alguna manera había ido a parar ahí —todos estamos arrinconados aquí, tenemos que salir no pensamos que el ataque llegara a este nivel... Los túneles
Ella empezó a dar órdenes para que todos los civiles fueran desalojados de ahí, era buena idea pero la brecha que había entre la última línea de defensa se hacía cada vez más grande y más monstruos pasaban.
Charles no recordaba mucho sobre como consiguió llegar a los túneles con su hermana, no querían irse pero Hazel no les dejó otra opción, ahí se encontraron a los mellizos, estuvieron vagando sin tener idea a donde ir. Al tercer día Charles sintió un nuevo peso en el bolsillo de su pantalón, metió la mano y descubrió que era lo que pensaba, contracorriente. El mundo se detuvo, fue como si no importara nada más que él, la espada y lo que significaba. Siguió caminando casi a ciegas en realidad no podía pensar en otra cosa, no podía ser cierto, pero Percy se lo había dicho "la espada le correspondería cuando fuera demasiado mayor para utilizarla o cuando él muriera" . Charles quería gritarle a los dioses, al universo ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿En donde estaban sus padres? ¿Qué maldito les había hecho algo así? Quería verlos, los necesitaba.
¿Habría podido hacer algo? Si tan solo no se hubiera ido, pero necesitaba seguir caminando su hermana lo necesitaba más que nunca, pero a ella también le falló, estaba tan concentrado en su miseria que no se dio cuenta que los seguían, hasta que una dracaenae arrancó a su hermana de su agarré, ella se defendió, pero aún así el monstruo le hizo un corte horrible en la clavícula.
Cuando Charles se dio cuenta sintió pánico, su hermana era mortal y la ambrosía no le ayudaría. Sin pensarlo realmente sacó la espada y atacó, Zoé miró con los ojos abiertos la nueva espada que blandía y gritó, un sonido lleno de puro dolor. Como pudo ayudó a su hermano para deshacerse de los monstruos, algo que realmente fue terrorífico porque Zoé tal vez impulsada por el dolor y la furia parecía un torbellino con su cuchillo y todo esto mientras su herida sangraba. Los mellizos estaban aterrados.
Después de eso Charles le cuidó la herida, pero ella parecía en otro mundo, como si todo en ella se hubiera drenado. Por puro milagro se toparon con el campamento que Thalia mantenía con sus cazadoras
—Están bien— suspiró Thalia realmente aliviada cuando los vio
—¿Hay alguien más aquí?— preguntó Charles que todavía no quería perder la esperanza
—6 mestizos del campamento griego y Sammy— respondió Thalia —él ha estado preguntado por ustedes y por Silena
Charles ni siquiera había pensado en ellos
—¿Qué fue lo que pasó Thalia?— susurró Charles
—Ahorita no— dijo Thalia mirando a los mellizos y a Zoé —ella está herida, necesitan descansar
Al día siguiente, Thalia le contó lo que sabía
—Parece que después de todo Rachel sí dijo una nueva profecía, pero no me preguntes porque no la sé— comenzó Thalia —pero de alguna manera involucra a los mestizos, los dioses tomaron cartas en el asunto
—¡¿Atacándonos?!— gritó Charles
—Shhh todavía no es seguro ningún lugar— dijo Thalia —los dioses están en guerra entre ellos mismos por esto, Artemisa desafió las ordenes de mi... de Zeus cuando nos avisó. Afrodita hizo lo mismo con Piper, Hestia y Apolo intervinieron en su defensa, pero no creo que haya resultado, si no se detienen esto va a acabar peor
—¿Cómo pudieron hacer algo así?— masculló Charles furioso —no podemos dejar que se sigan saliendo con la suya, así como si nada
—Lo sé, pero de momento no podemos hacer nada— dijo Thalia —tenemos que encontrar a los que lograron salir
—Nuestros...
Thalia negó con la cabeza —En el Campamento Júpiter todas las defensas se quedaron hasta el final — dijo con voz temblorosa —lo siento. En el campamento Mestizo los monstruos fueron por la fogata de Hestia, pocos lograron salir
—No puede estar pasando— susurró Charles
No recordaba que le había dicho Thalia estuvieron dos semanas con ella, antes de que aparecieran Bianca y Esperanza deshechas, luego de eso Charles con todo su grupito se fueron. Y luego justo en el peor momento en que temía por la vida de su hermana y de Sammy aparecieron en la sala de Trono.
Sally miró al chico frente a ella con una mueca horrorizada ¿Cómo se habían atrevido los dioses a hacer algo tan cruel? Ella lloró por la injusticia de todo esto. El chico lo había contado todo con una expresión cruda, pero sin derramar una sola lágrima, al menos hasta que Sally lo tomó de la mano y lo acercó a ella. Él se desahogó, al menos su carga disminuyó un poco
—Lo siento— dijo Charles limpiándose los ojos
—No lo hagas— dijo Sally —fue realmente horrible todo eso, pero piensa que ahora tienes una segunda oportunidad
—¿Realmente la tengo?— preguntó Charles
—Claro que sí, no la pierdas por el miedo— aconsejó Sally, tratando de tranquilizarse —el miedo nunca lleva a nada bueno
Se quedaron así, uno frente al otro por mucho tiempo. Sally estaba furiosa y triste, pero no podía hacer nada, bueno, tal vez podía ayudar al chico a que se acercara a Percy y Annabeth. Pronto Charles se quedó dormido, parecía tan tranquilo y Sally se dio cuenta que por primera vez lo estaba aunque sea un poco, las noches anteriores se movía de un lado a otro sin descansar realmente. Eso estaba pensando cuando Percy entro al palacio, verlo hizo que un dolor sordo apareciera en su pecho, ella lo abrazó
—Mamá ¿Estás bien?— preguntó Percy con preocupación, mirando a Charles que se encontraba dormido
—Claro que sí mi niño— dijo abrazándolo mas fuerte —cariño ¿Me podrías hacer un favor?
—Por supuesto que sí— dijo Percy
—Ve a buscar a Zoé— dijo Sally
—A Zoé— repitió Percy —¿Cómo a mi... Como a Zoé?
—Sí, a ella— dijo Sally con una pequeña sonrisa
—De acuerdo— murmuró Percy —¿Pero segura que estás bien?
Sally asintió y Percy salió del palacio mirando con sospecha a su mamá. Diez minutos después regresó con Zoé, ella entró al palacio y miró la escena con sorpresa
—Mi hermano— dijo Zoé
—Está dormido, tranquila— dijo Sally
—Percy, cariño ¿Nos podrías dar unos momentos a solas?— preguntó Sally
Percy hizo una mueca, pero asintió saliendo del palacio
—¿Qué pasa?— preguntó Zoé
—Tu hermano me ha contado todo— dijo Sally
—¿Todo?— murmuró Zoé con una mueca
Sally asintió
—Se siente culpable por lo que pasó, pero no podía hacer nada— dijo Zoé —y también cree que fue su culpa que me lastimaran— dijo la niña descubriendo una cicatriz en su clavícula —pero eso no es cierto
—Por supuesto que no— comentó Sally —¿Cómo iban a ser culpables?
—¿Ahora que hacemos?— preguntó Zoé
—Seguir intentándolo— dijo Sally —solo eso
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