-Bueno chicos es hora de cenar- dijo Hestia -ya pronto terminaremos el libro

Los chicos y dioses se dirigieron al comedor donde Hestia preparó una gran cena a base de cereales, fruta, pastelillos y batidos (azules para Percy). Como desde el momento en que llegaron los chicos, había mucho ruido alrededor de la mesa unas cuantas bromas y también unas cuantas miradas asesinas.

-Así que ¿Que tanto estuvieron haciendo mientras se encontraban fuera?- preguntó Travis mirando a Chris y a su novia

-No es algo que te importe- masculló Clarisse

-¿Y a Ares le importará? Porque hermano, esa mirada que te está dando quiere decir que quiere matarte- dijo Connor en tono serio

-Yo voy a ser quien los mate a ustedes- gruñó Clarisse

En otra parte de la mesa:

-¿No te he dicho ya que apartes las manos de mi hijo?- gruñó Hades

Will quitó su mano del hombro de Nico, pero solo para poder tomar su mano por debajo de la mesa

-No de nuevo, por favor- murmuró Nico

-¿No te he dicho ya que dejes de ser tan amargado?- preguntó Apolo con un pastelillo en la mano

-Además míralos, lucen adorables- señaló Perséfone -igual que Hazel con el hijo de Marte

Hades miró Hazel -¿Estás segura de que no quieres convertirte en una Cazadora de Artemisa?

Hazel se sonrojó furiosamente. Frank se atragantó con su galleta

-Siempre se aceptan nuevas reclutas- dijo Bianca con una sonrisa

-Oh por los dioses- murmuró Hazel abanicándose con la mano

En otras partes de la mesa Afrodita y Ares coqueteaban descaradamente haciendo sentir sumamente incómoda a Piper que escondía su sonrojo en el pecho de Jason mientras él trataba de aguantar la risa. Poseidón y Atenea pelean por una tontería. Percy trataba de explicarles a Annabeth, Leo, Calipso y Thalia, la razón de que los batidos azules fueran mejores que los batidos de cualquier otro color (Con algunos comentarios mordaces de Thalia). Luke, por otro lado parecía incómodo, miraba a todos lados como si no estuviera seguro de a donde pertenecía

-¿Sabes? Podrías intentar en cualquiera de las charlas con los chicos- dijo Hermes apareciendo al lado de su hijo

Luke lo miró

-Bueno, tal vez no con todos- reflexionó Hermes -mantente alejado de la hija de Ares, mira que matar al drakón de esa manera... ¿Tal vez podrías unirte a Annabeth y Percy? Son buenos chicos

Luke asintió

-¿O esa chica, Thalia?- preguntó Hermes

-Ella... Ella es una cazadora- dijo Luke sonrojándose furiosamente y mirando como si no entendiera por que había dicho eso

Hermes miró a su hijo con una ceja alzada, antes de que Hermes pudiera decir cualquier otra cosa Luke habló de nuevo

-¿Por qué estás siendo tan... Uhh... Amable conmigo? Has leído todo lo que pasó

Hermes miró a su hijo con semblante serio -Todos hemos cometido errores yo lo entiendo, tus amigos lo entienden, no tienes que seguirte culpando, alejándote de ellos

-¿Pero cuánto durará esto?- preguntó Luke

-Lo que dure, puede ser un tiempo bien aprovechado, creo que todos debemos hacerlo

A la mañana siguiente, luego de tratarte desayunar con más normalidad, todos se reunió en la sala de trono para continuar la lectura

-Es hora de seguir- dijo Hestia -¿Quién quiere leer?

-Yo leo- dijo Miranda tomando el libro -hacemos polvo la ciudad entera

El puente hacia el Olimpo se estaba disolviendo. Salimos del ascensor al sendero de mármol blanco y casi en el acto empezaron a abrirse grietas a nuestros pies.

-No puede ser- masculló Zeus

-Soy muy guapo para morir- dijo Apolo

Los demás dioses le dieron una mala mirada

— ¡Saltad! —dijo Grover, lo cual era fácil para él, siendo en parte una cabra montesa.

Dio un salto y alcanzó la siguiente losa, mientras la nuestra se ladeaba vertiginosamente.

-Cierto, ojalá hubiera sido así de fácil saltar- dijo Thalia

-A veces quisiera ser mitad cabra montesa- dijo Percy

-Es algo muy divertido- dijo Grover

-Altamente recomendado- bromeó Connor

— ¡Dioses, no soporto las alturas! —chilló Thalia.

-Por si no lo recordaban- masculló Thalia

-Y yo iba a decir que fuéramos en un paseo por los aires- dijo Jason

-Un amable ofrecimiento, pero no gracias- dijo Thalia

Jason y Thalia se miraron, a pesar del tiempo que llevaban en el Olimpo se sentía extraño bromear entre ellos, no de una mala manera, si no de una manera en la que aún no puedes creer que después de todo no estás tan sólo como creías.

Ella y yo saltamos también. Pero Annabeth no estaba para acrobacias. Se tambaleó y soltó un alarido:

— ¡Percy!

-Porque obviamente primero piensa en Percy- dijo Thalia

-Odias las alturas- señaló Annabeth con una pequeña sonrisa

-Ella tiene un punto- dijo Piper

-Además querida, es obvio que siempre va a pensar primero en Percy- dijo Afrodita con un suspiro

La agarré de la mano justo cuando la losa se desplomaba y se partía en mil pedazos. Por un momento creí que me arrastraría con su peso y nos precipitaríamos los dos al vacío. Los pies le colgaban en el aire y su mano se me escurrió lentamente hasta que sólo la tuve sujeta por los dedos.

Era tan parecido a lo que sucedió en otro lugar y otra fecha. Fecha desde la cual no había transcurrido demasiado atrás.

Percy cerró los ojos y tomó con fuerza la mano de Annabeth.

-¿Percy te encuentras bien?- preguntó Poseidón con preocupación al ver que Percy había palidecido

Percy asintió con la cabeza

-¿Annabeth?- preguntó Atenea al mismo tiempo

-E... Estoy bien- dijo Annabeth con voz temblorosa

Grover y Thalia se aferraron entonces a mis piernas, y encontré una reserva de energía extra. Annabeth no iba a caerse.

Los semidioses de Argo II miraron con incomodidad a Percy y Annabeth que se aferraban el uno al otro

Tiré de ella con todas mis fuerzas hasta ponerla a salvo y los dos nos desmoronamos temblorosos. No me había dado cuenta de que nos rodeábamos el uno al otro con los brazos hasta que ella se puso de repente toda tensa.

-Ay querida abrázalo con más fuerza- dijo Afrodita

-Se veían muy monos abrazados- dijo Grover

-Ellos siempre se ven muy monos- dijo Perséfone

-Gracias- murmuró Percy

Hum, gracias —murmuró.

Intenté decir « De nada», pero me salió un gritito agudo.

-Entendí el "de nada"- dijo Annabeth con una sonrisa temblorosa

-Sabía que lo harías- dijo Percy

— ¡Sigamos adelante! —exclamó Grover.

Nos desenlazamos y echamos a correr por el puente del cielo, mientras otras losas se desintegraban para hundirse en el olvido.

-En ese momento pude contemplar por que el miedo de Thalia las alturas- comentó Percy -No fue nada divertido- dijo Thalia

-Pero aun así lograste dominar tu miedo para ir ayudar a tus amigos- dijo Reyna -no todos lo logran, eres una buena cazadora

-Gracias- dijo Thalia con una pequeña sonrisa

Justo cuando alcanzábamos el pie de la montaña se vino abajo el último tramo.

-Al menos tuvo la decencia de esperar a que pasaran para derrumbarse- dijo Connor

-Qué amable fue ese tramo- dijo Percy

Annabeth se volvió a mirar el ascensor, ahora totalmente fuera de nuestro alcance: unas puertas metálicas relucientes suspendidas sin ningún apoyo en el aire, a seiscientas plantas por encima de Manhattan.

-No puede ser, el ascensor me gusta- se quejó Apolo

-Te das cuenta que sucede porque la conexión se está perdiendo ¿Cierto?- comentó Artemisa

-Más buenas noticias- masculló Dionisio -lo que faltaba

-Además, ya no pueden llegar nuevos refuerzos para los chicos- comentó Poseidón con una mueca

Nos hemos quedado aislados —dijo—. Estamos solos.

-Odié esa frase- dijo Grover

-También yo- asintió Annabeth

— ¡Beee-eee! —Baló Grover—. La conexión entre el Olimpo y

Norteamérica se está disolviendo. Si se rompe...

Esta vez los dioses no se trasladarán a otro país —comentó Thalia—. Será el fin del Olimpo. El final definitivo.

-Soy muy bello como para que sea el final definitivo- dijo Apolo

-Esto es demasiado grave- señaló Artemisa

-Bueno, más les convendría no fallar- masculló Hera

Thalia rodó los ojos

-¿Y qué crees que están haciendo?- preguntó Poseidón

Corrimos por las calles. Había mansiones en llamas y estatuas derribadas. En los parques, se veían árboles destrozados y convertidos en astillas. Parecía como si hubieran atacado la ciudad con un cortacésped gigante.

La guadaña de Cronos —murmuré.

-Me gusta más el nombre de cortacésped gigante- dijo Leo

-Lo sé- dijo Percy -suena mejor

-Tiene más estilo- asintió Leo -puedes meter una solicitud para cambiar el nombre

-Creo que lo haré- dijo Percy riendo

Seguimos el sinuoso sendero hacia el palacio de los dioses. No recordaba que fuese tan largo. Quizá Cronos estaba ralentizando el tiempo, o quizá era el miedo lo que me producía ese efecto.

-Era un poco de ambas- dijo Thalia

-Creo que en ese momento todos nos sentíamos así- dijo Annabeth

-Y que lo digas- murmuró Grover

Toda la cima de la montaña estaba en ruinas. Habían desaparecido montones de edificios y jardines preciosos.

Los dioses hicieron una mueca

-Nos tomará mucho tiempo repararlo- masculló Dionisio

-Somos dioses- señaló Apolo -no nos tomará taaanto tiempo

Percy miró a Annabeth con una sonrisa

Unos cuantos dioses menores y algunos espíritus de la naturaleza habían intentado detener a Cronos.

-Pero no funcionó- dijo Grover con una mueca de tristeza

-Bueno, creo que eso no vamos a poder repararlo- dijo Hestia con nostalgia

Los chicos y algunos de los dioses hicieron una mueca

Lo que quedaba de ellos estaba ahora esparcido por el suelo: armaduras aplastadas, túnicas desgarradas y espadas y lanzas partidas en dos.

-Lo intentaron- suspiró Hestia

-También fueron héroes- dijo Poseidón

-Fueron muy valientes- asintió Percy s

-Sí lo fuera- dijo Grover

Desde lejos, nos llegó la voz rugiente de Cronos:

— ¡Arrasadlo todo! Es lo que prometí. ¡Que no quede piedra sobre piedra!

-Vaya, gracias por cumplir tu palabra- masculló Travis con sarcasmo

-Realmente no se hubiera molestado- dijo Connor

-No era necesario que se lo tomara tan en serio- dijo Leo

-Exacto- asintió Travis

Un templo de mármol blanco con cúpula dorada explotó de repente.

Artemisa le dio una mirada asesina a Luke -Tenías que meterte con mi Santuario

-Lo lamento- murmuró Luke

La cúpula salió disparada como la tapa de una tetera y se deshizo en pedazos, rociando la ciudad de escombros.

Era el santuario de Artemisa —masculló Thalia—. Lo pagará caro.

-Por supuesto que sí- masculló Artemisa

-Hermanita, ahora que tengas un nuevo templo, te ayudaré a decorarlo porque tu sentido de la moda es muy malo- dijo Apolo

-Estoy de acuerdo- asintió Afrodita

Artemisa rodó los ojos

Cuando pasábamos por debajo de un arco de mármol con estatuas descomunales de Zeus y Hera, la montaña entera gimió y se ladeó como una barca en mitad de una tormenta.

-Agh, no puede ser- gruñó Thalia

-Era justo lo que faltaba para la batalla- masculló Annabeth entre dientes

-Es justo el ánimo que necesitaban- señaló Apolo

Hera le dio una mirada asesina

— ¡Cuidado! —gritó Grover. El arco se desmoronó bruscamente. Levanté la vista y vi cómo se nos venía encima una Hera ceñuda de veinte toneladas.

-¿En serio?- masculló Poseidón mirando a Hera

-Yo no hice nada- se defendió Hera

-Hera, eso no es una coincidencia- bufo Poseidón

-Además la traes contra mi hija- masculló Atenea

-Pues tu mocosa es una imprudente- dijo Hera

-Te das cuenta de que iban al Olimpo a ayudar ¿No?- preguntó Poseidón -¿Crees que les hacía falta ese tipo de detalles?

Hera hizo un gesto despectivo -Sus mocosos están aquí

Nos habría dejado bien aplanados a Annabeth y a mí, pero Thalia nos dio un empujón por detrás y nos salvamos por los pelos.

-Gracias- dijo Percy

-Con esa, me deben como 20- bromeó Thalia

-Lo tendremos en cuenta- dijo Annabeth

-Y es por eso que están aquí- señaló Atenea

-Sea como sea, están aquí- dijo Hera con indiferencia

— ¡Thalia! —chilló Grover.

La encontramos todavía con vida cuando se despejó la nube de polvo y la montaña dejó de estremecerse, pero tenía las piernas atrapadas bajo la estatua.

Jason hizo una mueca de preocupación

-Como si no tuviéramos suficientes problemas- masculló Thalia

Zeus frunció el ceño -Hera...

-Oh querido, ni siquiera empieces- interrumpió Hera -no era para tu queridísima hija, ella se atravesó

-¿Así que ahora es mi culpa?- preguntó Thalia

-Que no vuelva a suceder- gruñó Zeus mirando a su esposa

Aunque intentamos desesperadamente mover aquella mole de mármol, habría sido necesaria la fuerza de varios cíclopes. Tiramos de Thalia para tratar de sacarla, pero ella aulló de dolor.

-Bueno sesos de alga, no fue precisamente divertido- dijo Thalia

-Y no teníamos ni siquiera un ciclope para tratar de sacarte- dijo Percy

-Pero al menos estás bien- dijo Jason

Thalia sonrió -No iba a dejar que una estatua me derrotara

-Técnicamente...- murmuró Miranda leyendo el resto

He sobrevivido a infinidad de batallas —rezongó— y, al final, acaba derrotándome un estúpido pedazo de piedra.

-Esa es la ironía del siglo- asintió Apolo

Thalia se sonrojó

-Bueno, la estatua te ganó la batalla, pero no la guerra- bromeó Jason

-No lo había visto de esa manera, pero tienes razón- dijo Thalia con una sonrisa

Es Hera —masculló Annabeth, indignada—. Me la tiene jurada desde el año pasado. Su estatua me habría matado si no nos hubieras quitado de en medio.

-Porque obviamente es mejor atacar cuando los chicos están tratando de defender el Olimpo - masculló Poseidón

-Odio estar de acuerdo con el marisco- dijo Atenea -pero se han quedado aislados y necesitaban toda la ayuda posible

Hera rodó los ojos -Fue un accidente

Thalia hizo una mueca.

Bueno, ¡no os quedéis ahí! —dijo—. No me va a pasar nada. ¡Idos!

-Que mandona- dijo Percy

-¿Que más me podía pasar?- preguntó Thalia

-¿Sabes? Nunca deberías hacer esa pregunta- dijo Percy

-Cierto, pero aun así no se podían quedar ahí- dijo Thalia

-Pero tampoco queríamos dejarte- dijo Annabeth

-Lo sé, pero era necesario

Nos resistíamos a dejarla allí, pero oíamos las carcajadas de Cronos, que ya debía de estar cerca del palacio de los dioses, y también los estallidos de otros edificios.

Volveremos —prometí.

No pienso ir a ninguna parte —gruñó ella.

-Bueno, por si las dudas- dijo Percy

-Gracias por la preocupación, pero te prometo que no iba a ir a ningún lado- dijo Thalia -Contigo nunca se sabe- bromeó Percy

-Vaya, gracias- masculló Thalia -habrías hecho lo mismo

-Son más parecidos de lo que se quieren dar cuenta- señalaron Jason y Annabeth al mismo tiempo

-Por supuesto que no- dijo Thalia

-Claro que no- dijo Percy

Una bola de fuego se elevó sobre la ladera de la montaña, junto a las puertas del palacio.

Hay que correr —dije.

Supongo que no querrás decir « montaña abajo» —musitó Grover, sin perder del todo la esperanza.

-Era una buena idea- dijo Connor

-Era una idea increíble- dijo Grover

-Lo sé, a mí también me fascinaba esa idea- dijo Percy

-Pero no pueden dejarme- bromeó Thalia

-Tienes razón- dijo Grover -"montaña abajo" ya no es tan buena idea

Salí disparado hacia el palacio, seguido de Annabeth.

Ya me lo temía —suspiró él, y galopó a nuestra zaga.

-La decepción- murmuró Travis

-Cuánta traición- dijo Connor

-Y que lo digan- murmuró Grover

Las puertas del palacio eran lo bastante grandes como para que pasara un crucero, pero las habían arrancado de sus goznes y destrozado como si fueran de papel. Tuvimos que trepar por una montaña de cascotes y metal retorcido para entrar.

-Una escena que realmente no quisiera volver a ver- dijo Percy

-Algo que no quiero ver- dijo Apolo

-Ninguno de nosotros- estuvo de acuerdo Artemisa

-Es algo difícil de olvidar- dijo Percy

Annabeth a su lado, asintió

Cronos se hallaba en medio de la sala del trono con los brazos abiertos, contemplando el techo estrellado como si quisiera absorberlo todo. Sus carcajadas reverberaban de un modo aún más atronador que desde los abismos del Tártaro.

-Eso es lógico- dijo Atenea -ya estoy ahí

-Algo que espero no dure mucho- masculló Dionisio

-Y que no vuelva a salir jamás- señaló Hefesto

-Eso me parece una grandiosa idea- dijo Apolo

-A nosotros también- dijo Will

— ¡Al fin! —bramaba—. El Consejo de los Dioses, tan soberbio y poderoso... ¿Cuál de sus tronos destruiré primero?

-Lamento arruinar tu diversión, pero ninguno- dijo Leo

-Ninguno me parece adecuado- dijo Hermes

Los chicos asintieron

Ethan Nakamura permanecía a un lado, procurando mantenerse fuera del alcance de la guadaña de su amo.

-Ni siquiera él puede ser tan tonto- masculló Hera

-Cualquiera con sentido común se mantendría alejado de esa cosa- dijo Zoë

-Por supuesto, nadie quiere estar cerca del cortacésped gigante- dijo Leo

-¿En serio vas a llamar cortacésped gigante a un arma tan poderosa?- preguntó Calipso

-Es un nombre genial, nena- dijo Leo

La hoguera estaba prácticamente apagada; sólo quedaban algunos brasas entre las cenizas. A Hestia no se la veía por ningún lado. Tampoco a Rachel.

-Bueno querido, no esperabas que se quedaran ahí ¿O sí?- dijo Perséfone

-No- dijo Percy negando con la cabeza

-No habría sido sensato- comentó Hestia

Confiaba en que estuviera bien, pero había visto ya tanta destrucción que prefería no pensarlo.

-Estaba bien- asintió Rachel

-Además de que, bueno, Rachel es un poquito imprudente también- señaló Katie

-Eso es cierto- comentó Reyna

-Claro que no- se defendió Rachel

-Secuestraste a Blackjack- señaló Nico

-No lo secuestré- dijo Rachel

-Te apuntaste a una carrera de carros griegos con semidioses y dioses- señaló Reyna

-Oye, pero ganamos- dijo Rachel

El taurofidio se deslizaba por su esfera de agua, en la otra punta de la estancia, sin hacer ruido. Algo muy juicioso por su parte, aunque no pasaría mucho tiempo antes de que Cronos reparase en él.

-Bessie es muy inteligente- dijo Percy

-La criatura más peligrosa y le pone un hombre tan tierno- dijo Connor

Oye, todos necesitan un nombre tierno- dijo Percy

Annabeth, Grover y yo avanzamos bajo la luz de las antorchas. Ethan fue el primero en vernos.

Mi señor —dijo en señal de advertencia.

-Aquí vamos- murmuró Poseidón

-Después de 4 libros, ya deberías estar acostumbrado a las cosas peligrosas que hace tu hijo- señaló Apolo

-Por supuesto que no me voy a acostumbrar- masculló Poseidón

-Y cada vez se vuelven más peligrosas- dijo Frank

-Perfecto- dijo Poseidón

Percy sonrió con inocencia

Cronos se volvió y sonrió a través del rostro de Luke. Aparte de aquellos ojos dorados, tenía el mismo aspecto que cuatro años atrás, cuando me dio la bienvenida en la cabaña de Hermes. Annabeth emitió un gemido gutural, como si acabase de recibir un golpe a traición.

Luke se removió incómodo en su lugar

-Un golpe de traición desde hace 4 años- masculló Dionisio

Annabeth hizo una mueca tienes

-Dionisio, no puedes ser tan grosero- dijo Hestia

-Pero es la verdad- murmuró Dionisio

— ¿Te destruiré a ti primero, Jackson? —Dijo Cronos—. ¿Será ésa la decisión que debes tomar?, ¿luchar conmigo y morir o inclinarte ante mí? Las profecías nunca acaban bien, ¿sabes?

-A veces sí acaban bien- dijo Apolo

-¿Cómo cuál?- preguntó Will

-No puedo recordar ninguna en este momento, pero estoy seguro que alguna acabó bien- dijo Apolo

-Vaya- murmuró Will

Luke lucharía con espada —repuse—. Pero supongo que tú no posees su destreza.

-Comparten un cuerpo, así que es posible que sí la posea- dijo Bianca

-Pero es mejor que luche con espada, a qué luche con el cortaces... Digo con la guadaña- comentó Calipso

Leo le dio una sonrisa sexy

-Aunque sólo cambia la forma, no lo peligroso que es- señaló Annabeth

Cronos sonrió con desdén. Su guadaña empezó a transformarse hasta adoptar la apariencia de la vieja espada de Luke, Backbiter, con su doble filo de acero y bronce celestial.

-Odio esa espada- masculló Poseidón

-También yo- asintió Percy

Luke miraba lo interesante que era el piso

Annabeth sofocó un grito, como si hubiera tenido una ocurrencia repentina. — ¡Percy, la hoja! —Desenvainó su cuchillo—. « El alma del héroe, una hoja maldita habrá de segar».

-Esa fue una excelente deducción- dijo Atenea a su hija

-Gracias- dijo Annabeth

No comprendí por qué me recordaba aquella frase de la profecía justo en ese momento. No me servía precisamente para animarme.

-Ya sabes que a Annabeth le gusta recordar cosas al azar- dijo Thalia con sarcasmo

-Sí, eso parecía- dijo Percy

-Bueno, lo ha hecho otras veces- señaló Piper

-No lo he hecho- dijo Annabeth

Piper le dio una mirada irónica

Pero antes de que pudiera contestar, Cronos blandió su espada.

— ¡Espera! —gritó Annabeth.

Cronos se lanzó sobre mí como un torbellino.

-No puede ser- murmuró Poseidón palideciendo

-La buena noticia es que el chico tiene la bendición de Aquiles- señaló Artemisa

-Lo bueno es que eres inmortal y no puedes morirte de la preocupación- señaló Apolo

-Ya no estoy tan seguro- dijo Poseidón

-No seas dramático- dijo Zeus

Mi instinto tomó el mando automáticamente. Esquivé el golpe, di un mandoble y rodé por el suelo, pero me sentía como si estuviera luchando contra un centenar de enemigos.

-Lo peor es que lo dice por experiencia- dijo Apolo

-Y eso no ayuda precisamente, Apolo- señaló Hermes

-Pero todos sabemos que es verdad- dijo Apolo

Ethan se escurrió por un lado, tratando de ganarme la espalda, pero Annabeth le cortó el paso y empezó a combatir con él.

-Siempre protegiéndose- chilló Afrodita

-Son tan monos- dijo Perséfone

-En serio querida- dijo Hades -estás pasando mucho tiempo con Afrodita

Afrodita le lanzó una mirada asesina

No podía desviar la mirada para ver cómo le iba. Percibí vagamente que Grover se había puesto a tocar sus flautas de junco.

-Nos las arreglamos- dijo Annabeth

-Como siempre lo hacemos- dijo Percy

-Es lo que mejor nos sale- dijo Annabeth con una sonrisa

-Sobre todo si estamos juntos, listilla- dijo Percy

Annabeth se sonrojó

-Van a causarme caries- dijo Thalia haciendo una mueca

Percy le sacó la lengua

-Arruinaste el momento- dijo Piper riendo

Thalia se encogió de hombros

Su sonido me inundó de ardor y coraje: me evocaba la sensación de un prado tranquilo, de un sol reluciente y un cielo azul: todo muy alejado del fragor de la guerra.

-Era lo mejor que podía hacer- dijo Grover

-Y estuvo fenomenal- dijo Percy

-Gracias- murmuró Grover

Cronos me acorraló contra el trono de Hefesto, un enorme armatoste mecánico lleno de palancas de bronce y plata, y me asestó un tajo tremendo.

-No te recomiendo que te subas al trono- refunfuñó Hefesto

-Sobre eso...

-En realidad no es que me sorprenda- dijo Jason

-Gracias bro- dijo Percy -me conoces tan bien

Me las arreglé para subirme al asiento de un brinco y el trono zumbó y ronroneó como si se hubieran accionado sus mecanismos secretos. « Modo defensa», advirtió una voz enlatada.

-Eso es genial, tienes modo defensa en tu trono- dijo Apolo -yo quiero un modo defensa Hefesto lo miró horrorizado

-Por favor, no la vayas a hacer- dijo Hermes -suficiente tenemos ya

-Me siento traicionado- dijo Apolo

-Es la verdad- dijo Hermes

Aquello no presagiaba nada bueno. Me lancé sobre la cabeza de Cronos justo cuando el trono empezaba a disparar filamentos eléctricos en todas direcciones:

-Gracias por la advertencia, ahora sabemos que no nos debemos meter con el trono de Hefesto- dijo Apolo

-Eso fue muy guay- dijo Leo -¿Creen que podría ponerle a Festus algo así?

-Mientras no nos confunda con sus enemigos- dijo Piper

-No lo haría- dijo Leo -y sería un gran ajuste

Uno de ellos le dio al titán en la cara y recorrió todo su cuerpo y su espada. — ¡Ah! —exclamó, cayendo de rodillas y soltando a Backbiter.

-Ahora trata de que no te toquen a ti- dijo Poseidón

-Lo intentaba- asintió Percy -suficiente con ver lo que hace

-Perfecto, eso me hace sentir mejor- asintió Poseidón

Annabeth aprovechó la ocasión. Quitó de en medio a Ethan de una patada y cargó contra Cronos.

— ¡Luke, escucha!

Quería gritarle, decirle que estaba loca si pretendía razonar con el titán, pero no me dio tiempo.

-Puedes gritarle ahorita- dijo Thalia

-¡Thalia!- chilló Annabeth

-No gracias- dijo Percy

-Percy prefiere vivir- dijo Connor

-Lo que es una sabia decisión- dijo Travis

Cronos hizo un gesto con la mano y Annabeth salió volando hacia atrás para estrellarse contra el trono de su madre y desplomarse en el suelo.

Atenea le lanzó una mirada sumamente amenazante a Luke, Luke se encogió en su lugar como si de esa manera la diosa de la sabiduría no pudiera verlo más

— ¡Annabeth! —grité.

Ethan Nakamura se levantó, interponiéndose entre Annabeth y yo. No podía luchar con él sin darle la espalda a Cronos.

La tensión iba en aumento en la sala, tanto de los chicos que conocían toda la historia, como de los que no. Poseidón y Atenea parecían preocupados por sus hijos, aunque a esta última casi no se le notaba

Grover entonó una melodía más acelerada mientras se acercaba a Annabeth, aunque no podía correr demasiado mientras tocaba. La hierba empezó a crecer en la sala del trono. Entre las grietas de las losas de mármol surgían raíces diminutas.

-Pero no sirvió de mucho- murmuró Grover

-Claro qué sirvió- dijo Percy -estuviste genial G-man

-Gracias- dijo Grover con una pequeña sonrisa

Cronos intentó incorporarse. Tenía el pelo chamuscado y la cara llena de quemaduras por la descarga eléctrica. Alargó el brazo, pero esta vez la espada no voló a sus manos.

-Una verdadera lástima- dijo Travis

-Estoy tan triste por eso- dijo Katia

-Sería el colmo que todavía volara a sus manos- dijo Rachel

-En nuestras vidas siempre suceden los colmos- dijo Thalia

-Por ejemplo Thalia aplastada bajo una estatua de Hera- señaló Apolo

— ¡Nakamura! —gruñó—. Ya es hora de poner a prueba tu valía. Tú conoces el punto débil de Jackson. Acaba con él y te llevarás una jugosa recompensa.

-Por supuesto, siempre enviando a otros hacer su voluntad- dijo Deméter

-Tan cobarde que no puede hacer el mismo el trabajo- masculló Hades

Recibió algunas miradas irónicas

Ethan bajó la vista hacia mi cintura y tuve entonces la certeza de que conocía mi secreto. Aunque no pudiera matarme por sí mismo, le bastaba con decírselo a Cronos. Yo no podría defenderme eternamente.

-Debiste matarlo- masculló Ares

-Y dale con eso- bufó Poseidón -mi hijo tomó una buena decisión

-Claro y esa "buena decisión" lo va a matar- señaló Ares rodando los ojos -bastante brillante

— ¡Mira alrededor, Ethan! —le dije—. El fin del mundo. ¿Ésta es la recompensa que deseas? ¿De veras quieres verlo todo destruido?, ¿lo bueno y lo malo? ¿Todo?

-No conversas con el enemigo, simplemente te lanzas a la carga- bufó Ares

Frank miró a Ares recordando aquella ocasión donde las voces de Ares y Marte le decían que debía matar a todos, no era muy diferente en ese momento, lo cual era sumamente raro

Grover casi había llegado junto a Annabeth. La hierba se espesaba en el suelo. Las raíces ya tendrían un palmo de largo.

No hay ningún trono de Némesis —murmuró Ethan—. Ningún trono para mi madre.

Los dioses se miraron entre ellos

-Tampoco yo tengo trono- masculló Hades

-Oh querido, pero tenemos el Inframundo para nosotros- dijo Perséfone

-Un gran lugar- dijo Deméter con sarcasmo

— ¡Exacto! —Cronos se puso de pie un instante, pero le fallaron las piernas. Por encima de la oreja izquierda, tenía un mechón de pelo rubio chamuscado—. ¡Acaba con ellos! ¡Merecen sufrir!

Hera resopló

-No fue suficiente el hecho de que fuera un terrible padre- dijo Deméter

-A él nunca nada le parece suficiente- señaló Poseidón

-Lo cual ya ni siquiera debería sorprendernos- dijo Hades

Me dijiste que tu madre era la diosa del equilibrio —le recordé—. Los dioses menores merecen algo más, Ethan, pero la destrucción total no es una respuesta equilibrada. Cronos no construye nada. Sólo destruye.

-Ese es un argumento increíble, espero que te haga caso, bro- dijo Jason

-Gracias bro, a veces doy buenos argumentos

-Sí bro, no hay forma de discutir con tus argumentos- comentó Jason

-Estos niños están más locos que nosotros- asintió Apolo

Ethan miró el trono crepitante de Hefesto, mientras la música de Grover seguía sonando, y empezó a mecerse siguiendo el ritmo, como si aquella canción lo llenase de nostalgia:

-Te dije que tu música era una maravilla- dijo Percy con una sonrisa nostálgica

-Gracias- dijo Grover -fue lo mejor que pude hacer

Percy le dio una sonrisa

Del deseo de ver un día radiante, de estar en cualquier otro sitio menos allí. Su ojo bueno parpadeó.

Entonces se lanzó a la carga... pero no contra mí.

-Y puedes observar que Percy tomó la decisión correcta- dijo Poseidón mirando a Ares

Ares hizo un gesto despectivo con la mano -Como digas

Se acercó a Cronos, que seguía de rodillas, y descargó su espada sobre el cuello del titán. El golpe debería haberlo matado en el acto, pero la hoja se hizo añicos. Ethan cayó hacia atrás, agarrándose el estómago. Un fragmento de la hoja había rebotado en su armadura y la había atravesado.

-Al final hizo lo correcto- dijo Hestia -fue un héroe y fue muy valiente

-Sí lo fue- dijo Percy

-Creo que sabía que estaba mal, simplemente tampoco sabía qué hacer para tratar de mejorarlo- dijo Hestia

-Lo importante es que se dio cuenta- dijo Poseidón mirando a su hijo con orgullo

Cronos se levantó, tambaleante, alzándose ante su siervo.

— ¡Traición! —gruñó.

-El traidor quejándose de traición- resopló Hera

Luke se sonrojó

Grover seguía tocando y la hierba crecía en torno al cuerpo de Ethan. Éste me miró con la cara contraída de dolor.

Merecerían algo más —jadeó—. Si al menos tuvieran... tronos.

-Tiene razón- señaló Hestia -hemos sido muy egoístas

-Pero Hestia...- empezó Apolo

-Tampoco podemos darles un lugar en el consejo de los dioses- dijo Zeus -todos tenemos un lugar en el orden de las cosas

-Tal vez hubieran estado de nuestro lado si...- murmuró Deméter

-No lo puedes asegurar- dijo Hera -los dioses menores son incontrolables

Cronos dio un pisotón y el suelo en torno a Nakamura se resquebrajó. El hijo de Némesis cayó por una sima que atravesaba el corazón de la montaña directamente hacia el vacío.

Los chicos hicieron una mueca

-Espero que haya llegado a los Elíseos- dijo Jason

Hades se percató de las miradas -¿Cómo voy a saberlo?- preguntó -pero seguramente tuvo un juicio justo

Hasta aquí ha llegado —dijo Cronos, recogiendo su espada—. Y ahora vamos a ocuparnos de vosotros.

Mi único pensamiento era que debía mantenerlo alejado de Annabeth.

Afrodita soltó un chillido -Estos niños me encantan

Atenea rodó los ojos

-Son adorables- dijo Perséfone -aunque claro también me gustan Nico y Will

Los mencionados enrojecieron

-En realidad todas las parejas- dijo Afrodita con un suspiro emocionado -espero que el próximo libro sea de mi hija

Piper la miró horrorizada -Yo espero que no

Grover había llegado al fin a su lado y había dejado de tocar un momento para darle un poco de ambrosía.

-Gracias a los dioses- murmuró Hazel

-Ya nos empezábamos a preocupar de más- dijo Frank

-Grover llegó justo a tiempo- dijo Annabeth -gracias

Allí donde Cronos pisaba, las raíces se enrollaban en sus tobillos. Por desgracia, no eran lo bastante gruesas todavía, porque Grover había interrumpido su magia demasiado pronto, y sólo servían para estorbar al titán.

-Pero servían- dijo Miranda -es lo importante

-Quieras o no eso lo ralentizaba un poco- dijo Katie

-Lo que era de gran ayuda en ese momento- dijo Travis

Combatimos entre los restos de la hoguera, levantando chispas y pisando carbones casi apagados. Cronos cortó de un tajo el apoyabrazos del trono de Ares,

Ares soltó unas cuantas maldiciones

Cosa que me parecía muy bien, pero acto seguido me arrinconó contra el de mi padre.

Ares le lanzó una mirada asesina

-Y ya no me parecía tan bien- murmuró Percy

-Creo que te podría dar algo de ventaja- dijo Poseidón

— ¡Ah, sí! —Dijo Cronos—. ¡Éste sí que dará buena leña para mi nueva hoguera!

Nuestras hojas chocaban con un estallido de chispas. Él era más fuerte, pero en ese momento sentía en mis brazos el poder del océano.

-Pequeño error al acorralarte en el trono de tu padre- señaló Apolo -podría haberlo hecho en el trono de Atenea, así seguramente hubiera ganado

Atenea hizo que lo atacarán unas lechuzas

Le di un empujón y le lancé otra estocada. La hoja de Contracorriente le golpeó tan de lleno en la coraza que abrió una hendidura en el bronce celestial.

-Eso es Percy- dijo Poseidón con una gran sonrisa -eres un gran luchador

Percy le dio una sonrisa nostálgica

El titán dio un pisotón en el suelo de mármol y el tiempo se ralentizó. Traté de atacar, pero me movía a la velocidad de un glaciar. Cronos retrocedió con toda tranquilidad y aprovechó para recuperar el aliento.

-Cobarde- gruñó Ares

-Cobarde, pero no es tan idiota- dijo Dionisio

-No, no tanto, para nuestra desgracia- masculló Poseidón

Examinó la abertura de su coraza mientras yo me debatía para avanzar un milímetro y lo maldecía entre dientes.

-Te puedo enseñar unas maldiciones muy buenas- dijo Apolo -dejarás impactados a todos

-Ni siquiera se te ocurra- dijo Poseidón

-No seas aburrido- dijo Apolo

-No sé- murmuró Percy -creo que así estoy bien

-Como quieras- dijo Apolo -¿Nico?

-No- dijo Hades

-Sí- comentó Nico al mismo tiempo

-Oh por los dioses- suspiró Will

Él podía tomarse todos los tiempos muertos que quisiera. Podía dejarme clavado en el sitio cuando le apeteciera.

-Pequeño detalle- dijo Leo

-Detalle casi insignificante- dijo Percy -Nunca lo hubiera notado- dijo Leo

Mi única esperanza consistía en que el esfuerzo para hacerlo lo fuese consumiendo. Si lograra agotarlo del todo... — ¡Demasiado tarde, Percy Jackson! —dijo—. ¡Mira!

Los dioses suspiraron

-Eso no suena nada bien- dijo Artemisa con una mueca

Señaló los restos de la hoguera y los carbones brillaron otra vez incandescentes. Se alzó una cortina de humo blanco y en su espesor aparecieron imágenes como en un mensaje Iris.

-Uno de los mensajes Iris que menos me han gustado- señaló Percy -y vaya que tengo para escoger

-Y que lo digas- suspiró Poseidón

Vi a Nico y a mis padres, en la Quinta Avenida, rodeados de enemigos y luchando a la desesperada.

-Fue un momento un poco malo- dijo Nico encogiéndose de hombros

-¿Un poco?- preguntó Will

-Sí- dijo Nico -después no las arreglamos, no era tan malo como parecía

Más atrás, Hades combatía montado en su carro negro y hacía surgir una oleada tras otra de zombis de debajo de la tierra. Pero las fuerzas del titán parecían igualmente inagotables.

-Maldita sea- masculló Hades

-¿En serio no era tan malo como parecía, sombritas?- preguntó Will

-De acuerdo, sí era malo- dijo Nico -pero pudimos arreglárnosla ni, los padres de Percy eran buenos luchadores

Manhattan, entretanto, era pasto de la destrucción. Los mortales, ya del todo despiertos, corrían despavoridos; los coches viraban enloquecidos y se estrellaban por todas partes.

La escena cambió. Entonces vi algo aún más terrorífico.

-Sí, era posible- comentó Percy

-Sí, creo que entiendo que todo es posible- dijo Piper

-Después de tantas cosas, te das cuenta que siempre puede ser peor- dijo Leo

-Sí- asintió Jason -pero también ocurren cosas buenas en nuestras vidas- dijo mirando a Piper

Piper se sonrojó

Un inmenso frente tormentoso se aproximaba al río Hudson, desplazándose rápidamente por la costa de Jersey. Venía rodeado por un círculo de carros, enzarzados en estrecho combate con la criatura oculta en el espesor de las nubes.

-Una imagen perfecta- masculló Zeus

-Espero que esto termine con ese monstruo convertido en pedacitos- dijo Apolo

-Tengo que estar de acuerdo- dijo Artemisa

-¿Ya ves, hermanita? No es tan difícil aceptarlo- señaló Apolo

Los dioses atacaban sin pausa y el cielo se iluminaba con el fulgor de los relámpagos. Las flechas de oro y plata surcaban las nubes como balas trazadoras y explotaban violentamente.

-Me gusta cuando nuestras flechas se explotan violentamente- asintió Apolo

-Me gustan más cuando causan verdaderos daños- dijo Artemisa

-Yo creo que si no se la pasaran peleando, ellos dos podrían conquistar el mundo- susurró Percy a su novia

-Vaya, qué ideas tienes, sesos de alga. Susurró Annabeth de vuelta

Percy sonrió

Poco a poco, las nubes se fueron desgarrando y entreabriendo. Entonces, por primera vez, vi a Tifón con claridad.

-Y desearía no haberlo hecho- dijo Percy

-Y desearía que no lo hubieras hecho- dijo Poseidón

-Además eso de verlo con claridad no era tan cierto- dijo Percy encogiéndose de hombros

Comprendí sin más que mientras viviera (lo cual quizá no sería mucho) no podría sacarme aquella imagen de la cabeza. Tifón cambiaba de aspecto constantemente.

-Eso es decirlo de manera amable- comentó Hermes

-Esa cosa es horrible y horrible también se le queda corto- señaló Apolo

-Creo que no hay adjetivo suficiente para describirlo- dijo Percy

A cada momento era un monstruo distinto, cada uno más horrible que el anterior. Si lo hubiera mirado a la cara demasiado rato me habría vuelto loco, así que me concentré en su cuerpo, aunque tampoco es que fuera mucho mejor.

-Muy bien, mejor no mires su cara- dijo Poseidón -esa parte es la más horrorosa

-Claro que su cuerpo tampoco es que luzca de las mil maravillas- dijo Hermes

-Pero al menos tiene un poco más de forma- comentó Poseidón

-Eso depende de cómo lo quieras ver- dijo Hermes

Era de tipo humanoide, pero su piel te hacía pensar en un sándwich de carne abandonado un año entero en la taquilla del gimnasio.

-En realidad no me hacía pensar eso, pero gracias- dijo Hermes

-Me gustan las analogías de tu hijo, yo creo que sería un buen poeta- dijo Apolo

-Además ya tiene a su musa- suspiró Afrodita

Percy y Annabeth se sonrojaron

-Gracias, pero no soy bueno con las palabras- farfulló Percy

Tenía manchas verdes y ampollas del tamaño de un edificio por todo el cuerpo, además de zonas ennegrecidas a causa de los eones que había pasado bajo un volcán. Sus manos eran humanas, pero rematadas en garras, como las de un águila; sus piernas estaban cubiertas de escamas de reptil.

-Todo un hermoso ejemplar- dijo Leo con sarcasmo

-Está dentro de las 10 especies más hermosas del mundo- dijo Percy

-Ya me imagino por que- dijo Leo -espero que se le dedique todo un capítulo en los libros de historia

-Por supuesto- dijo Percy -es más va a tener incluso sus propias postales, camisas y tazas

Los olímpicos están haciendo un último esfuerzo —se burló Cronos con una carcajada—. ¡Qué patético!

-Demonios...- masculló Zeus

-Un último esfuerzo es mejor que nada- dijo Artemisa

Zeus lanzó un rayo desde su carro y la explosión iluminó el mundo entero. Incluso allí arriba, en el Olimpo, noté la sacudida, pero cuando la nube de polvo se disipó, Tifón seguía en pie. Se tambaleaba y tenía un cráter humeante en su cabeza deforme, pero rugió enfurecido y continuó avanzando.

-Y todo porque tu mocoso lo despertó de su sueño- masculló Zeus

-Y sigues con eso- bufó Poseidón -¿Cuántas veces tengo que decirte que no es su culpa? -Tu mocoso provocó la explosión que lo despertó

-Ya estaba agitándose por la actividad de Cronos- señaló Poseidón

Zeus rodó los ojos

Empezaba a recuperar la flexibilidad en mis miembros. Cronos no pareció notarlo.

-De acuerdo, esa es una ventaja- dijo Katie

-Justo lo que necesitaba- asintió Percy

Tenía puesta toda su atención en la lucha, en su victoria final. Si lograba resistir unos segundos más y mi padre mantenía su palabra.

-Yo siempre cumplo mi palabra- dijo Poseidón

-Uhhh...Señor Poseidón... Tiene frente a usted a su rompimiento de palabra- señaló Leo -Oye- se quejó Percy -no seas grosero

-Lo siento Ariel, no era nada contra ti- dijo Leo con una sonrisa traviesa

-Leo me agrada- dijo Apolo riéndose

Poseidón se sonrojó

Tifón entró en el río Hudson y se hundió casi hasta la pantorrilla.

« Ahora —pensé, casi implorando a la imagen que atisbaba entre el humo—. Tiene que ser ahora, por favor».

-Por favor, por favor- corearon los Stoll

Muchos de los chicos les siguieron el juego

Como un auténtico milagro, me llegó el sonido de una caracola. La llamada del océano. La llamada de Poseidón.

Tyson aplaudió entusiasmado

-Síiíí- gritaron los Stoll

Alrededor de Tifón, el Hudson entró en erupción repentinamente, agitándose con olas de quince metros. Y fuera del agua surgió un nuevo carro: éste tirado por enormes hipocampos que nadaban en el aire con la misma facilidad que en el agua.

-Ponys-pez- dijo Tyson encantado

-¿Cómo es posible que naden en el aire?- preguntó Frank

-Porque son mitad ponys- señaló Leo con obviedad

Frank entornó los ojos -Esa no es la respuesta que esperaba

-Pero es lo que necesitabas- dijo Leo guiñándole el ojo

Mi padre, rodeado de un aura de poder azulada y resplandeciente, describió un círculo desafiante en torno a las piernas del gigante.

-De acuerdo marisco, esa fue una entrada triunfal- dijo Hades

-Y dice que no le gusta ser dramático- bufó Zeus

-El rey de los dramáticos hablando- masculló Poseidón

Poseidón ya no era un anciano encorvado. Volvía a ser el de siempre: fornido y bronceado, y con la barba oscura. En cuanto blandió su tridente, el río respondió creando un enorme torbellino alrededor del monstruo.

Poseidón sonrió con arrogancia

-Ahora entiendo por qué Percy también da miedo cuando lucha- dijo Rachel

-Yo no doy miedo- dijo Percy

-A Poseidón tampoco hay que hacerlo enojar- señaló Hermes

-Ojalá lo pusieran en práctica- dijo Poseidón

— ¡No! —Gritó Cronos tras unos instantes de estupor—. ¡No!

— ¡Ahora, hermanos! —La voz de Poseidón sonaba con tal fuerza que no estaba seguro de si la oía a través de la visión o me llegaba directamente desde la otra punta de la ciudad—. ¡Al ataque! ¡Por el Olimpo!

-Imagínate cuando te regañe- dijo Leo

-Por eso me porto bien- dijo Percy sonriendo con inocencia -además mamá me da más miedo cuando me deja sin galletas azules- susurró Percy para sí mismo

De las aguas del río surgió una legión de guerreros, cabalgando las olas sobre tiburones, dragones y caballos de mar descomunales. Eran cíclopes, y al frente de ellos iba...

— ¡Tyson! —grité.

-Sííí- gritó Tyson estuvo genial fue, muy divertido

-También debemos revisar su definición de divertido- dijo Apolo

Sabía que no podía oírme, pero lo observé asombrado. Había aumentado de tamaño mágicamente y debía de medir unos diez metros, o sea, casi tanto como sus primos de la Antigüedad. Y llevaba por primera vez una armadura completa. Inmediatamente detrás de él, iba Briares, el centimano.

-Eso Tyson- gritaron los Stoll agitando el puño

-Tyson, te veías genial esa manera- dijo Percy

Tyson se sonrojó

-Y lo hicieron súper bien- dijo Percy -fue increíble

Todos los cíclopes sujetaban enormes cadenas de hierro negro —tan grandes como para anclar un barco de guerra— con áncoras en los extremos. Las voltearon en el aire como lazadas y empezaron a arrojárselas a Tifón a las piernas y los brazos.

-No quisiera ser él en esos momentos- dijo Leo

-Pensar que estaba tan cerca- murmuró Hazel

-Pero ahora ya no podrá avanzar más- dijo Bianca

-Lo que era una buena noticia en esos momentos- dijo Thalia -y buenas noticias nos hacían falta

Aprovecharon el torbellino para seguir dando vueltas y, poco a poco, lo fueron enredando y atrapando. Tifón se agitaba dando rugidos y tiraba brutalmente de las cadenas, derribando a algunos cíclopes de sus monturas;

Poseidón y Tyson hicieron una mueca

-Bueno creo que no todo podía ser tan bueno- dijo Poseidón

-También fueron héroes- dijo Tyson

Poseidón asintió de acuerdo

Pero eran demasiadas cadenas y la superioridad numérica de los cíclopes empezó a resultar abrumadora incluso para un gigante como él. Poseidón le arrojó entonces su tridente y le atravesó la garganta.

-Eso marisco- gritó Apolo

-No me llames así- masculló Poseidón

-¿Por qué no? Es un buen nombre

-Claro que es un buen nombre- dijo Hades con una sonrisa siniestra

De la herida brotó sangre dorada, el icor inmortal, formando una cascada tan alta como un rascacielos. Luego el tridente voló de nuevo a las manos de Poseidón.

Los chicos lo miraron asombrados, Poseidón trataba de no parecer complacido ante las miradas de asombro

Los demás dioses atacaron con renovados bríos. Ares se adelantó y le dio una estocada a Tifón en la nariz.

-¡Que muera!- gritó Ares

-Ahora sí estoy de acuerdo con eso- dijo Apolo

-La verdad es que yo también- dijo Hermes

Artemisa le disparó en el ojo una docena de flechas de plata. Apolo le lanzó una salva de flechas encendidas que le incendiaron el taparrabos.

-Así es cómo se hace, hermanita- dijo Apolo

-No soy tu hermanita- dijo Artemisa

-Yo nací primero- señaló Apolo

-Sabes que no es cierto- dijo Artemisa

-Claro que sí

-Que no

-Sigue leyendo querida, si no jamás van a terminar de pelear- masculló Deméter

Zeus siguió machacando al gigante con sus rayos mientras el agua subía poco a poco de nivel hasta envolverlo casi por completo. Tifón empezó a hundirse bajo el peso de las cadenas.

-Por fin- dijo Hefesto

Apolo y Hermes chocaron los cinco

-Por fin, una preocupación menos- dijo Atenea -aunque gracias al marisco

Poseidón le dio una sonrisa arrogante

Aulló desesperado y se agitó con tal violencia que las olas chapotearon por toda la costa de Jersey, empapando edificios de cinco pisos y sacudiendo el puente George Washington.

-Un pequeño tsunami para la costa de Jersey- dijo Percy -espero que nadie haya salido herido

-No creo, recuerda que muchos mortales fueron desalojados en todos lados- dijo Poseidón

Pero, pese a sus esfuerzos, Tifón se iba sin remedio hacia el fondo, donde mi padre había abierto un túnel especial para él: un tobogán de agua que lo llevaría directamente al Tártaro. La cabeza del gigante se sumergió al fin entre un torbellino burbujeante y desapareció del todo.

Los Stoll vitorearon y pronto se unieron casi todos los chicos al vitoreo

-Eso amerita un buen vino- dijo Dionisio

-Todavía falta una amenaza- señaló Apolo

-Y recuerda tus restricciones, Dionisio- gruñó Zeus

— ¡Bah! —gritó Cronos, mientras atravesaba el humo con su espada, haciendo jirones la imagen.

Ya vienen —dije—. Estás perdido.

Ni siquiera he empezado de verdad.

-Agh vamos de nuevo- masculló Leo

-Cuanta confianza en sí mismo- dijo Apolo

-Admiren la ironía- señaló Hermes

Se adelantó con deslumbrante velocidad. Grover —tan valiente como siempre, el muy tonto—

-Oye- se quejó Grover

-Lo siento- dijo Percy sonrojado -es que trataste de protegerme y saliste herido

-Oh, pero no podía dejar que llegara ti- dijo Grover

-Gracias G-man, eres increíble

Trató de protegerme, pero Cronos lo apartó de un golpe como si fuera un muñeco de trapo.

Di un paso de lado y le lancé una estocada por debajo de su guardia. Un buen truco, pero Luke por desgracia lo conocía.

-Obvio que lo conocía, Percy- dijo Chris

Sí- murmuró Percy -ahora lo entiendo

Luke se sonrojó

Contraatacó y logró desarmarme con uno de los primeros movimientos que él mismo me había enseñado. Mi espada tintineó por el suelo y cayó al vacío por la sima abierta.

— ¡Quieto! —Annabeth surgió como de la nada.

-Awww- chilló Afrodita -eso querida, defiéndelo. Son tan bellos

-Claro que no- masculló Atenea

-Eso querida, es porque eres una amargada- dijo Afrodita

Cronos giró en redondo para hacerle frente y dio un mandoble con Backbiter, pero ella se las arregló para parar el golpe con la empuñadura de su puñal. Sólo los luchadores más rápidos y diestros habrían sido capaces de hacer algo semejante.

Annabeth se sonrojó

-En otras palabras "algo que ustedes jamás van a lograr"- bromeó Leo

-Vaya, gracias- dijo Piper

-Oye, yo jamás quise decir eso- señaló Percy con un puchero

-Pero lo pensaste- dijo Leo

-No es cierto o habría aparecido en los libros- dijo Percy

-Claaaaro- murmuró Leo

No me preguntes de dónde sacó la fuerza, pero se acercó aún más para sostener el pulso —las dos hojas entrecruzadas— y por un instante se situó cara a cara frente al señor de los titanes, aguantando con firmeza.

-Y luego dicen que Annabeth no da miedo- murmuró Leo

-Con 7 años quiso golpear a Luke con un martillo- señaló Thalia

-Qué amable por recordarlo- masculló Annabeth

Thalia se encogió de hombros

-Parece que ellos nunca se han visto pelear- dijo Percy

Luke —dijo, apretando los dientes—. Ahora lo entiendo. Has de confiar en mí.

Cronos rugió con indignación.

— ¡Luke Castellan ha muerto! ¡Su cuerpo arderá hasta consumirse cuando yo asuma mi verdadera forma!

Luke hizo una mueca

-De acuerdo, creo que esto se va a poner un poco intenso- dijo Leo en tono confidencial a su novia

-Ya lo creo- murmuró Calipso -con que al menos nadie salga herido o convertido en algún animal

-Espero que eso no ocurra, nena

Intenté moverme, pero tenía otra vez el cuerpo paralizado. ¿De dónde sacaba Annabeth las fuerzas, magullada y medio muerta de cansancio como estaba, para combatir con un titán?

-Tampoco lo sé Percy- dijo Annabeth con la voz un poco temblorosa, sabía lo que venía Percy entendió la expresión de Annabeth -Estuviste genial- dijo con una pequeña sonrisa -También tú, confiaste en mí- dijo Annabeth

-Siempre- respondió Percy

Cronos le dio un empujón, tratando de liberar su arma, y ella resistió el envite con brazos temblorosos. Pero no podía impedir que él le fuera acercando al cuello el filo de la espada.

La tensión y las emociones encontradas empezaban a hacerse sentir en la sala de trono, la mayoría de los chicos sabía lo que venía, aunque sólo fuera por comentarios que oyeron alrededor del campamento.

Tu madre —gruñó Annabeth—. Ella vio tu destino.

— ¡Servir a Cronos! —Rugió el titán—. ¡Ése es mi destino!

-Volvió a hablar como él mismo- dijo Hermes

-Aún no ha tomado su fuerza por completo- señaló Atenea

— ¡No! —insistió Annabeth. Se le saltaban las lágrimas, aunque yo no sabía si era de pena o de dolor—. ¡Esto no es el fin, Luke! La profecía. Ella vio lo que harías. ¡La profecía habla de ti!

— ¡Te aplastaré, niña! —bramaba Cronos.

Annabeth tomó con fuerza la mano de Percy, Percy le dio un pequeño apretón en la mano cuando Annabeth ahogó un sollozo

No lo harás —replicó ella—. Lo prometiste. Incluso ahora estás manteniendo a raya a Cronos.

— ¡Mentiras! —Cronos la empujó de nuevo y esta vez Annabeth perdió el equilibrio. Él aprovechó para golpearla en la cara, lanzándola hacia atrás.

Luke miró a Annabeth avergonzado, todos estaban casi al borde del asiento por el cúmulo de emociones que se sentían en la sala de trono, por el momento todos guardaron silencio sabiendo que pronto llegaría el fin de la guerra contra Cronos

Reuní toda mi fuerza de voluntad y logré incorporarme, pero era como volver a sostener todo el peso del cielo.

Cronos se irguió sobre Annabeth, alzando la espada.

La sala entera parecía contener el aliento

Ella tenía un hilo de sangre en la comisura de la boca. Le salió una voz cascada:

Una familia, Luke. Lo prometiste.

Annabeth se recargó sobre el hombro de Percy tratando de contener las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, esa frase le había costado tanto decirla. Fue una de las primeras promesas que creyó que se iba a hacer realidad, una promesa para aquella niña de 7 años que siempre se había sentido abandonada. Luke era su héroe y a pesar de todo la familia que pensó que había perdido, esa frase siempre la recordaría, la seguiría a lo largo de su vida, porque aunque fue una familia muy efímera fue también la esperanza para la niña de 7 años.

Di un paso penosamente. Grover se había vuelto a poner de pie junto al trono de Hera, pero parecía forcejear también para moverse.

-Estaba forcejeando- asintió Grover también con la voz un poco cortada -no es algo que recomiendo

Antes de que ninguno de los dos pudiera acercarse a Annabeth, Cronos se tambaleó.

Miró el cuchillo que ella sujetaba y la sangre que tenía en la cara.

Lo prometiste —repitió Annabeth.

Para ese momento los ojos de Thalia también estaban llenos de lágrimas, ella no había estado en ese momento (Lo que en cierta manera agradecía a Hera por tirarle una estatua). No sabía si ella hubiera podido mantenerse en pie cómo lo estaba haciendo Annabeth, siempre había dicho que haría lo que tendría que hacer, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Ahora que Luke estaba ahí, a unos cuantos asientos de ella, no sabía que pensar. De cualquier manera si en el pasado lo hubiera amado o no, ya no importaba más las lecturas no durarían por siempre.

Entonces soltó un jadeo, como si le faltase el aire.

Annabeth... —Pero no era la voz del titán. Era la de Luke. Dio un traspié, como si no controlara su propio cuerpo—. Estás sangrando...

Hermes miraba a su hijo con una mueca de dolor, pero el Luke no se atrevió a levantar la mirada, aunque por el reflejo también se le podían ver los ojos cristalizados por las lágrimas

Mi cuchillo. —Annabeth trató de blandir su puñal, pero se le escapó y repiqueteó por el suelo. Tenía el brazo doblado en un ángulo extraño. Me miró, implorante—. Percy, por favor...

Ahora podía moverme otra vez.

Por fin- murmuró Zoë -sé que te tomarás una buena decisión

-Gracias- murmuró Percy

Artemisa miró a Zoë un poco extrañada, pero ahora comprendía mejor por que el chico se había ganado la buena voluntad de la cazadora

Me abalancé hacia delante, recogí el cuchillo y, de un golpe, le arranqué a Luke su espada, que rodó hasta la hoguera. Él apenas me prestaba atención. Dio un paso hacia Annabeth, pero me interpuse entre ellos.

-Es una monada- dijo Afrodita

No la toques —dije.

Su rostro se contrajo de cólera. La voz de Cronos gruñó:

Jackson...

-Perdón- murmuró Percy

-No tienes por qué disculparte Percy- dijo Poseidón con una mirada de comprensión al ver la expresión de su hijo

¿Eran imaginaciones mías o todo su cuerpo había empezado a resplandecer y volverse dorado?

-No era tu imaginación- dijo Grover -a menos que todos hubiéramos alucinado lo mismo

-Lo cual era bastante improbable- señaló Rachel

Jadeó de nuevo. Ahora era la voz de Luke:

Se está transformando. ¡Socorro! Casi... casi está listo. Ya no necesitará mi cuerpo. Por favor...

Ahora Annabeth lloraba en el hombro de Percy, mientras él le acariciaba el cabello. Percy se concentró en el reconfortante calor que desprendía Annabeth, también sentía un vacío indescriptible al volver a revivir esa escena, a pesar de todo Luke había sido el primero en darle la bienvenida a su nueva vida, lo había llegado a aconsejar, había sido su amigo cuando se sintió sólo.

Thalia también había dejado escapar algunas lágrimas que se limpió con ferocidad, Jason la miró con preocupación, quería levantarse e ir hasta ella y consolarla... Aunque no estaba tan segura de si su hermana apreciaría el gesto

Luke las miraba con arrepentimiento

— ¡No! —bramó Cronos. Miró alrededor buscando a Backbiter, que había caído entre las brasas.

Fue a buscarla dando tumbos. Traté de detenerlo, pero él me apartó de su camino con tal fuerza que aterricé junto a Annabeth y me golpeé la cabeza contra el trono de Atenea.

-Y sí está duro- dijo Percy con voz temblorosa

-Te dije que en algún momento tendría que aventarte contra el trono de Atenea- dijo Apolo -por algo soy el dios se las profecías

El cuchillo, Percy —musitó Annabeth, respirando agitadamente—. Héroe... hoja maldita...

Cuando me recuperé, vi que Cronos asía la espada y la soltaba en el acto con un aullido de dolor. Tenía las manos quemadas y humeantes.

-Pues estaba en las brasas- señaló Travis

-Eres un idiota- dijo Chris, sabía lo que estaba intentando Travis, decir comentarios idiotas era como su don, sobre todo cuando él mismo no quería concentrarse en el libro. La traición de Luke fue un golpe duro para los hijos de Hermes, pero igual lo había sido su muerte.

La hoguera se había puesto al rojo vivo, como si el metal de la guadaña fuese incompatible con ella. Creí entrever entre las cenizas una imagen de Hestia, mirando a Cronos con severidad.

-Te dije que nadie tiene que hacer enojar a Hestia- murmuró Apolo

Hestia les dedicó a los chicos una sonrisa amable

Luke dio media vuelta y se desmoronó, agarrándose sus manos destruidas.

Por favor, Percy...

Me incorporé a duras penas y me acerqué a él con el cuchillo. Tenía que matarlo. Ése era el plan.

-Pues no del todo- murmuró Thalia con la voz ronca por la emoción

-Ya sabes que no entiendo los planes- dijo Percy en el mismo tono

Annabeth seguía recargada en su hombro, simplemente concentrándose en el olor a sal marina de Percy

Luke pareció adivinar lo que estaba pensando. Se humedeció los labios.

Tú no... No puedes. Él se zafará de mi control. Se defenderá por sí mismo.

Sólo mi mano. Yo sé dónde. Yo... puedo... mantenerlo controlado.

Ya no había duda: resplandecía todo él y su piel había empezado a humear.

-El tiempo se está acabando- dijo Atenea

-¿Cómo lo dedujiste?- masculló Apolo

Alcé el cuchillo para clavárselo. Entonces miré a Annabeth y Grover, que la sostenía en sus brazos y trataba de protegerla con su cuerpo.

-Gracias- murmuró Annabeth contra el hombro de Percy

-Dice que gracias- anunció Percy a Grover

-No hay porque, es mi amiga- dijo Grover

Y finalmente comprendí lo que ella había intentado decirme todo el rato.

« Tú no eres el héroe —había dicho Rachel—. Eso influirá en lo que hagas».

Por favor —gimió Luke—. No hay tiempo.

Luke suspiró

-A pesar de que casi me reclama por decírselo- dijo Rachel con una sonrisa triste

-De hecho creo que te reclamó- dijo Piper

-Lo siento- murmuró Percy

Si Cronos adoptaba su verdadera forma, ya no habría modo de pararlo. Comparado con él, Tifón no parecería más que un matón de barrio.

-Buena forma de verlo- comentó Apolo

-Y que lo digas- dijo Perséfone

La frase de la Gran Profecía resonó en mi interior: « El alma del héroe, una hoja maldita habrá de segar». Sentí que el mundo daba un vuelco bajo mis pies y le di el cuchillo a Luke.

Grover soltó un gañido.

— ¿Percy? ¿Estás... hum...?

-Loco- dijo Leo

Loco. Chiflado. Mal de la cabeza. Seguramente.

-Pensemos que eso era lo que iba a decir, y no algo peor- dijo Connor

-No, yo no iba a decir nada más- dijo Grover

-Te creo G-man- asintió Percy

Pero contemplé cómo Luke tomaba el puñal por la empuñadura.

Permanecí frente a él. Indefenso.

Luke desató las correas laterales de su armadura, dejando al descubierto un puntito de su piel justo bajo el brazo izquierdo: un lugar donde habría sido muy difícil herirlo. Con dificultad, se clavó el puñal.

Hermes ahogó un grito, miraba a su hijo con impotencia, el chico a su vez miraba las caras afligidas de sus amigos y de sus hermanos. Los dioses no podían intervenir en el destino de los semidioses, o al menos no lo habían podido hacer, ahora esperaba que eso cambiara.

No era un corte muy profundo, pero soltó un aullido. Sus ojos se pusieron incandescentes como la lava. La sala del trono sufrió una brusca sacudida que me derribó al suelo.

Annabeth inspiró temblorosamente, las lágrimas corrían por sus mejillas, mojando a su paso la camisa de Percy quién también parecía luchar por mantenerse entero

Alrededor de Luke se formó un aura de energía que se volvía más y más brillante por momentos. Cerré los ojos y sentí que una fuerza brutal, como de explosión nuclear, me abrasaba la piel y me resquebrajaba los labios.

-Gracias a los dioses que tuviste la sensatez de cerrar los ojos- dijo Leo -no como otros -¿Nunca lo vas a superar?- preguntó Jason

-Yo sí soy sensato- dijo Percy mirando a sus amigos con una sonrisa triste

-Me siento ofendido, bro- dijo Jason

Luego se hizo un largo silencio.

Cuando abrí los ojos, vi a Luke tirado junto al hogar. Alrededor de él, había un círculo de ceniza ennegrecido. La guadaña de Cronos se había fundido y el metal líquido goteaba sobre las brasas de la hoguera, que resplandecía como una fragua.

Se hizo un largo silencio en la sala. Miranda también parecía tener problemas para seguir con la lectura Connor la miró y sus ojos se encontraron, le dio una sonrisa ladeada Miranda suspiró y continuó con la lectura

Luke tenía ensangrentado el costado izquierdo. Sus ojos estaban abiertos y ahora volvían a ser azules como antes. Respiraba agitadamente entre estertores.

Buena... hoja —musitó.

Me arrodillé junto a él. Annabeth se acercó cojeando con la ayuda de Grover. Los dos tenían lágrimas en los ojos.

Los dioses a los que les importaban sus hijos miraban a los chicos con cierta nostalgia, Apolo puso una mano en el hombro de Hermes quién también parecía afectado por la lectura

Luke miró a Annabeth.

Tú lo sabías. He estado a punto de matarte, pero lo sabías...

Chist. —A ella le temblaba la voz—. Has sido un héroe al final, Luke. Irás a los Campos Elíseos.

Hermes sonrió con nostalgia

Hera rodó los ojos -No se cieguen, al final simplemente arreglo lo que él mismo había comenzado

Annabeth apretó los puños

-Hera, ten un poco de tacto con los chicos- dijo Hestia

-Es la verdad- dijo Hera -le puso un alto a lo que él empezó, sin embargo no es un héroe e

Hermes le dio una mirada asesina -No puedes decir eso, él está sacrificando su vida

-Él es un héroe- masculló Annabeth

-Annabeth no...- comenzó Luke

-Entonces que bajo han caído los estándares de héroe- masculló Hera

-Hera, basta con eso- masculló Poseidón

-Mira quién...- comenzó Annabeth recibiendo una mirada de advertencia de Atenea

-Silencio- dijo la diosa de la sabiduría -esto no nos llevará ningún, continúa la lectura, niña

Él movió la cabeza débilmente.

Creo que... renaceré. Intentaré tres veces. Islas Afortunadas.

-Esa es una buena decisión- dijo Bianca

Nico la miró con una mueca

Annabeth gimoteó.

Siempre te has exigido demasiado.

Él alzó su mano carbonizada. Ella acarició la punta de sus dedos.

— ¿Tú me...? —Luke tosió y sus labios se tiñeron de escarlata—. ¿Me amabas?

-Oh, esto es tan bello, creo que voy a llorar- dijo Afrodita

-Por favor no- masculló Hades

Annabeth se secó las lágrimas.

En una época creí... bueno, creí...

Me miró, como saboreando el hecho de que yo siguiera allí.

Afrodita les sonrió encantada, los chicos se sonrojaron

Y entonces comprendí que yo estaba haciendo exactamente lo mismo. El mundo se desmoronaba, pero lo único que me importaba era que ella continuara viva.

-Awwww- chilló Afrodita

-Frase digna de un premio- dijo Rachel

-Qué lindos- murmuró Hazel

-Eres un bobo, sesos de alga- dijo Annabeth y lo besó

Eras como un hermano para mí, Luke —dijo suavemente—. Pero no te amaba.

Él asintió, como si hubiese esperado esa respuesta. Hizo una mueca de dolor.

-La esperaba- dijo Luke con la voz quebrada

Thalia soltó un suspiro tembloroso

Podemos buscar ambrosía —dijo Grover—. Podemos...

Grover. —Luke tragó saliva—. Eres el sátiro más valiente que he conocido.

-Estoy de acuerdo- dijo Percy

-Que no te oiga el entrenador Hedge, desde los establos no eres su persona favorita- dijo Leo

Pero no, no hay curación... —Tosió otra vez.

Me agarró de la manga y sentí el calor de su piel, que parecía de fuego.

Ethan. Yo. Todos los no reclamados. No permitas... No permitas que vuelva a suceder.

-Lo estamos intentando- dijo Percy

-Lo sé- dijo Luke -gracias

-No hay por qué, todos tienen derecho a saber a dónde pertenecen- dijo Percy

Había cólera en sus ojos, pero también súplica.

No lo permitiré —dije—. Te lo prometo.

Luke asintió levemente y su mano se aflojó.

La sala quedó sumida en un silencio inquietante, sólo roto por el crepitar de la hoguera de Hestia y por lo suave sollozos de Annabeth. Hermes permanecía perplejo en su trono, mirando fijamente a su hijo, todos los que en realidad habían conocido a Luke tenían cierta nostalgia grabada en sus expresiones.

Los dioses llegaron unos minutos más tarde, con sus arreos de guerra. Irrumpieron ruidosamente en la sala del trono, previendo una batalla;

-Uy lo sentimos- dijo Apolo

Pero en la cálida penumbra que proyectaba la hoguera sólo nos encontraron a Annabeth, a Grover y a mí junto al cuerpo destrozado de un mestizo.

Percy —dijo mi padre, impresionado—. ¿Qué... qué es esto?

-El fin de la batalla- murmuró Percy

-Estoy orgulloso de ti Percy- dijo Poseidón

-Gracias- dijo Percy con la voz rota

Me volví y miré a los olímpicos.

Necesitamos un sudario —anuncié con voz rota—. Un sudario para el hijo de Hermes.

-Fin del capítulo- anunció Miranda temblorosamente

Se hizo un silencio en la sala

-Creo que sería mejor si continuamos mañana la lectura- dijo Hestia

-No- dijo Luke con voz rota -¿Podríamos seguir? Por favor

Los dioses miraron a los chicos quienes hicieron una mueca

-¿Estás seguro, hijo?- preguntó Hermes

Luke asintió, aún no estaba listo para enfrentarse a todos los sentimientos

-De acuerdo- suspiró Hermes -¿Quién lee?