-Clarisse... Clarisse espera- dijo Chris resollando, tuvo que correr por los jardines del Olimpo hasta dar con ella, Clarisse se detuvo -¿Cómo éstas?

Clarisse lo miró con una ceja alzada

-De acuerdo, pregunta tonta- dijo Chris alzando las manos

-¿Por qué viniste?- preguntó Clarisse, tenía los ojos algo enrojecidos

-No iba a dejarte sola- dijo Chris -tú me has apoyado siempre así que...- suspiró -¿Sabes? Lo de Silena no fue tu culpa

-¿En serio?- preguntó Clarisse -porque si no hubiera sido tan estúpida...

-Todos cometemos errores- dijo Chris -y yo lo sé, ella tomó sus decisiones, aun así comprendo que no quieras estar en la sala

-No creo que pueda soportar todos sus comentarios estúpidos, ella era mi única amiga -Sabes, todos esos chicos estúpidos que están ahí también son nuestros amigos- dijo Chris -aunque no lo creas

Clarisse hizo una mueca -¿Seguiremos con esta charla o podemos ir a explorar más cosas del Olimpo?

-¿Si seguimos con esta charla me golpearas?- preguntó Chris con una leve sonrisa -Probablemente- asintió Clarisse

-De acuerdo, entonces mejor descubramos las maravillas del Olimpo, podemos volver en el siguiente capítulo

-Vamos a leer otro antes de ir a cenar- dijo Deméter

Chris y Clarisse entraron en ese momento en la sala de trono, bajo la atenta mirada de los presentes

-Will cariño, pásame el libro yo voy a leer- dijo Perséfone, Will le entregó el libro -capítulo 18 mis padres se lían la manta a la cabeza

-Vaya, eso suena a algo que no quisiera hacer- comentó Apolo

-De hecho, es algo que yo tampoco quería que hicieran- dijo Percy -pero se las arreglaron bastante bien

Ya era demasiado tarde cuando llegamos a la calle.

Había campistas y cazadoras tendidos por el suelo.

-Si lo piensas de otra manera, creo que llegamos justo a tiempo- dijo Thalia

-Es cuestión de perspectiva- comentó Annabeth

Clarisse debía de haber sido derrotada por un gigante hiperbóreo, porque había quedado congelada —ella y su carro— en un bloque de hielo.

-Estúpido gigante- masculló Clarisse

-Espero que después de ser descongelada lo hayas matado- gruñó Ares

-Por supuesto- dijo Clarisse con una mirada de "¿Qué más podría haber hecho?"

A los centauros no los veía por ningún lado. O habían huido despavoridos o se habían desintegrado.

-Dejémoslo en que había huido- comentó Katie

-Me agrada esa idea- dijo Travis

El ejército del titán había cercado el edificio y se hallaba apenas a seis metros de las puertas.

-Eso es demasiado cerca- comentó Frank

-Y que lo digas- dijo Percy

-¿Se pone peor, verdad?- preguntó Frank

-Sí, como siempre- dijo Percy

Iban en cabeza Ethan Nakamura, la reina dracaena con su armadura verde y dos hiperbóreos.

-Fue una debilidad que le salvaras la vida- masculló Ares

-Salvar la vida de alguien no es una debilidad- dijo Hestia

-Lo es cuando estás en una guerra- dijo Ares -son tus enemigos

No vi a Prometeo. El muy rastrero seguramente se había quedado escondido en el cuartel general.

-Lo bueno es que se preocupa por los humanos- dijo Rachel

-Sólo imagina que no lo hiciera- comentó Reyna

-Sería el caos- dijo Rachel con sarcasmo

Pero era el mismísimo Cronos quien abría la marcha guadaña en mano. Y lo único que se interponía en su camino era... —Quirón —dijo Annabeth, con voz trémula.

-No vuelvas a hacerlo, Quirón- dijeron todos los griegos

-Eso fue un coro muy sincronizado- dijo Apolo -me hacen sentir orgulloso

Quirón les sonrió con cariño -No podía dejarlo solos, muchachos

Si éste llegó a oírnos, no respondió. Tenía una flecha en el arco y apuntaba a Cronos directamente a la cara.

-No se podía distraer- dijo Artemisa -eso le da oportunidad al enemigo

-Rayos hermanita, ya suenas como Atenea- comentó Apolo

Atenea rodó los ojos

-De acuerdo, voto por amordazarlo- dijo Artemisa

-Cuánta traición- señaló Apolo

Los ojos del titán llamearon al verme. Se me paralizaron todos los músculos instantáneamente. Cronos volvió a concentrarse en Quirón.

Hazte a un lado, hijo.

Oír a Luke llamando « hijo» a Quirón ya resultaba bastante raro.

-De acuerdo, poniéndolo así, fue bastante raro- comentó Grover

-Sí suena bastante raro- dijo Apolo

Luke se sonrojó

-Sólo Percy se pone a pensar en eso cuando estamos en batalla- bromeó Thalia

-Todavía no estábamos luchando, cara de pino- dijo Percy

Pero Cronos lo dijo, además, de un modo infinitamente despectivo, como si tener un « hijo» fuese lo peor de lo peor.

-Bueno gracias- murmuró Poseidón

-No sé, tal vez tenga que ver con el hecho de que esté cortado en pedacitos- comentó Will -¿En serio?- preguntó Nico -¿Quieres volver a convertirte en un pavo real?

-¿Qué pasa con tu hijo?- masculló Hades mirando a Apolo

Apolo le dio una mirada que parecía decir "¿Que puedo decir? Es genial"

Me temo que no. —Quirón respondió con un tono acerado y sereno, como siempre que se enfadaba de verdad.

-Ni siquiera estos dos lo hacen enfadar tanto- dijo Miranda señalando a los Stoll

-No somos tan estúpidos- dijo Connor

-Admiren ese "tan"- bromeó Katie

-Rayos hermano, nos exhibiste- dijo Travis

Intenté moverme, pero era como si tuviera los pies de hormigón. Annabeth, Grover y Thalia forcejeaban también, por lo visto tan paralizados como yo.

-No queríamos dejarte solo, sesos de alga- dijo Annabeth

-Vaya, gracias- dijo Percy

-Cuando quieras- dijo Thalia

-Prefiero que no vuelva a pasar- dijo Percy -por favor

— ¡Quirón! —Le advirtió Annabeth—. ¡Cuidado!

La reina dracaena había perdido la paciencia y se abalanzó sobre él.

-Muy inteligente no es, digo ¿Quién se lanza al ataque mientras lo están apuntando con una flecha?- dijo Piper

-Creo que todos nosotros, reina de belleza- dijo Leo con una sonrisa

-Era una pregunta retórica- dijo Piper

-No necesitabas evidenciarnos, Leo- dijo Jason en tono de broma

-Es lo que hay- dijo Leo encogiéndose de hombros

La flecha de Quirón le entró justo entre los ojos y la monstruosa criatura se volatilizó en el acto, mientras su armadura hueca se estrellaba contra el asfalto.

Quirón fue a tomar otra flecha, pero tenía el carcaj vacío.

-Entiendo ese sentimiento- murmuró Thalia -odio cuando se acaban las flechas

-Debería haber un carcaj que nunca se quedará vacío- asintió Apolo

-Pero eso sería extraño- comentó Bianca

-Pero sería muy útil- comentó Reyna

-Todos estamos de acuerdo, cariño- comentó Apolo

Tiró el arco y sacó su espada. Yo sabía que no le gustaba combatir con ella. Nunca había sido su arma favorita.

-Pero hay veces que no se puede hacer otra cosa- dijo Quirón

Atenea asintió -Muchas veces hay que salir de la zona de confort para poder resolver los problemas

Cronos sofocó una risotada. Dio un paso adelante; Quirón removió inquieto sus patas, agitando la cola.

Tú eres un maestro —dijo Cronos con desdén—. No un héroe.

Luke era un héroe —respondió Quirón—. Uno muy bueno, hasta que tú lo corrompiste.

-No tan bueno al parecer- murmuró Luke para sí mismo

-Y él que se dejó corromper muy fácilmente- masculló Hera

-No, no de nuevo- dijo Hermes

-Es la verdad- dijo Hera -que no lo quieras ver no es problema mío

— ¡Idiota! —La voz de Cronos sacudió toda la ciudad—. Le llenaste la cabeza

De promesas vacías. ¡Dijiste que los dioses se preocupaban por mí!

« Mí» —advirtió Quirón—. Has dicho « mí».

-No estaba todo perdido- murmuró Hermes para sí mismo

-Bueno, eso es algo que en realidad no me esperaba- comentó Apolo

-Creo que era un poco obvio- señaló Artemisa

-Muy obvio, muy obvio no era- dijo Apolo

Cronos parecía desconcertado. Quirón se lanzó al ataque en ese momento. Una buena maniobra: una finta seguida de un tajo a la cara.

-Para que piensen muy bien antes de hacerlo enojar- dijo Miranda

-No te preocupes, lo pensaremos- asintió Connor

Quirón suspiró

-Ese movimiento fue increíble, Quirón- dijo Thalia

Yo mismo no lo habría hecho mejor, pero Cronos era muy rápido. Poseía todas las dotes de combate de Luke, lo cual ya era mucho.

-Bastante teníamos con las habilidades de Luke- dijo Connor

-Travis asintió -En los entrenamientos a todos nos hizo morder el polvo alguna vez

-Y que lo digan- dijo Chris

Luke los miró con una ceja alzada, como si no pudiera creer que después de todo, sus hermanos a su manera alabarán sus habilidades

Desvió la estocada de Quirón y gritó:

— ¡Atrás!

Una luz blanca y cegadora estalló entre ambos. Quirón salió despedido por los aires y se estampó contra un lado del edificio con tal violencia que la pared se derrumbó sobre él.

Los chicos hicieron una mueca

-¿Desde cuándo los titanes tienen rayo láser?- preguntó Leo en tono de broma

-Creo que desde siempre- dijo Percy encogiéndose de hombros

-Yo quiero un rayo láser- dijo Leo

-Los dioses no lo permitan- dijo Hazel sonrojándose levemente

-Oye, eso me lastima- dijo Leo en tono dramático

— ¡No! —aulló Annabeth. El hechizo se había roto y corrimos a socorrer a nuestro maestro, aunque no había ni rastro de él. Thalia y yo empezamos a apartar ladrillos, mientras un coro siniestro de risas recorría las filas del ejército enemigo.

-Idiotas- masculló Thalia

-Gracias muchachos- dijo Quirón con una sonrisa

-No podíamos hacer menos- dijo Percy

— ¡Tú! —Annabeth se volvió hacia Luke—. Y pensar que... que yo había creído...

Sacó su cuchillo.

No, Annabeth. —Traté de sujetarla del brazo, pero ella se zafó.

-Esa era una guerra perdida- dijo Thalia

-Percy, ¿No te han dicho que no te interpongas en el camino de Annabeth mientras sostiene un cuchillo?- preguntó Piper

Percy simuló pensarlo -No, no lo dijeron

-Y aunque le hubieran dicho, no creo que haga caso- dijo Thalia -por otro lado, Annabeth acaba de ver lo que pasó y se lanza a la pelea así sin más

Annabeth se sonrojó

-Definitivamente son tal para cual- dijo Perséfone

-Gracias- dijeron Percy y Annabeth al unísono

-Son tan lindos- suspiró Afrodita

En cuanto se abalanzó sobre Cronos, a éste se le borró la sonrisa petulante de los labios. Quizá una parte de Luke recordaba que aquella chica le había gustado y que se había ocupado de ella cuando era sólo una niña.

-Vaya momento para recordarlo- bufó Atenea

-Realmente no sé de qué sirva eso si no va ayudar a detenerlo- masculló Hera

Luke miró incómodo a Annabeth, Annabeth le dio una sonrisa un poco forzada

Annabeth le clavó el puñal entre las correas de la armadura, justo a la altura de la clavícula. La hoja debería haberse hundido en su pecho, pero rebotó como si nada.

-¡Por los dioses, Annabeth! Luke tenía la maldición de Aquiles- dijo Thalia

-Sí bueno, lo recordé muy tarde- dijo Annabeth sonrojada

-Sí, definitivamente tal para cual- dijo Leo

Ella se dobló, agarrándose el brazo. Seguramente la violencia de la sacudida había bastado para dislocarle el hombro herido.

-Annabeth, no puedes lanzarte a una pelea así cómo así sin pensar en las implicaciones que todo tiene, si te hubieras puesto a pensar que tenía la maldición de Aquiles no te habrías vuelto a lastimar- masculló Atenea -no puedes hacer las cosas de manera imprudente

-Creo que no estamos leyendo los mismos libros- dijo Apolo -llevan haciendo cosas imprudentes toda la lectura

Atenea bufó -Es culpa de la mala influencia de tu hijo- dijo mirando a Poseidón

La arrastré hacia atrás justo cuando Cronos lanzaba un golpe de guadaña que la habría rebanado por la mitad.

-¿Qué decías?- preguntó Poseidón

Atenea le dio una mala mirada

-¿Así nos veíamos peleando?- susurró Percy a Grover

-Peor- dijo Grover

-Gracias- murmuró Percy

Ella se resistió fieramente y gritó:

— ¡Te odio!

No sabía con quién hablaba; si se lo decía a Luke, a Cronos o a mí.

-Ay Percy- murmuró Hazel

-Estaban peleados, así que bien puedo decírselo a él- dijo Jason

-Alguien que lo entiende- dijo Percy -gracias, bro

-Cuando quieras, bro

-No te lo dije a ti, Percy- comentó Annabeth -y ya no estábamos tan peleados

Las lágrimas trazaban surcos entre el polvo que le cubría la cara.

Debo luchar con él —le dije.

— ¡Ésta también es mi pelea, Percy!

-Que necia eres- bromeó Percy

-Mira quien habla, sesos de alga- dijo Annabeth con una sonrisa

-En realidad, no hay ni a quién irle- dijo Rachel

-Tendremos que esforzarnos más- dijo Percy mirando su novia

-Eres un bobo- dijo Annabeth riendo

Cronos se echó a reír.

— ¡Cuánto ímpetu! —se burló—. Ya entiendo por qué quería salvarte Luke. Por desgracia, no va a ser posible.

Alzó otra vez su guadaña y me apresté a defenderme, pero, antes de que pudiera asestarme un golpe, el aullido de un perro rasgó el aire inmóvil desde un punto situado por detrás de su ejército.

-Eso es bueno ¿No?- preguntó Bianca

-Por supuesto, fue muy bueno- dijo Percy

-Genial- señaló Leo -porque ya ninguno de nosotros sabe que esperar de estos libros

-Yo sí sé que esperar- comentó Percy

-Pero...

-Yo también sé que esperar- dijo Travis

-También yo- dijo Connor

-De acuerdo- masculló Leo alzando las manos -me rindo

— ¡Auuuurrr!

Tal vez fuese demasiado esperar, pero grité:

— ¿Señorita O'Leary?

-Ella sí llega en los momentos oportunos- dijo Poseidón

-Es una increíble mascota- asintió Percy

-Se merece todas las pizzas del mundo- dijo Nico

Los enemigos se removieron inquietos. Y entonces sucedió la cosa más extraña del mundo: sus filas empezaron a abrirse y partirse en dos, como si alguien las obligara a despejar un camino a lo largo de la calle.

-Básicamente eso fue lo que pasó- dijo Thalia

-Cierto fue fabuloso- señaló Percy

En unos instantes, en el centro de la Quinta Avenida se había creado un largo corredor al final del cual —más o menos a una manzana— distinguí la silueta de mi perra gigantesca y la de una figura mucho más pequeña con armadura negra. — ¿Nico? —murmuré.

-Me mandaste a llamar ¿Y te sorprendes?- dijo Nico rodando los ojos

-Lo siento- dijo Percy -no estaba seguro si...

Nico se encogió de hombros -Fue divertido ver sus expresiones

-De acuerdo, debemos verificar tu definición de divertido- comentó Will

— ¡Guau! —La Señorita O'Leary corrió hacia mí dando saltos, sin hacer caso de los monstruos que gruñían a ambos lados.

Nico avanzó a grandes zancadas. El ejército enemigo retrocedía a su paso como si irradiase un aura de muerte. Lo cual era cierto, desde luego.

-El renacuajo hizo una entrada triunfal- dijo Thalia

-Deja de decirme así, Thalia- masculló Nico

-Esa entrada estuvo súper genial- dijo Percy

-Y dice que no le gusta el drama- comentó Thalia

-Entrada digna del rey de los fantasmas- dijo Will con una sonrisa

-Son tan lindos- chilló Afrodita

Nico se sonrojó, Hades rodó los ojos

A través de la abertura inferior de su casco, que tenía forma de calavera, vi que sonreía.

Recibí tu mensaje —dijo—. ¿Es muy tarde para sumarse a la fiesta?

-Llegaste en el momento oportuno- dijo Percy

-Para la otra no nos hagas esperar tanto- bromeó Thalia

-No prometo nada, cara de pino- dijo Nico

-Yo voto por que no haya otra- dijo Percy

Hijo de Hades. —Cronos escupió en el suelo—. ¿Tanto amas a la muerte que deseas experimentarla?

Tu muerte sería maravillosa para mí —respondió Nico.

-Era una frase fabulosa, hasta que la arruinó- bufó Nico

— ¡Soy inmortal, estúpido! He escapado del Tártaro. Y tú no tienes nada que hacer aquí. Ninguna posibilidad de salir vivo.

-Tiene un punto- comentó Frank

-No, no lo tiene- dijo Nico

-No debes arruinar las frases perfectas de Nico- señaló Will

-Exacto- masculló Nico

Nico sacó su espada: un metro de hierro estigio afilado y maligno, negro como una pesadilla.

-Qué dramático- dijo Nico

-Esa espada sí es como una pesadilla- dijo Connor

Nico rodó los ojos

No lo creo.

La tierra retumbó. Surgieron grietas en la calle, en las aceras y fachadas de los edificios; y de ellas empezaron a asomar manos esqueléticas

-Y por eso no deben hacer enojar a Nico- dijo Travis

-Así que ya lo sabes Will- dijo Connor

-Vaya, gracias por la advertencia- comentó Will

-Él sí me cae bien- señaló Nico -no como ustedes

-Qué grosero- dijo Travis negando con la cabeza

Que parecían asir el aire ávidamente después de abrirse paso desde las profundidades hasta el mundo de los vivos. Eran miles y, a medida que emergían, los monstruos del titán se iban acobardando y retrocedían.

-En realidad, puedo entenderlos- dijo Leo -no me gustan los ejércitos de muertos

-Al parecer tampoco habías notado todo tu potencial- dijo Perséfone

Nico y Reyna intercambiaron miradas, pero ambos se quedaron callados

— ¡Mantened la posición! —Ordenó Cronos—. Los muertos no son rivales para nosotros, no están a nuestra altura.

El cielo se volvió oscuro y frío. Las sombras se espesaron.

-Yo digo que es momento para correr- dijo Leo -¿Alguien más cree lo mismo?

Varias manos se alzaron

-Perfecto, no es que le tenga miedo a los muertos- aclaró Leo

-Leo, ¿Qué es eso que está en tu pierna? preguntó Will

-¿Qué?- Leo bajó la mirada y soltó un pequeño grito cuando descubrió que una mano esquelética lo tenía agarrado de la pierna -demonios Di Angelo

Todos los chicos empezaron a reír

-Solace, no puedo creer que te hayas puesto de su parte- dijo Leo en tono dramático -¿Ya puedes hacer que esta cosa me suelte?

La mano esquelética soltó a Leo

Sonó un estridente cuerno de guerra y, mientras los soldados muertos formaban filas, con fusiles, lanzas y espadas, un carro enorme bajó atronando por la Quinta Avenida y se detuvo al lado de Nico. Los caballos eran sombras vivientes, moldeadas de niebla y oscuridad.

-Vaya esa es otra entrada triunfal- dijo Hermes

-Ahora ya sabemos de donde aprendió Nico las entradas triunfales- comentó Apolo

-Y dice que no es dramático- masculló Deméter

El carro tenía incrustaciones de oro y obsidiana, y una decoración con escenas de muertes atroces. Las riendas las llevaba el mismísimo Hades, el señor de los muertos, que iba escoltado por Deméter y Perséfone.

-Vaya- murmuró Perséfone

-Así que al final de cuentas tú hijo sí te convenció- dijo Poseidón -y según tú nadie podía hacerte cambiar de opinión

-Y no sólo a Hades, también a Perséfone y Deméter, eso es como un nuevo récord- dijo Apolo

Hades miró a Nico como si lo viera por primera vez y le dio una mirada de aprobación, Nico se sonrojó

Hades llevaba una armadura negra y una capa color sangre. Sobre su lívida cabeza lucía el casco de la oscuridad: una corona que irradiaba terror en estado puro y cambiaba de forma ante tus propios ojos, pasando de una cabeza de dragón a un círculo de llamas negras y luego a una guirnalda de huesos humanos.

-Ese casco es muy genial- dijo Apolo

-Por supuesto que es genial- dijo Hades con arrogancia

-Pero no tanto como lo es el Rayo maestro- dijo Zeus

-Por favor- bufó Hades -ese cacharro se queda corto s

-Saben que los dos están equivocados- dijo Poseidón e

-¿Es en serio?- preguntó Hera -¿Van a volver a pelear cómo críos?

-Yo voto que peleen- dijo Apolo

Hera le dio una mirada asesina -Continúa la lectura

Pero no era eso lo más espeluznante. Lo peor era que aquel casco tenía la facultad de desatar tus peores pesadillas, tus temores más secretos.

Hades le dio una sonrisa espeluznante

En aquel momento deseé meterme en un agujero y esconderme, y los miembros del ejército enemigo se sentían igual. Sólo el poder y la autoridad de Cronos impedían que rompieran filas y corrieran en desbandada.

-Y que lo digas- comentó Thalia

-Creo que todos nos sentíamos de la misma manera- asintió Annabeth

-Pero tampoco podíamos correr- dijo Percy

-Por supuesto que no- dijo Thalia -el hecho de que no queríamos que el ganará nos mantenía en pie

Hades sonrió con frialdad.

Hola, padre. Se te ve... joven.

-¿En serio?- preguntó Deméter

-Qué mal chiste- bufó Zeus

Hades —gruñó Cronos—. Espero que tanto tú como estas damas hayáis venido a jurarme lealtad.

Me temo que no. —Hades suspiró—. Mi hijo, aquí presente, me ha convencido de que debería establecer prioridades en mi lista de enemigos. —Me miró con desagrado—.

-Para que quede claro que tú eres ese enemigo- dijo Piper mirando a Percy

-Vaya gracias- dijo Percy

-Al menos te das cuenta que un mestizo de 15 casi 16 años no es tu mayor problema- dijo Poseidón

-A pesar de que te derrotó- señaló Apolo

-Eso definitivamente no ayuda- dijo Artemisa

Hades rodó los ojos -Sólo por qué "padre" me cae peor que tú mocoso

Por más que deteste a ciertos semidioses advenedizos,

-Un misterio sobre quién estará hablando- comentó Percy

-¡Percy!- murmuró Poseidón

No estaría bien que cayera el Olimpo. Echaría de menos las riñas con mis hermanos. Y si hay algo en lo que todos coincidimos... es en que fuiste un padre horrible.

-No puedo argumentar nada contra eso- dijo Poseidón

-Creo que ninguno de nosotros puede hacerlo- dijo Hestia con una sonrisa

-Definitivamente- masculló Hera

Cierto —masculló Deméter—. Nunca valoró la agricultura.

— ¡Madre! —exclamó Perséfone.

-Es cierto, nunca la valoró- dijo Deméter

-Además también está el hecho de que nos comió- señaló Poseidón

-Claro, también está eso- asintió Deméter

Hades desenvainó su espada, una hoja de doble filo estigio con dibujos grabados en plata.

— ¡Y ahora lucha conmigo! —retó—. Esta vez los miembros de la casa de Hades serán aclamados como salvadores del Olimpo.

Las palabras la "Casa de Hades" resonaron por un momento en la sala del Olimpo hubo un momento de silencio

-Espero que eso sólo haya sido una especie de eco normal en la sala- dijo Jason

-No estoy tan segura- comentó Hazel

-Esto debe ser un problema si Haz se vuelve la negativa del grupo- dijo Piper

-Perfecto- masculló Nico

Hades miraba a Nico y Hazel con incredulidad

No tengo tiempo para tonterías —dijo Cronos con desdén.

Golpeó el suelo con la guadaña y una línea se expandió en ambas direcciones, abarcando en un círculo al Empire State.

-Oh sí, se me había olvidado ese pequeño detalle- masculló Percy

-Lo que nos faltaba- asintió Thalia

-Y que lo digas- murmuró Percy

Era un muro de fuerza lo que relucía a lo largo de la línea: un muro impenetrable que nos separaba a la vanguardia de Cronos, a mis amigos y a mí del grueso de los dos ejércitos.

-No puede ser- masculló Poseidón

-Era de esperarse que hiciera algo así- comentó Atenea -dado que no quería más interferencias

— ¿Qué demonios ha hecho? —murmuré.

Nos ha encerrado herméticamente —dijo Thalia—. Ha encogido las barreras mágicas que rodeaban Manhattan para aislar únicamente el edificio, y a nosotros dentro.

-Sorpresa- masculló Thalia -por otro lado, fue una buena estrategia

-No, no lo fue- dijo Percy

-Se las arreglaron bastante bien- comentó Annabeth tomando la mano de su novio

-Pero aun así...- murmuró Percy

Recibieron algunas miradas confundidas

En efecto: en el exterior de la barrera, los motores de los coches cobraron vida; los peatones despertaron y contemplaron perplejos a los monstruos y zombis que los rodeaban.

-No creo que hayan visto monstruos y zombis- dijo Apolo

-Serían interesantes los zombis- dijo Jason

-Por supuesto que no- dijo Apolo -odio a los zombis

A saber qué veían realmente a través de la Niebla, aunque seguro que debía de ser terrorífico. Los conductores se apeaban desconcertados de sus coches. Y al final de la manzana, vi que Paul Blofis y mi madre abrían las puertas y se bajaban del Prius.

No —dije—. No...

-Rayos... - murmuró Leo

-Fue un momento de horrible pánico- dijo Percy

-Por eso dijiste que no fue una buena estrategia despertarlos- dijo Bianca

-Exacto- señaló Percy -sí fue una buena estrategia, pero no lo fue

-Perfectamente claro- asintió Travis

-Gracias- murmuró Percy

Mi madre veía a través de la Niebla. Y deduje por su expresión que comprendía la gravedad de la situación. Yo confiaba en que tuviera la sensatez de poner pies en polvorosa. Pero ella me miró, le dijo algo a Paul y los dos corrieron directamente hacia nosotros.

-Oh, la voy a regañar por eso- masculló Percy

-¿Bromeas?- preguntó Nico -estuvieron increíbles

-Sin comida azul- dijo Percy

-Percy- dijo Annabeth -¿Cuántas veces has dejado una batalla para ir a refugiarte?

Percy vaciló

-Sally tampoco iba a hacerlo y menos si tú estabas en medio de ella- dijo Annabeth -además en cuanto te vea, ella te va a castigar a ti- dijo con una sonrisa

Percy hizo un puchero -Voy a estar más que castigado

No podía avisarla ni decir nada. Lo último que quería era que Cronos se fijase en ella.

Por suerte, Hades se encargó de distraer la atención.

-Me encanta distraer la atención- dijo Hades con sarcasmo

-Gracias por eso- dijo Poseidón

Hades rodó los ojos

Arremetió contra el muro de fuerza y su carro se estrelló contra él violentamente y acabó volcando. El dios se incorporó soltando maldiciones y lanzó una explosión de energía negra, pero la barrera resistió.

-Maldita sea- masculló Hades y soltó unas cuántas maldiciones en griego antiguo

-¡Hades, ese vocabulario!- regañó Hestia -hay niños aquí

Hades no se mostró muy avergonzado

— ¡Al ataque! —rugió.

Los ejércitos de los muertos se abalanzaron sobre los monstruos del titán y el caos más absoluto se apoderó de la Quinta Avenida. Los mortales chillaban y corrían para ponerse a cubierto.

-Y eso que ni siquiera podían ver lo que era lo que en verdad estaba pasando- dijo Apolo -Bueno, aun así no debieron pasársela bien- comentó Leo

-Tal vez también vieron zombis- dijo Jason con una sonrisa

-Por favor, dejemos atrás el asunto de los zombis- dijo Apolo

-A Apolo le dan miedo los zombis- señaló Hermes

-A toda persona con sentido común le darían miedo- masculló Apolo indignado

Deméter hizo un ademán y convirtió una columna de gigantes en un campo de trigo.

-Qué rico, tendremos gigantes para el desayuno- dijo Leo

-Que horror- murmuró Piper

Perséfone transformó las lanzas de las dracaenae en girasoles. Nico se abría paso entre el enemigo a base de golpes y mandobles, esforzándose por proteger a los peatones.

-Eso estuvo genial, sombritas- comentó Will

-No podía hacer otra cosa- dijo Nico

Mis padres se acercaban a todo correr, esquivando monstruos y zombis, pero yo no podía hacer nada para ayudarlos.

-No te preocupes no creo que ella necesitara ayuda alguna- dijo Nico

-Gracias a los dioses- dijo Hazel

Nakamura —llamó Cronos—. Acompáñame. Que los gigantes se encarguen de ellos —añadió, señalándome a mí y a mis amigos. Y se zambulló sin más en el vestíbulo.

Me quedé atónito. Había esperado un combate, pero Cronos pasó de mí totalmente, como si no valiera la pena entretenerse conmigo. Lo cual me puso furioso.

-Y vamos a nuevo con el instinto suicida- dijo Thalia

-Oye, eso nunca puede faltar- dijo Percy

-Ya te había enfrentado antes, y después de lo que dijo Prometeo sobre ti creo que en realidad quiso fingir que no valías la pena, aunque sabía muy bien que estaba equivocado - dijo Poseidón

-Puede ser- dijo Percy encogiéndose de hombros

El primer gigante hiperbóreo trató de asestarme un golpe con su porra. Rodé entre sus piernas, le clavé a Contracorriente en la espalda y el monstruo se desmoronó en un montón de trozos de hielo.

-Percy 1, gigantes 0- dijo Leo

-Bueno, en realidad los gigantes llevarían puntos si contamos que congelaron a Thalia y Clarisse- comentó Jason

-Vaya, gracias hermano- murmuró Thalia

-No seas negativo- dijo Leo -ya no te dejaré juntarte con Piper

-Oye- masculló Piper

El segundo gigante exhaló un chorro de escarcha hacia Annabeth, que apenas se tenía en pie, pero Grover la sacó de en medio a rastras mientras Thalia entraba en acción.

-Gracias- dijo Annabeth mirando a Grover y luego a Thalia

-De nada, pero para la próxima trata de no lanzarte contra alguien que tiene la maldición de Aquiles- bromeó Thalia

-Lo intentaré- dijo Annabeth

Trepó por la espalda del gigante como una gacela, le rebanó el cuello azul con sus cuchillos de caza y creó la escultura de hielo decapitada más grande del mundo.

-Eso fue genial, cara de pino- dijo Percy

-Lo sé- dijo Thalia -me dedicaré al negocio de las esculturas

-Te ayudaré- dijo Percy

-No por favor, no los pongan juntos- dijo Nico rodando los ojos

Miré a través de la barrera mágica. Nico se iba abriendo paso hacia mi madre y Paul, pero ellos no aguardaron a recibir ayuda.

-Por supuesto que no- dijo Artemisa -si se hubieran esperado correrían más peligro, es mejor que se defiendan

-Mi hermanita tiene razón- dijo Apolo -aunque Paul no puede ver a través de la niebla, eso será un poco complicado

Paul tomó la espada de un héroe caído y se las arregló la mar de bien para mantener entretenida a una dracaena. Es más: le dio una estocada en la tripa y la criatura se desintegró.

-Bueno tal vez no tan complicado- dijo Apolo

Poseidón miraba libro con un poco de asombro reflejado en sus ojos

-Que mejor hombre, aparte de que es un caballero se interesó por Sally y Percy, ahora es capaz de matar dracaenas sin siquiera ver a través de la Niebla- dijo Afrodita con un suspiro Poseidón frunció el ceño

— ¿Paul? —dije, alucinado.

Él se volvió y me sonrió, entusiasmado.

Espero que fuera un monstruo lo que acabo de matar. ¡En la universidad participé en algunas obras de Shakespeare! ¡Aprendí un poco de esgrima!

-Esas obras vaya que sirvieron- dijo Apolo

-Y vaya que sí, no siempre ves a un mortal tan valiente- dijo Afrodita con una sonrisita

Ares gruñó

Me cayó todavía mejor por aquella hazaña. Pero justo en ese momento un gigante lestrigón arremetió contra mi madre. Ella se había puesto a registrar un coche de policía abandonado (tal vez buscando el transmisor de radio)

-¿Para qué serviría un transmisor de radio?- preguntó Atenea -sólo servirá para atraer más mortales y aumentar el peligro

-Que ingenuo fuiste al creer que estaba buscando un transmisor de radio- dijo Thalia

-Pudo haber tratado de buscarlo- dijo Percy -aunque bueno, lo que encontró fue mejor- dijo con una sonrisa de orgullo

Y estaba de espaldas.

— ¡Mamá! —aullé.

Se volvió cuando ya tenía al monstruo prácticamente encima. Creí que era un paraguas lo que sujetaba en las manos hasta que hizo fuego a bocajarro, mandando al gigante a cinco metros, justo donde lo esperaba la espada de Nico.

-Te dije que había estado fabuloso, no conozco mucho Sally, pero eso fue asombroso- por instante Nico había sonado como aquel niño de 10 años emocionado por conocer la existencia de los dioses -de hecho creo que tu mamá me cae mejor que tú

-A todos- asintió Thalia

-Qué groseros son- dijo Percy sacándoles la lengua

— ¡Buen disparo! —exclamó Paul.

— ¿Cuándo has aprendido a manejar una escopeta? —le pregunté.

Mi madre se apartó el pelo de la cara.

Hace dos segundos.

-Tú te montaste a una motocicleta sin saberla manejar- señaló Will

-Una moto no es tan peligrosa- dijo Percy -Pregúntaselo a Sally, sesos de alga- dijo Annabeth con una sonrisa

Descuida, Percy, nos las arreglaremos. ¡Sigue adelante!

Sí —asintió Nico—, nosotros nos encargamos del ejército. ¡Debes atrapar a Cronos!

Vamos, sesos de alga —me dijo Annabeth.

-Y sólo con eso acepta ir- bromeó Piper -Eso y que mi mamá le disparó a un monstruo con una escopeta- dijo Percy -entendí que se las arreglarían

-Aparte tienen al renacuajo para ayudar- dijo Thalia

-No sé cómo te puedo soportar- masculló Nico

-Porque soy tu prima favorita- dijo Thalia encogiéndose de hombros

Asentí. Pero entonces miré el montón de escombros del flanco del edifico y se me encogió el corazón. Me había olvidado de Quirón. ¿Cómo era posible?

-Que grosero, Percy- dijo Connor negando con la cabeza

-Lo siento- dijo Percy sonrojado

-Está bien, muchacho- dijo Quirón con una sonrisa -estábamos en medio de una guerra y había que estar concentrados Percy asintió con una sonrisa

Señorita O'Leary, por favor —grité—. Quirón está ahí debajo. Si alguien puede sacarlo eres tú. ¡Encuéntralo!

-Además no me dejaste sólo- dijo Quirón

-Tu mascota se merece un juguete para perros enorme- dijo Will

-Lo sé- dijo Percy -pero no he encontrado una tienda lo suficientemente grande para encontrarlo

No sé cuánto entendería, pero ella se plantó sobre los escombros en dos saltos y empezó a excavar. Annabeth, Thalia, Grover y yo corrimos hacia los ascensores.

-Fin del capítulo- anunció Perséfone

-Vaya, me encanta esa manera dramática de terminar este capítulo- dijo Apolo

-No me gustan las maneras dramáticas- dijo Poseidón

-Bueno chicos, es hora de cenar- dijo Hestia -ya pronto terminaremos el libro