Wll había agradecido un poco que Dionisio dijera que pararan la lectura, había planeado algo que a él le parecía genial para Nico, pero no había tenido oportunidad de pasar tiempo con él. El tiempo a solas se había vuelto casi un lujo en el Olimpo, lo que no era malo, pero hacía que cada minuto se sintiera aún mejor

—¿A dónde vamos a ir?— preguntó Nico resollando tras él, Will lo llevaba tomado de la mano

—Es una sorpresa— dijo Will con una sonrisa misteriosa

—Odio las sorpresas— dijo Nico

—Yo creo que las amas, pero no quieres decirlo— bromeó Will

—No, estoy seguro de que las odio— señaló Nico

—Bueno, pero esta te gustará, deja de ser tan gruñón— dijo Will —ya sabemos a quién se parece Bianca

Nico se detuvo tan de golpe que casi hizo que Will se tropezara, Nico lo miró nervioso y sorprendido

—¿Demasiado pronto para las bromas?— preguntó Will sonrojado

—No lo sé— murmuró Nico —¿Tal vez?

—Está bien, déjame hacer este último comentario— dijo Will

Nico asintió a regañadientes, mientras se ponían en marcha de nuevo

—No podemos negar la verdad, ya te he contado lo que pasó en el palacio de Apolo y realmente fue muy divertido, pero esa chica se parece mucho a ti, aunque claro obtuvo mi encanto— dijo Will

—Alguien está pasando mucho tiempo con Apolo— señaló Nico

—Lo sé— asintió Will —pero esa es la verdad

—¿Gracias?— murmuró Nico

—Deberías darte una vuelta por el palacio de Apolo algún día y verlo por ti mismo— comentó Will

—Eso suena a mala idea— dijo Nico

—Suena a una idea perfecta— dijo Will —pero está bien será cuando tú lo digas

—De acuerdo— dijo Nico —¿Ya así llegamos a donde quiera que me estés llevando?

—Sí— Will volteó a verlo —pero para esta última parte deberás cerrar los ojos

—No lo haré— dijo Nico

—Oh sí, lo harás— dijo Will

Tuvieron un pequeño duelo de miradas donde Will ganó —Ojos cerrados— repitió Will —si los abres lo sabré

—¿Cómo podrías saberlo?— preguntó Nico y con un suspiro cerró los ojos, demostrando (aunque no se diera cuenta) la confianza que le tenía al hijo de Apolo

—No te preocupes, yo te guiaré— dijo Will de manera solemne

Caminaron un poco más, hasta que Will le dijo que podía abrir los ojos

—¿En dónde estamos?— preguntó Nico mirando a su alrededor, tenía que admitir que estaba impresionado

—En el Olimpo— respondió Will riendo —papá me habló de este lugar, si está aquí de verdad o es una ilusión no lo sé, pero somos los primeros en venir a este lugar en mucho tiempo, así que yo Will Solace reclamo este lugar como NUESTRO lugar

El lugar en cuestión era una especie de bosque que parecía salido de los cuentos de hadas de los mortales, había árboles de colores con grandes troncos que parecían brillar, estaba iluminado con un tono morado que le daba una aura de misterio y romance, la hierba crujía bajo ellos

—No creo que esto sea real ¿Cómo… Cómo puede serlo?— preguntó Nico

Will se encogió de hombros —No lo sé, tampoco sé porqué está aquí, pero es nuestro

Nico se sonrojó

—Además mira lo que tengo— dijo Will sonriendo, él se acercó a uno de los árboles y sacó unas papas fritas y sodas

—¿Por qué es todo esto?— preguntó Nico

—¿Por qué no?— dijo Will encogiéndose de hombros

—Porque… porque ¡No lo sé!— tartamudeó Nico

—Bueno sombritas, por lo que parece vamos a pasar mucho tiempo juntos, así que te deberías acostumbrar— dijo Will comiendo una papa, se sentó recargado contra un árbol y palmeó la hierba a lado de él

Nico seguía mirando asombrado

—¿No te parece genial el lugar Solangelo?— preguntó Will

Nico casi se atraganta con su bebida —¿El qué?— preguntó confundido

— -ge-lo— dijo Will

—¿Has estado hablando con Perséfone?— preguntó Nico con incredulidad

—Tal vez— dijo Will —sabes, tengo otra cosa para ti

—¿Por qué?— volvió a preguntar Nico sonrojado —digo, yo no tengo nada para ti

—Oh, pero ¿Acaso ya olvidaste nuestra cita en el palacio de Apolo?— preguntó Will —eso fue muy genial

—Esto es más genial— murmuró Nico

Will sorio entregandole un paquetito —En este tiempo en imposible encontrarlas por obvias razones— empezó a decir Will —pero pude haber pedido cierta ayuda para hacer unas nuevas

Nico lo miró con confusión, hasta que miró el paquete, eran cartas de Mitomagia, aquel juego que lo había tenido tan obsesionado de niño, tenían ilustraciones que estaba seguro fueron hechos por Hazel

—Si no te gustan puedes…

—No… Yo… Gracias— dijo Nico titubeando, era rara la sensación de que alguien pudiera hacer algo así por él y con ayuda de su hermana ni más ni menos

—Creo que debo anotarme un diez por dejar sin palabras al príncipe del Inframundo— bromeó Will

Nico acercó a Will y lo besó, lo que dijo más que cualquier otra palabra, ambos se besaron muchas veces más, y sea o no una ilusión el proclamado lugar Solangelo serviría como su refugio