PIPER XLI, XLII
XLI
Piper
—Así por las buenas…— dijo Apolo — bueno ¿Quién va a leer?
—Entonces supongo que Zoé va a leer— dijo Connor
—No, yo no quiero leer— comentó Zoé
—Mandona y no quiere hacer la cosas— señaló Apolo negando con la cabeza —sería una excelente diosa
—Como Annabeth— tosió Connor discretamente, solo sus hermanos y Miranda lo escucharon
—Entonces yo leo — dijo Frank y le pasaron el libro —Capítulo XLI, Piper
Piper trató de aprovechar la situación.
—Empezando con todo, reina de belleza — dijo Leo
—Esperamos que la hayas aprovechado— asintió Apolo
—Pues más o menos— dijo Piper
—Entonces esperamos que tengas más suerte para la próxima— dijo Leo
Cuando ella y Jason se cansaron de pasearse por la cubierta, escuchando al entrenador Hedge cantar « En la granja de mi tío» (con armas en lugar de animales),
—No es una buena canción de cuna — dijo Piper
—¿Que clase de granja podría ser esa donde tienen tantas armas?— preguntó Hermes
—Nuestra granja… Si tuviéramos una— dijo Connor
—Esas son muchas armas para tener— señaló Piper
—Depende de la perspectiva— dijo Travis
decidieron comer en el parque. Hedge accedió a regañadientes.
—Quedaos donde pueda veros.
—Ay no, todo porque ciertas personas decidieron irse a dormir a los establos — comentó Leo negando con la cabeza
—Lo que provocan un par de rebeldes— dijo Piper fingiendo un suspiro
—Bueno, la idea no fue exactamente quedarnos dormidos— comentó Percy
—¿Te das cuenta de lo mal que sonó eso?— preguntó Leo riendo
—Así que tenían otros planes que no incluían dormir— dijo Afrodita con una sonrisita
—No oigo no oigo son de palo… —cantó Zoé tapándose los oídos
—Pero siempre lo sospechamos— comentò Piper riendo
Annabeth se sonrojò —No ayudaste a la causa, Percy
—Es que ellos todo lo cambian— se quejó Percy
—¿Qué somos, unos niños? —preguntó Jason. Hedge resopló.
—Los niños son como crías de cabra. Son monos y tienen un valor que compensa sus aspectos negativos. Desde luego vosotros no sois niños.
—Creo que los insultó un poco — dijo Connor
—Sí, me sentí un poco insultado— dijo Jason
—No tenemos valor que compensa nuestros aspectos negativos— comentó Piper negando con la cabeza
—Bueno, pero lo bueno es que solo se los dijo a ustedes dos— bromeó Leo
—Cierto— asintió Percy
Extendieron su manta debajo de un sauce al lado de un estanque. Piper volcó la cornucopia y sirvió todo un banquete: sándwiches perfectamente envueltos, latas de refresco, fruta fresca
—Un picnic sin trabajar mucho, me gusta — dijo Miranda
—Esa cosa solucionaría un montón de problemas— comentó Chris
—Y que lo digas— murmuró Piper
y, por algún motivo, una tarta de cumpleaños con un glaseado morado y velas encendidas.
Ella frunció el entrecejo.
—¿Hoy es el cumpleaños de alguien?
—Un picnic de cumpleaños, aún mejor — dijo Katie
—Los picnic de cumpleaños sin trabajar mucho deben ser como el cielo— dijo Connor
—Aunque hubiera sido mejor que supieras que era un picnic de cumpleaños— comentó Piper
Jason hizo una mueca.
—No pensaba decir nada.
—¡Jason!
—Eso quiere decir que no hemos festejado su cumpleaños como es debido — dijo Percy
—¿Con un show de la sirenita?— preguntó Leo
—Bueno, no podría ser de la sirenita— dijo Frank
—Un show de Superman entonces— mencionó Leo
—No es necesario— dijo Jason
—¡De todas las princesas!— dijo Thom
—Pido ser Tiana— dijo Leo
—Yo Aurora— pidió Helena
—Yo quiero ser Cenicienta— comentó Travis
—Yo Moana— dijo Zoé
—Quiero ser Mulan— mencionó Piper
—Chicos… En realidad ya no tendría sentido porque
Lo que sea que Jason iba a decir se perdió porque varios de los chicos siguieron diciendo que princesa querían ser, un tiempo después continuó la lectura
—Tenemos demasiadas cosas por las que preocuparnos —dijo—. Y sinceramente, antes del mes pasado ni siquiera sabía cuándo era mi cumpleaños. Thalia me lo dijo la última vez que estuvo en el campamento.
—Entonces supongo que tenemos que festejar que lo recuerdes — señaló Thalia
—Exacto, ese es un excelente motivo para festejar— asintió Leo
—Claro, cualquier cosa es buena para festejar— dijo Connor
—Obviamente— dijo Percy
—Aunque ya no sería sorpresa— reflexionó Piper
Piper se preguntó cómo debía de ser no saber ni siquiera el día que habías nacido. Jason había sido entregado a Lupa la loba cuando solo tenía dos años. No había llegado a conocer a su madre mortal. Y no se había reunido con su hermana hasta el invierno pasado.
Jason hizo una mueca
—Lo siento, es que nunca imaginé que mis pensamientos fueran a ser leídos— comentó Piper
—Está bien, nadie de nosotros lo imaginaba— dijo Jason
—Pero lo importante es que nos pudimos reunir— señaló Thalia
—Por supuesto que sí— dijo Jason con una sonrisa
—El 1 de julio —dijo Piper—. Las calendas de julio.
—Sí —Jason sonrió burlonamente—. A los romanos les parecería un buen augurio: el primer día del mes con el nombre de Julio César. El día sagrado de Juno. Yupi.
—Pobrecito — dijo Apolo
—Sí, te damos nuestras condolencias— asintió Hermes
—Ya dejen de estar de odiosos— masculló Hera
—Vean la ironía en eso— bufó Hefesto
Piper no quería insistir, ni celebrar su aniversario si a él no le apetecía.
—¿Dieciséis? —preguntó. Él asintió con la cabeza.
—Vaya, ya puedo sacarme el carnet de conducir.
—Si conduces como Nico, no lo hagas — dijo Apolo
Nico resopló y varios soltaron una risita
—Aunque me parece que es más genético que nada— señaló Apolo
—¡Yo conduzco mal!— exclamó Bianca
—Noooo, para nada— murmuró Miranda
—O sea que admites que Nico conduce mal— añadió Apolo
—Yo no… Yo no dije eso— Bianca miró al dios, con el ceño fruncido
—Parece que esto de la mala conducción es genético, así que … Thalia maneja horrible también— argumentó Percy
—No es cierto— argumentó Thalia
Frank prefirió seguir con la lectura
Piper se rió. Jason había matado a tantos monstruos y había salvado el mundo tantas veces que la idea de que sudara tinta para pasar un examen de conducción parecía ridícula.
—Sería más ridículo que lo reprobara — señaló Leo
—Definitivamente eso sería ridículo— asintió Piper
—Pero no podemos descartar que podría pasar— dijo Jason
—Por supuesto que no va a pasar— dijo Thalia rodando los ojos —debes de ser el ser más responsable en el camino
—Además si según Bianca, Nico consiguió un permiso de conducción dudo que tú no lo consigas— señaló Apolo
—Sí, el permiso de los dioses— murmuró Bianca
Se lo imaginó al volante de un viejo Lincoln con la señal de prácticas arriba y un profesor gruñón en el asiento del pasajero con un pedal de freno de emergencia.
—Con una calcomanía de "soy nuevo y el auto se me va para atrás" — bromeó Percy
—Mejor una que diga "voy lento porque traigo pastel" — dijo Leo
—O ambas, sirven para diferentes contextos — dijo Connor
—¿A qué esperas? —lo instó Piper—. Apaga las velas.
Jason las apagó. Piper se preguntó si habría pedido un deseo; con suerte, que él y Piper sobrevivieran a la misión y siguieran juntos para siempre.
—Awwwww — chillaron sus amigos
Piper se sonrojó
—Que romántica, reina de belleza — comentó Leo con una risita
—Obviamente — asintió Apolo
Decidió no preguntarle. No quería gafar su deseo y desde luego no quería enterarse de que había pedido otra cosa.
—Por supuesto — dijo Thalia riendo
—Y Jason pidiendo la figura coleccionable de Superman — bromeó Travis
—Ya lo exhibiste y Piper no quería saber que pidió— dijo Leo
Desde que habían partido de las Columnas de Hércules el día anterior por la noche, Jason había parecido distraído. Piper lo entendía perfectamente. Hércules había resultado todo un chasco como hermano mayor,
—Como hermano mayor, como dios, y como todo — dijo Percy
—¿Sigues enojado por que coqueteó con Zoé?— susurró Thalia —claro que también me habría gustado clavarle una daga
—Por supuesto que sí, fue un completo idiota— comentó Percy, y es que en realidad lo había sido, cuando Hercules llegó a la Sala, a todos los había sorprendido, en especial a la primera Zoë. Pero con lo cínico que era Hércules le llegó a coquetear diciéndole lo bueno que era verla, no hace falta decir que Zoë no lo recibió de la mejor manera. Así que cuando el genio notó el rechazó buscó a su siguiente víctima, intentó hacer movimientos con Thalia, con Piper que obviamente no fueron muy receptivas, pero lo peor fue cuando hizo su movimiento de conquistador con Zoé ¡Estaba chiquita y él es un cretino! Percy no lo dudó y lo amenazó con su espada, no fue muy bien después de ahí, así que sí, obviamente seguía enojado.
y el viejo dios del río Aqueloo había dicho cosas poco halagüeñas sobre los hijos de Júpiter.
Piper se quedó mirando la cornucopia. Se preguntaba si Aqueloo estaría acostumbrándose a no tener ningún cuerno. Esperaba que sí.
—Pues no es como que tenga muchas opciones — dijo Chris
—No es como que le vaya a crecer un cuerno de repente— comentó Leo encogiéndose de hombros
—Gracias, no me hacen sentir mejor— dijo Piper con una mueca
—Pero bueno, suponemos que sí se debe estar acostumbrando— señaló Hermes
Sí, él había intentado matarlos, pero Piper lo lamentaba por el viejo dios. No entendía cómo a un espíritu tan solitario y deprimido podía crecerle un cuerno de la abundancia que arrojaba piñas y tartas de cumpleaños.
—Es uno de los grandes misterios — dijo Apolo
—De los misterios más misteriosos— asintió Leo
—El tipo de misterios que investigarlo probablemente te de dolor de cabeza— comentó Rachel
—Ese grado de misteriosidad— coincidió Travis
¿Era posible que la cornucopia hubiera agotado toda la bondad que había en él? Tal vez ahora que había perdido el cuerno, Aqueloo pudiera colmarse de felicidad y quedársela para él.
—Eso podría ser — dijo Percy
—Pero aunque sea cierto, es bastante raro— dijo Bianca
—Sí, por eso no hay que pensarlo mucho— comentó Piper
Tampoco podía dejar de pensar en el consejo de Aqueloo: « Si hubierais ido a Roma, la historia del diluvio os habría sido más útil» .
—Nosotros igual seguimos sin entender eso — dijo Katie
—Y nosotros ojalá no lo hubiéramos entendido— dijo Percy
—Lo sé, pero ya en la situación que bueno que sí lo entendimos— comentó Jason
—Ya en la situación no nos quedaba de otra más que entenderlo— asintió Piper
Ella conocía la historia a la que se refería, pero no entendía en qué sentido podía ayudarles.
Jason sacó la vela apagada de la tarta.
—He estado pensando.
—Dioses ¿Cómo empiezas una conversación así? — dijo Miranda negando con la cabeza
—Hasta yo sé que una conversación no se debe iniciar así — dijo Percy
—Hasta yo— coincidió Travis
—Al parecer todos lo sabíamos, menos Jason— asintió Leo
—Bueno, ahora lo sé— fijo Jason
—Más vale tarde que nunca— comentó Chris
Las palabras devolvieron a Piper al presente. Viniendo de tu novio, « He estado pensando» era una frase que daba un poco de miedo.
—Y sí — dijo Katie
—Pero lo importante es que ahora ya saben como no iniciar una conversación — dijo Apolo
—Sí, tampoco se inicia con un "tenemos que hablar" — señaló Miranda —solo para que quede el registro
—Anotado — dijo Connor
—¿En qué? —preguntó.
—En el Campamento Júpiter —contestó él—. Todos los años que pasé allí formándome. Siempre hacíamos las cosas en equipo, trabajando como una unidad. Creía que entendía lo que eso significaba. Pero, si te digo la verdad, yo siempre era el líder. Incluso cuando era más pequeño…
Jason se sonrojó
—Lo suponíamos — asintió Perséfone
—Por supuesto que era sí — dijo Zeus con tono de que no podía ser de otra manera
—El hijo de Júpiter —dijo Piper—. El chico más poderoso de la legión. Eras la estrella.
Jason pareció incomodarse, pero no lo negó.
—No había cómo negarlo — murmuró Jason —fue así
—Nos imaginamos que sí— dijo Rachel
—En este grupo de siete semidioses… no sé qué hacer. No estoy acostumbrado a ser uno entre tantos… ejem… iguales. Me siento como si estuviera fallando.
—Por supuesto que sí — dijo Apolo —pero no estás fallando
—Definitivamente no lo están haciendo— dijo Hestia —cada uno era lider en su campamento y es completamente entendible que se sientan de esa manera, pero si son siete es para que todos se apoyen y ninguno de ustedes tenga que llevar solo esa carga
Piper le cogió la mano.
—Eso no es verdad.
—Pues es lo que pareció cuando Crisaor atacó —dijo Jason—. Me he pasado la mayor parte de este viaje inconsciente y sin poder hacer nada.
—Unas cuantas veces inconsciente no quiere decir que no has hecho nada — dijo Thalia
—Creo que quiere decir exactamente eso— dijo Jason
—Hiciste muchas cosas— asintió Percy —no voy a dar detalles, pero Cim
—Bueno, eso fue…
—Además la tormenta que crearon tú y Percy nos ayudó a salir— dijo Piper
—Peleamos contra los gigantes— señaló Percy
—Todos tienen un papel importante por eso están ahí— dijo Hera en tono de que ya no se admitian más comentarios
—Venga ya —lo regañó ella—. Ser un héroe no significa que seas invencible. Simplemente significa que tienes el valor de mantenerte firme y hacer lo que hay que hacer.
—Exacto. No hay palabras más verdaderas — dijo Hestia
—Gracias— dijo Piper con una sonrisa —¿Ves Chispitas? Juntate conmigo
—¿Propuesta indecente?— bromeó Leo
Piper le aventó un cojín
—¿Y si no sé lo que hay que hacer?
—Para eso están tus amigos. Todos tenemos distintos puntos fuertes. Ya lo averiguaremos juntos.
—Todos son iguales, no necesitas llevar todo el peso — dijo Deméter
Jason y Percy hicieron una mueca
Jason la observó. Piper no estaba segura de que él creyera lo que le estaba diciendo, pero se alegraba de que confiara en ella. Le gustaba que tuviera dudas sobre sí mismo.
Todos voltearon a ver a Piper
—De acuerdo, eso sonó mal — dijo Piper —pero no era exactamente a lo que me refería
—Eso sonó pésimo— señaló Thalia
—Díganles no a las relaciones tóxicas— dijo Apolo
—El rey de las relaciones tóxicas ha hablado— comentó Hermes
Él no triunfaba siempre. No creía que el universo le debiera una disculpa cada vez que algo iba mal, a diferencia de otro hijo del dios del cielo que había conocido recientemente.
—Hércules es un capullo —dijo, como si le hubiera leído el pensamiento—. Yo no quiero ser así.
—Ay, pero por supuesto que no eres así — dijo Piper
—Por supuesto que no— dijo Thalia —Hércules es un idiota
—Todos estamos de acuerdo en eso— asintió Percy
—Y sí— coincidió Zoé
Pero no hubiera tenido el valor de plantarle cara si tú no hubieras tomado la iniciativa. Tú fuiste la heroína esa vez.
—Podemos turnarnos —propuso ella.
—Eso puede resultar — dijo Rachel
—Me parecía una buena idea — dijo Piper
—No te merezco.
—Ay cariño — suspiró Afrodita
Jason se sonrojó furiosamente
—No te permito que digas eso.
—¿Por qué no?
—Es una frase que se dice para romper. A menos que estés rompiendo conmigo…
Jason se inclinó y la besó.
—Creo que no está rompiendo contigo — dijo Thalia riéndo
—Que bueno, porque nos caen bien los mellizos — dijo Zoé
—Sí, a nosotros también— asintió Leo
Los colores de la tarde romana parecieron súbitamente más intensos, como si el mundo hubiera pasado a verse en alta definición.
—Nada de romper —prometió—. Puede que me hay a pegado en la cabeza varias veces, pero no soy tan tonto.
—Bueno saberlo — dijo Afrodita
—No le han afectado los golpes en la cabeza, al menos — comentó Thalia
—Vaya, gracias — dijo Jason
—Bien —dijo ella—. Respecto a la tarta…
Le tembló la voz. Percy Jackson corría hacia ellos, y Piper supo por su expresión que traía malas noticias.
—Arruinaste el momento Percy — dijo Travis
—Lo sé, pero era importante — dijo Percy
—Bastante importante — asintió Piper —al menos Jason ya había apagado la velita
—Me sé esperar para dar las malas noticias — asintió Percy
Se reunieron en el barco para que el entrenador Hedge pudiera oír la historia. Cuando Percy acabó, Piper seguía sin dar crédito.
—Así que Annabeth ha sido secuestrada en una moto por Gregory Peck y Audrey Hepburn —resumió.
—No secuestrada — dijo Annabeth
—No sé, por lo que contó Percy sí fue como un secuestro— comentó Piper
—No lo conté así… No mucho, al menos— dijo Percy
—Al menos— dijo Connor
—No exactamente secuestrada —dijo Percy —. Pero tengo un mal presentimiento… —respiró hondo, como si estuviera intentando no perder los papeles—. Ha… ha desaparecido. Tal vez yo no debería haber dejado que lo hiciera, pero…
—Tenías que hacerlo — dijo Annabeth
—Yo le dije lo mismo— asintió Piper —aunque tu novio es un poquito necio
—¿Un poquito?— preguntó Sally
—Mamá— se quejó Percy
—Pero es cierto, cariño— dijo Sally
—Tenías que hacerlo —dijo Piper—. Sabías que tenía que ir sola. Además, Annabeth es dura y lista. No le pasará nada.
Piper infundió poder de persuasión a su voz, lo que tal vez no estuviera bien,
—¿Me embrujahablaste? — preguntó Percy sonando un poco indignado
—Poquito — dijo Piper
—Pero Piper tiene razón, sabías que tenía que ir sola— dijo Annabeth
Percy hizo una mueca
pero Percy tenía que lograr concentrarse. Si entraban en combate, Annabeth no querría que resultara herido porque estaba distraído pensando en ella.
—Exactamente — dijo Annabeth
—Está bien, lo voy a pasar— dijo Percy
—Gracias, eres muy amable— comentó Piper —además ni que fuera la primera vez que te embrujohablo
—Excelente manera de mostrar tu punto— dijo Thalia riendo
—Ha saber cuantas veces nos embrujahabló a nosotras— susurró Bianca
—Es una duda que me perseguirá por siempre— asintió Zoé
Los hombros del chico se relajaron un poco.
—Puede que tengas razón. En fin, Gregory … digo, Tiberino… dijo que tenemos menos tiempo para rescatar a Nico de lo que pensábamos. ¿Todavía no han vuelto Hazel y los chicos?
—Tuvimos unos problemillas — dijo Leo
—Ya sabes, el tipo de problemas que suelen suceder cuando vas bajo tierra— dijo Hazel
—Y cuando los eidolons abogados te persiguen— comentó Leo
—Y cuando encuentras un taller abandonado— asintió Frank
Piper consultó la hora en el tablero de control. No se había dado cuenta de lo tarde que se estaba haciendo.
—Son las dos de la tarde. Dijimos que nos reuniríamos aquí a las tres.
—Como muy tarde —dijo Jason.
—Pero no teníamos el tiempo que creímos — murmuró Hazel
—Lo que también es un gran problema— asintió Percy
—Pero vamos a suponer que todo sale bien— dijo Apolo
—O todo se pone peor— comentó Zoë
—Tu optimismo de siempre— bufó Apolo
Percy señaló la daga de Piper.
—Tiberino dijo que podías dar con la situación de Nico… ya sabes, usando eso.
Piper se mordió el labio. Lo último que quería era consultar a Katoptris para que le mostrara más imágenes terribles.
—Es que muestra cosas bastante horribles — murmuró Piper
—Sí, ya nos dimos cuenta, pero era necesario— dijo Percy
—Lo sé, pero no nos mostró exactamente como llegar a Nico— señaló Piper
—Pero de cierta forma lo hizo— comentó Jason
—Ya lo he intentado —dijo—. La daga no siempre me enseña lo que quiero ver. De hecho, casi nunca lo hace.
—Mejor dicho — suspiró Piper
—Esa daga tiene sus propias reglas— asintió Afrodita
—Lo pude notar— dijo Piper
—Sin embargo es un arma poderosa— dijo Apolo
—Pero horrible— señaló Piper
—Por favor —dijo Percy —. Inténtalo otra vez.
Se lo rogó con aquellos ojos verde mar, como una adorable cría de foca necesitada de ayuda.
Los chicos soltaron una risita
—No parezco una cría de foca— dijo Percy con una mueca
—Sí lo haces— asintió Annabeth
—Además te estoy diciendo "adorable", no es un insulto— comentó Piper con una sonrisa
—Y cariño, cuando ruegas sí pareces una cría de foca muy adorable— señaló Sally
Piper se preguntaba cómo ganaba Annabeth una discusión con aquel chico.
—Es la pregunta del millón — dijo Connor
—Es que tengo años de práctica — dijo Annabeth encogiéndose de hombros
—No sé cómo alguien puede ganarle a esa mirada— comentó Miranda
—Porque Annabeth desde la primera vez ganó— señaló Grover
—Está bien —dijo suspirando, y sacó la daga.
—De paso —intervino el entrenador Hedge—, a ver si puedes conseguir los últimos resultados de béisbol. Los italianos no dan información de béisbol que valga un pimiento.
—No puede ser con esa cabra — masculló Hades
—Sí, el entrenador es bastante… Interesante— dijo Hazel
—Interesante es una forma de decirlo— comentó Leo
—Pero al menos es el adulto responsable— dijo Hermes con ironía
—Chist.
Piper observó la hoja de bronce. La luz brilló. Vio un loft lleno de semidioses romanos. Una docena de ellos se encontraban alrededor de una mesa mientras Octavio hablaba y señalaba con el dedo un gran mapa.
—Justo el tipo de imagen que no quería ver — dijo Piper
—Y justo por eso era el tipo de imagen que te iba a tocar— argumentó Rachel
—No me creían que el arma mostraba lo que quería— dijo Piper
—Sí te creímos, pero también creímos que había que intentarlo— sonrió Percy
Reyna se paseaba junto a las ventanas, contemplando Central Park.
—Eso no pinta bien —murmuró Jason—. Ya han montado una base avanzada en Manhattan.
—Y en ese mapa aparece Long Island —dijo Percy.
—Están reconociendo el terreno —supuso Jason—. Discutiendo rutas de invasión.
—Ustedes no se preocupen, nosotros lo teníamos controlado —dijo Travis
—Bueno, no lo teníamos controlado, pero ustedes no se preocupen— comentó Connor
—Eso por supuesto que sube el ánimo— resopló Chris
—Mucho— dijo Miranda
Piper no quería ver eso. Se concentró más. La luz rieló a través de la hoja. Vio unas ruinas —unos cuantos muros desmoronados, una sola columna, un suelo de piedra cubierto de musgo y vides marchitas— amontonadas sobre una ladera herbosa salpicada de pinos.
—Bueno, esperemos sea el lugar — dijo Hermes
—Sí era un lugar, pero no el que esperábamos— comentó Percy
—Definitivamente no lo esperábamos— dijo Jason
—Lamentablemente yo sí lo esperaba— señaló Piper
—Yo acabo de estar ahí —dijo Percy —. Está en el antiguo foro.
La imagen se acercó. A un lado del suelo de piedra, habían sido excavados unos escalones que bajaban a una moderna verja de hierro con un candado.
—Eso no suena tan bien — dijo Connor
—Eso es lo menos malo que va a mostrar— dijo Piper
—Sí, ya lo suponíamos— mencionó Perséfone
La imagen de la hoja atravesó la puerta y descendió por una escalera de caracol hasta una estancia oscura y cilíndrica como el interior de un silo para el grano.
Piper soltó la daga.
—Eso suena aún peor — dijo Grover
—Ah, pero yo escogí esa daga— dijo Piper mirando a Annabeth —lo sé, lo sé
—No iba a decir nada, pero sí— asintió Annabeth
—¿Qué pasa? —preguntó Jason—. Nos estaba mostrando algo.
Piper se sintió como si el barco estuviera otra vez en el mar, balanceándose bajo sus pies.
—No podemos ir ahí.
—No fue divertido estar ahí — dijo Percy
—No, cero recomendado— dijo Jason
—Si alguna vez tiene la oportunidad de ir ahí, desaprovenchenla— comentó Piper
—Aunque si la aprovechan ya no creo que les vaya tan mal como nos fue a nosotros— argumentó Percy
—No lo sé— dijo Jason
Percy frunció el entrecejo.
—Piper, Nico se está muriendo. Tenemos que encontrarlo. Por no hablar de que Roma está a punto de ser destruida.
—Dos cosas muy importantes — asintió Apolo
—Sí— coincidió Percy —teníamos que apurarnos, aunque esa cosa no nos dejó apurarnos tanto
—Era un lugar muy poco amable— dijo Piper
A Piper le fallaba la voz. Había mantenido en secreto la visión de la sala circular durante tanto tiempo que le resultaba imposible hablar de ella. Tenía la horrible sensación de que explicárselo a Percy y Jason no cambiaría nada. No podía impedir lo que estaba a punto de ocurrir.
—Tienes toda la razón, no serviría de nada — dijo Rachel
—No porque de todas maneras decidieron entrar — murmuró Piper
—Pero lo teníamos que hacer — comentó Jason
Recogió su daga. La empuñadura parecía más fría de lo habitual. Se obligó a mirar la hoja. Vio a dos gigantes con armaduras de gladiador sentados en unas descomunales sillas de pretor. Los gigantes brindaron con unas copas doradas como si acabaran de ganar una importante batalla.
—Probablemente cuando nos atacaron los eidolons abogados — señaló Leo
—Con todo lo que estaba pasando en ese momento creo que tenían muchas razones para brindar — comentó Thalia
—Motivos no los faltaban — coincidió Hermes
—Pudieron disfrutar sus cinco minutos de gloria — bufó Percy
Entre ellos había una gran vasija de bronce. La visión volvió a aproximarse. Dentro de la vasija, Nico di Angelo se hallaba hecho un ovillo, inmóvil, con todos los granos de granada comidos.
—Llegamos tarde —dijo Jason.
—Dioses, así que supongo que fue bueno que les dijeran que no tenía el tiempo que creían— señaló Luke
—Definitivamente— dijo Percy
—Entonces apúrense— dijo Hades
—No —dijo Percy —. No, no me lo creo. A lo mejor ha entrado en un trance más profundo para ganar tiempo. Tenemos que darnos prisa.
Todos voltearon a ver a Nico para aclarar información
—Digámoslo de una manera— dijo Nico y en voz baja y de manera discreta le pidió a Will que volteara para observar la reacción de Bianca, que estaba tensa y estaba apretando la mano de Charles, aunque su expresión no revelaba gran cosa
La superficie de la hoja se oscureció. Piper volvió a envainarla, tratando de impedir que las manos le temblaran. Esperaba que Percy tuviera razón y que Nico siguiera vivo. Por otra parte, no veía qué relación tenía esa imagen con la visión de la estancia inundada.
—Pero supongo que ahora ya encontré la relación — dijo Piper
—Más vale tarde que nunca — dijo Leo
—Y eso aplica para casi todo — señaló Apolo
Tal vez los gigantes estaban brindando porque ella, Percy y Jason estaban muertos.
—Deberíamos esperar a los demás —dijo—. Hazel, Frank y Leo deberían volver pronto.
—No podemos esperar —insistió Percy.
—Lo sé. Es que no quería ir a esa estancia — murmuró Piper —estaba intentando hacer tiempo, lo que sé que tampoco era bueno, pero…
—No te preocupes, te entendemos — dijo Percy —tal vez al principio no, pero luego ya
—Además a nosotros tampoco nos gustó mucho la estancia — señaló Jason
El entrenador Hedge gruñó.
—Solo son dos gigantes. Si queréis, yo me los puedo cargar.
—Ejem… entrenador —dijo Jason—, es una oferta generosa, pero necesitamos un hombre en el barco… o una cabra. Lo que sea.
—Claro que sí — dijo Katie
—Eso es cierto, no se puede quedar solo el Argo II — comentó Leo
—Y el entrenador realmente estaría mejor ahí — dijo Frank
—Definitivamente — asintió Percy
Hedge frunció el ceño.
—¿Y dejar toda la diversión para vosotros tres?
Percy agarró el brazo del sátiro.
—Hazel y los demás le necesitan aquí. Cuando vuelvan, necesitarán su liderazgo. Usted es su pilar.
—De nada — dijo Percy al ver las expresiones de Hazel, Frank y Leo
—Leo acaba de decir que el Argo no se puede quedar solo — dijo Travis
—¡Sí, pero eso no quiere decir que el entrenador es mi pilar! — exclamó Leo
—Sí, te pasaste un poquito con eso — dijo Hazel
—¿Por qué? — preguntó Percy amablemente —¿No lo consideran su pilar?
Hubo varias risitas
—Sí —Jason consiguió mantener el rostro serio—. Leo siempre dice que usted es su pilar.
—Eso es jugar sucio, Superman rubio — dijo Leo
Todos se empezaron a reír
—¿Cómo consiguieron no echarse a reír con eso? — preguntó Miranda
—Es que no es broma, Leo lo dice — comentó Piper
Leo le aventó un cojín, Esperanza soltó una risita
Puede decirles que nos hemos ido y que den la vuelta al barco para reunirse con nosotros en el foro.
—Y tenga.
Piper quitó las correas de Katoptris y se la colocó al entrenador Hedge en las manos.
—¿Estás segura que esa es una buena idea? — preguntó Zoë
—Así que sea buena buena idea, pues la verdad no mucho — comentó Piper encogiéndose de hombros —pero la verdad ya me había cansado esa arma
—Pues sí, ves puras cosas malas… No te da la motivación suficiente — dijo Rachel
Los ojos del sátiro se abrieron mucho. Un semidiós jamás debía abandonar su
arma, pero Piper estaba harta de visiones siniestras. Prefería enfrentarse a la muerte sin más anticipos.
—No me gustan los spoilers — dijo Piper
—¿Ni siquiera cuando se trata de tu vida? — preguntó Bianca
—No, porque esos spoiler no me ayudaban absolutamente a nada — dijo Piper
—Nada más eran spoilers de los malos — señaló Miranda
—Vigílenos con la hoja de la daga —propuso—. También puede consultar los resultados de béisbol.
Eso zanjó el asunto. Hedge asintió seriamente, preparado para cumplir con su parte en la misión.
—Creo que es un buen arreglo — dijo Chris
—A eso se le llama ganar-ganar — dijo Will
—Todos felices y todos contentos — asintió Chris
—Claro — coincidió Leo
—Está bien —dijo—. Pero si algún gigante pasa por aquí…
—Tiene libertad para dispararle —dijo Jason.
—¿Y a los turistas pesados?
—No —dijeron los tres al unísono.
—Que bueno que se lo dijeron explícitamente — dijo Apolo
—Bueno, pero es que luego los turistas sí son bastante pesados — comentó Leo
—Sí, ojalá hubiéramos tenido al entrenador para lidiar con los turistas que nos tocaron a nosotros — dijo Frank
—Bah. De acuerdo. Pero no tardéis mucho, o iré a por vosotros descargando las ballestas.
—Así por las buenas — dijo Percy
—Esa es suficiente motivación para no tardarnos — asintió Piper
—Claro, nada más necesitábamos ahogarnos más rápido — señaló Percy
—Obviamente, no sé cómo no lo hicimos — murmuró Jason
XLII
Piper
Encontrar el lugar fue fácil. Percy los llevó directos a él, en una zona abandonada de la ladera que daba al foro en también fue fácil. La espada de oro de Jason cortó el candado, y la verja de metal se abrió chirriando. Ningún mortal los vio. Ninguna alarma se disparó. Una escalera de caracol descendía en la penumbra.
—Deben sospechar cuando las cosas son fáciles — dijo Apolo
—Y cuando son difíciles también — señaló Percy
—Mejor dicho, hay que sospechar siempre — comentó Piper
—Sí, definitivamente — dijo Annabeth
—Yo iré primero —dijo Jason.
—¡No! —gritó Piper.
Los dos chicos se volvieron hacia ella.
—¿Qué pasa, Pipes? —preguntó Jason—. Esa imagen de la daga… la has visto antes, ¿verdad?
Piper hizo una mueca
—Atrapada — dijo Connor
—Ya no lo podía seguir escondiendo más — comentó Piper —esa visión me daba miedo
—Y con razón — asintió Percy —entendimos tu preocupación
—Tal vez un poco tarde, pero lo entendimos — asintió Jason
Ella asintió con los ojos llorosos.
—No sabía cómo decíroslo. He visto como la sala de ahí abajo se llenaba de agua. He visto como los tres nos ahogábamos.
—Sí, nosotros también la vimos — dijo Leo
—No fue el mejor momento — dijo Hazel
—Sì, les creemos— asintiò Percy
Jason y Percy fruncieron el entrecejo.
—Yo no puedo ahogarme —dijo Percy, aunque parecía que lo estuviera preguntando.
—Sí, era para que dijeran que no — comentó Percy
—Ah, es que no nos avisaste que eso querìas— dijo Piper —¿Pero cómo lo podía convencer si él no estaba convencido?
—Eso es un buen punto— asintió Percy
—Bueno, pero esperemos que todo salga bien— suspiró Poseidón
—Puede que el futuro haya cambiado —conjeturó Jason—. En la imagen que nos acabas de mostrar no había agua.
Piper deseaba que estuviera en lo cierto, pero sospechaba que no tendrían tanta suerte.
—Lo típico — dijo Percy
—Jamás tenemos suertes— dijo Piper
—Definitivamente no— comentó Jason
—Sí, no sé cómo no existe una fuente inagotable de suerte para semidioses o algo así— señaló Leo
—Bueno, está Tiche— dijo Apolo
—Pero creo que no le caemos bien— dijo Piper
—Escucha —dijo Percy —. Iré a mirar primero. Tranquila. Vuelvo enseguida.
Antes de que Piper pudiera protestar, desapareció escalera abajo.
—Sí, el truco está en no dar tiempo para protestar — asintió Percy
—Ah bueno, gracias por darnos el truco— dijo Piper
—En algunas situaciones eso sería un mal consejo— comentó Perséfone
—Sí, pero por eso solo es utilizado en situaciones de emergencia o situaciones de misiones posiblemente suicidas— dijo Percy
—Que bueno que lo especificas, antes de que los legados salgan con que también son abogados— señaló Apolo
Ella contó en silencio mientras esperaban a que volviera. En torno al número treinta y cinco, oyó sus pisadas, y Percy apareció en lo alto, más perplejo que aliviado.
—La buena noticia es que no hay agua —dijo—.
—Entonces estamos confundidos — dijo Connor
—Digo, no se pueden ahogar si no hay agua— dijo Bianca
—Tal vez al final de cuentas Jason tenía razón y el futuro cambió— señaló Luke
—Pero también dijeron que no tenían tanta suerte— comentó Chris
—Nos gusta realizar cosas imposibles— dijo Piper
La mala noticia, que no veo ninguna salida ahí abajo. Y la noticia rara… bueno, deberíais ver esto…
—Bueno, al final entraron — dijo Grover
—Sabíamos que no teníamos mucha opción— dijo Percy
—Exacto, estábamos contra reloj y si teníamos que ir, era por algo— asintió Jason
Descendieron con cautela. Percy tomó la delantera empuñando a Contracorriente. Piper le seguía, y Jason iba detrás, cubriéndoles las espaldas. La escalera era un angosto sacacorchos de mampostería cuyo diámetro no pasaba de un metro y ochenta centímetros.
—No exactamente un lugar para pelear — dijo Percy
—Además ni nos dieron oportunidad — dijo Piper
—Buen punto — asintió Percy
—Bueno, pues todo lo que conlleve viajar, siempre es malo — comentó Grover
A pesar de que Percy había dicho que tenían vía libre, Piper mantenía los ojos abiertos por si había trampas. En cada curva de la escalera aguardaba una emboscada. No tenía ninguna arma, solo la cornucopia sujeta al hombro con un cordón de cuero.
—¿Sigues diciendo que fue buena idea dejar tu arma?— preguntó Apolo
—Sip — asintió Piper
—¿No acabas de escuchar que lo que sea que estaba ahí no les dio ni tiempo de pelear? — señaló Artemisa
—Pero se pudo haber arrepentido de no llevar su arma — dijo Apolo
En el peor de los casos, las espadas de los chicos no servirían de cerca. Tal vez Piper pudiera disparar a sus enemigos jamones ahumados a alta velocidad.
—Podrían causar un traumatismo— asintió Will
—Pero siempre para mejores resultados apunta a la cabeza — dijo Apolo
—Bueno, no fue necesario — dijo Piper
A medida que descendían bajo tierra, Piper vio antiguos grafitis grabados en las piedras: números romanos, nombres y frases en italiano. Eso significaba que otras personas habían estado allí abajo en una época más reciente que el Imperio romano, pero Piper no se quedó tranquila.
—Podemos entenderte— dijo Katie
—Sobretodo después de aquella visión — dijo Rachel
—Definitivamente — asintió Thalia
Si había monstruos abajo, no se interesarían por los mortales, esperando a que vinieran unos suculentos semidioses.
Por fin llegaron al fondo. Percy se volvió.
—Cuidado con el último escalón.
—Porque puede saltar y atacarlos— dijo Leo
—No me sorprendería si pasara — dijo Percy
—Creo que ya nos podemos esperar cualquier cosa — comentó Annabeth
—Hasta las más extrañas — asintió Piper
Saltó al suelo de la sala cilíndrica, situada a un metro y medio por debajo de la escalera. ¿Por qué diseñaría alguien una escalera así? Piper no tenía ni idea. Tal vez la sala y la escalera habían sido construidas en épocas distintas.
—Tal vez querían que te mataras al llegar al final— dijo Leo
—No puedo refutar eso — dijo Percy
—Forma sútil de decir que no les gustan las visitas — comentó Travis
—Mejor deberían poner un tapete de "bienvenido, pero no mucho rato" — dijo Miranda —sería mejor para todos
Quería volverse y salir, pero no podía hacerlo con Jason detrás, y tampoco podía dejar a Percy allí abajo. Bajó dejándose caer, y Jason la siguió.
—Sí, no te queda mucha opción— dijo Rachel
—Estaba atrapada en medio — dijo Piper
—Es que si uno se va ahogar, nos ahogamos todos — bromeó Percy
—Gracias — dijo Piper
La sala era idéntica a la que había visto en la hoja de Katoptris, salvo que no había agua. Las paredes curvas habían estado pintadas con frescos, pero se habían descolorido hasta quedar blancas con algunas motas de color. El techo abovedado se encontraba a unos quince metros por encima.
—Esperamos que siga sin agua— dijo Hermes
—Pero cara de tierra les mostró a Leo y los demás que sí se estaban ahogando — mencionó Perséfone
—Eso es lo preocupante — dijo Poseidón con una mueca
Alrededor de la parte trasera de la sala, enfrente de la escalera, había nueve huecos excavados en la pared. Cada hueco estaba a casi tres metros del suelo y era lo bastante grande para dar cabida a una estatua del tamaño de un humano, pero estaban vacíos.
—Eso es raro— dijo Miranda
—Pero se pone más raro— añadió Percy
—Ah bueno, gracias por la advertencia — dijo Katie
—La rareza es parte del día a día —mencionó Leo
—Y que lo digas — suspiró Piper
El aire era frío y seco. Como Percy había dicho, no había más salidas.
—Está bien —Percy arqueó las cejas—. Aquí está la parte rara. Mirad. Se situó en el centro de la sala.
Inmediatamente, una luz verde y azul rieló a través de las paredes.
—Sí, eso es más raro— dijo Connor
—Pero al mismo tiempo suena bonito— dijo Bianca
—De cierta forma— coincidió Percy —pero seguía siendo raro
—Lo raro le ganaba a lo bonito— comentó Jason
Piper oyó el sonido de una fuente, pero no había agua. No parecía que hubiera nada que emitiera luz salvo las hojas de las espadas de Percy y Jason.
—Yo siento como si en cualquier momento les fuera a salir el fantasma, así como en las películas de terror— comentó Miranda
—Pero mientras nadie se quede solo el fantasma no los perseguirá— dijo Travis
—Los fantasmas como en las películas no existen— resopló Nico
—Que poco creyente eres— dijo Travis negando con la cabeza
—¿Oléis el mar? —preguntó Percy.
Piper no había reparado en ello. Estaba al lado de Percy, y él siempre olía a mar.
—Ah— murmuró Percy —es que es la loción de La Sirenita
—Claro, pero por eso era confuso— dijo Piper
—Aprendes a identificarlos— comentó Ananbeth
Varios le dieron miraditas de burla y Percy se sonrojó
Pero estaba en lo cierto. El aroma a agua salada y a tormenta se estaba intensificando, como si un huracán de verano se estuviera acercando.
—¿Es una ilusión? —preguntó.
De repente sentía una extraña sed.
—De acuerdo, eso suena mal— dijo Apolo
—Espero que sea de ese buen tipo de sed— comentó Dionisio
—Yo espero que no sea de ese tipo de sed— dijo Sally
—No lo sé —dijo Percy —. Siento como si aquí debiera haber agua: mucha agua. Pero no hay. Nunca he estado en un sitio así.
—Después de la visión de Piper no nos gusta eso de "mucha agua"— dijo Rachel
—Pero no hay— dijo Bianca
—Pero de todas maneras se vio la imagen de ellos ahogándose— comentó Rachel
Jason se acercó a la hilera de nichos. Tocó el estante inferior del más cercano, situado a la altura de sus ojos.
—En esta piedra… hay incrustadas conchas marinas. Es un ninfeo.
—¿Un qué?— preguntó Chris
—En pocas palabras, un lugar para las ninfas— dijo Percy
—No te preocupes, de todas maneras aquí viene explicado— comentó Frank
—Entonces con las conchas y eso pues sí hay agua— dijo Zoë
—Sí, pero no agua de la buena— mencionó Percy
Definitivamente a Piper se le estaba secando la boca.
—¿Un qué?
—En el Campamento Júpiter tenemos uno en la colina de los Templos —dijo Jason—. Es un santuario dedicado a las ninfas.
—Entonces no puede ser malo ¿Verdad?— preguntó Tyson preocupado
—Pues según Percy lo que está ahí no es agua de la buena— comentó Rachel
—Es que no era mala en sí… No mucho— dijo Percy
—Eso aclara mucho el panorama— dijo Thalia con sarcasmo
Piper deslizó la mano por la parte inferior de otro nicho. Jason tenía razón. El hueco estaba tachonado de cauris, caracolas y veneras. Las conchas marinas parecían moverse a la luz acuosa. Estaban heladas al tacto.
—Aun así sigo esperando al fantasma— dijo Travis
—Es que es justamente cuando no lo esperas, que aparece— señaló Leo
—Obviamente, es la regla de los fantasmas— asintió Percy
Nico rodó los ojos
Piper siempre había considerado a las ninfas unos espíritus amistosos: bobas y coquetas, por lo general inofensivas. Se llevaban bien con las hijas de Afrodita. Les encantaba compartir cotilleos y consejos de belleza.
—Por lo general— señaló Apolo
—Sí, ya lo noté— dijo Piper
—Bueno, tuvieron que hacer algo muy malo para hacer enojar a las ninfas— dijo Hermes
Sin embargo, aquel sitio no se parecía al lago de las canoas del Campamento Mestizo, ni a los riachuelos del bosque donde Piper normalmente coincidía con las ninfas. Aquel sitio parecía irreal, hostil y muy seco.
—Pero no hay ninfas ¿No?— preguntó Grover
—No spoilers— dijo Leo
Jason retrocedió y examinó la hilera de huecos.
—En la antigua Roma había santuarios como este por todas partes. Los ricos los colocaban en el exterior de sus casas para rendir homenaje a las ninfas, para asegurarse de que el agua siempre estuviera fresca. Algunos santuarios se construían alrededor de manantiales naturales, pero la mayoría eran artificiales.
—Entonces es una buena noticia— dijo Katie
—Pero sigue pareciendo escenario de película de terror— señaló Frank
—Bueno, pero del imperio Romano a esto hay muchos años— dijo Katie
—Entonces… ¿aquí no han vivido ninfas de verdad? —preguntó Piper esperanzada.
—No estoy seguro —dijo Jason—. El sitio en el que estamos habría sido un estanque con una fuente. Muchas veces, cuando el ninfeo pertenecía a un semidiós, invitaba a las ninfas a vivir allí. Si los espíritus se instalaban, se consideraba un buen augurio.
—Bueno, espero que no haya nadie viviendo ahí— dijo Rachel
—Pues viviendo así lo que se dice viviendo, pues no lo estaban— dijo Percy con una mueca
—No puede ser— suspiró Grover
—Para el dueño —supuso Percy —. Pero también ataba a las ninfas a la nueva fuente de agua, lo que era estupendo si la fuente estaba en un bonito parque soleado con agua fresca transportada a través de los acueductos…
—Lo que no es el caso— suspiró Grover
—Sí, definitivamente ese no era lugar para nadie — dijo Piper
—Pero este sitio ha estado bajo tierra durante siglos —aventuró Piper—. Seco y enterrado. ¿Qué habrá sido de las ninfas?
—Pero no sabemos si aceptaron vivir ahí— dijo Miranda
—Con todo lo que están diciendo, yo creo que sí — dijo Connor
El sonido del agua se convirtió en un coro de susurros digno de unas serpientes espectrales. La luz ondulante pasó del azul y el verde mar al morado y el color lima pálido. Encima de ellos, los nueve nichos empezaron a brillar. Ya no estaban vacíos.
—Y ahí está el fantasma— señaló Travis
—Ya era el momento de que saliera— asintió Miranda
—Y con susurros y toda la cosa — comentó Chris
—Obviamente, debía llevar todos los efectos especiales— dijo Percy
En cada uno había una anciana marchita, tan secas y frágiles que a Piper le recordaron unas momias, solo que las momias no solían moverse. Tenían los ojos de color morado oscuro, como si el agua azul clara de su fuente vital se hubiera condensado y se hubiera vuelto más densa dentro de ellas.
—¡Eso es horrible!— exclamó Grover
—Lo sé— dijo Percy con una mueca —no puedo creer que hayan estado tanto tiempo ahí
—Las debieron de haber liberado— comentó Poseidón con una mueca
Sus elegantes vestidos de seda estaban hechos jirones y descoloridos. En el pasado habían tenido el pelo rizado y adornado con joyas al estilo de las nobles romanas, pero en ese momento su cabello estaba despeinado y seco como la paja. Si existían las caníbales del agua, pensó Piper, ese debía de ser el aspecto que tenían.
—¿Caníbales de agua?— preguntó Connor
—Caníbales que viven en el agua, obviamente— dijo Leo
—Por supuesto, bastante claro— asintió Connor —no sé cómo no me di cuenta antes
—¿Qué habrá sido de las ninfas? —dijo la criatura del nicho central.
Se encontraba todavía en peor estado que las demás. Tenía la espalda encorvada como el asa de una jarra. Sus manos esqueléticas solo tenían una capa de piel fina como el papel.
—Pobres de ellas— dijo Grover horrorizado
—¿Por qué alguien les haría eso?— preguntó Bianca con una mueca
—Por idiota— dijo Percy
—Definitivamente estoy de acuerdo con eso— asintió Jason
—Eso es bastante horrible— dijo Zoé
Sobre su cabeza, una maltrecha corona de laurel dorado brillaba en su castigado cabello. Clavó sus ojos morados en Piper.
—Qué pregunta tan interesante, querida. Tal vez las ninfas todavía estén aquí, sufriendo, esperando vengarse.
—Claro, y fueron los primeros idiotas en estar en el ojo de su venganza— dijo Thalia
—Sip— dijo Percy
—Al fin me saco el primer lugar en algo— comentó Piper
La siguiente vez que se le presentara la ocasión, Piper juró que fundiría a Katoptris y la vendería como chatarra. Aquel estúpido cuchillo nunca le mostraba toda la información.
—Es parte de la diversión— dijo Apolo
—Me divertí muchísimo con eso— dijo Piper con sarcasmo
—Por supuesto, fue increíble— asintió Percy
—Hasta dan ganas de repetirlo— resopló Jason
Sí, se había visto a sí misma ahogándose, pero si hubiera sabido que nueve ninfas zombis secas como la mojama estarían esperándola, no habría bajado allí.
—Sí, y es comprensible— dijo Katie
—Aunque espero que las puedan ayudar— dijo Grover
—Ella no tienen la culpa— argumentó Zoë
—Lo sé— coincidió Percy
—Pero al principio fue un poco difícil verlo con todo lo que estaba pasando— dijo Piper
Consideró echar a correr hacia la escalera, pero cuando se volvió, la puerta había desaparecido. Cómo no. Entonces solo había una pared lisa. Piper sospechaba que no era una simple ilusión. Además, antes de que llegara al otro lado de la sala, las ninfas zombis se abalanzarían sobre ella.
—Definitivamente— dijo Perséfone
—Nunca había escuchado hablar de ninfas zombis— dijo Rachel
—Ya escuchaste, ahora espero que nunca las veas— comentó Piper
—Y menos en un lugar tan chiquito como ese— dijo Percy
Jason y Percy la flanqueaban con las espadas en ristre. Piper se alegró de tenerlos cerca, pero sospechaba que sus armas no servirían de nada. Había visto lo que pasaría en esa estancia. De algún modo, esas cosas iban a vencerlos.
—Recuerda que el cuchillo no te ha mostrado toda la información— señaló Annabeth
—También te puede servir de motivación— asintió Thalia
—Sí, no te da todas las noticias malas, pero tampoco todas las buenas— dijo Will
—Claro— dijo Piper
—¿Quiénes sois? —preguntó Percy. La ninfa del centro giró la cabeza.
—Ah… nombres. Una vez tuvimos nombres. ¡Yo era Agno, la primera de las nueve!
—Eso lo explica— murmuró Deméter
Algunos de los chicos miraron el libro con confusión
—Vaya— dijo Annabeth
A Piper le pareció un nombre ridículo para una bruja, pero prefirió no decirlo.
—No estás en posición para hacerlo— dijo Leo
—A veces sé cuándo quedarme callada— asintió Piper
—Que huevo que ya lo hayas aprendido— dijo Leo
—Más vale tarde que nunca— coincidió Piper
—Las nueve —repitió Jason—. Las ninfas de este santuario. Siempre había nueve nichos.
—Por supuesto —Agno enseñó los dientes, esbozando una sonrisa cruel—. Pero nosotras somos las nueve originales, Jason Grace, las que asistieron al nacimiento de tu padre.
Los chicos miraron el libro con incredulidad
—Bueno, eso es extraño— dijo Leo
—Y que lo digas— murmuró Jason
Jason bajó la espada.
—¿Te refieres a Júpiter? ¿Estuvisteis cuando él nació?
—Zeus, lo llamábamos entonces —dijo Agno—. Cómo chillaba el muy granuja.
A pesar de la situación, varios soltaron una risita
Atendimos a Rea en el parto. Cuando el bebé nació, lo escondimos para que su padre, Cronos, no se lo comiera. ¡Qué pulmones tenía esa criatura! Apenas podíamos ocultar el ruido para que Cronos no lo encontrara.
Zeus resopló
—Siempre tan dramático— resopló Hades
Cuando Zeus creció, nos prometieron honores eternos. Pero eso fue en el antiguo país, en Grecia.
Las otras ninfas gimieron y arañaron sus nichos. Piper se dio cuenta de que parecían estar atrapadas en ellos, como si tuvieran los pies pegados a la piedra, igual que las conchas marinas ornamentales.
—Están atadas a ese lugar— asintió Grover
—Que lamentable que estén ahí— dijo Bianca
—Y que no puedan hacer nada para salir— murmuró Rachel
—Cuando Roma llegó al poder, nos invitaron a venir aquí —dijo Agno—. Un hijo de Júpiter nos tentó con favores. « Un nuevo hogar» , nos prometió. « ¡Más grande y mejor! Sin pagar entrada, y en un barrio estupendo. Roma durará eternamente» .
—Ay, esos hijos de Júpiter— dijo Leo negando con la cabeza
—Pero ningún lugar dura eternamente— comentó Hermes
—Lo aprendieron de la manera más dura— suspiró Percy
—Eternamente —susurraron las otras.
—Sucumbimos a la tentación —dijo Agno—. Dejamos nuestras sencillas fuentes y manantiales del monte Liceo y nos mudamos aquí. ¡Durante siglos, vivimos de maravilla! Fiestas, sacrificios en nuestro honor, vestidos y joyas nuevas cada semana.
—Sí, pero creo que el precio fue muy alto— dijo Zoë
—Bastante — asintió Grover
—Y si los atacan no sé cómo van a poder pasarlas— dijo Chris
Todos los semidioses de Roma coqueteaban con nosotras y nos rendían homenaje. Las ninfas gimieron y suspiraron.
—Pero Roma no duró —gruñó Agno—. Los acueductos fueron desviados.
—Que horrible— dijo Katie
—Fue un imperio demasiado rápido como para que durara— comentó Artemisa —aunque definitivamente las ninfas no tenían que pagar así
—Lo peor es que, ni siquiera hubieran podido morir, solo sufrieron y sufrieron durante años— dijo Nico
La casa de campo de nuestro amo fue abandonada y derribada. Se olvidaron de nosotras y quedamos enterradas bajo tierra, pero no podíamos escapar. Nuestras fuentes vitales estaban ligadas a este sitio. Nuestro antiguo amo no consideró apropiado liberarnos.
—Pero que imbécil— protestó Calipso
—Cómo alguien puede hacer eso— dijo Tyson negando con la cabeza tristemente
—No lo sé— suspiró Percy —supongo que al idiota ese no le importaba en lo absoluto
—Tal vez pensó que simplemente morirían… Lo que claramente no es justificación, pero— Will se encogió de hombros
Durante siglos, nos hemos marchitado en la oscuridad, pasando sed… mucha sed. Las otras se arañaron la boca.
Piper notó que a ella también se le cerraba la garganta.
—¿Sabían que en las películas de terror lo que le pasa al fantasma les pasa a los demás?— preguntó Travis
—Bueno, entonces supongo que sí vivimos nuestra película de terror— dijo Piper
—Ya lo creo— asintió Jason
—Lo siento por vosotras —dijo, tratando de echar mano de su embrujahabla—. Ha debido de ser horrible. Pero nosotros no somos vuestros enemigos. Si podemos ayudaros…
—¡Oh, qué voz más dulce! —gritó Agno—. Qué facciones tan bonitas.
—Eso es bueno ¿No?— dijo Bianca
—Depende ¿Para nosotros o para ellas?— preguntó Bianca
—Para ustedes— dijo Bianca aunque sonó como pregunta
Yo también fui joven como tú. Mi voz era relajante como un arroyo de montaña. Pero ¿sabes lo que le pasa a la mente de una ninfa cuando está atrapada en la oscuridad, sin más alimento que su odio, sin más bebida que sus pensamientos violentos?
—Nop, pero nos podemos imaginar— dijo Miranda
—Y ni siquiera creo que nuestra imaginación esté a la altura— dijo Chris
—Pero aun así qué horror estar tanto tiempo así— suspiró Katie
Sí, querida. Podéis ayudarnos…
Percy levantó la mano. —Ejem… Yo soy hijo de Poseidón. Tal vez pueda buscaros una nueva fuente de agua.
—¡Ja! —gritó Agno.
—Creo que no les impresionó— dijo Leo
—Sí, yo pensé lo mismo— dijo Percy —fueron un público difícil
—Pero puedes hacer lo mismo que en el rancho de Gerión ¿No?— preguntó Bianca
—Pero ellas tenían otros planes— comentó Percy
Las otras ocho repitieron:
—¡Ja! ¡Ja!
—Desde luego, hijo de Poseidón —dijo Agno—. Conozco bien a tu padre. Efialtes y Oto prometieron que vendrías.
—Por supuesto que sí— masculló Hades
—Pero aun así después de escucharlas siento que no las puedo odiar— dijo Rachel
—Lo sé, era difícil hacerlo— suspiró Percy
—Y que lo digas— coincidió Jason
Piper posó la mano en el brazo de Jason para no perder el equilibrio.
—Los gigantes —dijo—. ¿Trabajáis para ellos?
—Son nuestros vecinos —Agno sonrió—. Sus aposentos están detrás de este sitio,
—Mal momento para tenerlos de vecinos— dijo Leo
—O por eso los gigantes eligieron ese lugar— comentó Clarisse
—Lo que también podría ser probable— asintió Piper
adonde desviaron el agua del acueducto para los juegos. Cuando nos hayamos ocupado de vosotros…, cuando nos hayáis ayudado…, los gemelos han prometido que no volveremos a sufrir más.
—Ya no entiendo si quieren ayuda o no— dijo Katie
—Sí, pero ayuda a su manera— dijo Piper
—Las cosas tienen que ser como ellas dicen— asintió Percy
—Ni modo que se haga como ellas no dicen— comentó Leo encogiéndose de hombros
Agno se volvió hacia Jason.
—Tú, hijo de Júpiter, pagarás por la terrible traición de tu antecesor al traernos aquí.
—Pero eso es injusto— dijo Bianca
—Sí, pero así es el mundo de la mitología— comentó Percy
—Y que lo digas— murmuró Jason
Conozco los poderes del dios del cielo. ¡Yo lo crié cuando era un bebé! Hubo una época en que las ninfas controlábamos la lluvia que caía sobre nuestras fuentes y manantiales. Cuando hay a acabado contigo, recuperaremos ese poder.
—Eso suena muy mal para ti— dijo Rachel a Jason
—Ah sí, pero no solo para mí. A todos nos va muy mal— dijo Jason
Y Percy Jackson, hijo del dios del mar, a ti te arrebataremos el agua, una reserva ilimitada de agua.
—¿Cómo qué ilimitada?— preguntó Chris
—No sé, a mí también me sonaba bastante ilógico eso— dijo Percy
—Ni siquiera la cantidad de agua que hay en la Tierra es ilimitada— comentó Annabeth
—Dile a ellas, no sé cómo le iban a hacer— dijo Percy —y me da dolor de cabeza de solo pensarlo
—Sí, es bastante raro— asintió Leo
—¿Ilimitada? —Percy desplazó la vista rápidamente de una ninfa a otra—. Ejem… mirad, no sé si puedo daros agua ilimitada, pero a lo mejor unos cuantos litros sí.
—Sonaba a una buena oferta— murmuró Percy
—Unos cuantos litros deberían ser suficientes, el exceso de agua también es malo— dijo Will
—Claro, no sé cómo no consideraron eso— dijo Percy negando con la cabeza
—Pero aun así pobres de ellas— suspiró Sammy
—Y tú, Piper McLean —los ojos morados de Agno brillaron—. Tan joven, tan hermosa, con una voz tan dulce. Gracias a ti, recuperaremos nuestra belleza. Hemos reservado nuestra última energía vital para este día. Tenemos mucha sed.¡Y beberemos de vosotros tres!
—Eso… Eso es algo asqueroso— dijo Miranda
—De la manera en que lo veas, sí lo es— asintió Piper
—¿Por eso lo de los caníbales?— preguntó Bianca
—Sí, más o menos— dijo Piper
Los nueve nichos relucieron. Las ninfas desaparecieron, y de sus huecos empezó a salir agua a raudales: un agua oscura como el petróleo.
—Fin del capítulo— anunció Frank
—El agua oscura no me da buena espina— dijo Leo
—A mí tampoco— dijo Rachel
—Bueno, vamos a ver como lograron salir de ahí — comentó Hermes —¿Quién va a ser el próximo o la próxima en leer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario