-De acuerdo ¿Quién lee?- preguntó Grover

-Yo- dijo Hermes -me monto en un perro y me voy contra un árbol, lindo título

-Un título bastante descriptivo- dijo Thalia

-Chicos, no lo intenten en casa- dijo Connor

La Señorita O'Leary me vio antes de que yo la viera a ella, lo cual tenía su guasa, considerando que es del tamaño de un camión.

-¿Los quieres?- preguntó Jason señalando sus lentes

-¿en qué momento decidiste unirte a ellos?- se quejó Percy

-Digamos que es un poco divertido- Jason sonrió

-bienvenido al club- dijo Thalia

-Aún tenemos inscripciones abiertas- anunció Leo

Hestia los miró con una sonrisa

Entré en el ruedo de arena y un muro de oscuridad se me vino encima.

— ¡Guau!

-¡Miau!- chillaron los Stoll

-¡Por los dioses!- dijo Miranda

-¿Qué está mal con ustedes?- masculló Katie

-es parte del encanto, querida- dijo Afrodita guiñando un ojo

Cuando quise darme cuenta, me encontraba tirado en el suelo con una pezuña gigante en el pecho y una lengua enorme y rasposa como un estropajo lamiéndome la cara.

-Por fin alguien a quien le da gusto verte- bromeó Thalia -y no quiere matarte

-¡Thalia!- chilló Annabeth

-buena esa, cara de pino- dijo Nico -tienes tus momentos

-cuando quieras sombritas- dijo Thalia

-groseros- masculló Percy

— ¡Uf! —resoplé—. Qué tal, chica. Yo también me alegro de verte. ¡Ay!

Me costó unos minutos calmarla y quitármela de encima.

-Pero lo logré- dijo Percy con expresión triunfante

Para entonces ya estaba empapado de babas.

-el pequeño precio por el recibimiento más cálido recibido hasta ahora.- comentó Thalia

-¡Thalia, basta con eso!- masculló Annabeth

Thalia solo se empezó a reír

Ella quería jugar, así que tomé un escudo de bronce y lo lancé a la otra punta del ruedo.

-Incluso sirve de entrenamiento- dijo Percy -lo recomiendo por si quieren tener una perra del infierno como mascota

-No gracias, ya tengo suficiente con cuidarlos a ellos- dijo Chris señalando a los Stoll

-¡Eh!- se quejaron los Stoll

Hermes veía divertido a sus hijos, aunque ellos tres llevaban una buena relación ninguno de ellos se atrevía a incluir a Luke, a veces por las noches en la palacio tenían un aire de incomodidad, realmente Hermes no podía culpar a ninguno de ellos, ni a los demás chicos que parecían ser una gran familia

La Señorita O'Leary, dicho sea de paso, es la única perra del infierno simpática.

-Cerbero también es simpático- dijeron Annabeth y Nico al mismo tiempo

-Pero nos quería matar- señaló Grover

-solo quería jugar- dijo annabeth

Grover y Percy intercambiaron una mirada

-normalmente trata de matar a las personas, pero es un buen chico cuando lo consienten- dijo Nico

-algo así como Nico- señaló Thalia

-como Hades- dijo Poseidón al mismo tiempo

Hades y Nico rodaron los ojos

La había heredado cuando murió su anterior propietario. La dejaba en el campamento y Beckendorf... bueno, Beckendorf solía cuidar de ella cuando yo estaba fuera.

-Porque a ustedes no les gruñía- masculló Clarisse

-Es una perra inteligente- comentó Percy

-Idiota- gruñó Clarisse

Él había forjado el hueso de bronce que más le gustaba y que se pasaba todo el tiempo mascando.

-Estaba acabando con las provisiones de maniquíes para el mantenimiento- dijo Quirón

-E intentaba perseguir a los chicos que pasaban por ahí- dijo Connor

-no es que nosotros lo hayamos visto y no hiciéramos nada- agregó Travis

-Por supuesto que no- confirmó Connor

-no me sorprende- dijo Katie

También le había hecho un collar y en la etiqueta había puesto un icono sonriente amarillo —en vez de la calavera— entre dos tibias cruzadas.

-Es para asustar a los enemigos- afirmó Percy

-La perra más temida de todo el inframundo- dijo Leo

-no se metan con ella- dijo Connor

Pensar en todo aquello me entristecía de nuevo, pero le lancé una cuantas veces más el escudo porque ella insistía.

-Y no puedo hacer nada ante eso- dijo Percy

Enseguida se puso a ladrar —un estruendo incluso superior al de un cañón de artillería—, como si necesitara salir a dar un paseo.

-Y es mejor que la hayas llevado a dar un paseo- gruñó Clarisse -no queremos sorpresas

-era un poco incómodo- dijo Connor

-Además de peligroso- señaló Will

A los demás campistas no les gustaba que hiciera sus necesidades en la arena.

-Realmente no puedes culparlos- dijo Hermes

-No- dijo Percy sonrojado

Ya había provocado más de un resbalón e incluso algún accidente desafortunado.

-Fue desafortunado, pero digamos que también fue un poco divertido- dijo Travis

-Oh sí hermano, la cara de ese chico fue lo mejor- dijo Connor

-no fue divertido- dijo Katie

-Lo fue... Un poco- dijo Will

Nico lo miró con una ceja alzada

-Fue uno de tus hermanos- señaló miranda

Apolo hizo un sonidito de molestia

-Estuvo en el momento y lugar equivocado- dijo Will

-Lo lamento- dijo Percy

Will se encogió de hombros

Abrí la cerca y ella se alejó hacia el bosque dando saltos.

La seguí corriendo, aunque no me preocupaba que me llevara la delantera.

-Ningún monstruo en su sano juicio quisiera enfrentarse con ella- dijo Thalia

-normalmente los monstruos no están en su sano juicio- dijo annabeth

No había nada en aquel bosque que entrañase peligro para la Señorita O'Leary.

Incluso los dragones y los escorpiones gigantes escapaban cuando la oían acercarse.

-chicos listos- comentó Jason

-Es la perra más temida del inframundo- dijo Leo

-También está Cerbero- dijo Travis

-sí, y ÉL es el perro más temido- anunció Leo

La localicé al fin (para entonces ya había ido al lavabo) en el claro donde el Consejo de los Sabios Ungulados había sometido a juicio a Grover.

-Imprudente como su dueño- masculló Atenea

-Otro desafortunado incidente- dijo Poseidón

-Por supuesto que dirías eso- bufó la diosa de la sabiduría

El lugar no tenía buen aspecto. La hierba estaba amarillenta y los tres tronos de arbustos recortados habían perdido todas las hojas.

-al parecer a esos viejos sátiros no les fue tan bien- masculló Dionisio -y aun así siguen pensando que Pan llegará y los salvará

Pero lo que me sorprendió no fue eso, sino el extraño trío que divisé en medio del claro: la ninfa Enebro, Nico di Angelo y un sátiro viejísimo y muy gordo.

-totalmente extraño- asintió Thalia -Nico pasando tiempo con alguien

-cállate cara de pino- gruñó Nico

-Nico ya pasa más tiempo con las personas- señaló Will

-como si me quedara de otra- bufó Nico

-Oh cariño, todos en esta sala sabemos que no es un gran sacrificio para ti pasar tiempo con Will- dijo Afrodita

Nico y Will se sonrojaron furiosamente

-¿Alguien aquí conoce la palabra discreción?- murmuró Will sonrojado

Se oyó un coro de "no", Apolo se encontró sonriendo, a Hades no le hizo mucha gracias

Nico era el único que no parecía asustado por la aparición de la Señorita O'Leary. Tenía el mismo aspecto que en mi sueño, con su cazadora de cuero, unos tejanos negros y una camiseta con esqueletos danzantes, como en esas imágenes del Día de los Muertos.

-Cariño, también debemos hablar sobre tu sentido de la moda- comentó Afrodita

Nico la miró horrorizado

-¡Mamá!- dijo Piper

-Oh no Afrodita- masculló hades

Llevaba al cinto su espada de hierro estigio. Sólo tenía doce años, pero parecía mucho mayor y más triste que un chico de esa edad.

-Gracias Percy- masculló Nico

-¿doce?- preguntó Leo -¿Will cuántos años tienes? ¿Esto siquiera es legal?

-Leo- masculló Jason

-Creí que nos íbamos a meter con Percy- masculló Will -no con nosotros

-Pero también es divertido- comentó Connor

-Sí, yo te voy a decir lo que también es divertido...- amenazó Nico

Me hizo un gesto al verme, sin dejar de rascarle las orejas a la Señorita O'Leary. Ella le olisqueaba las piernas como si fuesen lo más interesante que había husmeado en su vida, aparte de los filetes de vaca. No era de extrañar.

-¿Me estabas comparando con un filete de vaca?- masculló Nico

-No- murmuró Percy lentamente -para nada

-no se les ocurra decir algo al respecto- dijo Reyna al darse cuenta que los Stoll iban a abrir la boca

Siendo hijo de Hades, Nico debía de haber andado por sitios muy apetitosos para un perro del infierno.

El viejo sátiro no parecía tan contento, ni mucho menos.

-¿Y cuándo lo parece?- masculló Dionisio

-Ese es un buen punto- comentó Hermes

— ¿Alguien va a explicarme qué demonios hace esta criatura del inframundo en mi bosque? —Agitaba los brazos y daba golpes nerviosos con las pezuñas, como si la hierba estuviera ardiendo—. ¡Tú, Percy Jackson! ¿Es tuya esta fiera?

-Un poco exagerado- dijo Poseidón -no es como si tu mascota lo estuviera amenazando, solo estaba dando un paseo

-Es que los sátiros no nos llevamos muy bien con los perros del infierno- dijo Grover

Perdona, Leneo —le respondí—. Es así como te llamas, ¿no?

-Por supuesto que te acordabas de su nombre- dijo Grover -solo querías hacerlo enojar

Percy sonrió inocentemente

El sátiro puso los ojos en blanco. Tenía el pelaje de color gris pelusa y una telaraña entre los cuernos. Con aquella panza, pensé, habría sido un autochoque invencible.

-Que pensamiento tan extraño, bro- dijo -Jason

-Como todos los que tiene- señaló Thalia

Pues claro que soy Leneo. No me dirás que te has olvidado tan fácilmente de un miembro del Consejo, ¿eh? Y ahora, saca de aquí a esta fiera. — ¡Guau! —dijo alegremente la Señorita O'Leary.

-Y eso solo lo puso más nervioso- comentó Grover

-un poco- murmuró Percy

-Tan prudente como tú- bromeó Rachel

-en serio no puedes creer que todos me molesten- se quejó Percy

El viejo sátiro tragó saliva y espetó:

— ¡Dile que se vaya! En estas condiciones, Enebro, no pienso ayudarte.

-Chantaje- dijo Hermes

Enebro se volvió hacia mí. Estaba muy mona, al estilo de las dríadas, con su vaporoso vestido morado y sus rasgos de elfo, pero tenía los ojos teñidos de verde de tanto llorar clorofila.

-Las dríadas siempre están muy monas- dijo Apolo

-Creí que no ibas hablar- comentó Artemisa

-nos duró tan poco esa actitud- dijo Hermes

-no puedo creer el hecho de que disfruten tan poco oír de nuevo mi privilegiada voz- dijo Apolo

-era demasiado para ser cierto- gruñó Hera

-Espero que ustedes puedan apreciarlo más- dijo apolo a los semidioses

Los chicos asintieron incómodos

Hola, Percy —dijo, sorbiéndose la nariz—. Estaba preguntando ahora mismo por Grover. Estoy segura de que le ha ocurrido algo. No pasaría tanto tiempo fuera si no se hubiera metido en un aprieto. Tenía la esperanza de que

Leneo...

-Y luego el viejo sátiro...-dijo Dionisio

-Grover nos tenía muy preocupados- comentó Percy

-en serio lo siento- dijo Grover

— ¡Ya te lo he dicho! —Bramó el sátiro—. Te irán mejor las cosas sin ese traidor.

— ¡No es un traidor! —Protestó Enebro—. ¡Es el sátiro más valiente del mundo y quiero averiguar dónde está!

— ¡Guau!

-Un argumento bastante convincente- dijo Frank

-fue el mejor argumento hasta el momento- dijo Leo

-No puedes negarte a un argumento así- dijo Percy

-Creí que o les ibas a seguir la corriente- dijo Annabeth

-No cuando se trate de molestarnos- dijo Percy con una sonrisita

A Leneo le temblaban las rodillas.

— ¡N... no responderé a ninguna pregunta mientras este perro del infierno siga husmeándome la cola!

-Rayos señorita O'Leary- dijo Connor

Nico hacía esfuerzos para no mondarse de risa.

Nico trataba de no reírse en la sala

Ya me la llevo yo a dar un paseo —dijo.

-Nico salvando el momento- anunció Will

Nico se sonrojó

Dio un silbido y la Señorita O'Leary correteó tras él hacia la otra punta de la arboleda.

Leneo resopló indignado y se sacudió las ramitas de la camisa.

Bueno, como estaba tratando de explicarte, jovencita, tu novio no ha enviado ni un solo informe desde que decidimos exiliarlo por votación.

-Hasta donde recuerdo, votamos en contra del exilio- dijo Dionisio -¿No es así, Quirón?

-Así es- dijo Quirón -pero parece que Leneo lo ha olvidado

Intentasteis exiliarlo por votación —lo corregí—. Pero Quirón y Dionisio lo impidieron.

— ¡Bah! Ellos sólo son miembros honorarios del Consejo. No fue una votación reglamentaria.

-¿Disculpa?- masculló Dionisio

Ya se lo contaré a Dionisio —dije.

-Ya casi son íntimos amigos- bromeó Apolo

Percy y Dionisio hicieron una mueca

Leneo palideció.

Bueno, quería decir... —balbució—. Jackson, esto no es asunto tuyo.

Grover es amigo mío —repliqué—. Y no mentía cuando os explicó la muerte de Pan. Yo fui testigo. Pero a vosotros os daba demasiado miedo aceptar la verdad.

-Y ahora es cuando Percy hace otro buen amigo- dijo Thalia

.-Como siempre- suspiró Percy

A Leneo le temblaron los labios de rabia.

— ¡No! Grover es un mentiroso. ¡Por mí que se pudra! Nos las arreglamos mejor sin él.

Señalé los tronos marchitos.

-Les va perfecto- masculló Annabeth

Si tan bien van las cosas, ¿dónde están tus amigos? Parece que vuestro Consejo no se ha reunido últimamente.

Marón y Sileno... eh... volverán, estoy seguro —afirmó, aunque había una nota de temor en su voz—. Se están tomando su tiempo para reflexionar. Ha sido un año muy peliagudo.

-Y va a ser aún peor- dijo Poseidón -y siguen sin entender

Y más lo va a ser —le aseguré—. Necesitamos a Grover, Leneo. Ha de haber un modo de localizarlo con tu magia.

-Pero es tan necio que no va a querer hacerlo- dijo Dionisio -lo hirieron en su orgullo

El viejo sátiro parpadeó, nervioso.

Te lo estoy diciendo: no he oído nada. Quizá esté muerto.

Muerto no —le aseguré—. Eso sí lo percibo.

-Gracias a los dioses que no estaba muerto- dijo Bianca

-Y que lo digas- murmuró Annabeth

Esas conexiones por empatía —replicó, desdeñoso— son muy poco fiables.

Pregunta por ahí —insistí—. Encuéntralo. Se avecina una guerra. Grover estaba preparando a los espíritus de la naturaleza.

— ¡Sin mi permiso! Y ésta no es nuestra guerra.

-esta guerra les incumbe tanto como a nosotros, no crean que por el hecho de no luchar Cronos los va a dejar vivir como si nada- dijo Atenea

-es una idea estúpida- dijo Artemisa -él se va a dedicar a destruirlo a todos sin compasión

Lo agarré de la camisa, cosa nada propia de mí, la verdad, pero aquella vieja cabra estaba sacándome de quicio.

-y lo peor que pueden hacer es sacarlo de quicio- dijo Frank

-lo lamento- dijo Percy -no debí hacerlo

-Tranquilo- dijo Poseidón -tenías demasiadas presiones

Escucha, Leneo. Cuando Cronos ataque, vendrá con manadas de perros del infierno. Y destruirá todo lo que encuentre a su paso: mortales, dioses, semidioses... ¿Crees que a los sátiros no os tocará un pelo? Se supone que eres un líder. Pues lidera. Lárgate de una vez y averigua lo que pasa. Encuentra a Grover y tráele noticias a Enebro. Y ahora, ¡muévete!

-Tampoco te conviene ser su enemigo- dijo Hestia

-Lo lamento- volvió a decir Percy

No le di un empujón muy fuerte, pero era más bien cabezón y se desplomó sobre sus cuartos traseros.

-Por los dioses, muchacho- suspiró Quirón

Se reincorporó penosamente y se alejó corriendo con su panza bamboleante.

— ¡Grover jamás será aceptado! —refunfuñó—. ¡Seguirá desterrado hasta la muerte!

Grover y Percy intercambiaron una mirada

Desapareció entre los matorrales y Enebro se secó los ojos.

Perdona, Percy. No quería involucrarte. Leneo sigue siendo uno de los señores de la Naturaleza. No te conviene tenerlo como enemigo.

-Realmente tengo peores enemigos- dijo Percy

-y lo dice tan tranquilo- señaló apolo

-Al menos aún conserva su optimismo- dijo Perséfone

-esto está muy mal- masculló Poseidón

No importa —contesté—. Tengo enemigos peores que ese sátiro gordinflón. Nico se acercó.

Buen trabajo, Percy —dijo—. Por el rastro de boñigas que ha dejado, yo diría que lo has asustado de lo lindo.

A mí, en cambio, me asustaba ver allí a Nico, porque intuía el motivo.

-tenías que darme una respuesta- dijo Nico

-te das cuenta de lo mal que suena eso ¿Cierto?- comentó Thalia

-Vas de nuevo- gruñó Nico

Aun así traté de sonreír.

Bienvenido. ¿Sólo has venido a ver a Enebro? —pregunté.

-Tenía que intentarlo- dijo Percy

Él se sonrojó.

Eh... no. Eso ha sido por causalidad. He caído... en medio de su conversación.

-espero que eso de "he caído en medio" sea metafórico- dijo Will

— ¡Nos ha dado un susto brutal! —Dijo Enebro—. Como surgido directamente de las sombras.

Will volteó a ver a Nico con los brazos cruzados

-Eso ya pasó- murmuró Nico

Pero oye, Nico, tú eres hijo de Hades. ¿Seguro que no has sabido nada de Grover?

-El chico no tiene un alma mortal- dijo Hades

El chico desplazó su peso de una pierna a otra.

Ya he intentado explicártelo, Enebro... Aunque Grover muriera, se reencarnaría en otro ser de la naturaleza. Yo no percibo esas cosas, sólo detecto las almas mortales.

Nico hizo una mueca

Pero si te enteras de algo —suplicó, poniéndole una mano en el brazo—, de cualquier cosa...

Nico se ruborizó aún más.

-no te preocupes- dijo Thalia mirando a Grover -Enebro tampoco es su tipo

Nico se sonrojó

-Eso fue un golpe bajo, cara de pino- masculló Percy

Eh... sí, cuenta con ello. Mantendré los oídos alerta.

Daremos con él, Enebro —le prometí—. Grover está vivo, seguro. Tiene que haber algún motivo para que no se haya comunicado con nosotros.

-En mi defensa, sí había motivo- dijo Grover

Ella asintió, desmoralizada.

— ¡Me da rabia no poder salir del bosque! Puede estar en cualquier parte y yo, aquí atada, esperando. Ay, si ese niño cabra se ha hecho daño...

-Oh, pero eso no es su culpa- dijo Grover -ella es la mejor novia del mundo

Afrodita suspiró

La Señorita O'Leary volvió dando saltos y se puso a olfatear el vestido de

Enebro. Ella soltó un chillido.

— ¡Eh, quieta! Que ya sé lo que pasa con los perros y los árboles. ¡Me voy!

-Dríada inteligente- dijo Hermes -no le conviene en lo absoluto estar ahí

Hizo ¡puf! y se disolvió en una niebla verde. La perra se alejó decepcionada en busca de otro objetivo.

-Bueno, no podía esperar que enebro se quedara esperando a que la señorita O'Leary hiciera sus necesidades- comentó Deméter

Nico dio unos golpecitos en el suelo con la espada y en el acto surgió de la tierra un montón de huesecillos que se acoplaron entre sí y formaron el esqueleto de un ratón de campo, que se apresuró a salir corriendo.

-Entretenimiento gratis- dijo Leo

-Cállate Valdez- gruñó Nico

Me apenó mucho lo de Beckendorf —comentó Nico.

Se me hizo un nudo en la garganta.

— ¿Cómo lo has sabido?

Hablé con su fantasma.

Ah... ya.

-Vaya con esa elocuente respuesta- dijo Perséfone -y Nico lo dice como si estuviera hablando del clima

No conseguía hacerme a la idea de que aquel crío de doce años pasara más tiempo hablando con los muertos que con los vivos—.

-Y vaya que los vivos disfrutan cuando les habla ¿no es cierto, Will?- preguntó "amablemente" Connor

-sí- afirmó Will haciendo sonrojar a Nico

¿Te dijo algo?

No te culpa a ti. Se imaginaba que te estarías fustigando por lo ocurrido y me dijo que no tenías por qué.

-Te conocía bien- dijo Poseidón

— ¿Va a tratar de renacer?

Nico negó con la cabeza.

Piensa quedarse en los Campos Elíseos. Dijo que esperaba a alguien.

Los chicos intercambiaron miradas

No sé a qué se refería, pero parecía conforme con la muerte.

Aquello no me consolaba demasiado, pero ya era algo.

-fue de ayuda- dijo Percy -gracias

Nico asintió

Tuve una visión de ti en el monte Tamal país —le dije—. ¿Fue...?

Real, sí —repuso—. No pretendía espiar a los titanes, pero andaba por allí cerca.

Nico se sonrojó furiosamente -¿En serio tiene que venir eso?- masculló

Percy se encogió de hombros con una mirada de disculpa

— ¿Se puede saber para qué?

Nico tiró del cinturón de su espada.

Seguía una pista... bueno, ya sabes, de mi familia.

Hubo un intercambio de miradas incómodo entre Bianca. Nico, Hades y Perséfone

-No podía esperar que esto no viniera- masculló Perséfone para sí misma

Asentí. No ignoraba que su pasado era un asunto doloroso. Hasta hacía dos años, él y su hermana Bianca habían permanecido detenidos en el tiempo en el Hotel Casino Loto.

-Gracias por el recordatorio- masculló Nico

Habían pasado allí unos setenta años. Finalmente, un misterioso abogado los había rescatado y llevado a un internado, pero Nico no conservaba ningún recuerdo de su vida antes de aquel casino.

Zeus le lanzó una mirada asesina a Hades, Hades se mostró imperturbable ante su "desobediencia"

No sabía nada de su madre. Tampoco quién era el abogado ni por qué los habían congelado en el tiempo y luego los habían liberado.

-sí bueno no tenías que dar toda la explicación- masculló Nico

-Se supone que los pensamientos son privados- dijo Percy

Desde que Bianca había muerto y lo había dejado solo, vivía obsesionado con encontrar la respuesta a todos aquellos enigmas.

-No estaba obsesionado- masculló Nico

— ¿Y cómo te fue? —le dije—. ¿Hubo suerte?

No —murmuró—. Pero quizá tenga pronto una nueva pista.

-Sería en vano decirte que no lo hicieras ¿Cierto?- masculló Hades

-sí- dijo Bianca mirando a su hermano

— ¿Cuál?

Nico se mordió el labio.

Eso no importa ahora —afirmó—. Ya sabes por qué he venido.

-en otras palabras, eso no es asunto tuyo- dijo Thalia

Sentí un pavor que me oprimió el pecho. Desde que el pasado verano Nico me había propuesto su plan para derrotar a Cronos, yo no había parado de sufrir pesadillas.

-y cada vez tengo menos deseos de conocer ese plan- dijo Poseidón -y también tengo la sospecha de que por terrible que sea, vas a hacerlo

Él se había presentado de vez en cuando para apremiarme a que le diera una respuesta, pero le había ido dando largas.

-lo noté- masculló Nico

No sé, Nico —dije—. Es que me parece una pasada, una solución extrema.

-con Nico siempre hay soluciones extremas- dijo Will

-¿Oye de qué lado estás?- dijo Nico

-Sombritas, no podemos negar que es verdad- dijo Will tomando su mano

Ya, pero vas a tener a Tifón aquí en... ¿cuánto?, ¿una semana? Y la mayoría de los demás titanes están sueltos y se han puesto del lado de Cronos. Quizá haya llegado el momento de pensar en soluciones extremas.

-tiene un increíble punto- dijo Zoë

-A veces esas son las mejores opciones- dijo Reyna

Eché un vistazo al campamento por encima del hombro. Incluso a aquella distancia oía a los campistas de Ares y Apolo peleándose otra vez, soltando maldiciones y farfullando versos malísimos.

-Y vamos de nuevo con lo delos versos malos- murmuró Apolo

No tienen nada que hacer contra el ejército del titán —dijo Nico—.

-El señor optimismo- dijo Thalia

Lo sabes muy bien. Esto es cosa tuya y de Luke, a fin de cuentas. Y sólo hay un modo de que puedas vencer a Luke.

-Pero sin presiones- dijo Katie

Recordé nuestro combate en la Princesa Andrómeda. Él me había superado de un modo arrollador.

-Estabas peleando contra un titán- dijo Artemisa -no deberías sentirte mal por no derrotarlo

Cronos casi me había matado con un solo corte de su guadaña, que me había dejado el brazo paralizado. En cambio, yo ni siquiera le había hecho un rasguño.

-Aun así te atreviste a enfrentarlo- dijo Apolo -fue valiente

-y estúpido- masculló Dionisio

-sí, pero muy valiente- dijo Apolo

-Gracias- murmuró Percy

Contracorriente rebotaba en su piel una y otra vez como si nada.

Nosotros podemos conferirte la misma potencia —me apremió Nico—. Ya has oído la Gran Profecía. A menos que quieras que tu alma sea segada por una hoja maldita...

-¿Y cómo sabias lo que decía la profecía?- preguntó Will

Nico se encogió de hombros

Me pregunté cómo habría sabido el contenido de la profecía. Algún fantasma, seguramente.

No se puede evitar una profecía —le dije.

-Lo ha aprendido- dijo apolo en tono dramático

Pero puedes combatir. —Tenía un brillo ávido y extraño en los ojos—.

Puedes volverte invencible.

-¿volverte invencible?- preguntó atenea -no estarás pensando en...

-dijimos que sin spoilers- interrumpió Apolo

-y quiero saber- dijo Poseidón -se trata de mi hijo

-Estoy segura de que pronto lo sabrás- masculló Atenea

Quizá deberíamos esperar. Tratar de combatir sin... — ¡No! —gruñó—. ¡Ha de ser ahora!

-Oye tranquilo- dijo Thalia

-Igual que su padre- bufó Zeus

Me quedé mirándolo. Hacía mucho que no lo veía de tan mal genio.

Oye, ¿seguro que estás bien? —pregunté.

Nico inspiró hondo.

Lo único que digo, Percy... es que cuando empiece la lucha ya no podremos hacer el viaje. Es nuestra última oportunidad.

-Tú lo estuviste retrasando- se defendió Nico

-Lo sé- murmuró Percy

Siento ponerme tan agresivo, pero hace dos años mi hermana dio su vida para protegerte. Ahora quiero que correspondas a su gesto. Tienes que hacer lo que sea para mantenerte con vida y derrotar a Cronos.

Nico se sonrojó furiosamente, pero por primera vez nadie lo molestó, tal vez por el hecho de que la mirada asesina de su rostro decía más que cualquier palabra

No me gustaba la idea. Pero entonces me acordé de Annabeth llamándome cobarde y volví a sulfurarme.

-¡Sesos de alga!- chilló annabeth -no tenías que hacerlo por eso- suspiró -lo siento

Percy tomó su mano -Oye, está bien, eso es pasado

Nico tenía razón. Si Cronos atacaba Nueva York, los campistas estarían totalmente vendidos ante su ejército. Debía hacer algo. La idea de Nico era peligrosa, quizá incluso mortal, pero tal vez serviría para darme ventaja en el combate.

-Y vaya que lo hará- dijo Atenea

Está bien —decidí—. ¿Qué hay que hacer?

En cuanto vi su fría y espeluznante sonrisa me arrepentí de haber accedido.

-Pero su sonrisa es tan linda- dijo Will

Afrodita dio un chillido

Primero tenemos que rastrear las huellas de Luke —explicó—. Saber más cosas de su pasado, de su infancia.

Luke los miró con una ceja alzada, Percy parecía avergonzado, Nico no

Me estremecí al recordar el retrato que le había hecho Rachel en mi sueño: aquel Luke sonriente de nueve años.

— ¿Para qué tenemos que hacer eso? —pregunté.

-Las pregunta del millón- dijo Apolo

Te lo explicaré cuando lleguemos a nuestro destino —dijo Nico—. Ya he localizado a su madre. Vive en Connecticut.

Hermes los miró sorprendido

Me quedé de piedra. Nunca había pensado en su progenitor mortal.

-Bueno Percy, normalmente se necesitan dos progenitores- dijo apolo -mira, te explico...

-No- gritaron todos los chicos

Yo había conocido a Hermes, su padre, pero de su madre ni siquiera había oído hablar.

Luke se escapó de casa muy joven —le dije—. No sabía que su madre viviera.

Luke hizo una mueca

Ya lo creo que está viva.

Su modo de decirlo me puso la mosca en la oreja. ¿Qué clase de persona horrible sería?

Hermes también se veía confundido

De acuerdo —asentí—. ¿Cómo vamos a Connecticut? Si quieres puedo llamar a Blackjack...

No —dijo, frunciendo el entrecejo—. No les caigo bien a los pegasos, y el sentimiento es mutuo. Pero no necesitamos volar.

-Ahí vas de nuevo- dijo Will

-Eso ya pasó- volvió a decir Nico

Dio un silbido y la Señorita O'Leary apareció galopando entre los árboles.

Tu amiga puede echarnos una mano. —Nico le dio unas palmaditas en la cabeza—. ¿Nunca has hecho un viaje por las sombras?

— ¿Un viaje por las sombras?

-Nunca lo hagan- dijo Percy -es horrible

-exagerado- dijo Nico

Nico le susurró al oído a la Señorita O'Leary, que ladeó la cabeza, súbitamente alerta.

Sube a bordo —me indicó.

-Que transporte tan especial- dijo Rachel

-y muy cómodo- dijo Percy

Nunca se me había ocurrido montarme en un perro, aunque la Señorita O'Leary tenía sin duda el tamaño suficiente. Me subí a su lomo y me sujeté de su collar.

Esto la dejará agotada —me advirtió Nico—, así que no puedes hacerlo a menudo.

-¿te das cuenta de lo irónico que suena eso?- preguntó Will

-no- dijo Nico

Will lo miró

-Está bien... Un poco- gruñó Nico

Y cuando mejor funciona es de noche. Pero todas las sombras son parte de la misma sustancia. Sólo hay una oscuridad, y las criaturas del inframundo pueden usarla como si fuese una carretera o una puerta.

No entiendo nada —declaré.

-No es sorpresa- masculló Atenea

Ya. A mí me costó mucho tiempo aprenderlo. Pero la Señorita O'Leary sabe cómo se hace. Tú dile adónde debe ir. Dile que te lleve a Westport, a casa de May Castellan.

— ¿Tú no vienes?

No te preocupes por mí —dijo—. Nos vemos allí.

-Basta de esa mirada, Solace- dijo Nico incómodo

Estaba un poco nervioso, pero me incliné sobre la oreja de la perra.

Bueno, chica —le dije—. Eh... ¿puedes llevarme a Westport, Connecticut?, ¿a la casa de May Castellan?

La Señorita O'Leary husmeó el aire. Miró el bosque sombrío.

-el ambiente perfecto- dijo leo con dramatismo

Entonces arrancó de golpe y fue directamente hacia el tronco de un roble.

Justo antes de chocar, nos zambullimos en una sombra tan helada como el lado oscuro de la luna.

-Oh que buena frase- dijo Apolo -la anotaré para futuros haikus

-fin del capítulo- anunció Hermes mirando a su hijo

-¿Quien lee?- preguntó Atenea

-creo que sería mejor descansar un poco- dijo Hermes -el siguiente capítulo podría ser... Pesado

Percy y Nico intercambiaron miradas

-Esperen- dijeron los Stoll -tenemos una idea