RECUERDOS (PERCABETH)
Recuerdos (percabeth)
Después de la sutil sugerencia de Dionisio sobre tener el resto del día libre, todos los presentes fueron saliendo de la sala en distintos grupos o parejas, charlando y riendo mientras los sentimientos de la lectura se quedaban en la sala de Trono.
Un grupo de chicos caminaba por uno de los jardines más alejados del Olimpo, dónde de una manera extraordinaria el pasto se convertía en un polvo fino de color rojizo, parecido a la arena de las playas
—Adoro este lugar— dijo Zoé
—Lo acabamos de descubrir hace como dos minutos— señaló Bianca
—Es que se parece tanto al lugar de la historia que nos contaban— suspiró Zoé mirando a su hermano con una sonrisa, ella se sentó y empezó a jugar con la arena
Charles asintió de acuerdo con una sonrisa triste
—¿Cuál historia?— preguntó Sammy
Zoé sonrió y empezó a narrar:
En el Campamento Júpiter algunos años después de la guerra contra Gaia, Percy estaba paseandose de un lado a otro nervioso
—Si sigues así vas a hacer un agujero en el piso— señaló Piper divertida
—Es solo que ¿Y si dice que no?— preguntó Percy
Todos los presentes lo miraron como si se hubiera vuelto loco
—Todo será perfecto— dijo Piper con una sonrisa —tenemos que irnos Haz
—Te prometemos estar ahí con Annabeth muy puntuales— añadió Hazel
—No faltes— bromeó Piper
—No te preocupes, reina de belleza, nosotros nos ocupamos— dijo Leo
—Y que no se les olvide, el objeto importante— dijo Hazel
—Objeto importante en el bolsillo— murmuró Percy
—De acuerdo, nos vemos en unas horas, vamos a pasar una tarde genial con Annabeth— dijo Piper
Las chicas se fueron. Percy suspiró, estaba completamente seguro de hacer esto, después de tanto tiempo había llegado el momento, pero se sentía realmente nervioso.
Él había pedido ayuda a su padre para tener el lugar adecuado en el momento adecuado y que los monstruos no fueran un problema. Había pedido consejo a Piper y había involucrado a sus amigos, las personas que estuvieron con ellos todo este tiempo. Y sí, incluso había hecho un sacrificio a Afrodita para solicitar su ayuda, ya que no tenía ni idea de si Hera podría intervenir y arruinarlo todo, Afrodita solo sonrió y dijo que ella se encargaría, lo que esperaba que fuera una buena idea. Cuando Atenea se enteró de sus intenciones no estaba muy feliz que digamos, pero no era con lo que Percy no hubiera lidiado antes.
Annabeth y las chicas habían pasado una tarde realmente genial, había muchas cosas que hacer en Nueva Roma y era bueno poder tener algo de tiempo libre con sus amigas, después de esto se iría a cenar con Percy y terminaría un día increíble.
—Una parada más y ya— dijo Piper
—No lo sé, chicas— dijo Annabeth con una mueca —se está haciendo tarde y quedé de verme con Percy
—Vamos Annabeth, es una parada rápida— prometió Piper
—Muy rápida— asintió Hazel
—De acuerdo— suspiró Annabeth
Ellas caminaron hacia los límites de Nueva Roma
—¿Chicas, que haremos?— preguntó Annabeth
—Espera y verás— comentó Piper con una sonrisa
Cuando estuvieron en los límites, Piper gritó —¡Cierren los ojos!
Obviamente obedecieron, cuando Annabeth abrió los ojos, Afrodita estaba frente a ellas con una sonrisa de oreja a oreja
—Hola queridas— dijo Afrodita
Annabeth miró a Piper con una ceja levantada, ella se encogió de hombros
—Todo listo, sin embargo querida no puedes ir así— dijo Afrodita con una mueca de horror al ver sus Jeans y camiseta, la diosa chasqueo los dedos y Annabeth de pronto estaba usando un vestido playero azul claro
—¿Qué demonios?— chilló Annabeth, pero no se pudo quejar más porque la diosa volvió a chasquear los dedos y de repente Annabeth se encontró en otro lugar
Annabeth masculló una maldición, hasta que se dió cuenta que estaba en una playa, la arena rojiza se sentía suave bajo ella, el sol se estaba escondiendo poco a poco en el horizonte y las olas del mal golpeaban contra la orilla. Un mantel de picnic estaba extendido sobre la arena
—Hola listilla— dijo Percy tras ella
Annabeth volteó y sonrió, Percy se veía guapísimo con esa vestimenta estilo playero y su cabello revuelto por el aire de la playa
—Sesos de alga— dijo Annabeth —¿A qué se debe esto?
Percy se encogió de hombros, pero Annabeth se dió cuenta que lucía nervioso
—Ven— dijo Percy tomándola de la mano, ambos se sentaron en la manta, en la cesta había todo tipo de frutas y demás cosas que comieron con el sol deslizándose en el horizonte
A pesar de que el sol se había escondido todo estaba iluminado con pequeños faros. Annabeth se acercó al mar para poder sentir las olas entre sus pies, Percy se quedó rezagado, cuando estaba a unos pocos metros él gritó:
—¡Atrápala!
Annabeth volteó y atrapó en el vuelo una manzana. Annabeth se puso nerviosa
—Uhhh ¿Percy? Te he dicho que en la antigua Grecia lanzar una manzana significaba
Percy sonrió —Lo sé, me preguntaba si también querías esto— Percy sacó el objeto importante, un anillo con una aguamarina incrustada en él
Annabeth murmuró una incoherencia, Percy luchó contra el impulso de darse una palmadita porque eran pocas las veces que la había dejado tan sorprendida
—Yo… Sí— murmuró Annabeth
Percy sonrió brillantemente, tomó a Annabeth y la besó con las estrellas y el mar como sus testigos, esta vez empezaba un nuevo capítulo en su vida
—Por los viejos tiempos— dijo Percy tomando a Annabeth de la mano y zambulléndose en el mar mientras, recordaban su primer beso submarino
—Es mi historia favorita— suspiró Zoé
Charles sonrió de acuerdo
En otra parte del Olimpo Percy y Annabeth charlaban sentados en el pasto acerca de todo lo que se había leído
—Bueno, todavía nos faltan otros cuatro libros— suspiró Annabeth
—Qué espero que no vengan desde mi punto de vista— comentó Percy
—Yo solo espero que si es la profecía de los siete, no venga la parte en…
Annabeth no necesitó terminar esa frase, Percy entendió perfectamente, él también esperaba eso, pero antes de que su ánimo cambiara de nuevo, volvieron al tema que los tenía pensando estos últimos días
—¿Y entonces no has podido conseguir nada del chico, de Charles?— preguntó Annabeth
—No— dijo Percy con un suspiro —es raro
—Y que lo digas— murmuró Annabeth sonrojada —pero ¿Sabes que significa?
Percy le dio una sonrisa ladeada —Que tenemos un futuro juntos
—Que tenemos un futuro juntos— dijo Annabeth atrayendo a Percy para poder besarlo una y otra vez durante su día libre
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