-Me encantaría volver a perder mi caduceo- dijo Hermes -pero ¿Por qué mejor no te ayudo a crear una buena cita?
Travis sonrió
-De acuerdo- dijo Apolo -¿Y ahora qué?...
-Pues... Hay más hojas
-¡No puede ser!- gritó Percy alzando los brazos al cielo
-Percy, no entiendo por qué alzas los brazos si los dioses estamos aquí- señaló Apolo
-Porque otra vez yo, no puede ser- dijo Percy
-Eso tiene mucho sentido, Percy- dijo Apolo
-Lo siento hijo, tenemos que leer- dijo Poseidón
Percy se cruzó de brazos e hizo un puchero
-Yo quiero leer- dijo Travis
-De acuerdo- dijo Poseidón y entregó el libro
-Mira, que interesante- dijo Travis al ver la hoja –esta cosa se llama Percy Jackson y la espada de Hades
-Esperen... ¿La espada que mencionaron el último libro?- preguntó Perséfone –creí que solo era una espada cualquiera
-Espero que solo sea una espada cualquiera- masculló Zeus con una mirada de advertencia
Hades frunció el ceño
Percy, Thalia y Nico intercambiaron una mirada
-Estamos muertos- anunció Nico
-Técnicamente no hicimos nada malo- señaló Thalia
-Tenía que ser un secreto- dijo Percy
-Justo como lo del caduceo- señaló Nico
-Según esto, la historia es después de la batalla del laberinto- dijo Travis
Pasar las navidades en el Inframundo no fue idea mía. Si hubiera sabido lo que se avecinaba, me habrían llamado loco.
-¿Ahora que le vas a hacer?- masculló Poseidón mirando a Hades
-Te sorprendería, pero no tengo idea- bufó Hades –además, no creo que sea tan malo
Podría haber evitado un ejército de demonios, luchar contra un titán y un plan que casi me lleva a mí y a mis amigos a una oscuridad eterna. Pero no, tuve que haber ido a mi estúpido examen de inglés.
-Oye, el examen es muy importante- señaló Annabeth
-Lo sé- dijo Percy –pero hay personas que no lo entienden- dijo el chico con una sonrisa inocente
-Claro, y te sacan de clase a la mitad del examen- añadió Thalia
-Exacto- dijo Percy
Nico les dio una mirada de advertencia
Así que allí estaba yo, en el último día del semestre de invierno en la secundaria Goode, sentado en el auditorio con todos mis compañeros intentando finalizar mi redacción No-lo-he-leído-pero-hago-como-que-sí sobre Historia de dos ciudades,
-Es un muy buen libro- dijo Atenea
Annabeth asintió
-Una vez saqué un diez leyendo solo el resumen del libro- dijo Piper con una sonrisa
Jason la miró con una ceja enarcada -¿En serio?
-Sip- dijo Piper con una gran sonrisa –antes de entrar a clase, leí un poco del resumen
-Así se hace, reina de belleza- dijo Leo
-A veces solo es cuestión de entender... Y de inventarle un poquito- dijo Piper
-¡Piper! Ese consejo es muy malo- dijo Annabeth –Percy tiene que leer sus libros
-Percy puede leer el resumen- dijo Percy con una sonrisa
Piper y Percy chocaron los cinco
Cuando la Señorita O'Leary apareció en el escenario, ladrando como una loca. La señorita O'Leary era mi mastín del infierno, era mi mascota.
-Una increíble mascota- dijo Percy
-¿Recomendaría a los perros del infierno como mascotas?- preguntó Leo
Percy lo pensó –Solo si están entrenados, si no lo están pueden matarte, y no sería divertido
-Sería divertido para el perro del infierno- señaló Leo
Es un monstruo peludo de color negro del tamaño de una grúa, con unos colmillos afilados, garras de acero y unos ojos de un rojo brillante. Es muy dulce, pero normalmente se queda en el Campamento Mestizo, nuestro campamento de entrenamiento semidiós.
-Lo que quiere decir que algo no va bien- masculló Poseidón
-Algo así- dijo Percy
-Bueno, esto va a ser interesante- dijo Thalia
-Por supuesto que no- masculló Nico
Los chicos y los dioses miraban a los tres con confusión
Me sorprendió un tanto verla en el escenario, correteando por encima de los árboles de navidad, los elfos de Papá Noel y el resto del decorado del País de las Navidades.
-Oye, quería ser parte de los elfos de papá Noel- dijo Connor –es una perra sabia
-Yo también quería ser parte de los elfos de papá Noel- dijo Leo
Los chicos lo miraron raro
-¿En serio?- preguntó Frank
-Sí- dijo Leo –pero me negaron el trabajo- dijo con una mano en el pecho de manera dramática
-¿Por qué?- preguntó Piper
-Porque un día amanecieron algunas cosas quemadas, y luego un elfo no era un elfo precisamente ¿Pueden creerlo?- dijo Leo en tono dramático
Los chicos asintieron
Todo el mundo alzó la vista. Estaba seguro de que los otros chicos echarían a correr a las salidas, pero comenzaron a soltar carcajadas y otros se reían por lo bajo.
-Bueno, no puede ser malo si los mortales se están riendo- señaló Apolo
-No fue malo para los mortales- dijo Percy
-No, para ellos no- dijo Thalia
-Y que lo digas- masculló Nico
Una pareja de chicas dijo:
— ¡Oh, qué mono! Nuestro profesor de Inglés, el doctor Tura (no estoy bromeando, es su nombre de verdad), se ajustó las gafas y frunció el ceño.
—De acuerdo—dijo—. ¿De quién es el caniche?
-Es mejor eso a que vean al perro enorme paseando por ahí- dijo Artemisa
-¿Pero confundirlo con un caniche?- preguntó Apolo
-La Niebla es poderosa- dijo Artemisa –además no deja de ser un perro
Suspiré aliviado. Gracias a los dioses por la Niebla, el velo mágico que protege a los humanos de ver las Cosas como son. Me había dado muchas veces la patita, pero de ahí a confundirla con un caniche...
-La verdad cuando me da la patita no termina muy bien para mí- dijo Percy
-Es una gran hazaña que te de la patita- dijo Hazel
-Lo sé- dijo Percy –aun así trato de evitarlo
-Sería lo más prudente evitarlo- asintió Poseidón
Era impresionante.
—Eh, es mi caniche, señor—levanté la voz—. ¡Lo siento! Me debe de haber seguido.
-Una vez me persiguió un perro- comentó Connor – y no fue muy divertido
-Y eso que era un chihuahua- señaló Travis
Los chicos empezaron a reír
-Esos son los perros más agresivos- dijo Miranda
Katie miró a su hermana con una ceja levantada
-Exacto- dijo Connor –por fin alguien que entiende lo peligroso que fue
Miranda se sonrojó
Alguien detrás de mí comenzó a silbar "Mary tiene un corderito" y más niños comenzaron a reírse.
— ¡Suficiente! —les espetó el doctor Tura—. Percy Jackson, esto es un examen final. No se pueden tener a los caniches en...
-Realmente eso no fue mi culpa- dijo Percy
-No, no tuviste que ver- masculló Thalia
-Por primera vez en mi vida- dijo Percy
-Te duró poco el gusto- señaló Thalia
-Lo sé- dijo Percy con un puchero
— ¡WOOF! —la Señorita O'Leary resonó por todo el auditorio. Agitó la cola, tumbando algunos elfos más.
-Pobres elfos- dijo Leo
-Tuvieron que encontrarse con la Señorita O'Leary- dijo Percy negando con la cabeza
-Definitivamente eso no fue el día de los elfos- dijo Leo
Entonces se apoyó en sus patas delanteras y me miró como si quisiera que la siguiera.
—La sacaré de aquí, doctor Tura—le prometí—. Igualmente, he terminado.
-Igualmente no escribí nada- bromeó Thalia
-Sí escribí- dijo Percy –aunque no mucho
-Eso es mejor que nada- dijo Piper
-Exactamente- dijo Percy
Annabeth rodó los ojos
Cerré mi cuaderno de exámenes y corrí hacia el escenario. La señorita O'Leary dio un salto hasta la Puerta y la seguí, mientras los demás chicos seguían riendo y me llamaban por detrás:
— ¡Nos vemos, chico caniche!
-Ni que fuera el primer chico al que lo persigue un perro- dijo Perséfone
-Y probablemente no será el último- dijo Miranda
-Los niños de tu escuela son muy raros- dijo Travis
-Aunque no más que Percy- dijo Thalia
-Mira quien habla, cara de pino- dijo Percy sacándole la lengua
La Señorita O'Leary corrió hacia el este por la 81a hacia el río.
— ¡Afloja un poco! —Le grité— ¿Dónde me llevas?
-No creo que te lleve precisamente a pasar un buen rato- dijo Rachel
-Tampoco yo- suspiró Poseidón
-No- dijo Percy
Algunos peatones me miraron mal, pero
Esto era Nueva York por lo que un chico persiguiendo un caniche probablemente no era lo más raro que hubieran visto.
-No- señaló Apolo –en ese lugar ocurren cosas bastante más raras
-Sí- dijo Percy –además mucha gente corretea con sus perros
-Tienes razón- dijo Thalia –eso no fue lo más raro
La Señorita O'Leary me cogió bastante ventaja. Se giraba de vez en cuando a ladrarme como si dijera: ¡Muévete, tortuga!
-¿Cómo es posible que no le puedas seguir el ritmo?- bromeó Leo
-Estoy tan decepcionado de mí por no apurarme- dijo Percy negando
-Para la próxima ponte en forma por favor- dijo Leo
-Necesitaré hacerlo- asintió Percy riendo
-Pero mejor que no haya próxima- masculló Thalia
Corrió tres manzanas más hacia el norte y se metió por el Parque Carl Schurz. Cuando la atrapé, estaba apoyada en una valla metálica y desapareció en un jardín con arbustos de animales cubiertos de nieve.
-Muévete tortuga- gritó Leo
-Falta que te haya sacado de la escuela para que jugaras a la guerra de nieve con ella- bromeó Rachel
-Me habría gustado más jugar con ella en la nieve- dijo Percy
—Oh, vamos—me quejé. No tuve la oportunidad de coger mi abrigo en el colegio. Ya me estaba congelando, pero escalé la valla y caí entre los arbustos congelados.
-coger un abrigo en invierno antes de salir es una de las reglas básicas de supervivencia- dijo Thalia
-Oh cállate- murmuró Percy
-Eso hasta yo lo sé- bromeó Travis
-Todos lo sabemos Percy- dijo Connor
-La señorita O'Leary no me dio mucho tiempo- dijo Percy
Al otro lado del claro, una media hectárea de hierba helada con árboles desnudos, la Señorita O'Leary olisqueaba el aire, agitando la cola de un lado para otro.
-Uy, aquí es cuando las cosas se pone tétricas- dijo Leo
-Aquí es cuando las cosas se empiezan a poner raras- estuvo de acuerdo Percy
No vi nada extraño. Delante de mí, el río East y su color metálico usual fluían en silencio. Unas blancas columnas de humo salían de Queens y detrás
De mí, el Upper East Side se alzaba silencioso y frío.
-al parecer siempre es necesario que el ambiente se ponga tétrico- dijo Frank
-Claro que sí- dijo Leo –es parte de la diversión
-Muy divertido- dijo Percy con sarcasmo
-Lo más espectacular- asintió Thalia
-no hay nada como eso- dijo Percy
No estaba seguro de por qué, pero me recorrió un
Escalofrío. Saqué mi bolígrafo y lo destapé, de inmediato creció hasta convertirse en mi espada de bronce, Contracorriente, con su hoja brillando ligeramente en la luz invernal.
-¿Y ahora a que clase de extraña criatura te vas a enfrentar?- se quejó Poseidón
-A la peor clase- dijo Percy riendo
-Idiota- dijo Thalía
-Oye, me preguntaros- dijo Percy encogiéndose de hombros
La Señorita O'Leary
Levantó la cabeza. Sus fosas nasales se abrieron.
— ¿Qué es, chica? —susurré.
Los arbustos se movieron y un ciervo dorado irrumpió en el claro.
Artemisa frunció el ceño
-¿no es uno de los tuyos?- preguntó Apolo
-Eso parece- dijo Artemisa –significa que la caza debe de estar cerca
-Algo asó- dijo Thalia
Y cuando digo dorado, no me
Refiero a amarillo. Aquella cosa tenía la piel y los cuernos metálicos, tanto que parecía tener unos
Catorce quilates.
-suena muy lindo- dijo Hazel
-solo falta que se convierta en un monstruo come carne que eché espuma por la boca- señaló Connor
-como los chihuahuas- bromeó Travis
-Oye, se supone que estamos molestando a Percy- dijo Connor –me siento traicionado
Brillaba en un aura de luz dorada, haciéndolo tan brillante que costaba mirarlo
Directamente. Era probablemente lo más bonito que había visto en mi vida.
La Señorita O'Leary se
Relamió como si estuviera pensando: "¡Hamburguesas de ciervo"
-no dejes que lo haga- dijo Artemisa
-Creo que al final se llevaron bien- dijo Percy
-¿se hicieron mejores amigos por siempre?- preguntó Leo
-Estoy bastante seguro que sí- dijo Percy
Y entonces los arbustos se
Removieron de nuevo y una figura vestida con una parca encapuchada apareció en el claro, con una flecha cargada en su arco.
-bueno, los monstruos no usan arco- dijo Piper
-Bueno...- murmuró Percy
-Cállate, sesos de alga- dijo Thalía
Alcé la espada. La chica me apuntó y entonces se quedó quieta.
— ¿Percy? —se quitó la capucha. Su pelo negro era más largo de lo que lo recordaba,
-Bueno, es tu culpa- dijo Percy -¿Para que llevas puesta una capucha?
-Porque había frío- dijo Thalia –y yo sí tuve el sentido común de llevar un suéter
-A ti te dieron tiempo- señaló Percy
-Claro que no- dijo Thalía
Pero reconocí aquellos ojos azules brillantes y la tiara plateada que la marcaba como la primera
Lugarteniente de Artemisa.
-Les dije que era mi peor pesadilla- dijo Percy
-Creí que habíamos quedado en mejores amigos- bromeó Thalía
-Claro, desde lo del arroyo- dijo Percy
-Creo que fue después de que te eché de mi carro de lujo- dijo Thalia
— ¡Thalía! —Dije— ¿Qué estás haciendo aquí?
—Seguir al ciervo dorado—dijo, como si fuera obvio—. Es un animal sagrado de
Artemisa.
-No estoy seguir de que esa sea una buena señal- dijo Poseidón
-Tampoco yo- dijo Artemisa -¿Dos hijos de los tres grandes reunidos por pura casualidad?
-Bueno, va a haber un olor muy poderoso para todos los monstruos cercanos- dijo Apolo
Supuse que sería algún tipo de señal. Y... eh...—señaló con la cabeza a la Señorita O'Leary—
¿Me puedes decir qué está pasando aquí?
-Ni idea- dijo Percy
-ahora sí tienes idea- señaló Nico
-Sí, pero supongamos que no la tengo- dijo Percy
-Eso no va a funcionar- dijo Thalía
—Esa es mi mascota, ¡Señorita O'Leary, no! La Señorita O'Leary estaba olisqueando el ciervo y
Básicamente, no respetaba su espacio personal.
-Por los dioses- dijo Hazel
-Bueno, ellos estaban muy divertidos- dijo Thalia riendo
-No había que molestarlos- dijo Percy
-Tú los molestaste primero- señaló Thalía
-no lo hice- dijo Percy
-claro que sí- dijo Thalía
El ciervo golpeó al mastín en el hocico. Al instante,
Ambos comenzaron a jugar a un tú-la-llevas por el claro.
-Nada más falta que ustedes también se pongan a jugar a las traes- dijo Leo
-terminarían peleados- señaló Jason
-Claro que no- dijeron Percy y Thalia al unísono
-Lo harían- dijo Annabeth
Percy y Thalia se miraron –No lo haríamos- dijeron ambos
—Percy...—Thalía frunció el ceño—. Esto no puede ser una coincidencia. ¿Tú y yo acabando en el mismo lugar en el mismo momento?
Tenía razón. Los semidioses no tenemos coincidencias. Thalía era una buena amiga,
-Pero me la pasaba peleando con ella la mayor parte del tiempo- bromeó Piper
-No peleamos tanto- dijo Thalia -¿Verdad, sesos de alga?
-Para nada, cara de pino- dijo Percy –podemos pasar mucho tiempo juntos sin pelear
-Claro- dijo Jason
Pero no la había
Visto desde hacía un año, y ahora, de repente, estábamos allí.
—Algún dios nos ha metido en esto—supuse.
-Genial- masculló Poseidón
-Esto va a ser interesante- dijo Apolo
-Digamos que sí- dijo Percy
-Me gustaría que hubiera sido menos interesante- dijo Thalía
—Probablemente.
—Me alegro de verte, de todas formas.
Me dedicó una amplia sonrisa.
-son tan lindos cuando no pelean- dijo Perséfone
-Lo somos siempre- dijo Thalía
-Claro que sí- dijo Percy
-Y al parecer humildes también- señaló Piper riendo
-Otra de nuestras cualidades- dijo Thalia
—Sí. Salgamos de aquí, vamos. Te invito a una hamburguesa con queso. ¿Cómo está
Annabeth?
-Creo que no hablábamos mucho esos días- dijo Percy
-sí estaban en otro d sus momentos de tira y afloja- señaló Thalía
-Seep- dijo Percy
-Cállate- murmuró Annabeth sonrojada
-Ya leímos los libros- señaló Thalía –así que sabemos que es verdad- dijo encogiéndose de hombros
Antes de que pudiera responder, una nube tapó el sol. El ciervo dorado brilló y desapareció, dejando a
la Señorita O'Leary ladrando a un montón de hojas.
-Que grosero- dijo Leo –eso no se hace
-La dejó en mitad del juego- se quejó Percy
-Al menos sabes que ganó la señorita O'Leary- dijo Connor –ganó por abandono del otro jugador
-se merecía ganar- dijo Percy
Preparé mi espada. Thalía alzó su arco.
Instintivamente nos pusimos espalda con espalda.
Un rastro de oscuridad pasó por cerca del claro y un chico salió de ella como si estuviera dando un paseo, aterrizando en la hierba cerca de nosotros
-No puede ser- masculló Will alzando las manos con irritación y volteando a ver a Nico
-No fue un buen aterrizaje- dijo Nico encogiéndose de hombros
-Fue bastante lamentable ese aterrizaje- dijo Thalía
-Cállate, cara de pino- masculló Nico
—Au—murmuró.
Se limpió su chaqueta de aviador. Tenía unos doce años, con el pelo oscuro, tejanos y una camiseta negra y un anillo plateado con una calavera en su mano derecha.
-Y definitivamente eso ya no es una coincidencia- dijo Jason
-Mientras no empiecen a tratar de matarse unos a otros- señaló Apolo
-Estábamos tratando de superar esa fase- dijo Percy
-Estábamos poniéndole una pausa a esa fase- bromeó Thalía
-Eso es mejor que nada- admitió Piper
Una espada le colgaba a su
lado.
— ¿Nico? —dije.
Los ojos de Thalía se abrieron.
— ¿El hermano pequeño de Bianca?
-dos años y ¿Ya no lo reconoces?- dijo Percy negando con la cabeza
-tenía mucho que no lo veía- se defendió Thalia
Nico bufó
Nico la miró con el ceño fruncido. Dudo que a él le guste ser conocido como el hermano pequeño de
Bianca. Su hermana, una cazadora de Artemisa, había muerto hacía un par de años, y seguía siendo un tema difícil para él.
-Gracias Percy- masculló Nico
-si los tres estuvimos ahí ¿Por qué esto tiene que ser desde mi punto de vista?- se quejó Percy
-Porque desde el mío tal vez no saldría vivo de aquí- dijo Nico
-Él tiene un punto- dijo Thalia
-Claro que no lo tiene- dijo Percy cruzándose de brazos
— ¿Por qué me has traído a aquí? —gruñó—. Hace un minuto estaba en un cementerio
De Nueva Orleans.
-¿Qué estabas haciendo en un cementerio en Nueva Orleans?- preguntó Bianca
-Lo que pasa en Nueva Orleans se queda en nueva Orleans- bromeó Connor
Nico se encogió de hombros –Investigando
-eso tiene mucho sentido- dijo Leo
Al siguiente minuto... ¿estaba en Nueva York? ¿Qué, en el nombre de Hades, estoy haciendo en Nueva York?
-Es lo que todos queremos saber- dijo Hades
-Sus hijos en un solo lugar, debe ser algo grande- señaló Artemisa
-Y peligroso- señaló Poseidón –los tres juntos deben de tener un aura muy fuerte
-Por suerte para nosotros eso no duró mucho- masculló Nico
—No te hemos traído aquí—le prometí—, nos han...—me recorrió otro escalofrío—...reunido. A los tres.
— ¿De qué estás hablando? —preguntó Nico.
—Los hijos de los Tres Grandes—dije—. Zeus, Poseidón y Hades.
-Realimente si es muy raro, y más si tomamos en cuenta que Cronos quería llevar a cabo su plan- señaló Artemisa
-Pero cabe la posibilidad de que no haya sido Cronos ¿no?- dijo Poseidón –eso ya sería el colmo
-Oh querido, ¿Aún no has entendido que nada es el colmo con tu hijo?- mencionó Afrodita
Poseidón resopló
Thalía respiró profundamente.
—La profecía. ¿No creerás que Cronos...?
No acabó la frase. Todo lo que sabíamos de la profecía era que la guerra se acercaba,
-Y realmente todos estábamos un poco paranoicos- dijo Percy
-Muy poco realmente- dijo Thalía con sarcasmo
-sí claro- resopló Nico
Entre los titanes y los dioses y que el próximo hijo de los tres dioses mayores que cumpliera los dieciséis debería tomar la decisión que destruiría o salvaría al mundo. Eso significaba que sería uno de nosotros.
-Uhhh que tétrico suena eso- dijo Travis
-¿Quién podrá ser?- preguntó Connor con sarcasmo
-sigue siendo un total misterio para mí- bromeó Percy
-Estamos rodeados de misterios- dijo Miranda
-Eso lo hace divertido- dijo Percy riendo
Durante los últimos años, el señor de los Titanes, Cronos, había intentado de manipularnos
Por separado. Ahora... ¿podría estar planeando todo aquello?
-Espero que no- dijo Poseidón
El suelo retumbó. Nico alzó su propia
Espada, una hoja oscura de acero estigio. La Señorita O'Leary se giró hacia nosotros y comenzó a
Ladrar, alarmante.
-Creo que de hecho está tratando de avisarte- dijo Piper
-sí... Lo entendí muy tarde- dijo Percy
-Realmente ninguno de nosotros lo entendió- dijo Thalia
-De cualquier manera no habríamos podido hacer nada- bufó Nico
-eso es cierto- dijo Percy
Me di cuenta, demasiado tarde, de que intentaba avisarme. El suelo se abrió bajo Thalía. Nico y yo y caímos a la oscuridad. Esperé que cayéramos para siempre, o aplastarme hasta quedar reducido a tortita de semidiós cuando llegáramos al fondo.
Percy y Annabeth hicieron una mueca
-Realmente esperaba lo mismo- dijo Thalía
-Yo no- masculló Nico –lo entendí cuando se resquebrajó el suelo
-Claro, y por eso gritaste- se burló Thalia
-no grité- masculló Nico
-Sí lo hiciste- dijo Thalia –todos lo hicimos
-Por supuesto que no- bufó Nico
Pero lo siguiente que supe fue
Que Thalía, Nico y yo estábamos de pie en un jardín, todos aun gritando de miedo,
Thalia miró a Nico con una ceja alzada -¿Decías?
-Son delirios de Percy- masculló Nico
-¿Disculpa?- dijo Percy –yo nos escuché gritar a todos
Lo que me hizo sentir estúpido.
— ¡Pero qué...! ¿Dónde estamos? —preguntó Thalía.
El jardín era oscuro. Hileras de flores plateadas brillaban débilmente, reflejándose en las gemas que estaban plantadas al lado de los parterres: diamantes, zafiros y rubíes del tamaño de pelotas de futbol.
Perséfone miró el libro con el ceño fruncido ¿Ese era su jardín? Hades también se le quedó mirando con confusión
Los árboles se alzaban sobre nosotros, con sus ramas cubiertas de frutas naranjas y aromáticas. El aire era frío y húmedo, pero no como el del invierno neoyorquino. Como el de una cueva.
—He estado aquí antes—dije.
-Pues sí, estabas de acosador- dijo Thalia
-no estaba acosando- dijo Percy
-Lo estabas- masculló Nico
-claro que no- dijo Percy –he estado en el inframundo y lo vi una de ellas
-Estos chicos son tan parecidos a sus padres- señaló Deméter
Nico arrancó una granada de un árbol.
—El jardín de mi madrastra, Perséfone—puso mala cara y tiró la fruta—. No comáis nada. No necesitó decírmelo dos veces.
Todas las miradas fueron hacia Perséfone
-bueno, no tengo idea de por qué están ahí, pero no puede ser tan malo ¿no?- dijo Perséfone
Los tres chicos se removieron incómodos
-esto será interesante_ dijo Apolo
Un bocado en el Inframundo y nunca seríamos capaces de
Salir.
—Mirad—nos advirtió Thalía.
Me giré y vi cómo estaba apuntando con su arco a una mujer alta con un vestido blanco.
-¿Un fantasma?- preguntó Leo –no sería raro siendo que están en el inframundo y todo eso
-Los fantasmas no suelen entra a mi jardín- murmuró Perséfone
-No era un fantasma- dijo Percy
-genial- dijo Leo –porque no me gustan los fantasmas
Lo primero
Que pensé fue que la mujer era un fantasma.
-Pero no lo era- dijo Percy
-Al principio también pensé eso- dijo Thalía
-Le apuntaste con tu arco- señaló Percy
-Fue lo primero que pensé- dijo Thalia
-De hecho no puedo culparte- dijo Percy
-Tampoco yo- masculló Nico
Su vestido se arremolinaba a su alrededor como si fuera
Humo. Su oscuro pelo largo flotaba y se giraba ingrávido.
-Bueno, pues sí parece un fantasma- dijo Leo
-Es como una de esas escenas que pasan en las películas- dijo Connor
-Justo antes de que maten a alguien- asintió Travis
Su cara era hermosa pero pálida como un
Cadáver. Entonces me di cuenta de que su vestido no era blanco. Estaba hecho de todo tipo decolores
Cambiantes, flores rojas, azules, amarillas, etc.,
Los dioses voltearon a ver a Perséfone
-Espero que ahora tú no los quieras matar- masculló Poseidón
-Bueno, a tu mocoso ¿Quién no lo quiere matar?- señaló Hades
Poseidón le dio una mala mirada
-No tengo problema con los héroes- dijo Perséfone
Nico hizo una mueca
Cosidas en la tela, pero extrañamente difuminadas. Sus
Ojos eran iguales, multicolores pero descoloridos, como si el Inframundo hubiera absorbido su fuerza
Vital. Tuve la sensación de que en el mundo exterior podría ser hasta hermosa, incluso radiante.
-Claro que lo podría ser- masculló Deméter –pero no, ahora se supone que tiene que estar seis meses en el inframundo porque alguien es un imbécil secuestrador de hijas
-Madre- protestó Perséfone
-Aquí vamos de nuevo- masculló Hades
-Pues esto no estaría pasando si hubieras dejado a Perséfone en su hogar- bufó Deméter
-Madre, ya lo hemos habado- dijo Perséfone
Deméter observó con furia a Hades
-Deberías continuar leyendo- gruñó Hades a Travis
—Soy Perséfone—dijo, su voz era dulce y fina como un papel—. Bienvenidos,
Semidioses. Nico aplastó la granada bajo su bota.
— ¿Bienvenido? Después de la última vez no sé cómo te atreves a darme la bienvenida.
Perséfone lo miró con una ceja alzada
-Creí que iban a fulminar al renacuajo- dijo Thalia
-No me llames así- masculló Nico
-Yo también creí que lo reducirían a cenizas- asintió Percy
Perséfone les dio una mala mirada a los tres
Me removí, inquieto, porque hablarle así a un dios puede hacer que te convierta en un montón de
Polvo.
-¿Desde cuándo eso te preocupa?- preguntó Piper
Percy se encogió de hombros –Siempre me ha preocupado
-Siempre le preocupa cuando no es él el impertinente- señaló Thalia
-Por su 'puesto- dijo Percy
Nico rodó los ojos
—Eh... Nico.
—No pasa nada—dijo Perséfone, fríamente—. Tuvimos una ligera disputa familiar.
-Ahora todo tiene sentido- dijo Leo
Hades se removió incómodo
-Disputa familiar- masculló Nico
— ¿Disputa familiar? —Gritó Nico—. ¡Me convertiste en un diente de león!
Los dioses voltearon a ver a Perséfone
-Los dientes de león son bonitos- dijo Perséfone
-Perséfone...- murmuró Hades
-al menos no fue en un montón de ceniza- señaló Frank
Perséfone miró a Frank con una sonrisa
-Al menos tu madrastra no es tan terrible- dijo Apolo –los dientes de león son bonitos
-Y las disputas siempre están presentes en una familia- dijo Dionisio
Nico bufó
Perséfone ignoró a su hijastro.
—Como decía, semidioses, os doy la bienvenida a mi jardín.
-Creo que en el futuro tu hijastro no te cae muy bien- señaló Afrodita
Para sorpresa de muchos, Perséfone se sonrojó
-mientras no te incinere, todo está bien- dijo Apolo
-No lo haría- masculló Perséfone
-Pero lo convertiste en un diente de león- señaló Apolo
-Pero los dientes de león no son peligrosos- dijo Perséfone
Nico resopló
Thalía bajó el arco.
— ¿Tú enviaste el ciervo dorado?
—Y la sombra que atrapó a Nico—admitió la diosa—. Y el mastín del infierno.
-Eso tiene sentido- dijo Piper
-Pues debe ser muy importante lo que tiene que hacer para que los reúnas a los tres- dijo Artemisa
-Eso creo- dijo Perséfone
— ¿Has controlado a la señorita O'Leary? —pregunté.
Perséfone se encogió de hombros.
—Es una criatura del Inframundo, Percy Jackson. Simplemente planté una sugerencia
En una mente de que sería divertido llevarte al parque. Era necesario reuniros a los tres.
-no te vayas a querer poner como Hades y quererlos matar- dijo Poseidón
-Realimente no creo que vaya a hacer eso- dijo Perséfone
-Pues no, no nos quería matar- dijo Percy
-Eso es una especie de buena noticia- dijo Piper
-Claro- masculló Nico
— ¿Por qué? —pregunté.
Perséfone me miró y me sentí como si unas pequeñas flores frías estuvieran creciendo en mí
Estómago.
-Y no creo que eso sea saludable para nadie- dijo Percy
-Por supuesto que no- dijo Poseidón
-Tampoco sr convertido en diente de león- masculló Nico
-Velo por el lado positivo- dijo Apolo –pudiste ser un cactus o algo así
-Los cactus me gustan- dijo Will
-Pero no creo que te gusten tanto como los dientes de león- señaló Leo
—El señor Hades tiene un problema—dijo—. Y si sabéis lo que os conviene, le
Ayudaréis.
Hades frunció el ceño -¿Y por qué no los mande a buscar yo?
-No tengo idea, querido- dijo Perséfone con una mueca
Nico, Thalia y Percy intercambiaron una mirada
Nos sentamos en una terraza con vistas al jardín oscuro. Las criadas de Perséfone nos trajeron comida
Y bebida, aunque ninguno de nosotros la tocamos.
-Excelente decisión- dijo Deméter – a menos que quieran pasar una eternidad con el demente secuestra hijas
-Vamos de nuevo- masculló Hades
-Pues tal vez si no hubieras sido un demente...- bufó Deméter
-Ya supéralo- dijo Hades
-Jamás- advirtió Deméter
Las criadas podrían haber sido guapas de no ser
Porque estaban muertas.
-Siempre le encuentras algo para que no sean guapas- bromeó Connor
-Lo siento- murmuró Percy con una pequeña sonrisa
-No fuera Annabeth, porque para ella no encuentras ningún defecto- señaló Thalia riendo
Percy y Annabeth se sonrojaron
Vestían vestidos amarillos, con coronas de margaritas y flores de abeto en
Sus cabezas. Tenían los ojos hundidos y hablaban con si fueran murciélagos de la fruta, emitiendo
Sonidos inaudibles.
-¿Decías?- murmuró Percy mirando a Connor
-Ya nada- dijo Connor –te doy la razón
-Gracias que amble- dijo Percy
Perséfone se sentó en un trono de plata y nos estudió.
—Si estuviéramos en primavera, sería capaz de daros la bienvenida de una forma
Mejor. Pero de todas maneras, en invierno esto es lo mejor que puedo hacer.
-De todas maneras ni tocaron la comida- señaló Apolo
-No se refería a eso- dijo Artemisa
-De cualquier forma me parece genial que no coman nada- dijo Poseidón
Sonaba amargada. Después de todos aquellos milenios, supongo que seguía resentida de vivir medio
Año con Hades.
-Por supuesto que sí- masculló Deméter –si no fuera por este loco ella estaría conmigo todo el año, en el lugar donde pertenece
-Madre...- murmuró Perséfone, que se movía incomoda en su lugar y le dio una mirada asesina a Percy
Hades hizo una mueca
Parecía tan blanquecina y tan fuera de lugar como una fotografía antigua de la
Primavera. Se giró hacia mí como pudiera leerme mis pensamientos.
-Bueno, ahora puede hacerlo- dijo Apolo –y no creo que sea bueno para ti
-Yo tampoco creo que sea bueno para mí- dijo Percy
-Tampoco yo- suspiró Poseidón
—Hades es mi marido y mi señor, jovencito. Haría cualquier cosa por él. Pero en esta ocasión necesito vuestra ayuda y rápido.
-¿Necesitas o Hades necesita la ayuda?- preguntó Hermes
-No lo sé- dijo Perséfone
Hades frunció el ceño –Esto se está poniendo un poco extraño
Concierne a la espada del señor Hades.
Nico frunció el ceño.
—Mi padre no tiene ninguna espada. En batalla usa una vara y su yelmo de terror.
—No tenía ninguna espada—le corrigió Perséfone.
-No puede ser- masculló Hades pasando una mano por su cara –no era una espada cualquiera
-¿Cómo se te ocurre si quiera pensar en forjar una nueva arma? Y sin decirnos- gritó Zeus
-Ni siquiera se me ha ocurrido- bufó Hades –así que no empieces con tus numeritos de paranoico
-No puedes hacerlo- gruñó Zeus
-Ya leíste los libros, necesitaste mi ayuda, así que no te conviene empezar a pelear- dijo Hades
-Esto no se va aquedar así, Hades- amenazó Zeus
-Guarda tu número dramático para otra ocasión- respondió Hades
Thalía se incorporó.
— ¿Está forjando una nueva arma? ¿Sin el permiso de Zeus?
-No creo que ese sea de tu incumbencia, mocosa- dijo Hades
-Es de su incumbencia porque sabe que su padre es quien tiene quedar esos permisos, y no he leído que te lo haya dado- dijo Zeus
-Tampoco leí que te quejaras demasiado cuando fui a ayudarte- señaló Hades
-Él tiene un punto- comentó Apolo
-Cállate Apolo- masculló Zeus
La diosa de la primavera señaló hacia la mesa. Por encima de ésta, una imagen parpadeó: unos
Herreros esqueléticos trabajaban en una forja con llamas de color negro, usaban martillos con formas
De calaveras metálicas golpeando un metal del tamaño de una hoja de espada.
-No puede ser- masculló Zeus
-No queremos otro de tus números dramáticos- dijo Hades rodando los ojos –ya tuvimos que soportarte durante demasiado tiempo
-Esto no se va a quedar así, Hades- bufó Zeus
-Claro, lo que digas- dijo Hades
-No puede ser- masculló Hera –ustedes están peor que los mocosos
—La guerra de los Titanes está muy cerca—dijo Perséfone—. Mi señor Hades necesita
Estar listo.
— ¡Pero Zeus y Poseidón nunca dejarían a Hades forjar una nueva arma! —Protestó Thalía—.
-Exactamente, no puedo creer que te hayas atrevido a hacer tal insensatez- masculló Zeus
Hades rodó los ojos –De no haber sido por mí, los hubieran aplastado como moscas
-Y sin mí, no lo olvides- dijo Poseidón –aun así no creo que sea la mejor idea esa espada
-Por supuesto que o, para ustedes no lo sería- bufó Hades
-No lo sería para nadie- dijo Zeus –es una completa tontería y te debes deshacer de esa cosa
-Creo que será una sorpresa para ti- dijo Hades –pero en estos momentos no tengo la espada
Zeus bufó
Desequilibraría su acuerdo de compartir los poderes.
Perséfone negó con la cabeza.
— ¿Te refieres a que haría a Hades su igual?
Zeus le dio una mirada asesina a Perséfone
-Eso es cierto, por eso estás tan paranoico- señaló Hades
-no vayan a empezar a pelear de nuevo- dijo Deméter –ya es bastante típico
-Además ya tenemos suficiente con soportar a sus mocosos- masculló Hera
-Y nosotros ni estábamos diciendo nada- murmuró Percy
Créeme, hija de Zeus, el Señor de los
Muertos no tiene nada que envidiar a sus hermanos. Sabe que nunca lo entenderían, de todas
Formas, es por eso por lo que ha forjado la espada en secreto.
Nico, Thalia y Percy hicieron una mueca
Hades se quedó mirando a su esposa. Se sentía atraído hacía la idea de tener una nueva arma que lo igualara con sus hermanos, no iba a negar eso, pero ¿Por qué hacerla en secreto? ¿Por qué arriesgarse a una nueva pelea con Zeus cuando en ese momento tenían un problema mayor? Había algo en esa historia que no encajaba.
La imagen de la mesa cambió. Un herrero zombi alzó la hoja, que seguía brillando de calor. Había
algo en un extremo... no era una gema... era como...
— ¿Eso es una llave? —pregunté.
-No puede ser- masculló Hades -¿Las llaves?
Nico asintió con una mueca
-¿Qué tienen de malo unas llaves?- preguntó Leo
-No son unas llaves cualesquiera- dijo Bianca
-Bueno chicos, esto también va a venir en el examen- dijo Travis –así que pongan atención
-De acuerdo profesor- asintió Leo
Nico hizo un sonido sordo.
— ¿Las llaves de Hades?
—Espera—dijo Thalía—, ¿qué son las llaves de Hades?
La cara de Nico parecía incluso más pálida que la de su madrastra.
-Lo cual fue un poco extraño- dijo Thalia
-y que lo digas- asintió Percy
-Aunque ahora que lo sabemos no podeos culpar al renacuajo- dijo Thalia
-Cállate, cara de pino- masculló Nico
—Hades tiene un manojo de llaves doradas que pueden atar o desatar la muerte. Al
menos... esa es la leyenda.
—Es cierta—dijo Perséfone.
Los dioses miraron a Hades con incredulidad
-Bueno, no tenían por qué saberlo- masculló Hades
-¿Pero cómo se puede hacer algo así?- preguntó Piper
-yo creí que solo podía hacerse eso con las puertas de la muerte- dijo Jason
-digamos que las puertas de la muerte son más generales- dijo Nico –las llaves son más específicas
-Algo así- bufó Hades
— ¿Cómo puedes atar o desatar la muerte? —pregunté.
—Las llaves tienen el poder de encerrar un alma en el Inframundo—dijo Perséfone—.
O de liberarla.
-Eso suena cool- dijo Connor
-No loes- masculló Zeus –es algo peligroso hacer eso, así que más te vale que no se te ocurra hacer esa espada, es una orden
-Tú no me das ordenes- bufó Hades
-Soy el rey de los dioses y espero Hades que por tu bien no se te ocurra hacer una arma así- gruñó Zeus
-No la he hecho- dijo Hades entre dientes –y si quiero lo haré, no te quejas mucho cuando se usa para ayudarte
Nico tragó saliva.
—Si una de esas llaves ha sido fundida en la espada...
—El portador puede resucitar a los muertos—dijo Perséfone—, o matar a cualquier ser
vivo y enviar su alma al Inframundo con el mero toque de la hoja.
-Bueno, díganme que no suena cool- dijo Connor
-Suena realmente genial, pero estábamos en guerra y que tal si esa cosa ce en malas manos- señaló Miranda
-Eso es cierto- dijo apolo –sería una gran desventaja
Todos se quedaron callados durante un momento
-No me digan que por eso están ahí- dijo Poseidón pasando una mano por su cara
Thalia, Nico y Percy intercambiaron miradas
-No puede ser- masculló Zeus mirando con enojo a Hades
Todos nos callamos. La fuente oscura borboteaba en la esquina. Las criadas flotaban a nuestro
alrededor, ofreciéndonos bandejas de frutas y dulces que nos mantendrían en el Inframundo para
siempre.
-Me alegra que lo sepas- dijo Poseidón –pero no me agrada mucho por lo que estás ahí
-Tampoco me agrada que Thalia esté allí- bufó Zeus- es tu problema deberías poder arreglártelas tú solo
Hades rodó los ojos
Los chicos admiraron la ironía en eso
—Es una espada encantada—dije, al fin.
—Haría a Hades imparable—coincidió Thalía.
—Así que ya veis—dijo Perséfone—, es por eso por lo que tenéis que ayudar a
devolverla.
Hades y Perséfone intercambiaron una mirada
-No puede ser, sí están ahí por eso- masculló Poseidón
-Más vale que la devuelvan Hades, esa espada en el ejército enemigo sería lo peor que podría pasar y pagarías por ello- bufó Zeus
Hades resopló -¿Leíste que la usaran en tu contra? Además puede que no confíes en Nico ni en el mocoso del marisco, pero al menos deberías confiar en tu hija
-Ese fue un excelente punto para desviar la atención- señaló Apolo
Me la quedé mirando.
— ¿Has dicho que la devolvamos?
Los ojos de Perséfone eran hermosos y mortales, como las flores venenosas.
-Gracias supongo- dijo Perséfone
Percy sonrió con aire inocente
—La hoja fue robada cuando estaba a punto de ser terminada. No sé cómo, pero
sospecho de un semidiós, algún sirviente de Cronos. Si la hoja cae en las manos del titán...
-Eso fue demasiado estúpido- masculló Zeus
-Miren quien habla, el dios al que le robaron su rayo- dijo Hades rodando los ojos
-No puede ser- gruñó Hera –aquí los únicos críos son sus mocosos, no ustedes
Thalía se puso de pie de un salto.
— ¡Tú permitiste que la hoja fuera robada! ¿Sabes lo estúpido que fue eso? ¡En estos
mismos momentos es posible que Cronos la tenga!
-Y decían que yo era el imprudente- señaló Percy
Jason miró a su hermana con una ceja alzada
-Es que sí lo fue- murmuró Thalia
Nico rodó los ojos
-¿Disculpa?- masculló Perséfone –no puedes hablarme con tal falta de respeto y mucho menos en mi palacio
-Y demuestra exactamente de quien es hija- masculló Hades
Las flechas de Thalía se convirtieron en unas rosas alargadas y su arco se derritió hasta convertirse en
una viña de madreselva con flores blancas y doradas.
-Y en ese momento lo que más le dolió fue su arco- bromeó Percy
-Sí, nos dimos cuenta- dijo Nico
-Ni siquiera le importaba que pudiera estar en peligro su vida- señaló Percy
-Eso no es cierto- dijo Thalia
-Primos al final de cuentas- bromeó Piper
—Ten cuidado, cazadora—le advirtió Perséfone—. Puede que tu padre sea Zeus, y
puede que seas la lugarteniente de Artemisa, pero no me hables así con tal falta de respeto en mi
palacio.
Thalia apretó los dientes
-Y nos damos cuenta que Percy no es el único imprudente- dijo Leo
Thalia le dio una mirada asesina
-También tiene el instinto suicida- dijo Percy
-Debes de tener cuidado en la manera que te diriges a los dioses- señaló Artemisa
-Sí, mi señora- murmuró Thalia
Thalía apretó los dientes.
—Devuélveme... mi... arco.
-Y sí le importó más su arco- dijo Piper
-Definitivamente es más importante su arco- dijo Percy
-No iba a poder hacer mucho solo con flores- señaló Thalia
-Podrías agarrar a florazos a los monstruos- mencionó Leo
-¿Eso si quiera existe?- preguntó Frank
-Por supuesto que sí- dijo Leo
Perséfone movió la mano. El arco y las flechas volvieron a la normalidad.
-Y en ese momento Thalia abrazó a su arco como si no lo hubiera visto en diez años- dijo Percy
-No es cierto, sesos de alga- dijo Thalía
-Te vi acariciarlo- señaló Nico
-son unos idiotas- dijo Thalía riendo
—Ahora, siéntate y escucha. La espada aún no ha podido haber abandonado el
Inframundo. El señor Hades ha usado sus llaves restantes para aislar su reino.
-Genial- masculló Hades
-bueno, eso es mejor que nada- dijo Apolo
-Sería mejor que la encontrara- dijo Hermes ¿Por qué es que somos robados tan seguido?
-No lo sé, pero se me ocurre otra pregunta mejor- reflexionó Apolo -¿Cómo es que el dios de los ladrones resultó robado?
-cállate Apolo- murmuró Hermes
Nada puede entrar ni
salir hasta que encuentre su espada, y está usando todo su poder para localizar al ladrón.
-¿Y entonces para que los necesitan?- preguntó Poseidón
-Yo podría localizar al ladrón- dijo Hades –hay algo un poco extraño aquí- volteó a ver a Nico
Nico se sonrojó
-Lo único raro es tu espada- dijo Zeus
Hades lo ignoró
Thalía se sentó, a regañadientes.
— ¿Entonces, para qué nos quieres?
—La búsqueda de la hoja no puede darse a conocer—dijo la diosa—. Hemos cerrado el
Reino, pero no hemos anunciado por qué, ni por qué los sirvientes de Hades están siendo usados para
la búsqueda.
-Eso tiene cierto sentido- dijo Hades –pero si se supone que ya estábamos buscando al ladrón cerrando el reino ¿Para que están los mocosos ahí?
-no lo sé, pero estando esos tres desastres, esto va a ser muy divertido- dijo apolo
-Nos dijo desastres- señaló Percy con fingida indignación
-Entiendo que lo dijera por ustedes dos- dijo Thalía mirando a Percy y Nico –pero ¿Por qué también por mí?
-un completo misterio el por qué- murmuró Nico
No deben saber que la hoja existe hasta que esté acabada. De hecho, no pueden saber
que ha desaparecido siquiera.
-No sería lo más sensato hacérselos saber- masculló Hades –menos al borde de la guerra
-Tampoco era lo más sensato hacer la espada- masculló Zeus
-Supéralo- dijo Hades –ni tu mocosa es tan fastidiosa
Thalia le dio una mirada indignada
—Si creyeran que Hades está en problemas, le habrían hecho desertar—supuso Nico—
y entonces se unirían a los titanes.
-Lo que haría más peligrosa la guerra- señaló Apolo
-ni siquiera pasó, así que creo que ellos tuvieron éxito- dijo Hermes
-Te dije que había que confiar en los tres desastres- dijo Apolo
-Ay no puede ser- masculló Thalia
Nico y Percy hicieron una mueca
Perséfone no respondió, pero si una diosa puede parecer nerviosa, lo pareció.
—El ladrón debe ser un semidiós. Ningún inmortal puede robar el arma de
otro inmortal de forma directa. Incluso Cronos tiene que regirse por las leyes ancestrales.
-Me encantan las leyes antiguas- dijo Leo con sarcasmo
-A todos- suspiró Miranda
-Son lo mejor de lo mejor- asintió Travis
-Es lo mejor que puede haber en la vida- asintió Katie
Tiene un
paladín aquí abajo, en algún lugar. Y para atrapar a un semidiós, hacen falta tres.
-Claro- asintió Atenea y así ni Zeus ni Poseidón tendrían algo que decir contra el arma
-Es un buen plan- dijo Artemisa
Perséfone asintió con una sonrisa de satisfacción –Lo es
— ¿Por qué nosotros? —dije.
—Sois los hijos de los tres dioses mayores—dijo Perséfone—. ¿Quién podría combatir
contra vuestro poder combinado?
-Sí, ya nos dimos cuenta- masculló Miranda –lo bueno que ayer no estaban enojados
-Es cierto chicos- dijo Katie fue un poco raro
-Oh cállate Katie, que a ti te convino demasiado- bromeó Miranda
Los chicos rieron, Katie y Travis se sonrojaron
-Bueno, pero todo fue culpa de Nico- dijo Percy
-Por supuesto que no, fue culpa de Thalia- señaló Nico
-Yo no te hice nada, renacuajo... Fue Percy- dijo Thalia
-Yo estaba demasiado tranquilo- dijo Percy con una sonrisa inocente
-Eso es cierto- asintió annabeth –él estaba bastante calmado
-Tuvimos que bajar por su culpa- dijo Piper
-lo que fue genial porque estaban desviando mis flechas- masculló Will
-Fue un accidente- dijo Jason apenado
-Se están desviando del tema, niños- anunció Apolo
-Ah sí claro, la lectura- dijo Travis
Además, cuando le devolváis la espada a Hades, enviareis un
mensaje al Olimpo. Zeus y Poseidón no protestarán contra la nueva arma de Hades si es entregada a
él por sus propios hijos.
-La verdad, tiene un excelente punto- asintió Afrodita
-Definitivamente- asintió Deméter
Perséfone sonrió
Eso demostrará que confiáis en Hades.
—Pero yo no confío en él—dijo Thalía.
Hades rodó los ojos
—Lo mismo digo—dije—. ¿Por qué haríamos algo por Hades? ¡Y mucho menos darle
una súper-arma! ¿Verdad, Nico?
-Eso fue un poco estúpido, sesos de alga- dijo Thalia
-Muy estúpido- masculló Nico
-Lo siento- dijo Percy sonrojado
Nico miraba la mesa. Sus dedos daban golpecitos en la hoja de acero estigio.
—¿Verdad, Nico? —repetí.
-Producción tenemos un problema- bromeó Leo
-La producción no pudo solucionar el problema- dijo Percy
-La producción no pudo hacer nada más- dijo Leo negando con la cabeza
Le llevó un par de segundos en mirarme.
—Tengo que hacer esto, Percy. Es mi padre.
—Oh, de ninguna manera—protestó Thalía—. ¡No puedes creer que esto sea una
buena idea!
-Realmente nunca dijo que era una buena idea- señaló Will –dijo que lo tiene que hacer por su padre
-Exacto Thalía, por los dioses- dijo Percy rodando los ojos
-Además, casi todos los mestizos harían lo mismo por sus padres- mencionó Perséfone
Los semidioses se removieron en su lugar
—¿Prefieres que caiga en manos de Cronos?
Ahí tenía razón.
-Ese era un punto sumamente lógico- dijo Percy –y no puedo argumentar nada contra algo tan lógico
-Tenía un punto muy a su favor- asintió Leo
-Exacto- dijo Percy
—El tiempo es oro—dijo Perséfone—. El ladrón quizá tenga cómplices en el
Inframundo y esté buscando una salida.
Fruncí el ceño.
—Creía que el reino estaba cerrado.
-Ninguna prisión es 100% segura- señaló Hades
-Bueno, el cuarto donde guardaste a Percy donde no iba a durar más de 50 minutos me parecía bastante seguro- dijo Hermes
-No lo fue tanto gracias a Nico- señaló Apolo
Nico se sonrojó
-Esa fue una grave falla a la seguridad- masculló Hades
Poseidón resopló
—Ninguna prisión es hermética, ni siquiera el Inframundo. Las almas siempre están
encontrando nuevas formas de escapar antes de que Hades pueda atraparles. Debéis conseguir el
arma antes de que abandone nuestro reino, o todo estará perdido.
-Genial, nueva misión imposible desbloqueada- dijo Travis
-Nivel cuatro de este videojuego llamado "la vida de un semidiós"- dijo Leo
-Solo puedo imaginar cómo será el nivel 40- murmuro Percy
-no gracias- dijo Travis
—Aunque quisiéramos—dijo Thalía—, ¿cómo podríamos encontrar al ladrón?
Una planta en un tiesto apareció en la mesa: un clavel amarillo enfermizo con unas pocas hojas
verdes. La flor se removía hacia los lados, como si intentara encontrar el sol.
-Ese es un GPS de último nivel- dijo Katie –me encanta
-Digamos que es un GPS mágico- dijo Perséfone –no es tan difícil hacerlo en realidad, un día podemos verlo si quieres
Katie asintió
-Oh por mí- dijo Apolo –no dejen que las hijas de Deméter se junten
Una enredadera le cubrió la boca
—Esto os guiará—dijo la diosa.
—¿Un clavel mágico? —pregunté.
—La flor siempre mira hacia el ladrón. Cuanto más cerca de escapar esté vuestra
presa, más pétalos le caerán— como en respuesta, un pétalo amarillo se volvió gris y cayó hacia el
suelo.
-Es como ese cuento mortal donde caen los pétalos de la rosa- dijo Piper
-La Bella y la Bestia- dijo Hazel – me contaron sobre ella
-¿Eso quiere decir que nosotros somos las Bellas?- bromeó Percy
-No lo sé, tú no pareces muy Bella en realidad- señaló Thalia
-Mira quien lo dice- respondió Percy
-Y Nico mucho menos- dijo Thalía
-Cállate cara de pio- dijo Nico
-Él es muy bello- señaló Will
-awwww- chillaron los chicos solo por molestar
Nico se sonrojó
—Si todos los pétalos le caen—dijo Perséfone—, la flor morirá. Esto significará que el
ladrón ha llegado a la salida y que habéis fracasado.
-Genial, la flor de los ánimos- dijo Leo
-nos animaba muchísimo esa flor- asintió Percy
-Uy sí, era muy animadora- dijo Thalía
-Lo mejor de lo mejor- asintió Percy
Miré a Thalía. No parecía muy entusiasmada sobre lo de perseguir a un ladrón con una flor.
-Pues no- dijo Thalía –no me parecía buena idea, y nunca había perseguido a un ladrón con una flor
-Cada día se aprende algo nuevo- señaló Percy
-como que existen las flores GPS- dijo Rachel
-Exacto- asintió Percy
-sí claro- murmuró Thalia
Entonces
miré a Nico. Por desgracia, reconocí aquella expresión en su cara. Sabía qué era querer hacer que tu
padre se sienta orgulloso de ti, aunque tu padre sea de los que no aman fácilmente.
Nico se sonrojó furiosamente -¡Percy!- masculló
-Lo siento- dijo Percy –pero en mi defensa, dije que reconocía esa expresión, porque es la que todos hemos tenido
Algunos chicos le dieron la razón, otros le aventaron cojines
Los dioses se removieron incómodos
En aquél caso,
casi nunca. Nico iba a hacer aquello, con o sin nosotros. Y no podía dejarle ir solo.
-Lo que hacemos por el renacuajo- dijo Thalia rodando los ojos
-Pude haberlo hecho solo- masculló Nico
-Pero admite que fue más divertido tenernos a tu lado- dijo Thalía
-Lo más divertido que he hecho en mi vida- dijo Nico con sarcasmo
—Una condición—le dije a Perséfone—. Hades deberá jurar sobre el río Estigio que
nunca usará esta espada contra los dioses.
-De acuerdo, bien pensado- asintió Poseidón
-Pues ya que- masculló Hades
-Pues más te vale que lo hagas- bufó Zeus
La diosa se encogió de hombros.
—No soy el señor Hades, pero puedo aseguraros que os lo prometerá, como pago por
vuestra ayuda.
Otro pétalo cayó del clavel.
-Se les está acabando el tiempo- dijo Connor
-y no es como que tengan mucho- dijo Katie
-Es que nos gusta vivir al límite dijo Percy
-Lo peor es que lo dice en serio- dijo Piper
Percy se encogió de hombros
Me giré hacia Thalía.
—¿Sujeto la flor mientras rastreas al ladrón?
Ella suspiró.
—Bueno, vamos a atrapar a ese estúpido.
-Pues ya que- masculló Thalía
-Es para hacer más fuerte su amistad- bromeó Leo
-bueno, realmente ayudo un poco- asintió Percy "seriamente"
-Nos dimos cuenta que somos increíblemente geniales- dijo Thalia –más yo
-digna hija de Zeus al final de cuentas- masculló Hera
El Inframundo no estaba que digamos, con el espíritu navideño.
-Por supuesto que no- dijo Nico -¿Qué esperabas?
-no sé, unos cuantos árboles de navidad y luces tal vez- dijo Percy
-claro y regalos bajo los árboles- dijo Thalía
-Eso estaría genial- dijo Percy
-Por supuesto que no- bufó Hades
Mientras bajábamos del palacio hacia
los Campos de Asfódelos, parecía bastante igual a mi última visita, igual de deprimente. Hierba
amarilla y chopos que crecían hasta el infinito.
Hazel hizo una mueca
-Eran los mismos- señaló Nico
-Por eso me parecían igual- asintió Percy
-eso tiene mucho sentido- dijo Connor
Las sombras se mezclaban sin rumbo por las colinas,
viniendo de ningún lugar, yendo hacia ningún lugar, chocándose entre ellos mientras intentaban
recordar quiénes eran en sus vidas pasadas.
-Básicamente- murmuró Hazel con una mueca
Hades se removió con incomodidad
-Otro divertido paseo por el Inframundo- dijo Leo
-Así es como me gusta pasar las fiestas- dijo Percy con sarcasmo
-Sí, veo por qué te gusta tanto- dijo Leo
-Lo sé- asintió Percy
Por encima de nosotros, el techo de la caverna brillaba
con oscuridad. Cogí el clavel, que me hizo sentir bastante estúpido.
-Oye, es un clavel GPS, debes ser más cuidadoso con esas cosas- dijo Leo -los niños de ahora no saben valorar la originalidad
-Creo que Leo te acaba de robar tu frase- señaló Apolo a Perséfone quien iba a decir algo y repentinamente se quedó callada
Nico nos guiaba ya que su espada
podía hacerse camino entre las masas de los muertos. Thalía no dejaba de refunfuñar diciendo que
quién la mandaba a meterse en una misión con dos chicos.
-Nos amas- dijo Percy
-Ya quisieras- dijo Thalia
-Entiendo que no quieras ir en misión con Percy, pero yo no soy molesto- señaló Nico
-No, para nada- dijo Thalia
— ¿Perséfone siempre está igual de tensa? —pregunté.
Perséfone le dio una mala mirada a Percy
-bueno, con todo eso de la espada robada u el clavel GPS, es lógico que esté así- señaló Apolo
-Además de que el inframundo no es un lugar precisamente feliz- masculló Deméter
-Y vamos de nuevo- masculló Hades
-Es la verdad- bufó Deméter
Nico apartó con un movimiento un par de fantasmas, haciéndoles mover con el acero estigio.
—Siempre actúa así cuando estoy cerca. Me odia.
-Definitivamente no te cae muy bien en el futuro- señaló Afrodita
-todas las familias tienen peleas de vez en cuando- señaló Apolo
-Lo convirtió en un diente de león- murmuró Reyna
-Pero los dientes de león son muy bellos- se defendió Perséfone -además no sé quedó como un diente de león
-Vaya gracias- masculló Nico
— ¿Entonces por qué te ha incluido en la misión?
—Probablemente sea idea de mi padre—sonaba como que quisiera que fuera
cierto, pero no estaba seguro.
Nico le dio una mirada asesina a Percy
-Lo siento- dijo Percy alzando las manos -si los otros libros vienen también desde mi punto de vista, en cualquier momento voy a acabar pulverizado
Annabeth le dio un golpe
-en realidad es increíble que aún no hayas acabado así- dijo Thalía
-Vaya eres la imagen misma de la actitud positiva- dijo Percy
-Lo sé- asintió Thalía
Me parecía extraño que Hades no nos hubiera dado esta misión en
persona. Si aquella espada era tan importante para él, ¿por qué había dejado que Perséfone nos lo
explicara todo? Normalmente a Hades le gusta tratar en persona con los semidioses.
Hades no iba a decirlo obviamente, pero estaba teniendo las mismas dudas. Sí, Perséfone era su compañera, pero eso no quería decir que él dejara que ella manejara asuntos como ese, donde tanto estaba en peligro y era cierto lo que decía el mocoso del marisco a él le gustaba tratar a los semidioses en 'persona. Volteó a ver a Perséfone y se dio cuenta que ella lo estaba mirando, tal vez pensando lo mismo.
Nico siguió recto.
No importaba cuán poblados estuvieran los campos, (y si has estado en Times Square la noche de fin
de año, te harás una idea),
-He estado y no fue muy agradable- dijo apolo -pero no puedo negar que había muchos mortales lindos entre la multitud
-La verdad, eso ya no me sorprende- murmuró Will
Apolo le dio una sonrisa deslumbrante
que siempre se apartaban al pasar cerca Nico y su espada.
—Se lleva bien con las masas de zombies—admitió Thalía—. Creo que le dejaré ir
delante la próxima vez que vaya de compras al centro comercial.
-Eso es algo que he querido ver desde que lo dijiste- comentó Percy
-Eso es algo que todos quisiéramos ver- señaló Connor
-Por supuesto que no- dijo Nico con una mueca
-no sé, hay muchas cosas en esa escena imaginaría que no podrían salir bien- bromeó Piper
-Ella tiene un buen punto- dijo Percy
-Por favor háganlo, todos queremos ver eso- dijo Travis
-Pero si no los vamos a invitar- señaló Thalía
-Que groseros- dijo Percy
-Están locos- masculló Nico
Agarró fuertemente su arco, como si tuviera miedo de que volviera a convertirse en una tira de
madreselva.
-Y dice que no le importaba mucho su arco- señaló Percy
-es de mucha ayuda- dijo Thalía
-eso es cierto- señaló apolo -los arcos siempre ayudan
No parecía mayor que el año pasado y entonces, de repente, me acordé de que nunca
sería mayor porque era una cazadora.
-duh, pues obvio- dijo Thalía rodando los ojos
-Lo lamento, por un momento lo olvidé- dijo Percy
Eso significaba que yo era mayor que ella. Qué mal rollo.
-Oye sí es cierto- dijo Connor dramáticamente
-Creo que todos aquí somos más grandes que ella- dijo Chris
-no todos- señaló Will
-¿soy tu hermano mayor ahora?- preguntó Jason con una mueca
-Soy más sabia, hermanito, así que sigo siendo la mayo- dijo Thalia con una sonrisa
-Me parece bien- dijo Jason riendo
-Yo creo que tienes que empezar a respetar a tus mayores, Thalia- dijo Percy "seriamente"
-sí claro- murmuró Thalía rodando los ojos
—Así que...—dije—, ¿cómo te está tratando la inmortalidad?
Puso los ojos en blanco.
—No es inmortalidad total, Percy. Lo sabes. Podemos morir en combate. Es sólo que...
nunca crecemos o enfermamos, por lo que vivimos para siempre, asumiendo que no nos hacen
rodajas los monstruos.
-un buen punto- asintió Percy
-sí, bueno no se puede tener tofo- dijo Thalia encogiéndose de hombros
-eso es cierto- asintió Rachel
-Además la caza es muy genial- dijo Thalia
-Definitivamente lo es- asintió Zoë
Artemisa sonrío
—Y eso es siempre un problema.
—Siempre—miró a su alrededor, y me di cuenta de que estaba mirando las caras de
los muertos.
Algunos le dieron miradas confundidas
-Maldita sea- masculló Thalía
Percy sonrió con inocencia
—Si estás buscando a Bianca—dije en voz baja, para que Nico no pudiera escucharme
—,debe de estar en el Elíseo. Murió cómo una heroína.
Nico le dio una mirada extraña
-eso lo sabe- señaló Bianca -no me estabas buscando a mí ¿Verdad?
Thalia hizo una mueca -No, no lo hacía
—Lo sé—me espetó Thalía. Entonces se detuvo—. No es eso, Percy. Es que... no
importa.
Un sentimiento frío me recorrió. Recordé la muerte de la madre de Thalía por un accidente de coche
hacía un par de años.
Jason miró a su hermana -¿Estabas tratando de buscarla?
-No 'precisamente o algo así, no lo sé, es un poco complicado- murmuró Thalia
-De acuerdo- asintió Jason con una mueca
Nunca habían estado muy unidas, pero Thalía no había tenido la oportunidad de
despedirse de ella. Si la sombra de su madre estaba dando vueltas por allí... era normal que Thalía
estuviera tan sobresaltada.
-Percy- masculló Thalía
Percy alzó las manos -En mi defensa, no sé por qué pasa esto si los tres estuvimos ahí, podría venir desde su punto de vista
Y de repente como si estuvieran pensando lo mismo, Nico, Thalia y Percy se voltearon a ver
-No puede ser- masculló Nico pasando una mano por su cara
-Dime que eso no viene- gruñó Thalía
-no lo sé- dijo Percy encogiéndose de hombros- pero lo más probable es que venga, lo siento
Thalia y Nico hicieron una mueca, la mayoría los miraba con confusión
—Lo siento—dije—. No estaba pensando.
Nuestras miradas se cruzaron, y creo que tuve la sensación de que lo había entendido. Su expresión se
relajó.
—Está bien. Salgamos de aquí.
-Por qué no entiendes en este momento- preguntó Percy -y parece que me quieres matar
-Porque en ese momento estábamos solos- masculló Thalía
-Técnicamente no estábamos solos- señaló Percy
-cállate sesos de alga- murmuró Thalia
Otro pétalo cayó del clavel mientras caminábamos. No era muy divertido ver cómo el clavel apuntaba
hacia los Campos de Castigo.
-Obviamente tenía que ser el peor lugar- bufó Poseidón
-Por supuesto, si alguien tendría que ir allá por una misión, serían estos tres- dijo Apolo
-al menos ahora no nos dijo desastres- murmuró Percy a su novia
-Es un avance, sesos de alga- dijo Annabeth
Esperaba que fuera hacia el Elíseo para que pudiéramos charlar con
gente guapa y divertida, pero no. A la flor parecía gustarle la parte más violenta y cruel del
Inframundo.
-no a la flor- dijo miranda -al ladrón, por cierto ¿Quién es?
-Nada de spoilers- dijo Apolo -es la regla sagrada
-¿Tenemos reglas sagradas para la lectura?- preguntó Hermes
- Por supuesto que sí- asintió Apolo -y estas reglas sagradas no se pueden romper jamás
-Claro- murmuró Hermes
Saltamos un río de lava y seguimos nuestro camino a través de horribles torturas. No las
describiré porque perderíais por completo el apetito,
- Muchas gracias- dijo Travis
-En serio agradecemos mucho que no las describas- asintió Leo
-Lo agradecemos- dijo apolo -podrías asustar a Ares
-Cállate Apolo- masculló Ares
-¿Quieres un sacrificio como agradecimiento?- preguntó Connor
-Eres muy amable, pero así estoy bien- dijo Percy
pero me habría gustado llevar unos tapones de
algodón en las orejas para no oír los gritos y la música de los 80.
- Me parece una falta de respeto eso de la música de los 80- dijo Apolo -tenemos música muy buena
-Tienes que admitir que hay canciones horribles- dijo Hermes
-Pero tanto como para que estén en los campos de castigo?- preguntó apolo
-Tal vez no me agradó mucho esta época- señaló Hades
-Eso tendría sentido- dijo apolo
El clavel giró su cuerpo hacia una
colina a nuestra izquierda.
—Ahí arriba—dije.
Thalía y Nico se detuvieron. Estaban cubiertos de hollín de haber cruzado la zona de Castigos. Yo
probablemente estaría igual o peor.
-Peor- dijeron Nico y Thalía al mismo tiempo
-Gracias- murmuró Percy -ustedes son muy amables
-Lo sabemos- dijo Thalía -no tienes que agradecer
Percy le sacó la lengua
Un fuerte sonido chirriante venía del otro lado de la colina, como
si alguien estuviera arrastrando una lavadora. Entonces la colina se retumbó con un "¡BUM! ¡BUM!
¡BUM!" y un hombre soltó maldiciones.
-Eso no suena nada bien- dijo Rachel
-no era nada bueno- dijo Percy
-Y que lo digas- murmuró Thalia
-Bueno, se tenían que encontrar a los peores- masculló Hades
-Sabes que vas por buen camino cuando te encuentras a los peores- comentó Piper
-Saben que van por el buen camino porque tienen la flor GPS- señaló Leo
-Eso es cierto- dijo Percy riendo
Piper rodó los ojos
Thalía miró a Nico.
—¿Es quién yo creo?
—Eso me temo—dijo Nico—. El experto número uno en engañar a la Muerte.
-Genial- masculló Poseidón
-Bueno, podría ser peor- señaló Hades
Percy, Thalia y Nico se miraron
-Creo que sí va a ser peor- señaló Perséfone con una mueca
Antes de que pudiera preguntar qué significaba, nos llevó a lo alto de la colina. El tipo al otro lado no
era guapo, y no estaba feliz.
-No podría estar feliz si era castigado- comentó Reyna
-Ese es un buen punto- asintió Percy
-Creo que fue por eso que no era feliz- dijo Thalia
-Creo que sí tiene algo que ver- dijo Percy
Parecía una de esas muñecas trolls con la piel naranja, barriga, piernas y
brazos escuálidos y un gran pañal/taparrabos alrededor de su cintura. Su pelo andrajoso estaba de
punta como una antorcha.
-Un tipo de lo más agraciado- comentó Connor
-Por eso dio que no era guapo- señaló Travis a su hermano con una sonrisa burlona -creo que tienes que subir tus expectativas hermano
Katie le dio un golpe juguetón -Yo creo que las expectativas de Connor están bien- dijo mirando a su hermana con una sonrisa
Estaba dando vueltas, maldiciendo y pateando una piedra que era como
dos veces más grande que él.
—¡No lo haré! —gritó—. ¡No, no y no! —entonces comenzó a decir un puñado de
palabras malsonantes en distintos idiomas.
-Ese es mi sueño- bromeó Leo - decir malas palabras en distintos idiomas
-Debo admitir que este chico tiene visión- dijo Apolo
-Sería genial- dijo Leo -pasar de un idioma a otro
-¿Cómo no se nos ocurrió antes?- preguntó Travis a su hermano
-Creo que no tenemos visión- dijo Connor en tono dramático
-Conozco algunos idiomas, podría enseñarles- dijo Apolo
-Apolo, no- dijeron Hefesto y Hermes al mismo tiempo
-Que amargados- dijo Apolo
Si hubiera tenido cerca uno de esos potes en los que
metes cinco centavos por cada grosería que dices, podría haberme hecho rico. Comenzó a alejarse de
la piedra, pero después de haberse alejado tres metros, se tambaleó hacia atrás, como si una fuerza
invisible le hubiera empujado.
-Básicamente- asintió Hades
-no tenía ni idea de quien se trataba hasta que dijo lo de la roca- murmuró Frank sonrojado
-La roca dio la pista que necesitábamos- asintió Travis solemnemente
-Gracias espíritus de las rocas- dijo Leo alzando los brazos
-Odias a los espíritus de las rocas- señaló Nico
-Es cierto- dijo Leo cruzándose de brazos -lo olvidé
Volvió arrastrando los pies hacia la piedra y comenzó a darse golpes con
la cabeza contra ella.
—¡De acuerdo! —gritó—¡De acuerdo, maldito seas! —se rascó la cabeza y murmuró algunos insultos más—. Pero esta es la última vez. ¿Me oís?
-Cada vez es la última vez- dijo Connor negando con la cabeza
-Por eso se llaman castigos- dijo Hades rodando los ojos
-Obviamente- dijo Miranda con una risita
Nico nos miró.
—Vamos. Mientras esté intentándolo.
Fuimos hacia él.
—¡Sísifo! —le llamó Nico.
El tipo troll levantó la vista, sorprendido. Entonces se escondió detrás de su roca.
—¡Oh, no! ¡No me vais a engañar con esos disfraces! ¡Sé que sois las Furias!
-O sea sí se ven medio raros- dijo Travis -pero tampoco para que los confundan con las furias
-¿Acaso quieres que te maten?- preguntó Katie
-Tenía que decirlo, Kat- dijo Travis encogiéndose de hombros
Thalia y Nico le dieron miradas asesinas, para evitar que su integridad física se viera comprometida, Travis siguió leyendo
—No somos las Furias—dije—. Sólo queremos hablar.
— ¡Largaos! —gritó—. Las flores no lo harán mucho mejor. ¡Es demasiado tarde para
disculparse!
—Mira—dijo Thalía—, sólo queremos...
—¡LALALALALA! —gritó—. ¡No te escucho, soy de palo, tengo orejas de pescado!
-Se parece a Hades cuando Nico le dijo que debía ayudarnos en la batalla- comentó Apolo -no digas nada, Will
Will se sonrojó -No iba a decirlo
-Todos siempre actúan como críos- masculló Hera
Le perseguimos alrededor de la piedra hasta que finalmente, Thalía, que era la más rápida, cogió al
anciano por el pelo.
-Por supuesto que sí- dijo Thalia -soy la mejor
-Nop, eres la más rápida- dijo Percy riendo
-Y por lo tanto la mejor- dijo Thalía
-La más rápida- dijo Nico
-Renacuajo, eso es traición- masculló Thalia
Nico rodó los ojos
— ¡Detente! —Gritó— ¡Tengo rocas que mover! ¡Rocas que mover!
—Te moveré la roca yo misma—se ofreció Thalía—.
-Eso no es una buena idea, mocosa- dijo Hades -loas castigos pueden ser muy adictivos
-Sí- murmuró Thalia -lo noté- dijo recordando la sensación de estar cerca de cumplir el objetivo de subir la roca
Sólo cállate y deja hablar a mis
amigos.
Sísifo dejó de resistirse.
— ¿Tú...? ¿Tú moverás mi roca?
—Es mejor que mirarte—Thalía me miró—. Sé rápido.
-Es mejor que lo sean- asintió Hades - a menos que quieran que se vuelva demasiado adicta al castigo
-Espero que ustedes dos sepan hablar rápido- masculló Zeus mirando a Percy y Nico
Ambos asintieron, Thalia miró a Zeus con una ceja alzada
Entonces giró a Sísifo hacia nosotros. Puso su hombro contra la roca y comenzó a empujarla
lentamente hacia arriba. Sísifo me frunció el ceño, desconfiadamente. Me dio un pellizco en la nariz.
— ¡Au! —me quejé.
-No es divertido que te pellizquen la nariz- dijo Percy negando con la cabeza -no lo intenten en casa
-Ni en ningún lado si es posible- señaló Leo
-Por favor, no es algo que quisiera repetir- dijo Percy
-siempre te tocan las cosas más raras- comentó Travis
Percy asintió con una mueca
—Así que no eres una furia de verdad—dijo, sorprendido—. ¿Para qué es la flor?
—Estamos buscando a alguien—dije—, y esta flor nos lleva hacia él.
— ¡Perséfone! —Escupió en el suelo—. Es uno de sus aparatejos, ¿no?
Perséfone bufó -Es algo increíblemente útil
-No puedo negar eso- dijo Percy -nos guio al ladrón, aunque me hubiera gustado algo más rudo
-Un cactus por ejemplo- dijo Connor
-Sería raro, pero sí- asintió Percy riendo
—se apoyó
hacia atrás, y su espalda crujió como la de un tipo que lleva una eternidad arrastrando piedras—. Una
vez la engañé, ya sabes. Les engañé a todos.
-Estúpido- masculló Hades
-Fue un total imbécil- dijo Perséfone -no sé cómo me pude dejar engañar por él
-Todos nos dejamos engañar, querida- comentó Hades -Tanatos todavía tiene ganas de matarlo y eso que ya está muerto
Miré a Nico.
— ¿Traducción?
—Sísifo engañó la muerte—explicó Nico—. Primero encadenó a Tánatos, el segador de
almas, para que nadie pudiera morir.
Entonces cuando Tánatos fue liberado y estuvo a punto de
matarlo, Sísifo le dijo a su mujer que no hiciera los rituales funerarios correctos para que no pudiera
descansar en paz. Aquí, Sisito, ¿puedo llamarte Sisito?
-Eso suena casi lindo- dijo Piper
-Casi, es el punto clave- comentó Percy
-Fue un estúpido- masculló Ares
—¡No!
—Sisito
-A Nico le valió que le dijera que no- dijo Percy
-A Nico nunca le importa- señaló Thalia
-No tendría por qué- dijo Nico
engañó a Perséfone diciéndole que le dejara volver al mundo de los vivos para
despedirse de su mujer. Y no volvió.
El anciano rió.
— ¡Seguí vivo treinta años más hasta que finalmente me encontraron!
-Imbécil, le voy a poner una piedra más grande- masculló Hades
-Que no sea demasiado grande, si no, no la va a poder mover- dijo Perséfone
-Nuevamente confirmado que las hijas de Deméter no son tan dulces- dijo Apolo
Thalía estaba a mitad de colina. Apretaba los dientes, empujando la piedra con su espalda. Su
expresión decía: ¡Daos prisa!
-Parecía que les dije tárdense más- masculló Thalía
-Lo siento, es que tenía que saber la historia completa- dijo Percy
-Eso pasa por no poder atención en tus clases con Annabeth- señaló Thalia
Percy la miró horrorizado -No la escuches, listilla
Annabeth negó con la cabeza
— ¿Así que este fue tu castigo? —Le dije a Sísifo—. Cargar con una piedra por una
colina para siempre. ¿Valió la pena?
-Valió cada segundo- asintió Leo seriamente
-¿Realmente creen que haya valido la pena?- preguntó Jason
Percy se encogió de hombros -¿Tal vez?
-¿Creo que fue el hecho de engañar a los dioses ha hecho que valga la pena?- dijo Thalia
-Me encanta ser engañado- bufó Apolo
— ¡Es un trabajo temporal! —Gritó Sísifo—. Escaparé muy pronto de aquí, y cuando lo
haga lo lamentarán.
-Sí, sí sí- dijo Hades con un gesto de indiferencia -todos siempre dicen eso, pero ¿Cuantos lo han logrado?
-Él lo logró una vez-señaló Hermes
Hades rodó los ojos -No me refería a eso
— ¿Cómo podrías escapar del Inframundo? —Preguntó Nico—. Está cerrado, ya sabes.
Sísifo sonrió maliciosamente. —Eso fue lo que dijo el otro.
-Era un poco obvio que iba a ir con él- dijo Hades
-Sí, el clavel los llevó hasta él, quien sabe por qué- dijo Apolo con obviedad
Hades le dio una mala mirada
Mi estómago dio un vuelco.
— ¿Alguien te ha pedido consejo?
—Un jovencito muy enfadado—repitió Sísifo—. No muy educado. Me puso una espada
En mi garganta. No se ofreció a cargar con mi piedra.
-Y nosotros quedando como estúpidos ofreciendo cargar su piedra- masculló Thalia
-Habría sido más divertido ponerle la espada e la garganta- asintió Nico
-Además, tú fuiste la única que se ofreció a cargar la piedra- dijo Percy con una sonrisa inocente
Thalia le dio una mala mirada
— ¿Qué le dijiste? —Dijo Nico—. ¿Quién era?
Sísifo se masajeó los hombros. Miró a Thalía, que estaba a punto de llegar a la cima de la colina. Su
Cara estaba roja y nadaba en sudor.
-Sí bueno, no fueron precisamente unas vacaciones- murmuró Thalia
-Más les vale que se apuren- masculló Zeus
-No es como que ellos no lo estén intentando- dijeron Hades y Poseidón al mismo tiempo
Nico y Thalia se miraron con una ceja alzada, Percy les sonrió
—Oh... es difícil decir—dijo Sísifo—. Nunca le había visto antes. Cargaba un paquete en
Una tela negra. ¿Esquíes, quizás? ¿Un trineo? Quizá si esperáis aquí, pueda ir a buscarle...
-Una excelente oferta, pero no gracias- dijo Percy negando con la cabeza -de haberlo hecho Thalia nos habría matado
-Efectivamente los habría matado- dijo Thalia -eso estaba siendo horrible
-Él era el que no se apuraba- señaló Nico
-Eso es cierto- asintió Percy
— ¿Qué le dijiste? —le pedí.
—No me acuerdo.
Nico alzó su espada.
-Les dije que era más divertido amenazarlo con la espada- dijo Nico
-Bueno, realmente a todos quieres amenazarlos con espadas, sombritas- comentó Will
-Eso no es cierto, no a todos- dijo Nico
-A ti no te amenazaría con una espada- dijo señaló Miranda
-Ni a Haz- dijo Piper
-Me siento querido- bromeó Leo
El acero estigio estaba tan frío que humeaba con el frío y seco aire de los Campos
De Castigo.
—Inténtalo de nuevo.
-Sigue participado- dijo Percy
-Mejor suerte para la próxima- dijo Leo
Ambos chicos chocaron los cinco
El anciano parpadeó.
— ¿Qué tipo de persona lleva una espada como esa?
—Un hijo de Hades—dijo Nico— ¡Ahora respóndeme!
La cara de Sísifo empalideció.
-El renacuajo dándose importancia- dijo Thalia
-Es que es importante- dijo Will
-Awwwww- chillaron los chicos
Nico se sonrojó
— ¡Le dije que fuera a hablar con Melínoe! Siempre tiene una forma de salir.
-Bueno, eso va a ser interesante- dijo apolo viendo a Hades y Perséfone con una ceja alzada
Ambos dioses se removieron incómodos
-no fue interésate- murmuró Nico
-Y que lo digas- dijo Thalia
Nico bajó su espada. Hubiera podido adivinar que el nombre de Melínoe le molestó.
—De acuerdo. ¿Cómo era el semidiós?
—Eh... tenía una nariz—dijo Sísifo—.
-Claro, eso lo reduce mucho- dijo Leo
-Exactamente- dijo Percy "seriamente"
-Me agradan los semidioses que tienen nariz- dijo Connor
-son las mejores- asintió Travis
Una boca y un solo ojo y...
— ¿Un solo ojo? —le interrumpí—. ¿Llevaba un parche?
-Bueno, eso sí lo reduce- dijo Apolo
-Debí haberlo imaginado- masculló Hades
-Ya vimos cómo fue eso, no vale la pena recordar solo sus errores- dijo Hestia
Hades bufó
—Oh... quizás—dijo Sísifo—. Tenía pelo en su cabeza. Y...—tosió y miró por encima de
Mi hombro—. ¡Mirad! ¡Ahí está!
Nos apresuramos en seguir la dirección de su mirada. Tan pronto como nos hubimos girado, Sísifo
Echó a correr.
-Chicos, ¿En serio cayeron en algo as'?- preguntó Apolo negando con la cabeza
-Sonaba convencido- murmuró Percy
-Es el rey de los engaños al final de cuentas- masculló Nico
-Claro, eso lo explica todo- asintió Connor
-Definitivamente lo explica- dijo Percy
-Claro que sí- asintió Travis
— ¡Soy libre! ¡Soy libre!
-Sí claro- masculló Hades
-Libre soy, libre soy- cantó Leo
-Me parece una gran traición que cantes eso- dijo Percy -ya que bueno, el frío es parte de ella
-Algo así como Khione- señaló Jason
-Oye no- dijo Piper -no puedes compararlas
-Los que no ven películas de niños- masculló Will
-nos contaron- dijo Percy, los demás asintieron
-Otra cosa que no entiendo- murmuró apolo cruzándose de brazos
-Yo tampoco lo entiendo- dijo calipso
-Oh nena, no te preocupes, yo te contaré- dijo Leo con una sonrisa
¡Soy...AGG!—a tres metros de la colina, llegó al final de su
Cadena invisible y cayó de espaldas. Nico y yo le agarramos por los brazos y le trajimos de nuevo a la
Colina.
-Como si fuera a dejarlo así como así- dijo Hades
-Por supuesto que no, querido- dijo Perséfone -debió pensárselo mejor
-Exacto- asintió Hades
— ¡Malditos seáis! —se soltó diciendo palabrotas en griego antiguo, latín,
Inglés, francés y muchas otras lenguas que no reconocí—. ¡Nunca os ayudaré!
-Ven como sí sería genial- dijo Leo
-Nadie lo negó- señaló Percy -todos te seguimos en tu sueño
-Gracias, que amable- dijo Leo
¡Iros al Hades!
—De hecho, ya estamos ahí. —murmuró Nico.
-No puede mandarlos sí ya están ahí- dijo Frank
-El insulto no vale entonces- comentó Rachel
-No vale- dijo Nico -es un idiota
-Definitivamente- asintió Percy
— ¡Roca va! —gritó Thalía.
Miré hacia arriba y me habría gustado a mí también soltar un par de palabrotas. La roca rodaba
Directamente hacia nosotros. Nico saltó hacia un lado, yo hacia el otro.
-Lo siento, pero no iba a cargarla otra vez- dijo Thalia -ya se estaba volviendo muy... Horrible
-Esa fue una buena decisión, mocosa- dijo Hades
Thalia sitió con una mueca
Sísifo gritó:
— ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! —mientras la roca iba directa hacia él. De alguna
Manera la consiguió detener antes de que le pasar por encima. Supongo que tendría mucha práctica.
-Pues sí, unos miles de años yo creo- dijo Nico rodando los ojos
-Ese tiempo te da una buena experiencia sobre rocas- asintió Will
— ¡Cogedla de nuevo! —suplicó—. Por favor. Aguantádmela.
—No de nuevo—tosió Thalía—. Estás solo.
Nos dedicó unas cuantas palabras mal sonantes más.
- que no entendí mucho, pero se oían mu malas palabras- dijo Percy
-Demasiado malas- asintió Thalía -si Sisito no fuera tan ruin, yo también iría a tomar clases con él
Estaba claro que no nos iba a volver a ayudar,
Por lo que le dejamos con su castigo.
—La cueva de Melínoe está por aquí—dijo Nico.
- Definitivamente has pasado bastante tiempo en el inframundo si conoces su cueva- dijo Perséfone
-Pasa tiempo de calidad cuando no lo conviertes en diente de león- señaló Apolo
Perséfone le dio una mala mirada, Nico bufó
—Si el ladrón solo tiene un ojo—dije—, podría ser Ethan Nakamura, hijo de Némesis.
Él es uno de los que liberaron a Cronos.
-Otra vez ese mocoso- masculló Hades
-Hades- regañó Hestia
Hades hizo una mueca
—Me acuerdo—dijo Nico, sombrío—. Pero si vamos a tener que tratar con Melínoe,
Tenemos problemas mayores. Vamos.
-Siempre tienen problemas mayores- se quejó Poseidón
-Y eran muy mayores- asintió Percy
-y que lo digas- mascullaron Thalía y Nico al mismo tiempo
Mientras nos alejábamos, Sísifo volvía a gritar:
— ¡De acuerdo! ¡Pero ésta es la última vez! ¿Me oís? ¡La última!
Thalía se estremeció.
Igual que en la sala
-Nunca lo vayan a intentar- dijo Thalia
-No gracias- dijo Percy -después de verte hacerlo se me fueron las ganas de intentarlo
-Eso me parece muy bien, sesos de alga- asintió Thalia
— ¿Estás bien? —le pregunté.
—Supongo...—vaciló—. Percy, lo que me da miedo
Es que cuando llegué a la cima, creía que lo tenía. Pensé: esto no es tan difícil.
-Bueno, no era tan difícil como pensé que sería- dijo Thalia al ver las miradas que todos le estaban dando
-Ese es el atractivo del castigo- dijo Hades
Puedo
Mantenerla aquí. Y mientras la roca rodaba hacia abajo, me tentó volverlo a intentar. Creí que podría
Hacerlo una segunda vez.
-Por eso no podía hacerlo una tercera- dijo Thalia con una mueca
-Buena decisión- dijo Jason
-Definitivamente fue buena decisión- dijo Nico
Miró hacia atrás con nostalgia.
—Vamos—le dije—. Cuanto antes salgamos de aquí, mejor.
-Bueno, salimos de una para meternos en otra- dijo Thalia
-Sí, pero al menos no te iba a tentar el castigo- señaló Percy
-Ese es un buen punto- dijo Thalía
-Lo sé, tengo mis momentos- asintió Percy
Caminamos durante lo que me pareció una eternidad. Tres pétalos más cayeron del clavel, lo que
Significaba que estábamos oficialmente medio muertos.
-Y ya que estábamos en el inframundo...- dijo Percy dejando la frase al aire
-Fue un gusto haberlos conocido- dijo Leo
-Gracias- dijo Percy solemnemente
La flor seguía señalando hacia una cadena de
Colinas grises con picos, como si fueran unos dientes, por lo que caminamos con dificultad hacia
Aquella dirección por encima de piedra volcánica lisa.
-Uy que belleza- dijo Connor
-Un increíble paseo para recordar- dijo Travis
-Claro que sí, algo así es inolvidable- dijo Thalia
-Por supuesto- asintió Percy
—Un bonito día para un paseo—murmuró Thalía—. Las Cazadoras deben de estar
Festejando en algún claro de algún bosque ahora mismo.
-Bueno, técnicamente también tú estás dando un paseo- señaló Piper
-En el inframundo- dijo Thalía
-Pero es un paseo a fin de cuentas- bromeó Piper
-Ella tiene un punto- asintió Percy seriamente
Me pregunté qué estaría haciendo mi familia. Mi madre y mi padrastro, Paul, estarían preocupados
De que no volviera a casa del colegio, pero no era la primera vez que pasaba.
-Ni sería la última- dijo Percy con una mueca
Poseidón también hizo una mueca
Adivinarían que estaría
En alguna misión. Mi madre estaría dando vueltas por el comedor, preguntándose si podría volver
Para desenvolver mis regalos.
-Y eran muy buenos regalos- dijo Percy recordando
-¿algo azul?- preguntó Leo
-Todo azul- señaló Percy - como debía ser
-Qué bueno que sí fue así- dijo Leo
Percy asintió
—Así que... ¿quién es la tal Melínoe? —pregunté, intentando alejar de mi mente mi
Casa.
—Es una historia muy larga—dijo Nico—. Muy larga y de miedo.
-Me gustan las historias largas y de miedo- dijo Miranda
-A todos nos gustan- asintió Connor
-No es cierto, tú te asustas- dijo Chris
-eso fue traición- señaló Travis
-Tú también te asustas- dijo Chris
-Doble traición- gritó Travis
-¿Te asustas con las historias de miedo?- preguntó Katie con una ceja alzada
-Por algo son de miedo, Kat- dijo Travis
Katie le dio una sonrisa burlona
Estaba a punto de preguntar qué había querido decir con aquello cuando Thalía se agachó:
— ¡Armas!
Alcé Contracorriente.
-Bueno, no podíamos esperar que esto pasara así de fácil- suspiró Poseidón con una mano sobre su cara
-Con estos tres desastres, nunca lo sería- señaló Apolo
-¿Gracias?- murmuró Percy
Estaba seguro de que parecía aterrador con un clavel en la otra mano, por lo
Que lo dejé en el suelo.
-Hiciste un bien a la comunidad- dijo Rachel
-Gracias- dijo Percy
-Estoy seguro que lucías realmente aterrador- dijo Leo -no puedes matar a los monstruos del susto
-Exactamente- dijo Percy -no quería hacer algo así
-Que buena persona- dijo Leo
Nico alzó su espada. Nos pusimos espalda con espalda. Thalía cargó una
Flecha.
— ¿Qué es? —susurré.
Parecía estar escuchando.
-Ay, ya me acordé que eran- dijo Percy en tono de queja
-Nuestros amigos demonios- asintió Thalía
-No me agradaron nuestras amigas demonio- dijo Percy
-Y estoy seguro que nosotros tampoco les agradamos- dijo Nico
-Creo que lo noté- asintió Thalia
Entonces sus ojos se abrieron. Una cadena de una docena de demonios se
Materializó a nuestro alrededor. Eran medio mujer y medio murciélago. Sus caras eran peludas con
Hocicos de perro, con colmillos y ojos saltones.
-De acuerdo ¿que son esos?- preguntó Rachel
Hades se removió incómodo
-dime que no son lo que creo- masculló Poseidón
-La buena noticia, es que esos no van a ser lo peor que van a encontrar- dijo Hades
Zeus y Poseidón le dieron miradas asesinas
Un pelaje enmarañado grisáceo y una armadura mal
Puesta cubrían sus cuerpos. Tenían los brazos escuálidos con garras en vez de manos, alas de cuero
Que les salían de sus espaldas y unas piernas regordetas y arqueadas. Habrían parecido graciosas de
No ser por el brillo asesino de sus ojos.
-Sí, eso a cualquiera le quita la gracia- dijo Frank
-De otra manera, me habría reído- dijo Percy
-Y te habría seguido- dijo Thalía
-No creo que reírse hubiera salido bien- dijo Nico
-Probablemente no- estuvo de acuerdo Percy -pero al menos habría sido divertido
—Keres—dijo Nico.
— ¿Qué? —pregunté.
—Espíritus de los campos de batalla. Se alimentan de la muerte violenta.
-Estupendo, lo que faltaba- dijo Jason
-Y eso que apenas es el principio, hermanito- dijo Thalia
-Pero nos gusta la adrenalina- dijo Percy
—Oh, maravilloso—dijo Thalía.
— ¡Retroceded! —Les ordenó Nico a los demonios—. ¡El hijo de Hades os lo ordena!
-¡Eso Nico, tú demuestra quién manda!- gritaron los Stoll
Nico los miró con una ceja alzada
-Bueno, sí lo demostró- dijo Percy
-Por un momento- comentó Thalia con una sonrisa
Las Keres sisearon. Sus bocas echaban espuma. Miraron con aprensión a nuestras armas, pero tuve la
Sensación de que las Keres no estaban demasiado impresionadas con las órdenes de Nico.
-Todos son jueces ahora- suspiró Will
-Es lo mismo que yo siempre digo- comentó Apolo
-Has pasado mucho tiempo en su palacio- dijo Hermes
Apolo sonrió -Es genial
Los chicos trataban de mantener una expresión seria
—Muy pronto Hades será vencido—gruñó una de ellas—. ¡Nuestro nuevo maestro nos
Dará rienda suelta!
Nico parpadeó.
— ¿Nuevo maestro?
-Que sigan soñando- bufó Hades
El demonio líder embistió. Nico estaba tan sorprendido que podría haberle hecho pedazos, pero
Thalía disparó una flecha con una punta blanca y acertó justo en la cara del monstruo, y la criatura se
Desintegró.
-Me debes una, renacuajo- dijo Thalia
Nico bufó -Solo porque estaba distraído
Thalia se encogió de hombros -Aun así, me la debes, puedes pagármela con papas fritas
-¿De McDonald?- preguntó Nico
-Te las comerías todas antes de pagarle a Thalia- bromeó Will
-¿De qué lado estás?- murmuró Nico
-Del tuyo, pero lo harías- dijo Will
-Entonces que no sean de McDonald- dijo Thalia riendo
-Ningunas papas son tan buenas- dijo Nico
-Eso es porque no has probado las papas del Olimpo- dijo Apolo
-Papá, no- murmuró Will
-¿Las has probado?- preguntó Nico mirando a Will
-Tal vez- dijo Will en voz baja
-Bueno Will, fue un placer conocerte- dijo Travis
-Mejor sigue leyendo- comentó Katie, antes de que Nico pudiera decir algo
Las demás atacaron. Thalía dejó su arco en el suelo y sacó sus cuchillos. Yo ataqué
Mientras la espada de Nico pasaba silbando por encima de mi cabeza, cortando a una demonio por la
Mitad.
-Casi me cortó la cabeza- dijo Percy "seriamente"
-No es cierto- dijo Nico -estaba lo bastante alejada de tu cabeza
-Sí- dijo Thalia -yo vi que se la querías cortar
Thalia y Percy chocaron los cinco
-Ustedes dos son imposibles- masculló Nico
Despedacé y corté a tres o cuatro Keres que revoloteaban a mi alrededor, pero no dejaban de
Llegar.
— ¡Jápeto os destruirá! —gritó una.
Percy palideció, parecía recién recordar lo que había sucedido, Annabeth lucía como si le hubieran aventado un jarro de agua helada, se acercó más a Percy
-¿Se encuentran bien?- preguntó Perséfone
-Sí- dijo Percy, pero sonó a pregunta
-No lucen muy bien- dijo Bianca
-Hay que seguir leyendo- propuso Piper, antes de que cualquiera pudiera decir otra cosa
Annabeth asintió
— ¿Quién? —pregunté.
Entonces la partí en dos con mi espada. Nota a mí mismo: si vaporizas monstruos, no
Responden a tus preguntas.
-Increíble lección- murmuró Leo -me ha pasado, así que te entiendo
Percy asintió ausentemente
-Bueno, eso es algo que no deben hacer- dijo Connor
-Entendido- dijo Travis
Nico también estaba describiendo un arco con su espada en el grupo de Keres. Su espada negra
Absorbía su esencia como una aspiradora, y cuantos más destruía, más frío se volvía el aire a su
Alrededor.
-Me encanta esa espada, pero también me da miedo- murmuró Connor
-¿A quién no?- preguntó Frank
-Es que los absorbe, eso genial- dijo Travis
-Imaginen entonces lo que podría hacer la espada de Hades- comentó Apolo
Hades les dio una mirada un tanto arrogante, Zeus le dio una mala mirada
Thalía clavó uno de sus cuchillos en la espalda de una demonio, la empujó hacia al lado y
Chocó contra otra, destruyéndolas a las dos, y con el impulso, clavó el otro cuchillo a otra demonio sin
Siquiera girarse.
-Wow, eso fue genial- dijo Jason
-Gracias- dijo Thalia
-3x1, eso es increíble- dijo Rachel
-Cuando quieran les enseño cómo hacerlo- dijo Thalia
-No le suban los humos- murmuró Nico
-Cállate renacuajo- dijo Thalia
— ¡Muere dolorosamente, mortal! —antes de que pudiera ni alzar mi espada para
Defenderme, las garras de una demonio me perforaron el hombro.
-Hades...- masculló Poseidón
-Yo no los mandé- señaló Hades -Nico está ahí- dijo con tono de obviedad
-Pero fue por tu espada- gruñó Poseidón
-Ni son tan peligrosas- dijo Hades
Thalia, Nico y Percy intercambiaron miradas de ironía
Si hubiera llevado una armadura, no habría habido ningún problema, pero seguía llevando el
uniforme escolar.
-Lo cual no lo hacía ver tan temible- dijo Thalia
-Sobre todo porque no llevaba suéter- señaló Piper
-Los chicos rudos no llevan suéter- bromeó Jason
.Soy rudo- murmuró Percy
Las garras de la criatura desgarraron mi camiseta y abrieron una herida en mi
hombro. Todo mi lado izquierdo pareció explotar de dolor. Nico le pegó una patada al monstruo y la
apartó.
-Esto no puede ser- masculló Poseidón
-No fue lo más peligroso que ha hecho tu mocoso- bufó Dionisio
-¿Ese comentario era para tratar de ayudar?- preguntó Deméter
-No, era solo para señalar un hecho- dijo Dionisio con indiferencia
-Mejor no señales los hechos- dijo Poseidón
Todo lo que pude hacer fue caerme de dolor y hacerme una pelota, intentando acallar la
quemadura. El sonido de la batalla cesó. Thalía y Nico corrieron a mi lado.
—Aguanta, Percy—dijo Thalía—. Te pondrás bien—, pero el tembleque de su voz me
dijo que la herida era mala.
-Eres un idiota, seso de alga- masculló Thalia
-Ya sé que me quieres, cara de pino- murmuró Percy -no trates de negarlo
-Eso quisieras, sesos de alga- dijo Thalia
Percy le dio una pequeña sonrisa
Nico me tocó y grité de dolor.
—Néctar—dijo—. Te estoy poniendo néctar.
Había destapado una botella de un líquido dorado y lo vertía sobre mi hombro.
-¿Esperabas que solo viéramos que pasaba?- preguntó Nico con una ceja alzada
-No- murmuró Percy -gracias
-También nos debes unas papas- dijo Thalia
Aquello era peligroso:
sólo un sorbo más de lo que necesitaban los semidioses y podría desintegrarme, pero de inmediato el
dolor cesó.
-Pero no lo estabas tomando- dijo Connor
-Pero estaba en su cuerpo- dijo Annabeth
-Él dijo "sorbo"- dijo Connor riendo
-Ay por los dioses- murmuró Annabeth rodando los ojos
Juntos, Nico y Thalía vendaron mi herida y me desmayé. No sé cuánto tiempo estuve inconsciente,
pero lo siguiente que recuerdo fue estar apoyado contra una roca con mi hombro vendado.
-No fue mucho tiempo- dijo Nico
-Aunque sí pareció ser mucho tiempo- dijo Thalia -te voy a matar la próxima vez que hagas eso
-De acuerdo- murmuró Percy
Thalía me
daba de comer unos pequeños cubitos de ambrosía con sabor a chocolate.
—¿Y los Keres? —murmuré.
—Se han ido por ahora—dijo—. Me has preocupado durante un segundo,
-Un segundo, nada más- dijo Thalia
-Fue el segundo suficiente- dijo Percy
-Aun así necesita darse prisa- dijo Poseidón con una mueca -solo han ganado un poco de tiempo
-¿Por qué?- preguntó Rachel
-Los keres son espíritus de la enfermedad- dijo Calipso
-Oh, eso suena muy mal- dijo Rachel
-Lo era- asintió Thalia
Percy, pero
creo que saldrás de esta.
Nico se agachó a nuestro lado. Estaba sujetando el clavel, el cual solo tenía cinco pétalos restantes.
-Pero sin presiones- dijo Connor
-Ni una sola presión- dijo Piper
-Podemos encontrarlo cuando nada más quede un pétalo- dijo Travis con voz fingida
-Eso espero- murmuró Perséfone
—Los Keres volverán—advirtió. Miró a mi hombro, preocupado—. Esa herida... los
Keres son los espíritus de la enfermedad y la peste, como de la violencia. Podemos ralentizar la
infección, pero más adelante necesitarás curación seria. Me refiero al poder de un dios. De otra
forma...
-Renacuajo, yo le estaba dando ánimos- dijo Thalia rodando los ojos
-Y yo le estaba diciendo la verdad- señaló Nico
-¿Gracias?- murmuró Percy mirando raro a Thalia y Nico
No acabó la frase.
—Estaré bien— intenté incorporarme, pero de repente me vinieron náuseas.
—Poco a poco—me dijo Thalía—. Necesitas descansar antes de poderte mover.
-Awwww y nos hace creer que no lo quiere- dijo Piper
-Oye, se supone que tú estás de mi lado- masculló Thalia
-Lo siento- dijo Piper -no podía deja pasar la oportunidad
-¿qué has hecho con mi novia?- dijo Jason mirado a Thalia
Piper le dio un golpe juguetón, Thalia se encogió de hombros
—No hay tiempo—miré al clavel—. Una de las demonios nombró a Jápeto. ¿Ese no es
un titán? Thalía asintió, inquieta.
—El hermano de Cronos y padre de Atlas. Se le conoce como el Titán del Oeste.
-Eso lo convierte en tu abuelo ¿No?- preguntó Connor mirando a Calipso
Calipso se sonrojó -Los titanes no tienen ADN
-Pero lo sería- dijo Connor
-También el de Zoë ¿Por qué no le preguntas a ella?
Zoë le hizo una mueca
-Porque Zoë me da miedo- murmuró Connor -¿Has visto esas flechas?
-Te puedo escuchar- masculló Zoë
-¿Y no piensas que yo te puedo dar miedo?- preguntó Calipso con una ceja alzada
-Sí, pero por el momento luces como una persona muy pacífica- dijo Connor
Leo rió -eso es porque nunca te ha gritado
-Leo- gritó Calipso
Su
nombre significa "despedazador" porque es lo que le gusta hacerle a sus enemigos. Fue enviado al
Tártaro, junto con sus hermanos. Se supone que debe seguir allí abajo.
La palabra "Tártaro" resonó como un eco en la sal de trono, algunos de los chicos se miraron nerviosos
— ¿Pero la espada de Hades no podía desatar a la muerte? —pregunté.
—Entonces quizás—dijo Nico— ̧también pueda convocar a los encerrados en el
Tártaro. No podemos dejar que lo intenten.
-Bueno, no creo que la espada haya sido del todo buena idea- comentó Apolo
-¿Al fin lo descubres?- masculló Zeus
-Ya pasamos por esto- dijo Hades con cansancio
Zeus gruñó
—Seguimos sin saber quiénes son 'ellos'—dijo Thalía.
—El semidiós trabajando para Cronos—dije—, probablemente sea Ethan Nakamura.
-sí, todos estamos seguros de que es él, por lo que dijo Sisito- dijo Apolo -vamos a adoptar formalmente ese apodo
-De acuerdo- murmuró Nico mirando a Will con una ceja alzada, Will se encogió de hombros
Y
está comenzando a reclutar algunos de los subalternos de Hades para su lado, como los Keres. Las
demonios creen que si Cronos gana esta guerra, conseguirán más caos y maldad del trato.
-Como si necesitaran más maldad y caos- masculló Hades
-Nuca será suficiente la maldad y el caos para ellos, querido- dijo Perséfone
-La buena noticias, es que ya sabemos que no ganaron- dijo Apolo
—Y probablemente tengan razón—dijo Nico—. Mi padre intenta mantener un
equilibrio. Reina hasta a los más violentos espíritus. Si Cronos nombra a uno de sus hermanos el
señor del Inframundo...
-Sería horroroso- dijo Bianca
Hades asintió de acuerdo con sus hijos
—Como el tal Jápeto—dije.
—...entonces el Inframundo se volvería mucho peor—dijo Nico—. Y eso les gustaría a
los Keres y a Melínoe.
-El inframundo sería completamente un campo de castigo- comentó Bianca
-No sería algo divertido de ver- dijo Nico con una mueca
-Eso no estaría pasando si no hubieras mandado forjar aquella espada- masculló Zeus
Thalia, Nico y Percy se miraron incómodos
-Eso ni siquiera tiene sentido, paranoico- bufó Hades
—Sigues sin habernos dicho quién es la tal Melínoe.
Nico se mordió el labio.
—Es la diosa de los fantasmas, una de las sirvientas de mi padre. Supervisa a los
muertos sin descanso que habitan la tierra. Cada noche se alza del Inframundo a aterrorizar a los
mortales.
-¿Así que le tenemos que dar a ella las gracias por todas las historias de fantasmas?- preguntó Rachel
Nico se encogió de hombros -Básicamente
-Genial, no hay nada como estar en tu cama de madrugada pensando que la diosa de los fantasmas estará merodeando por ahí- comentó Rachel
-Nada como ver una película a mitad de la noche y conocer esa información- dijo Connor
-Las leyendas dicen que por eso los animales se ponen inquietos durante la noche- dijo Katie
-Perfecto ¿Cómo podré dormir después de esta información?- comentó Travis
-Estás en el Olimpo- dijo Hermes -la diosa de los fantasmas no viene por aquí
-A menos que se porten muy mal- dijo Apolo riendo
-¡Papá!- dijo Will
-Propongo pijamada a las tres de la mañana en el mundo mortal- dijo Leo -con películas de terror, quien se asuste primero, pierde
-No sería una buena idea- dijeron Nico y Thalia al mismo tiempo
-Deberían hacerles caso, cuando se unen es por un motivo- dijo Percy
-De acuerdo- dijo Leo -se cancela todo
-Así que ya saben, tienen que portarse bien- dijo Apolo
— ¿Tiene su propia vía al mundo superior?
Nico asintió.
—Dudo que esté bloqueada. Normalmente, nadie pensaría siquiera en pasearse por su
cueva. Pero si este ladrón semidiós es lo suficientemente valiente como para hacer un trato con ella...
-Demasiado valiente o demasiado estúpido- dijo Hades
-La línea es muy delgada- asintió Perséfone
-Bueno, esperemos que lleguen a tiempo- dijo Miranda
-¿Podrán lograrlo solo con cinco pétalos?- preguntó Connor en tono dramático
-Lo descubriremos- dijo Percy
—Podría volver a la tierra—añadió Thalía—. Y darle la espada a Cronos.
—Quien la usaría para devolver a la vida a sus hermanos del Tártaro—supuse—. Y
estaríamos en un buen lío.
-No se preocupen, sin presiones- dijo Frank
-Nos estábamos relajando- asintió Percy
-Uy sí, las vacaciones que me hacían falta- dijo Thalia con sarcasmo
-Fueron las mejores- masculló Nico
Me puse en pie. Una oleada de náuseas casi me hacen desmayarme, pero Thalía me cogió.
-Awww tan lindos- bromeó Leo
-¿Ven que no es tan difícil no pelear?- preguntó Piper
-Realmente era difícil- dijo Thalia
-Solo porque no estaba en condiciones- dijo Percy
-Y porque estábamos en el inframundo- asintió Thalia
—Percy—dijo—, no estás en condiciones...
—Tengo que estarlo—miré cómo otro pétalo caía del clavel. Cuatro antes de la hora
final—. Dame la planta. Tenemos que encontrar la cueva de Melínoe.
Mientras caminábamos, intentaba pensar en cosas positivas: mis jugadores favoritos de baloncesto,
mi última conversación con Annabeth,
-Awwww- chilló Piper para molestarlos -¿De que hablaron?
-Tuvo que ser una buena conversación- dijo Thalia -aunque en ese entonces no estaban en su mejor momento
-Gracias- mascullaron Percy y Annabeth al mismo tiempo
qué haría mi madre para la cena de Navidad, en todo menos
en el dolor. Aún así, era como si un tigre me estuviera mordiendo lentamente el hombro.
-No es como que un tigre me haya mordido alguna vez el hombro- dijo Percy encogiéndose de hombros
-Gracias por la aclaración- dijo Leo
-Cuando quieran- dijo Percy
No iba a
ser de mucha ayuda en batalla, y me maldije a mí mismo por haber bajado la guardia. Nunca
deberían haberme herido.
-¿Esperas nunca salir herido en batalla?- preguntó Zoë
-No- dijo Percy -pero no quería ser herido
-Pero no pudiste evitarlo, así son las batallas- dijo Zoë -te va a herir aunque no lo quieras
Ahora Thalía y Nico debían arrastrar mi inútil trasero durante toda la
misión.
-Está bien Percy- dijo Thalia -los tres estábamos para ayudarnos
-Cara de pino, tiene razón- dijo Nico con una mueca
-Gracias- murmuró Percy
Estaba tan ocupado lamentándome que ni siquiera oí el rugido del fluir del agua hasta que
Nico dijo:
—Oh-oh.
-Eso suena a otro lindo lugar para visitar- dijo Rachel
-Y que lo digas- comentó Thalia
-¿Cómo calificaría su visita?- preguntó Travis
-Pésima, realmente- dijo Thalia
Hades le dio una mala mirada
A unos quince metros de nosotros, un río oscuro corría entre la roca volcánica. Había visto el Estigio, y
este no era el mismo río.
-Pues obviamente no, Percy- dijo Nico rodando los ojos
-disculpa, el guía turístico no me lo dijo- dijo Percy
-Viene en el folleto- dijo Travis -tenías que pasar por el
-Hubiera estado increíble que la flor GPS hubiera dicho "usted está aquí" y señalara el lugar- dijo Leo
Perséfone le dio una mirada asesina
-Bueno, solo decía- murmuró Leo
Era más estrecho y rápido. El agua era negra como la tinta. Incluso la espuma
era negra. La otra orilla estaba a diez metros, demasiado lejos para saltar y no había ningún puente.
—El río Lete—Nico maldijo algo en griego antiguo—. Nunca lo conseguiremos.
-Gracias, don optimismo- masculló Thalia
-Cállate, cara de pino- dijo Nico -estoy seguro que pensabas lo mismo
-Pero no lo dije en voz alta- señaló Thalia
Nico le dio una mirada irónica
La flor señalaba hacia el otro lado, hacia una montaña brillante y un camino que llevaba a una cueva.
Por detrás de las montañas, las paredes del Inframundo crecían como un cielo oscuro de granito.
Nunca había considerado que el Inframundo tuviera un final, pero este parecía serlo.
—Tiene que haber una forma de cruzarlo—dije.
-Percy siendo el optimista- dijo Leo
-Tenía que serlo- dijo Percy -imaginen que de los tres ninguno fuera optimista
-Están en una situación desesperada cuando Percy necesita ser el optimista- bromeó Piper
-Con ellos como compañía ¿Cómo no iba a ser optimista?- dijo Percy riendo
-Estás muerto, Jackson- dijeron Thalia y Nico al mismo tiempo
Percy no les hizo caso porque estaba muy ocupado riéndose
Thalía se arrodilló junto a la ribera.
—¡Cuidado! —dijo Nico—. Este es el río del Olvido. Si te toca una sola gota, olvidarás
quién eres.
Thalía retrocedió.
-Ay Thalia, Nico siempre te tiene que estar vigilado- dijo Percy rodando los ojos
-Como si no tuviera suficiente con vigilarte a ti- bufó Nico
-Exacto- dijo Percy -debes ser más cuidadosa
Thalia rodó los ojos
—Conozco este lugar. Luke me habló una vez de él. Las almas vienen aquí si escogen
renacer, por lo que se olvidan por completo de sus vidas pasadas.
Luke le dio una pequeña sonrisa, Thalia sonrió fugazmente
Nico asintió. —Nada en el agua y tu mente será completamente borrada. Serás como un
bebé recién nacido.
Thalía estudió la otra ribera.
—Podría disparar una flecha a través, quizá anclarla entre esas rocas.
—¿Y confiar que tu peso va a aguantar pasar por una cuerda que ni siquiera estará
atada? —preguntó Nico.
-Odio cuando sus pensamientos súper optimistas tienen tanta lógica- comentó Percy
-Así no hay ni como discutir- señaló Jason
-Exactamente- dijo Percy -aunque claro, es que me guste llevar la contraria
-No, para nada- dijo Thalia
-Por supuesto que no, cara de pino- dijo Percy
-Vamos a súper que te creemos- dijo Rachel encogiéndose de hombros
-Deberían- asintió Percy "seriamente"
Thalía frunció el ceño.
—Tienes razón. Funciona en las películas, pero... no... ¿Podrías convocar gente muerta
para ayudarnos?
-no serían de ninguna ayuda- dijo Hades -no pueden cruzar el río
-Pero díganme si no sería genial que hicieran en el río una fila de gente muerta y los cargaran para pasarlos al otro lado- dijo Leo riendo
-Eso suena genial- dijo Connor
-Habría sido raro- murmuró Percy
-Demasiado raro- asintió Thalia
—Podría, pero aparecerían en mi lado del río. El agua fluyendo actúa de barrera contra
los muertos. No pueden cruzarlo.
Me estremecí.
—¿Qué tipo de regla estúpida es esa?
-El tipo de regla estúpida que hay en el inframundo- dijo Apolo
-Tampoco nos salvamos de las reglas estúpidas- señaló Hermes
-Sí, pero no tenías que recordarlo- masculló Apolo
—Eh, que yo no la he dictado—estudió mi cara—. Tienes un aspecto terrible, Percy.
-Siempre- dijo Thalia
-¡Hey!- masculló Annabeth -eso no es cierto
-Awwww sale a defenderlo- dijo Thalia con burla
-Gracias listilla- dijo Percy, y le sacó la lengua a Thalia
-Me van a provocar caries- dijo Thalia
Deberías sentarte.
—No puedo, me necesitáis para esto.
—¿Para qué? —preguntó Thalía—. A penas puedes mantenerte en pie.
—Es agua, ¿verdad? Puedo controlarla. Quizá pueda redirigir el curso lo suficiente
como para cruzarlo.
—¿En tu estado? —dijo Nico—. Ni de broma, sería más seguro lo de la flecha.
-Me encanta su confianza en mí- dijo Percy con sarcasmo
-Vamos Percy, te veías terrible- dijo Thalia
-La verdad es que sí te veías bastante mal- dijo Nico
Thalia asintió -En ese momento lo de la flecha no sonaba a mala idea
-Seguía sonando como una pésima idea- contradijo Nico
-Salió bien- dijo Percy -bueno, más o menos
-Más o menos- estuvo de acuerdo Thalia
Me puse en pie al borde del río. No sabía cómo hacerlo. Era el hijo de Poseidón, por lo que controlar el
agua salada era muy fácil. Pero los ríos normales... quizá, si los espíritus del río estaban cooperativos.
Pero, ¿los ríos del Inframundo? Ni idea.
-Bueno, quisiera ver eso- dijo Hades con una ceja levantada
-Siempre que dicen eso, él chico hace algo aún más increíble- señaló Apolo
Percy se sonrojó
-Hace algo increíble y terminas más humillado- dijo Deméter
Hades bufó
—Alejaos—dije.
Me concentré en la corriente, el torrente de agua negra corría a mis pies. Me imaginé que era parte de
mi propio cuerpo, que podía controlar el curso, hacer que respondiera a mi voluntad.
-Espero que salga bien- murmuró Poseidón -ese río es peligroso, una gota y...
-El mocoso está en la sala- bufó Dionisio
-Cómo si eso fuera garantía- dijo Poseidón con una mueca de preocupación -además estabas herido
-Salió bien- dijo Percy con una sonrisa
-Habíamos quedado que salió más o menos- dijo Thalia
-Cierto, salió más o menos- dijo Percy
-Perfecto- masculló Poseidón
No estaba
seguro, pero sentí como si el agua se resistiera y fluyera más violentamente, como si pudiera sentir mi
presencia. Sabía que yo no podría detener el río del todo. La corriente retrocedería e inundaría el valle
entero, explotando por encima de nosotros en cuanto lo dejara ir.
-Y eso estaría muy mal- asintió Connor
-Ahora sí, Hades no te deja escapar- señaló Apolo
-Ojalá- masculló Hades
Poseidón le dio una mala mirada
Pero había otra solución.
—Allá vamos—murmuré.
Alcé mis brazos como si estuviera levantando algo por encima de mi cabeza. Mi hombro malo se
quejó y ardía como la lava, pero intenté ignorarlo.
-No esperaba que fueras a hacer eso- suspiró Poseidón -y menos con el hombro herido
-Nosotros tampoco- dijeron Thalia y Nico al mismo tiempo
-Sí, lo noté- murmuró Percy
-Eso podría salir mal de muchas maneras- dijo Reyna
Thalia asintió -Lo sé, pero era todo o nada y confíabamos en que Percy no lo dejara caer sobre nosotros
El río se alzó. Se levantó de su curso, fluyendo por
encima de un arco, un arco iris oscuro de seis metros de altura. El lecho del río se volvió barro seco
delante de nosotros, dejando un túnel bajo el río lo suficientemente ancho como para dejar pasar a
dos personas de un lado a otro. Thalía y Nico me miraban, alucinados.
-Ay, los que se quedan mirando en vez de avanzar- dijo Connor rodando los ojos
-¿Por qué tanto afán de molestarlos?- preguntó Miranda
-¿Por qué no?- dijo Connor -es divertido
-Más divertido va a ser cuando te mande a la enfermería- masculló Nico
-¿Oye y yo que culpa tengo?- dijo Will
-Eso me ofende, Will, creí que éramos amigos- dijo Connor en tono dramático
—Id—dije—. No puedo aguantar durante mucho más.
Unas manchas amarillas me bailaban en los ojos. Mi hombro vendado gritaba de dolor. Thalía y Nico
corrieron hacia el lecho del río y lo cruzaron sobre el lodo pegajoso. Ni una gota. No podía dejar caer ni
una sola gota encima de mis amigos, o su mente sería borrada.
-Gracias por no borrar nuestras mentes- dijo Thalia
-De nada- asintió Percy
-También te compraremos una hamburguesa por eso- dijo Thalia
-Genial- dijo Percy con una pequeña sonrisa
Pero sujeté el arco. Thalía escaló la
orilla opuesta y se giró a ayudar a Nico.
—¡Vamos, Percy! —dijo—. ¡Camina!
Mis rodillas temblaban. Mis brazos se estremecían. Di un solo paso hacia delante y casi me caí.
-No puede ser- dijo Hazel
-Puedes hacerlo- dijo Rachel
-¡Tú puedes!- gritaron los Stoll
Percy se sonrojó -Gracias chicos
El arco
de agua tembló.
—No puedo hacerlo—les dije.
—¡Sí que puedes! —dijo Thalía—. ¡Te necesitamos!
-Tan lindos que se ven cuando no pelean- dijo Piper
-Piper tiene razón- dijo Annabeth
-¡Listilla!- se quejó Percy -no puedes unirte a ella
-Tú a veces te unes con los Stoll- dijo Thalía -claro que annabeth puede unirse a nosotras
-También te está molestando a ti- señaló Percy
-Sí, yo le enseñé todo lo que sabe- bromeó Thalia
Piper rió, Percy le sacó la lengua
De
alguna manera me las arreglé para bajar al lecho. Un paso tras otro. El agua corría por encima de mí.
Mis botas salpicaban el barro. A mitad de camino, me tambaleé. Oí aThalía gritar:
—¡No!
Y mi concentración se rompió.
-No puede ser- murmuró Poseidón pasando una mano por su cara
-Lamento haber hecho que te desconcentraras, sesos de alga- dijo Thalia
-No fuiste tú- dijo Percy
-Técnicamente acabas de decir que sí lo fue- comentó Nico
-Gracias renacuajo- masculló Thalia
-No- dijo Percy negando con la cabeza -fue un conjunto de todo
-¿Y cómo es que estás aquí con la memoria completa?- preguntó Leo
-Puede no mojarse- señaló Hazel
-Oh- murmuró Leo -cierto
Mientras el río Lete caía sobre mí, solo tuve tiempo para un último
pensamiento desesperado: Seco. Oí el rugido y sentí la fuerza de toneladas de agua mientras el río
volvía a su cauce natural. Pero... abrí los ojos. Estaba rodeado de oscuridad, pero estaba
completamente seco.
-Gracias a los dioses- dijo Leo alzando las manos de manera dramática
-En realidad, es solo gracias a Poseidón- dijo Apolo
Poseidón le dio una mirada orgullosa a su hijo
-No te tocaba eso de que te borraran la memoria, bro- dijo Jason
-Todavía...- dijo Percy para sí mismo
Me estiré. Incluso aquél pequeño esfuerzo de mantenerme seco, algo que
había hecho cientos de veces en el agua normal, era algo que me costaba. Nadé a través de la
corriente, ciego y doblado de dolor.
-No lo recomiendo- dijo Percy
-Gracias, ya se me quitaron las ganas de hacerlo- bromeó Connor
-Me parece muy bien- asintió Percy
-Al menos tienes la memoria intacta- dijo Poseidón con un suspiro aliviado
Salí del Lete, sorprendiendo a Thalía y a Nico, que estaban a unos
metros. Avancé arrastrándome y me desmayé delante de ellos.
-Dos veces en menos de veinte minutos es un nuevo record- dijo Thalia
-Me gusta implantar nuevos records- dijo Percy
-¿Cómo sabes que fueron veinte minutos?- preguntó Travis
-Porque lo deduje- dijo Thalia tomando su arco -¿Alguna otra pregunta?
-No, no tiene más preguntas- dijo Katie -deberías seguir leyendo
El sabor del néctar me trajo de vuelta.
Mi hombro se sintió mejor y oía un incómodo zumbido en mis oídos. Mis ojos ardían, como si tuviera
fiebre.
—No podemos arriesgarnos a darle más néctar—estaba diciendo Thalía—. O
arderá enllamas.
-¿Podrías arder en llamas?- preguntó Connor -los telekhines dijeron que era muy difícil
-Pero el néctar lo quemaría desde dentro- dijo Annabeth - mientras que los telekhines intentaban quemarlo por fuera
-Lo que dijo Annabeth- asintió Percy
-¿Pero no tendrías como un extra de protección?- volvió a preguntar Connor
-No lo creo- dijo Thalia -ya tenía fiebre cuando le dimos más néctar
-Realmente no lo sé- dijo Poseidón -pero si ya tenía fiebre, lo más prudente es que no lo averigüen
—Percy—dijo Nico—. ¿Me oyes?
—Llamas—murmuré—. Claro.
-Desperté con esa genial noticia- dijo Percy
-Es la mejor noticia del mundo- asintió Miranda
Percy asintió
Me incorporé lentamente. Mi hombro estaba vendado de nuevo. Seguía doliendo, pero era capaz de
levantarme.
—Estamos cerca—dijo Nico—. ¿Puedes andar?
La montaña brilló por encima de nosotros. Una estela de polvo guiaba unos cien metros hasta la falda
El camino estaba marcado con huesos humanos para acrecentar esa incómoda
sensación a muerto.
-Pues sí- dijo Frank -diosa de los fantasmas y todo eso
Percy hizo una mueca
-Y estaban en el inframundo- dijo Hazel
-Diosa de los fantasmas e inframundo, fueron mis cosas menos favoritas- murmuró Percy
-Las mías tampoco- dijo Thalia con una mueca
—Listo—dije.
—No me gusta esto—murmuró Thalía.
Agarraba el clavel, que señalaba hacia la cueva. La flor ahora tenía dos pétalos, como las
orejitas tristes de un conejo.
-No lo había visto de esa manera- dijo Thalia riendo
-Tampoco yo- dijo Nico con una mueca
-Eran orejitas tristes- asintió Percy con un puchero
-Era un clavel triste- dijo Rachel
-Se veía muy triste- comentó Percy
-Cómo no iba a verse triste, si dejaron que solo se quedara con dos pétalos- bromeó Piper
-Es nuestra culpa que estuviera triste- dijo Percy
-No puede ser- murmuró Annabeth
—Qué cueva más tétrica—dije—. La diosa de los fantasmas. ¿Cómo es?
Como si me hubiera respondido, un siseo resonó por las montañas. Una neblina blanca salió de la
cueva como si alguien hubiera encendido un ventilador. En la niebla, una imagen apareció: una mujer
alta con un pelo rubio y despeinado.
-Maldita sea- masculló Nico
-Antes que nada, lo siento- dijo Percy
Thalia suspiró -La verdad ya no me sorprende
Percy le dio una mirada inocente
Vestía un albornoz rosa y tenía una copa de vino en su mano. Su
cara era ruda y desafiante. Podía ver a través de ella, por lo que sabía que era algún tipo de espíritu,
pero su voz sonó muy real.
-Era un fantasma real- asintió Percy
-Sí, hay muchos fantasmas reales- dijo Connor
Percy asintió con seriedad
—Así que has vuelto—gruñó—. ¡Bueno! ¡Demasiado tarde!
Miré a Nico y le susurré.
—¿Melínoe?
Nico no respondió.
-Antes de seguir- se interrumpió Travis -quiero decirles que yo solo voy a leer lo que está aquí escrito
-¿Por qué la aclaración?- preguntó Katie
-Porque Thalia ya me amenazó una vez con su arco- dijo Travis
-No te haré nada- masculló Thalia, teniendo una muy buena idea de lo que estaba escrito
Se quedó congelado, mirando al espíritu.
Thalía bajó su arco.
—¿Madre? —sus ojos se llenaron de lágrimas. De repente parecía tener siete años.
Thalia apretó los puños -No puede ser
-Lo lamento- dijo Percy -eso fue muy personal, pero no sabía cómo dejar de verlo y...
Thalia alzó una mano -Está bien, sesos de alga, no te estaba culpando
-Genial- murmuró Percy
El
espíritu lanzó su copa de vino al suelo y ésta desapareció entre la niebla.
—Correcto, niña. Condenada a andar por la tierra, ¡y por tu culpa! ¿Dónde estabas cuando me morí? ¿Por qué huiste de casa cuando te necesitaba?
Jason miró a su hermana con preocupación -¿Thalia? ¿Te encuentras bien?
Thalia suspiró y volteó a ver a su hermano, sus ojos se encontraron y vio la indecisión y las preguntas escritas en los ojos de Jason... Había pasado tanto tiempo creyendo que había muerto, que pensó que nunca más le tendría que dar explicaciones a nadie sobre su madre, no más de las que ya había dado en todo caso, sin embargo viendo a Jason a unos cuantos asientos de ella, se dio cuenta de que él quería saber más, más allá de lo poco que ella le había contado, tenía derecho a las anécdotas que pasaron durante el poco tiempo que estuvieron juntos.
Thalia asintió... y Jason, pareció entenderla.
—Yo... yo...
—Thalía—dije—. Es solo una sombra. No puede hacerte daño.
—Soy más que eso—rugió el espíritu—. Y Thalía lo sabe.
—Pero... tú nos abandonaste—dijo Thalía.
-Ahora que lo pienso, tiene sentido que hablaras en plural, no lo había notado- dijo Percy
-Tampoco yo- murmuró Nico
-Bueno, no sabían la historia- dijo Thalia con la voz un poco temblorosa
-Alto- dijo Apolo -yo no entiendo su historia- dijo mirando a Thalia y Jason
Y los dioses los miraban con confusión, Zeus se veía ligeramente afectado
-Es un poco complicado- murmuró Jason
Jason y Thalia se miraron incómodos
-Es probable que venga en esos libros- dijo Artemisa, mirando a su lugarteniente con una ceja alzada -déjalos Apolo
—¡Niña desdichada! ¡Fugada desagradecida!
—¡Basta! —Nico se adelantó con la espada alzada, pero el espíritu cambió de forma y
se le encaró. Este fantasma era más difícil de ver.
Nico apretó los puños -Empiezo a odiar estás historias- masculló
-También yo- bufó Thalia
-Llevo diciendo eso desde que las lecturas empezaron- murmuró Percy
Era una mujer en un antiguo vestido de terciopelo
negro con un gorro a juego. Vestía un collar de perlas y unos guantes hasta el codo blancos, y su pelo
negro estaba recogido en un moño. Nico retrocedió.
—No...
-Oh por los dioses- murmuró Bianca con una mano sobre su boca
Perséfone miró a sus hijastros con una ceja alzada, Hades también pareció reconocer al fantasma que estaba viendo su hijo y se removió incómodo en su asiento.
—Hijo mío—dijo el fantasma—, morí cuando eras tan pequeño... Recorro el mundo,
llena de dolor, buscándoos a ti y a tu hermana.
—¿Mamá?
-No le hagas caso- dijo Hades -solo usa sus sentimientos contra ustedes, su madre no estaría ahí- dijo mirando a Nico -y no sé cuál sea tu historia, mocosa, pero estoy seguro que tu madre tampoco está ahí- dijo mirando a Thalia
Nico tenía los puños tan apretados que sus nudillos se estaban poniendo blancos, nadie dijo nada más, muchos de ellos se identificaban con lo que Thalia y Nico pudieran estar sintiendo.
—No, es mi madre—murmuró Thalía, como si siguiera viendo la primera imagen. Mis
amigos no eran de gran ayuda.
-Siento eso- masculló Thalia
-También yo- bufó Nico
-Está bien- dijo Percy -ustedes me ayudaron con todo lo de la herida- dijo Percy encogiéndose de hombros
La niebla comenzó a rodearles por los pies y les subía como si fueran
vides. Sus colores parecían desaparecer de sus ropas y sus caras, como si también se estuvieran
volviendo sombras.
-Podrían volverse sombras- asintió Hades
-Por los dioses- dijo Reyna mirando a Nico
Nico le devolvió la mirada, y se quedaron así por unos momentos, observándose fijamente y entendiéndose sin palabras
—Basta—dije, pero mi voz a penas se oyó. A pesar del dolor, alcé mi espada y me
adelanté hacia el fantasma—. ¡No eres la madre de nadie!
El fantasma se giró hacia mí. La imagen parpadeó, y vi a la diosa de los fantasmas en su verdadera
forma.
-Y la verdad es que me sorprendió mucho- murmuró Percy
Nico asintió -Y que lo digas
-Necesitarías muchos años en esto de la mitología, para que ya no te asombre- murmuró Thalia
-Y no tenemos tantos años- dijo Percy con un suspiro
Después de haber visto ya a casi la mayoría de dioses, ya no te asustas al ver la verdadera
forma de los dioses griegos, pero Melínoe me pilló por sorpresa. Su lazo izquierdo era completamente
negro y endurecido como la piel de una momia. Su lazo derecho era completamente blanco, como si
se hubiera quedado sin sangre.
-Sí suena bastante sorprendente- dijo Connor
-Y aterradora- dijo Travis
-Solo imaginen verla- dijo Percy -no lo recomiendo para nada
-Está bien, ahora sí se cancela absolutamente todo lo de la diosa de los fantasmas- dijo Connor
Vestía un vestido y un chal dorados. Sus ojos estaban vacíos y cuando
miré hacia ellos, parecía que fuera a ver mi propia muerte.
—¿Dónde están tus fantasmas? —me pidió, irritada.
—Mis... no lo sé. No tengo.
-Bueno, eso es algo nuevo- masculló Hades
Percy se removió
Poseidón le dio una sonrisa tranquilizadora
Se quejó.
—Todo el mundo tiene fantasmas... muertes de las que te sientas culpable. ¿Por qué
no puedo ver las tuyas?
-Porque no tiene- dijo Apolo -obviamente
Y con el comentario de Apolo todos se dieron cuenta que era lo que en verdad pasaba con Nico y Thalia, aun así ni siquiera sus hermanos se atrevieron a señalarlo, solo se limitaron a mirar a los chicos
Thalía y Nico seguían en trance, mirando a la diosa como si siguieran viendo a sus madres muertas.
Recordé todos los amigos que había visto morir: Bianca di Angelo, Zoë Nightshade, Lee Fletcher, por
decir unos cuantos.
Bianca y Zoë le sonrieron
-Es bueno que estés en paz- dijo Zoë -no tendría por qué ser de otra manera
Bianca asintió de acuerdo
—Estoy en paz con ellos—dije—. Han cruzado al otro lado. No son fantasmas. ¡Ahora
deja ir a mis amigos!
-Eso es genial- dijo Bianca
-Muy pocas personas están en paz con sus fantasmas, realmente- dijo Hades
Ataqué a Melínoe con mi espada. Retrocedió rápidamente, gruñendo de frustración. La niebla se
disipó alrededor de mis amigos. Parpadearon mirando a la diosa como si ahora estuvieran viendo su
forma de verdad.
-Eso pasó- asintió Thalia
Nico asintió a regañadientes
-Así que supongo que estamos a mano- dijo Thalia
-Pero aun así deberías poder comer papas- dijo Percy
-Estoy totalmente de acuerdo- dijo Nico
-También estoy de acuerdo- asintió Thalia
—¿Qué ha sido eso? —dijo Thalía—. ¿Dónde...?
—Era un truco—dijo Nico—. Nos ha engañado.
-Pues sí, un poquito nada más- dijo Connor
-Engaño leve, no hay de que preocuparse- dijo Travis
—Llegáis demasiado tarde, semidioses—dijo Melínoe. Otro pétalo cayó del clavel,
dejando solo uno—. El trato ha sido cerrado.
—¿Qué trato? —pedí.
Melínoe soltó un siseo, y me di cuenta de que era su forma de reír.
-No es como que no haya oído risas peores- dijo Percy
-Pero aun así, hay de risas a risas- señaló Nico
-Como tu risa maníaca- señaló Apolo mirando a Percy
-No fue maníaca- murmuró Percy
-Un poquito, sí- comentó Will
Percy se sonrojó
—Demasiados fantasmas, joven semidiós. Pronto serán desatados. Cuando Cronos
controle el mundo, seré libre de caminar entre los mortales durante el día y la noche, sembrando el
terror que se merecen.
-Me parece un increíble trato- comentó Rachel con sarcasmo -pero mejor que no se lleve a cabo
-Gracias, pero no gracias- dijo Miranda
-Ya será para la próxima- dijo Rachel
-Que no sea nunca, mejor- dijo Miranda
—¿Dónde está la espada de Hades? —pedí—. ¿Dónde está Ethan?
—Cerca—prometió Melínoe—. No os detendré. No hace falta. Pronto, Percy Jackson,
tendrás muchos fantasmas. Y te acordarás de mí
Thalía cargó una flecha y la apuntó hacia la diosa.
-Al menos tu arco no se convirtió en otra cosa- dijo Piper
-Ya tenía suficiente con las flores en las que se convirtió- masculló Thalia
-Que bueno que no se convirtió en flores- asintió Percy
—Si abres un camino hacia el mundo exterior, ¿de verdad crees que Cronos te
recompensará? Te enviará al Tártaro igual que a los demás sirvientes de Hades.
-Se necesita mucho sentido común para razonar eso- dijo Perséfone -y ellos no lo tienen
-En eso estoy completamente de acuerdo- asintió Apolo
-Y hemos notado esa falta de sentido común- masculló Hades
Melínoe enseñó los dientes.
—Tu madre tenía razón, Thalía. Eres una chica con muy mal humor. Muy buena
huyendo, pero en lo demás...
-Eso no es cierto- dijo Jason
-Sí tienes mal humor- dijo Percy -pero eres buena en muchas cosas
-Como lanzar rayos- dijo Leo
-O amenazar con la mirada- bromeó Percy -y no eres tan mala prima
Thalia rió -Genial
La flecha salió volando, pero en cuanto tocó a Melínoe se disolvió en la niebla, dejando nada excepto
el siseo de su risa. La flecha de Thalía dio en las rocas y se clavó, inofensiva.
—Estúpida fantasma—murmuró.
-Estúpida- volvió a mascullar Thalia
Nico bufó -Como si no hubiéramos tenido suficiente
-Y que lo digas- murmuró Thalia
Se podía decir que estaba muy afectada. Sus ojos estaban hinchados, sus manos le temblaban. Nico
estaba igual de mal, como si alguien le hubiera dado una tunda entre ojo y ojo.
Los mencionados hicieron una mueca
-Deberíamos acabar esto de una buena vez- masculló Nico
-Pues si no me interrumpieran...- dijo Travis -... Quiero decir, por supuesto pueden interrumpirme todo lo que quieran- dijo Travis al ver la morada de Nico
-Sombritas...- dijo Will -no asesines a Travis aún, todavía no acaba de leer...
-Además solo lleva un día con su novia- dijo Chris -tenemos que ver cuándo pasa antes de que ella lo asesine
Katie soltó una carcajada
-Gracias, hermano- dijo Travis con el ceño fruncido
—El ladrón—se apresuró a decir—. Probablemente esté en la cueva. Tenemos que
detenerle antes de...
Justo entonces, el último pétalo cayó del clavel. La flor se ennegreció y murió.
-¡No puede ser!- gritaron algunos de los chicos
-Creí que lo iban a conseguir con solo un pétalo- dijo Leo
-Y murió, fin- dijo Percy
—Demasiado tarde—dije.
La risa de un hombre resonó por la montaña.
—Tienes razón en eso—una voz rugió. En la entrada de la cueva había dos personas de
pie: un chico con un parche en un ojo y un hombre de tres metros con un traje deshilachado de
prisión.
-No sabía que tenían trajes de prisión- murmuró Travis
-Sí, es para darles un poco más de estilo- asintió Leo
-Querido, los trajes de prisión jamás te dan estilo- dijo Afrodita
-Hay personas a las que todo se les ve bien- señaló Apolo -como yo, es cuestión de actitud
-Creo que se desviaron del tema- señaló Hermes
Reconocí al chico: Ethan Nakamura, hijo de Némesis. En sus manos había una espada sin
terminar: una hoja de doble punta de acero estigio con diseños esqueléticos grabados en plata.
-Definitivamente la espada de Hades- dijo Apolo
-Solo él tendría ese estilo tétrico- asintió Deméter
-Suena bastante cool- dijo Connor
No
tenía mango, pero en la base de la espada había una llave dorada, como la que había visto en la
imagen de Perséfone. La llave brillaba, como si Ethan ya hubiera invocado su poder.
-Espero que no- masculló Hades
-Todos esperamos eso- murmuró Perséfone
-Aunque la verdad, con estos libros ya no hay que esperar mucho- dijo apolo -cada uno se pone peor que el anterior
-Y que lo digas- masculló Poseidón
El hombre
gigantesco a su lado tenía los ojos de pura plata. Su cara estaba cubierta con una barba desaliñada y su
pelo gris parecía ser salvaje.
Percy parecía estar respirando de forma irregular, Annabeth había tomado su mano, pero también parecía estar tomando toda su fuerza el poner atención a la lectura
Estaba delgado y sus ropas de prisión le iban holgadas, como si se hubiera
pasado los últimos cientos de años en el fondo de un pozo, pero aún así en su estado debilitado era
aterrador.
-Nos lo podemos imaginar- dijo Miranda
-Los titanes normalmente suelen ser aterradores- asintió Apolo
-No todos realmente- bufó Ares
Alzó la mano y apareció una lanza gigantesca. Recordé lo que Thalía había dicho de Jápeto:
su nombre significaba despedazador porque era lo que le gustaba hacer con sus enemigos.
-No quiero ni saber cuándo fue que lo empezaron a llamar así- comentó Katie
-Es mejor que no, es una historia larga y sangrienta- dijo Apolo
-Eso sí causaría pesadillas por las noches- asintió Hermes
-Genial- dijo Connor con sarcasmo
El titán
sonrió con crueldad:
—Y ahora os destruiré.
—¡Maestro! —le interrumpió Ethan. Vestía ropas oscuras y una mochila colgaba de su
hombro. Su parche estaba doblado y su cara llena de hollín y sudor.
-Aunque creo que nosotros nos veíamos igual- murmuró Percy
-Sí, no fue precisamente un concurso de belleza- dijo Thalia
-aunque los concursos de belleza son muy entretenidos- dijo Afrodita con una sonrisa
—Tenemos la espada. Deberíamos...
—Sí, sí—dijo el titán, impacientemente—. Lo has hecho bien, Nawaka.
—Es Nakamura, señor.
-Ya se parece a Dionisio- dijo Apolo rodando los ojos
-Fingiendo que no se sabe los nombres- asintió Hermes
-yo no tengo que fingir nada- masculló Dionisio -ni que sus mocosos fueran tan importantes como para que me aprenda sus nombres
-Lo son- asistió Poseidón
—Lo que sea. Estoy seguro de que mi hermano Cronos te recompensará. Pero ahora
tengo unas muertes a las que atender.
—Mi señor—insistió Ethan—. No está usted en completo poder. Deberíamos ascender
al mundo exterior y convocar a sus hermanos. Nuestras órdenes eran huir.
-Esas fueron muy malas palabras para el ego de un titán- dijo Hermes
-Técnicamente son palabras muy mala para el ego de cualquiera- señaló Artemisa
-Eso no lo puedo discutir- asintió Apolo
El titán se giró hacia él.
—¿HUIR? ¿Has dicho HUIR?
El sueño retumbó. Ethan cayó de espaldas y retrocedió a gatas. La espada inacabada chocó contra las
rocas.
-Y así llegan a creer que los van a perdonar- bufó Hades
-No es que me sorprenda, realmente- dijo Perséfone
-No, creo que ya pasamos la etapa de las sorpresas- dijo Deméter
-No lo creo- murmuró Nico para sí mismo
—Ma... maestro, por favor.
—¡JÁPETO NO HUYE! ¡He estado esperando tres eones para ser liberado del pozo!
¡Quiero mi venganza, y comenzaré por matar a esos debiluchos!
Apuntó su lanza hacia mí y atacó.
-siempre tienen que empezar contigo- suspiró Poseidón
Percy se encogió de hombros -Creo que me he acostumbrado
Si hubiera tenido toda su fuerza, no habría tenido ninguna duda de
que me habría empalado justo en el medio. Incluso debilitado y recién salido del pozo, el tipo era
rápido. Se movió como un tornado, yendo tan rápido que apenas tuve tiempo para moverme antes
de que empalara la roca en la que hace unos segundos estaba yo apoyado.
-La verdad ni siquiera sé como le hiciste para moverte- comentó Thalia
-Fue demasiado rápido- dijo Nico -y si a eso le agregamos el hecho de que estabas herido...
-Creo que fue la adrenalina del momento- suspiró Percy
-es probable- asintió Thalia -aun así, que bueno que te moviste de ahí
Los chicos asintieron de acuerdo
Estaba tan mareado que
apenas pude sujetar mi espada. Jápeto arrancó la espada de la roca, pero mientras se giraba hacia mí
Thalía disparó un montón de flechas dándole en el hombro y en la rodilla.
-También nos dimos cuenta que a penas podías sostener la espada- dijo Thalia
-Por eso es increíble que te hayas movido tan rápido- dijo Piper
-Pero el movimiento rápido lo hizo marearse más- señaló Will
-Mejor el mareo que tener una lanza atravesada- dijo Jason
-Eso es cierto- dijo Bianca
Rugió y se giró hacia ella,
pareciendo más enfadado que dolido. Ethan Nakamura intentó sujetar su propia espada, pero Nico
gritó:
—¡No lo creo!
-¡Eso, sombritas!- dijo Will
-Te toca demostrar quién manda- dijo Bianca
Nico se sonrojó
El suelo se quebró delante de Ethan. Tres esqueletos armados llegaron a la superficie y atraparon a
Ethan, cogiéndole por la espalda. La espada de Hades seguía tirada en las rocas. Si pudiera llegar hacia
ella.
-Aunque a penas podías sujetar tu espada- comentó Leo
-Sí- murmuró Percy - fue un mal cálculo
-La verdad es que no podíamos hacer mucho por el momento- dijo Thalia
-Para nada- dijo Nico
Jápeto atacó con su lanza y Thalía se apartó del camino. Nico dejó a Ethan para los esqueletos y
cargó contra Jápeto. Yo estaba delante de él. Sentí como si mi hombro fuera a explotar,
-Y la verdad no creo que un hombro explotado fuera bueno para la salud- dijo Travis
-Tampoco yo- dijo Connor
-Ningún doctor lo recomendaría- asintió Will
-No te unas tú también a ellos- dijo Nico
-Hazlo- dijo Connor -únete al lado oscuro
-Se unió al lado oscuro desde que se hizo novio de Nico- bromeó Thalia
-Ohhhh- gritaron los Stoll
-¿Qué demonios sucede contigo?- masculló Nico
-No sé- dijo Thalia -simplemente creo que ya llegó el momento de molestarte, nos hemos portado muy civilizados
-¿Civilizados?- masculló Nico -sí claro y sobretodo tú
-Sobretodo yo- asintió Thalia
-¿Podrán ser peores de lo que han sido durante este tiempo?- preguntó Travis
-¿Piper y Thalía nos podrán ganar?- preguntó Connor
-No sé si podrán ganar, pero lo están haciendo muy bien- dijo Rachel
-¿Desde cuándo se convirtió en competencia molestarnos?- preguntó Will
-No te puedo decir el momento exacto- dijo Piper -pero creo que fue desde el primer libro
pero me moví
hacia el titán y le clavé Contracorriente por la retaguardia, perforando la hoja en la pantorrilla.
—¡AAAAAAH! —el icor dorado salió a borbotones de la herida.
Percy suspiró temblorosamente, Annabeth instintivamente se acercó más a él
Jápeto se giró y toda la fuerza de su lanza fue hacia mí, que me mandó por los aires. Caí contra las
rocas, justo al lado del río Lete.
—¡TÚ SERÁS EL PRIMERO! —Jápeto rugió mientras corría hacia mí.
-También te lo dicen muy seguido- señaló Apolo
-Demasiado seguido para mi gusto- masculló Poseidón
-Y eso que has tenido tiempo para acostúmbrate- dijo Apolo
-No creo que pueda acostumbrarme- suspiró Poseidón
Thalía intentó captar su atención enviándole un arco de electricidad con sus cuchillos, pero debió
molestarle igual que un mosquito. Nico le atacó con su espada, pero Jápeto le apartó de una patada
sin siquiera mirar.
Nico hizo una mueca
-Eran como mosquitos molestos- dijo Frank
Nico y Thalia suspiraron
—¡Os mataré a todos! ¡Entonces enviaré vuestras almas a la eterna oscuridad del
Tártaro!
Se me iba la vista a ratos. A penas me podía mover. Otro par de centímetros y caería de pleno en el río.
Poseidón miró a su hijo, para su sorpresa el chico no parecía preocupado u orgulloso por lo que hubiera podido pasar, se veía... Culpable y su mirada era tormentosa, Annabeth no se veía mejor que él. ¿Qué era lo que les había pasado? ¿Tenía que ver con el titán o con algo más?
El río. Tragué saliva, esperando que mi voz se oyera.
—Tú... tú... eres incluso más feo que tu hijo—le grité al titán—. ¡Ya veo de dónde ha
sacado su estupidez Atlas!
-Que quede claro que lo dije solo para Atlas- murmuró Percy con esfuerzo -no quiero encontrarme con una flecha clavada o algo
-Gracias por la aclaración- dijo Calipso
-Gracias- murmuró Zoë
Jápeto gruñó. Se dirigió hacia mí, alzando su lanza. No sabía si yo tendría la fuerza suficiente, pero tenía
que intentarlo. Jápeto bajó su lanza y se tambaleó. El mango se clavó en el suelo a mi lado.
-Mejor en el suelo, que en ti- dijo Connor
-Pobre suelo- dijo Travis
-Yo creo que sí le dolió- asintió Leo
Me levanté
y agarré el cuello de su camiseta, teniendo en cuenta que había perdido el equilibrio y estaba dolido.
Intentó volver a ponerse en pie, pero le empujé con todo el peso de mi cuerpo.
-Solo imagina que no estuvieras herido- dijo Bianca impresionada
Percy se sonrojó un poco
Se tambaleó y cayó,
agarrando mis brazos, temblando de miedo, y juntos nos hundimos en el Lete.
¡FLOOM! Estaba inmerso en agua negra. Recé a Poseidón para que mi protección siguiera y, mientras
nos hundíamos en el fondo, me di cuenta de que seguía seco.
-Aun así no sé cuánto vaya a durar eso- dijo Poseidón -te tienes que dar prisa
-¿No dura mucho?- preguntó Connor -porque el día del lago nos hizo esperar mucho
-Pero esa era agua normal- dijo Poseidón -y no pone tanta resistencia como el agua del inframundo
-Y no estaba herido- señaló Miranda
-Oh claro, tiene razón- dijo Connor
Sabía mi propio nombre y seguía
teniendo al titán agarrado por el collar de la camiseta. La corriente le habría arrancado de mis manos,
pero de alguna manera el río estaba canalizándose a mi alrededor. Con mi último aliento de fuerza,
-Odio que digas "con mi último aliento"- masculló Poseidón
-También yo lo odio- murmuró Annabeth con la voz temblorosa
-Lo lamento- dijo Percy
salí del río, agarrando a Jápeto con mi brazo bueno. Nos derrumbamos en la ribera, yo estando
perfectamente seco y el titán completamente mojado.
Annabeth también parecía bastante afectada, solo algunos de los chicos sabían por que esas expresiones, sin embargo nadie sabía que podían decir, los demás incluidos los dioses miraban a ambos chicos con confusión y algunos con preocupación.
Sus ojos de pura plata eran tan grandes como dos
lunas.
Thalía y Nico estaban de pie delante de mí, asombrados. En la cueva, Ethan Nakamura estaba
deshaciéndose del último esqueleto.
-Se tardó un poco- dijo Katie
-Pero mejor para ellos- dijo Miranda -con el titán tenían suficiente
Se giró y se quedó congelado al ver al titán tumbado con los
brazos abiertos en el suelo.
—¿Señor...?—le llamó.
Jápeto se incorporó y le miró. Entonces me miró a mí y sonrió.
Parecía que ese pequeño instante se había quedado congelado en la mete de Percy
—Hola—dijo—. ¿Quién soy?
—Eres mi amigo—me las arreglé—. Eres... Bob.
Eso pareció gustarle mucho.
—¡Soy tu amigo Bob!
Percy tenía la mano de Annabeth entre las suyas, ambos parecían tener una lucha interna para controlarse, por el reflejo pudieron notar que los ojos de Annabeth estaban llenos de lágrimas no derramadas
Claramente, Ethan podía decir que las cosas no iban a su favor. Miró a la espada de Hades
descansando en el suelo, antes de que pudiera agarrarla, una flecha plateada aterrizó en el suelo a sus
pies.
-Al menos fue a sus pies- masculló Thalia
-Fue bueno que solo fuera a sus pies- dijo Reyna -por lo que ya leímos
-Estoy de acuerdo- asintió Rachel
—Hoy no, chico—le advirtió Thalía—. Un paso más y te clavaré los pies en las rocas.
Ethan corrió, justo hacia el interior de la cueva de Melínoe. Thalía apuntó a su espalda, pero le dije:
—No. Déjale marchar.
Frunció el ceño y bajó el arco. No estaba seguro de por qué quise salvar a Ethan.
-Y tomaste una muy buena decisión- dijo Hestia
Percy hizo un leve asentimiento, se podía sentir en la sala que algo pasaba con los chicos, no estaban tan animados como antes de la lectura, aun así sus amigos seguían haciendo comentarios para ver si podían subirles aunque sea un poquito el ánimo.
Supongo porque habíamos tenido demasiada lucha por un día, y lo sentía por el chico.
Estaría ya en bastantes problemas cuando se lo dijera a Cronos. Nico cogió la espada de Hades con
respeto.
—Lo hicimos. Finalmente lo hicimos.
-No suenes tan sorprendido, renacuajo- dijo Thalia
-Era una completa sorpresa, cara de pino- masculló Nico -dado que como sabes el clavel se quedó sin pétalos
-Sí, pero siempre cumplimos las misiones al límite- dijo Thalia
-Ella tiene un punto- dijo Miranda
—¿Lo hicimos? —Preguntó Jápeto—. ¿He sido de ayuda?
Apañé una ligera sonrisa.
—Sí, Bob. Has estado genial.
-En serio chicos, me están preocupando- dijo Bianca mirando a Percy y Annabeth
-Está... Está bien, estamos bien- murmuró Percy con un suspiro e intercambió una mirada con Nico
Nico suspiró, Will tomó su mano
Tuvimos un viaje express hacia el palacio de Hades. Nico se nos adelantó, gracias a algunos fantasmas
que convocó, y en unos pocos minutos las tres Furias llegaron a escoltarnos. No estaban demasiado
emocionadas de tener que escoltar al titán Bob,
-Tampoco estaba tan emocionada por ser escoltada por ellas- masculló Thalia
-Has visto a las furias, más veces de las que me gustaría- dijo Poseidón
También de las que me gustaría- murmuró Percy
pero no me atreví a dejarle atrás, especialmente
después de que viera la herida de mi hombro, dijo:
—Pupa— y la curó con solo tocarla. De todas formas, cuando llegamos a la sala del
trono de Hades, me sentía mucho mejor.
Percy y Annabeth parecía que estuvieran a miles de kilómetros de la sala de trono, Nico lo entendía, Percy le había contado la historia, él había estado visitando a Bob, haciéndose su amigo y ahora ni siquiera él, el hijo de Hades sabía que era lo que había sucedido con ellos.
El señor de los Muertos se sentaba en su trono de huesos,
mirándonos y rascándose su barba negra como si estuviera contemplando la mejor manera de
torturarnos.
-Ojalá pudiera- masculló Hades
-Por supuesto que no- dijeron Zeus y Poseidón al mismo tiempo
Hades rodó los ojos
Perséfone se sentaba a su lado, sin decir una palabra, mientras Nico explicaba nuestra
aventura. Antes de devolverle la espada, insistí en que Hades jurara que no la usaría contra los dioses.
-Más le vale- bufó Zeus
-¿Has leído algo sobre eso?- masculló Hades
-No- dijo Zeus -pero eso no quiere decir que no lo vayas a hacer
Sus ojos llameaban como si quisieran incinerarme, pero finalmente hizo la promesa a regañadientes.
-¿Y por qué nada más lo quieres incinerar a él?- preguntó Apolo
-¿Y por qué no querría?- señaló Hades
-Genial- murmuró Percy
Nico dejó la espada a los pies de su padre e hizo una reverencia, esperando a su reacción.
-No puede ser- masculló Travis mirando a Percy, Thalia y Nico -¿Yo tengo que dar la noticia?
-Así es- dijo Thalia
-Ya entiendo sus expresiones al inicio- bufó Travis
-No puede ser tan malo- dijo Katie, Travis le enseñó el libro -oh demonios, escogiste una mala lectura
-Gracias Kat- murmuró Travis -de acuerdo...
Hades miró
a su mujer.
—Has desafiado mis órdenes estrictas.
No estaba seguro de qué estaban hablando, pero Perséfone no reaccionó, bajo la mirada severa de su
marido.
-¡Perséfone!- gritó Hades
-No puede ser- dijo Perséfone palideciendo
Todas las miradas fueron a ella
-¡¿Cómo se te pudo ocurrir hacer algo así?!- bramó Hades
-¿En qué demonios estabas pensado?- gruñó Zeus -es una total falta de respeto que te hayas atrevido a hacer algo así ¡Debería encerrarte por esto! ¡Esa espada es una forma de traición!
-Tenía buenas intenciones al hacerlo- dijo Deméter a la defensiva
-¡¿Buenas intenciones?!- gritó Zeus -hacer esa espada fue una idea completamente irracional, esto no se puede quedar así
-No se utilizó la espada en tu contra- masculló Deméter
-Eso no quiere decir que no se vaya a utilizar- gruñó Zeus -y todo por tu hija
-Mi señor no lo hará- dijo Perséfone -los héroes lo han hecho jurar
-¡No hables!- bufó Zeus -en estos momento ni siquiera tolero mirarte
Algunos dioses miraron a Perséfone con un poco de simpatía, total no era lo más horrible que Zeus le hubiera dicho a alguno de sus hijos, los semidioses se removieron incómodos
Hades se giró hacia Nico. Su mirada se relajó un poco, como una roca blanda comparada con
el acero.
-Eso tiene mucho sentido- dijo Apolo
-Claro- dijo Connor -el acero es más duro que una roca
-Obviamente, hermano- asintió Travis
—No hablarás a nadie de esto.
—Sí, señor—coincidió Nico.
El dios me miró. —Y si tus amigos no se sujetan las lenguas, se las cortaré.
Hades les dio una mirada -Creo que sería hora de hacerlo
-Ellos mantuvieron el secreto- señaló Poseidón
-Y por eso ahora todos lo saben- dijo Hades
-Eso no es su culpa- masculló Poseidón
—De nada—dije.
Hades miró la espada. Sus ojos brillaban de rabia y de algo más, como hambre.
Chasqueó los dedos. Las furias volaron hasta su trono.
—Devolved la hoja a las forjas—les dijo—. Dádsela a los herreros hasta que esté lista, y
entonces devolvédmela.
Zeus bufó -Que bueno que estabas en contra de hacer la espada
-Ya casi estaba lista- masculló Hades
Las furias se fueron por los aires con el arma, y me pregunté de lo que tardaría en arrepentirme de
aquél día.
-Todavía no ha pasado- dijo Thalia
-Ahí está, tu mocosa ya lo dijo- señaló Hades
-Y ya te he dicho que eso no quiere decir que no vaya a pasar- bufó Zeus
-Sigues siendo un paranoico- dijo Hades
Había formas de evitar el juramento y me apostaría un riñón a que estaba dándole vueltas a
cómo evitar el nuestro.
-¿Por quién me tomas, mocoso?- gruñó Hades
-¿Que esperabas?- preguntó Poseidón -después de todo lo que has hecho, utilizaste a tu hijo para poder encerrar al mío
-Pero no rompí mi juramento- dijo Hades -hablé con él
—Usted es sabio, señor—dijo Perséfone.
—Si fuera sabio—gruñó—, te encerraría en sus cámaras. Si me vuelves a desobedecer alguna vez...—dejó la amenaza en el aire. Entonces chasqueó sus dedos y se desvaneció en la
oscuridad.
-Ni se te ocurra amenazarla de esa manera- gruñó Deméter
-Nos metiste en problemas- masculló Hades mirando a su esposa
-Lo sé- murmuró Perséfone -pero era la opción lógica...
-Esto no lo discutiremos enfrente de todos ellos- dijo Hades alzando una mano para detener a Perséfone
Perséfone estaba incluso más pálida de lo normal. Esperó un momento para alisar su vestido,
entonces se giró hacia nosotros.
Perséfone también lucía pálida en la sala de trono
—Lo habéis hecho bien, semidioses—movió la mano y tres rosas rojas aparecieron a
nuestros pies—. Aplastadlas y podréis volver al mundo de los vivos. Tenéis la gratitud de mi señor.
—Ya lo veo—murmuró Thalía.
-Sentí la gratitud- asintió Thalia -sobre todo en la parte en la que amenazó con cortar nuestras lenguas
Percy asintió
—Hacer la espada fue idea tuya—me di cuenta—. Por eso Hades no estaba aquí para
darnos la misión. Hades no sabía que la espada había desaparecido. Ni siquiera sabía que existía.
-No podías dejarlo así ¿Verdad?- suspiró Poseidón
-No- dijo Percy con una leve sonrisa -pero en mi defensa... No fui el único imprudente
-Me lo esperaba de ustedes- asintió Apolo
—Mentira—dijo la diosa.
Nico cerró los puños.
—Percy tiene razón. Querías que Hades hiciera la espada. Él te dijo que no. Sabía que
era demasiado peligroso. Los otros dioses nunca se fiarían de él. Eso rompería el equilibrio de poder.
-Esperaba que dijeras algo- asintió Will -no puedo decir que me sorprenda
-Exactamente- dijo Apolo
-Creo que ya a niguno0 nos sorprende- dijo Piper
-cinco libros te preparan para algo así- asintió Rachel
—Entonces la robaron—dijo Thalía—. Tú cerraste el Inframundo, no Hades. No le
podías decir lo que había pasado. Y nos necesitabas para recuperar la espada antes de que Hades se
enterara. Nos has usado.
-Pues sí- dijo Rachel
-Básicamente- asintió Thalia -no es que sea la primera vez que nos usan...
Perséfone apretó los labios.
—Lo importante es que Hades ha aceptado la espada. La acabará, y mi marido será
igual de poderoso que Zeus y Poseidón. Nuestro reino será protegido contra Cronos... o cualquier
otro que pueda amenazarnos.
-Bueno querida, eso no lo esperaba de ti- dijo Afrodita
Perséfone se sonrojó
-ninguno lo esperábamos- dijo Apolo -tal vez de Hades...
-Cállate- gruñó Hades
-Mantengan la cala, recuerden que eso ni siquiera ha pasado- señaló Hestia de manera diplomática
—Y somos los responsables—dije, tristemente.
—Habéis sido de gran ayuda—coincidió Perséfone—. Quizás una recompensa por
vuestro silencio...
-No la dejaste terminar- bromeó Thalia
-Lo siento- murmuró Percy
-Estúpido, la recompensa, idiota- bromeó Leo
-Eso no se hace, Percy- dijo Thalia riendo
—Será mejor que nos vayamos—dije—, antes de que te tenga que arrastrar hasta el
Lete y lanzarte en él. Bob me ayudaría, ¿no es cierto, Bob?
—¡Bob te ayudará! —coincidió, alegremente Jápeto.
Perséfone le lanzó una mirada sumamente amenazante -¿cómo se te ocurre hablarme de tal forma?
Algunos dioses miraron mal a Perséfone
Los ojos de Perséfone se abrieron, y desapareció en una flor de margaritas.
Nico, Thalía y yo nos dijimos adiós en un balcón desde el que se veían todo los Campos de Asfódelos.
-No fue la mejor despedida- dijo Thalia
-Tiene ambiente- dijo Connor
-después de lo que pasaron, la vista es lo de menos- dijo Katie
-Y que lo digas- murmuró Thalia
El titán Bob estaba sentado en el interior, construyendo una casa de juguete con unos huesos y
riéndose cada vez que se derrumbaba.
—Le vigilaré—dijo Nico—. De momento es inofensivo. Quizá... no sé. Quizá pueda
entrenarle para que haga algo bueno.
Y lo hizo, pensó Percy con nostalgia
Nico le dio una mirada como si supiera exactamente en lo que estaba pensando Percy.
—¿Estás seguro de querer quedarte aquí? —pregunté—. Perséfone te hará la vida
imposible.
-Te va a convertir en flores distintas- dijo Apolo
-Pero al menos mis flores son lindas- masculló Perséfone
-Que buen argumento- asintió Apolo
—Tengo que hacerlo—insistió—. Tengo que acercarme a mi padre. Necesita un buen
consejero.
No pude discutírselo.
Hades bufó, pero le dio una mirada levemente orgullosa a Nico
—Bueno, si necesitas cualquier cosa...
—Te llamaré—me prometió.
Nos dio la mano a Thalía y a mí. Me giré para marcharme, pero le miré una última vez.
—Percy, ¿has pensado en nuestra oferta?
-Esa oferta- suspiró Percy
-Esa oferta- asintió Nico
-Claro, la oferta- dijo Leo
Un escalofrío me recorrió la espalda.
—Sigo pensando en ella.
Nico asintió.
—Bueno, cuando estés listo...Después de que se hubo ido, Thalía me preguntó:
—¿Qué oferta?
-todos queremos saber- dijo Leo
-Ya lo saben- señaló Percy -lo del estigio
-cierto- dijo Leo, pero era el drama del momento
—Algo que me dijo el último verano—dije—. Una posible forma de combatir a Cronos.
Es peligroso. Y ya he tenido bastante peligro por hoy.
Thalía asintió.
—En ese caso, ¿te vienes a cenar?
No pude evitar sonreír.
-Y dice que no son parecidos- comentó Jason
-Son demasiado parecidos- dijo Annabeth -pero no quieren aceptarlo
-No nos parecemos en nada- dijeron Percy y Thalia al unísono
-Sí claro- dijo Jason
—Después de todo lo que hemos pasado, ¿estás hambrienta?
—Eh—dijo—, incluso los inmortales tenemos que comer. Estoy pensando en comer
unas hamburguesas en el McHale's.
Y juntos, aplastamos las rosas que nos devolvieron al mundo exterior.
-Fin- dijo Travis
-Gracias a los dioses- dijo Percy con un suspiro
-Okaaay- canturreó Apolo -la nueva portada se ha rebelado, el libro se llama el héroe perdido, que título tan interesante
-No me digan que eso también va a venir desde mi punto de vista- masculló Percy
-No lo sé- dijo Apolo -creo que esto ya lo deberíamos dejar para mañana, es un poco tarde
Los chicos y dioses asintieron, pero antes de que cualquiera se pudiera levantar de su asiento y dejar la sala, una gran luz apareció en la sala y de ella salió una mujer de ojos azules, cabello largo y castaño, con algunos mechones veteados de gris y con una sonrisa amable.
-¡Mamá!- gritó Percy levantándose tan rápido que si no hubiera estado Annabeth a su lado la habría tirado, fue corriendo hasta donde se encontraba Sally y la envolvió en un gran abrazo
-Mi niño- dijo Sally con lágrimas en los ojos, abrazando a Percy -he estado tan preocupada, tanto tiempo sin verte, solo... Solo recibí aquel mensaje y...
-Lo sé, lo siento por todo, es una historia muy larga- la voz de Percy salió cortada por la emoción
-Lo importante es que estás bien- dijo Sally con un suspiro tembloroso
-Y que estás aquí- dijo Percy incrédulo -¿Cómo... cómo pudiste entrar?
-Las Moiras me hicieron una visita- dijo Sally -me contaron todo su plan, me dijeron que sería importante, no dudé ni un segundo en venir a verte
Percy le dio una gran sonrisa, Annabeth se adelantó y abrazó a Sally
-Que bueno es vete- dijo Sally con una sonrisa -veo que lograste encontrarlo, gracias
Annabeth asintió
Rachel también se adelantó
-Hola querida- dijo Sally a Rachel -tenía mucho sin verte
-Sí- murmuró Rachel -lo siento
Thalia también se levantó de su asiento -Sally, es genial tenerte aquí
Sally le sonrió y abrazó a Thalía -Me alegro mucho de volver a verte Thalia, hola de nuevo a ti también Nico
-Hola señora Jackson- murmuró Nico
-Sally- corrigió ella
-Sally Jackson, un placer conocerte- dijo Apolo adelantándose (Solo para fastidiara Poseidón) -soy Apolo, hemos escuchado mucho de ti
Sally se sonrojó un poco -Oh, lo lamento- dijo dirigiéndose a los dioses -un placer
Se sonrojó un poco cuando su mirada se encontró con la de Poseidón, Poseidón parecía no saber que hacer, algunos dioses le mandaron miradas divertidas
-Oh querida, estábamos deseando tanto conocerte- suspiró Afrodita -tu hijo es un encanto y es obvio de quien lo sacó
-Gracias- dijo Sally
-Es un placer tenerte aquí- dijo Hestia con una sonrisa
Poseidón seguía sin saber que debía hacer
-Tengo que hacer las presentaciones- dijo Percy volteando a ver a sus amigos -ellos son Travis y Connor Stoll
Los chicos saludaron educadamente (algo que fue sumamente raro)
-Él es mi bro Jason, Piper, Frank, Hazel y Leo, los chicos con los que fui de misión, los chicos la saludaron con una sonrisa
-Oh...- murmuró Sally -un placer niños
-Ellos son Chris y Clarisse
-¿Clarisse? ¿Cómo la chica de tu primer día en el campamento?
-Oh sí...- murmuró Percy
Clarisse para sorpresa de todos se veía levemente avergonzada
-Él es Will, el novio de Nico y su tipo- dijo Percy esto último en un susurro, Nico se tensó un poco al oír la palabra "novio"
Sally sonrió -Hacen una pareja adorable
-Es lo mismo que yo les he dicho- dijo Afrodita encantada -es un placer conocerte- dijo echándole una mirada divertida a Poseidón
-Yo termino de hacer las presentaciones- dijo Apolo -presentó al resto de los chicos y los dioses -...Bueno y este es Poseidón, pero creo que a él ya lo conoces o lo conocerás- dijo Apolo
Sally murmuró algo que no se pudo entender del todo
-Encantado- dijo Poseidón
-Es un placer tenerte con nosotros Sally- dijo Artemisa -pero si me lo permites necesito un momento a solas con mi lugarteniente- dijo mirando a Thalia
Thalia asintió
-Si lo deseas puedes quedarte en mi palacio dijo Artemisa -ahora si nos disculpan
Artemisa salió de la sala y Thalia fue tras ella
Antes de que pudiera pasar el shock de tener a Sally ahí
-¡Dioses!- tronaron tres voces al unísono