XIX

Jason

Los chicos se fueron a comer, Leo y Calipso charlaban en voz baja. El plan era solo comer y regresar a la sala de trono para seguir leyendo, pues aún les faltaba demasiado, sin embargo la mayoría de los chicos estaban algo distraídos, al igual que algunos dioses, así que por tal motivo se les dio la tarde libre, todos fueron a hacer diferentes cosas y al calma reinaba en el Olimpo, al menos hasta que llegó la noche y unos gritos resonaron por todo el lugar.

Percy tenía unos sueños bastante agitados incluso antes de que empezaran los gritos, casi dio gracias a los dioses porque aquellos sonidos lo hayan despertado… Casi. Por un momento el pánico lo inundó, pensó que la última vez que había escuchado un sonido así de angustiante este había provenido de Annabeth… Se levantó incluso antes de estar del todo despierto, Sally y Tyson también habían despertado

—¿Que...— empezó a preguntar Percy, cuando se dio cuenta que en los pasillos se escuchaban las voces de sus amigos, salió a verlos

—Es de la Sala de Trono — dijo Annabeth llegando a lado de Percy, ellos intercambiaron miradas

Todos se encaminaron a la Sala de Trono y pronto descubrieron de quién eran los gritos...

...

Zoé estaba soñando, al menos eso creía porque nadie sería capaz de vivir los momentos terribles dos veces.

Estaba en su casa, en la Nueva Roma, acababan de empezar las vacaciones de invierno y su familia ya estaba haciendo los preparativos para pasarlas en el campamento mestizo, hace mucho tiempo que le habían dado el permiso para entrar, tenían tantos planes, al menos hasta que Piper apareció en la puerta de su casa respirando con dificultad.

Zoé apenas distinguió unas palabras "Mamá, dioses… mal.. barreras...irse"

No te separes de tu hermano — estaba diciendo su padre, sus ojos verde mar estaban angustiados, como hace mucho no veía

No me quiero ir— decía Charles

Tampoco yo — dijo Zoé tratando de sonar más valiente de lo que se sentía

Nos vamos a encontrar pronto — prometió Annabeth

Los legionarios de Nueva Roma gritando órdenes… Un caos

La escena cambió: Charles tirando de ella para evitar que se quedara atrás, los mellizos estaban con ellos, lloraban… Salían de Nueva Roma… Se defendía de un telekhine que estaba tras ellos

Estaba triste, estaba sola, estaba aterrorizada, no sabía qué hacer no habían cumplido la promesa

Un borrón de imágenes de los últimos días la aterrorizaron, una imagen tras otra que no podía detener, quería despertar… No podía despertar… No podía hacerlo.

….

—¿Qué sucede?— preguntó Apolo entrando a la Sala de Trono

—Yo...— murmuró Charles pasando una mano por su cabello —no puedo despertarla— dijo señalando a su hermana que se removía, los gritos se habían atenuado hasta ser unos sollozos tenues

Todos se miraron entre sí sin saber muy bien qué hacer, Sammy y Esperanza sostenían a los mellizos en un rincón alejado. Bianca estaba a lado de Charles intentado despertar a Zoé.

—De acuerdo— dijo Apolo acercándose, sin embargo, Percy no supo por qué, pero se acercó primero

Zoé— dijo en voz baja —ehh… Oye tienes que despertar, lo que sea que esté pasando no es real…

—¿Qué fue tan malo?— preguntó Will

Charles y Bianca intercambiaron miradas, pero ninguno respondió

Zoé— siguió hablando Percy diciendo palabras tranquilizadoras, algunos minutos después Zoé jadeó abriendo los ojos, pero sin estar del todo despierta

—¡Papi!— gritó Zoé abrazando con demasiada fuerza a Percy, Percy se quedó inmóvil por la sorpresa

Fueron solo unos pocos segundos, pero Zoé registró todo lo que estaba pasando y se apartó torpemente —Lo siento

—No… No pasa nada— murmuró Percy —¿Estás bien?

Zoé se dio cuenta que absolutamente todas las miradas estaban en ella —Yo… Sí. Fue un mal sueño

—Un sueño pésimo en mi opinión— comentó Apolo

—Apolo— masculló Artemisa

—Esto es ridículo— dijo Afrodita, todos la miraron con incredulidad —me refiero al hecho de que estos niños estén aquí, en esta sala que no es tan cómoda como los palacios…

—De hecho, estamos bien— dijo Bianca

—Por supuesto que no querida y esto lo prueba— dijo Afrodita —necesitan escoger a qué palacio quiere irse y no hay discusión

Bianca y Charles empezaron a protestar, mientras tanto Percy miraba a Zoé con el ceño fruncido, la chica lucía como si todavía no despertara del sueño

—Afrodita tiene razón— comentó Hestia —no pueden seguir quedándose aquí, no es adecuado

—Al menos esta noche— murmuró Zoé

La diosa asintió, después de eso nadie supo en realidad que se debía hacer, se quedaron un poco más en la Sala de Trono, asegurandose de que todos estuvieran bien, pero obviamente no todos podían dormir ahí, así que aunque no durmieron mucho, todos se fueron a descansar

...

Después de la noche un poco/bastante… rara que tuvieron todos, se reunieron en el comedor para poder desayunar, el silencio reinó por primera vez, solo se escuchaba el lamento del crepitar de las llamas de Hestia

—Aunque sé que todos tienen muchas cosas que discutir— dijo Apolo con una voz seria —creo que es mejor seguir la lectura

Los chicos asintieron, poco convencidos sin embargo, la lectura siempre era una forma de apaciguar las cosas

—Yo voy a leer— dijo Zeus. Jason hizo una pequeña mueca —capítulo XIX, Jason

Jason no quería dejar a Leo, pero estaba empezando a pensar que quedarse con Cal, el jugador de hockey, podía ser la opción menos peligrosa en aquel sitio.

—Todos estamos de acuerdo en eso— dijo Connor

—Creo que Leo era muchísimo más peligroso— comentó Percy

—Gracias Aquaman— dijo Leo

—De nada, cuando quieras— asintió Percy

Mientras subían la escalera cubierta de hielo, Zetes permaneció detrás de ellos con la espada desenvainada. Aquel tipo podía parecer un desecho de la época disco, pero su espada no tenía nada de gracioso.

—Este público difícil— dijo Travis negando con la cabeza

—Es el peor tipo de público— bufó Apolo —todos creen que pueden hacerlo mejor

—Bueno, ese día, ellos sí lo pudieron hacer mejor— señaló Hermes

—Claro que no— bufó Apolo

—¿De qué están hablando?— preguntó Connor

—De una de las muchas humillaciones de Apo…

—No vamos a discutir eso— interrumpió Apolo —tu caduceo fue robado, no te recomiendo hablar

Jason se imaginaba que si recibía un espadazo, probablemente se convertiría en un polo.

—Y no sería divertido— murmuró Jason

—Sería divertido para ellos— señaló Zoé, que lucía todavía un poco contrariada

—Sí, esa clase de diversión no me gusta— comentó Percy

—A mí tampoco— admitió Zoé con una mueca, en los últimos días antes de aparecer en la sala, vaya que los monstruos, (y algunos que no eran técnicamente monstruos) se habían divertido con ella y sus amigos

Por otra parte, estaba la princesa de hielo. De vez en cuando se volvía y sonreía a Jason, pero no había la más mínima calidez en su expresión.

—Princesa de hielo— señaló Leo

—Irónico que tú lo digas— comentó Calipso

—Uhhhhh— corearon los Stoll

—La verdad es un milagro que aún no estés muerto— comentó Miranda

—Muchas gracias, son los mejores, chicos— bufó Leo

Contemplaba a Jason como si fuera un especimen científico especialmente interesante: un especimen que estuviera deseando diseccionar. Si aquellos eran los hijos de Bóreas, Jason no estaba seguro de querer conocer al padre.

—Comprendemos eso— dijo Hermes

—Pero sí es el más amable— dijo Artemisa

—Pero también el más inestable— señaló Afrodita

—La ironía de la vida— comentó Artemisa

Afrodita le dio una mala mirada

Annabeth le había dicho que Bóreas era el más amistoso de los dioses de los vientos. Por lo visto, eso significaba que no mataba héroes tan rápido como los otros.

—Básicamente— asintió Annabeth

—Me parece muy razonable— dijo Jason

—Lo más razonable de toda la misión— asintió Piper

Jason temía haber llevado a sus amigos a una trampa. Si las cosas salían mal, no estaba seguro de que pudiera sacarlos con vida. Sin pensarlo, cogió la mano de Piper en busca de consuelo.

—Awwww— chillaron los Stoll

—Qué monada— gritó Afrodita

—¡Ya besése!— gritó Leo

—¡Cállate, Leo!— dijeron Piper y Jason al unísono, sumamente sonrojados

—Incluso dicen las cosas al mismo tiempo— dijo Percy

—Bro...— se quejó Jason

Ella arqueó las cejas, pero no la soltó.

Todo irá bien —le prometió ella—. Solo vamos a hablar, ¿no?

—Claaaro— dijo Percy

—Finjamos que eso es lo que va a pasar— comentó Thalia

—Gracias— dijo Piper

En lo alto de la escalera, la princesa de hielo miró hacia atrás y se fijó en que estaban cogidos de la mano. Su sonrisa desapareció.

—Uhhhh— murmuró Connor

—¿Metiéndose en problemas tan pronto?— preguntó Chris

—Es nuestro estilo— bromeó Leo

—Oye, se parece a mi estilo— dijo Percy

Leo y Percy chocaron los cinco

De repente, Jason notó en la mano con la que cogía la de Piper un frío gélido: un frío ardiente. Cuando la soltó, sus dedos desprendían vapor de la escarcha, al igual que los de Piper.

—No lo recomiendo— dijo Piper

—Yo lo quería intentar— dijo Zoé

—Por favor, espero que seas menos suicida que Percy— suspiró Leo con dramatismo

—¡Oye!— se quejó Percy —yo también lo espero

Zoé le dio una sonrisa ladeada, digamos que no se había metido en taaantos problemas durante su vida, al menos ella lo creía así

El calor aquí no es buena idea —advirtió la princesa—, sobre todo si yo soy vuestra mejor opción para seguir vivos. Por aquí, por favor.

—Eso sonó como a celos— señaló Miranda

—Eso sonó como a que está loca— dijo Katie

—Creo que lo está— dijo Piper

Piper miró a Jason con el entrecejo fruncido, como diciendo: « ¿A qué ha venido eso?» . Jason no tenía respuesta. Zetes le hincó la espada de hielo en la espalda, y siguieron a la princesa por un enorme pasillo decorado con tapices helados.

—Pues ya que no les quedaba de otra...— murmuró Katie

—Así por las buenas, hasta yo voy— dijo Leo

—Tú solo querías ir por la princesa de hielo— señaló Travis

Katie y Travis chocaron los cinco

—Son unas horribles personas— dijo Leo

Soplaban vientos gélidos por todos lados, y los pensamientos de Jason se agolpaban casi tan deprisa como ellos. Había tenido mucho tiempo para pensar mientras viajaban hacia el norte en el dragón, pero se sentía más confundido que nunca.

—Lo que es mucho decir— comentó Jason —aunque creo que ya hay un momento que le gana— murmuró en voz baja, solo Piper lo escuchó y su mirada viajó hasta ciertos chicos nuevos que empezaron a hablar en voz muy baja

Todavía llevaba la foto de Thalia en el bolsillo, pero ya no necesitaba mirarla. Su imagen se había grabado a fuego en su mente.

—Gracias, pero ten cuidado con la celosa de tu novia— bromeó Thalia

—¡Thalia!— chilló Piper

—Siento que se están metiendo mucho con nosotros— comentó Jason

—Y no creo que vayamos ni a mitad del capítulo— dijo Percy

—Genial— suspiró Jason

Bastante grave era no acordarse de su pasado, pero saber que tenía una hermana en alguna parte que podía tener respuestas a sus preguntas y no hallar forma de encontrarla le sacaba de quicio. En la foto, Thalia no se parecía en nada a él.

—Ni en la foto, ni en vivo y a color— señaló Percy

—Bueno, tiene los ojos del mismo color— dijo Leo

—Y ambos tienen esa mirada de "crees que no, pero te podría matar"— comentó Rachel

—Y les gusta hacer trucos con los rayos— dijo Miranda

—Vaya, gracias— dijeron Thalia y Jason al mismo tiempo

—Y hablan al mismo tiempo— dijo Percy riendo

Los dos tenían los ojos azules, pero ahí acababan las semejanzas.

—Se acabaron muy rápido— dijo Travis

—Pero acabamos de describir otras cosas— dijo Rachel

—Ustedes son muy amables— dijo Jason

Ella tenía el pelo moreno. Su tez era más mediterránea. Sus rasgos faciales eran más marcados, como los de un halcón.

—Y además también es más enojona— comentó Percy con una sonrisa

—No lo sé, chispitas tiene esa expresión de ceño fruncido que pareciera que le va a gritar a los niños "fuera de mi jardín"— señaló Leo

—Pero Thalia tiene la expresión de "o te sales o te mato"— dijo Percy

—Cállate sesos de alga— masculló Thalia

Jason miró a sus amigos con los ojos entrecerrados

Y sin embargo, Thalia le resultaba muy familiar. Hera le había dejado la memoria suficiente para estar seguro de que era su hermana.

Thalia bufó

—Eso es algo bueno— señaló Perséfone —se pudieron volver a ver

Jason asintió de acuerdo

Pero Annabeth se había mostrado muy sorprendida cuando él se lo había contado, como si nunca hubiera oído que Thalia tuviera un hermano.

—Nunca lo había escuchado— dijo Annabeth encogiéndose de hombros

—Yo tampoco— dijo Percy

—Bueno, era algo bastante… Complicado— murmuró Thalia

¿Sabía acaso Thalia de él? ¿Cómo se habían separado? Hera le había arrebatado esos recuerdos. Le había robado todo lo relacionado con el pasado,

—A eso se le llama "una buena motivación"— dijo Apolo

—Yo lo llamaría de otra manera— comentó Poseidón

—Y vamos de nuevo— masculló Hera —ya les dije que sus mocosos estarán bien

Algunos dioses le dieron miradas irónicas

lo había colocado en una nueva vida y encima esperaba que la salvara de una cárcel para poder recuperar lo que le había quitado. La idea le enfurecía tanto que le daban ganas de largarse y dejar que Hera se pudriera en la jaula,

Varios chicos le dieron una mirada queparecía decir "tecomprendemos"

—No puede ser con estos mocosos— suspiró Hera con irritación

pero no podía. Estaba enganchado. Tenía que saber más, y eso le indignaba todavía más.

Eh —Piper le tocó el brazo—. ¿Sigues conmigo?

Sí… sí, perdona.

—Se desconectó un momento, pero ya agarró señal de nuevo— bromeó Percy

—Es que la señal era un poco débil en ese lugar— comentó Leo

—Tuvimos problemas técnicos— asintió Jason

—Es que la señal estaba congelada— dijo Piper

—Eso tiene mucho sentido para mí— dijo Percy

Menos mal que tenía a Piper. Necesitaba un amigo,

—¿Y yo estoy pintado o qué?— preguntó Leo con fingida indignación

—Sí estás pintado, tienes pintalabios de Calipso por toda la cara— comentó Connor

—¿Qué?— dijo Leo sonrojado y pasando su brazo por sus labios

—Leo— dijo Calipso sonrojada y con una mano en la frente —yo no uso pintalabios

Todos los chicos se empezaron a reír

—Solo te exhibiste a ti mismo— dijo Connor con una carcajada

—Nunca había visto algo tan terrible— dijo Zoé riendo, igual que todos sus amigos

—No te puedes reír de tu tío favorito— dijo Leo sonrojado

Esperanza lucía entre avergonzada y divertida, Calipso estaba sumamente sonrojada

y se alegraba de que ella hubiera empezado a perder la bendición de Afrodita. El maquillaje estaba desapareciendo. Su cabello estaba recuperando poco a poco su corte desigual, con las pequeñas coletas a los lados.

—Su tejón muerto— dijo Percy riendo

—Oye— se quejó Piper

—Reina de belleza, es que sí parecía un tejón muerto— bromeó Leo

—No lo hacía— dijo Jason

—Por supuesto que dirías que no— dijo Leo riendo

Así estaba más auténtica y, por lo que a Jason respectaba, más guapa.

Jason y Piper se sonrojaron

—Qué bello es el amor— suspiró Afrodita

Ahora estaba seguro de que no se habían conocido antes de lo ocurrido en el Gran Cañón. Su relación no era más que un ardid de la Niebla en la mente de Piper. Pero cuanto más tiempo pasaba con ella, más deseaba que hubiera sido real.

—Señoras y señores, fuertes declaraciones— gritó Leo

—¡Por los dioses!— gritaron Percy y los Stoll

—Uhhh— corearon los mellizos Thom y Helena

Todos se empezaron a reír aún más, después de los eventos de anoche, esto era algo… Agradable

—Nunca había visto un nivel de burla tan alto como el que pudieron lograr dos niños de seis años— dijo Miranda riendo

Zoé les enseñó— comentó Bianca

Zoé sonrió con inocencia

« Basta» , se dijo. Pensar de ese modo no era justo para Piper. Jason no tenía ni idea de lo que le esperaba en su antigua vida… ni de quién podía estar esperándole.

Se hizo un breve silencio incómodo

Pero estaba convencido de que su pasado no se mezclaría con el Campamento Mestizo. Después de aquella misión, ¿quién sabía lo que pasaría? Eso suponiendo que sobrevivieran.

—Suponiendo— dijo Piper

—Me encanta su optimismo— dijo Leo

—Estos niños que no tienen ni un poco de optimismo— dijo Percy negando con la cabeza

Todos los chicos le dieron miradas irónicas

Al final del pasillo se vieron ante unas puertas de madera de roble con un mapa del mundo tallado en ellas. En cada esquina había un hombre con barba que soplaba viento.

—Daba una imagen un poco rara— dijo Jason

—Con todo el estilo— comentó Connor

—Para dar una buena bienvenida— asintió Travis

—Eso tiene mucho sentido— argumentó Piper

Jason estaba convencido de que había visto mapas como ese antes, pero, en aquella versión, todos los dioses del viento eran del invierno y soplaban hielo y nieve desde todos los rincones del mundo.

—Cómo si el invierno y el hielo fueran mejores— bufó Apolo

—No lo son— dijo Will

—Estoy tan orgulloso— suspiró Apolo

La princesa se volvió. Sus ojos marrones brillaban, y Jason se sintió como si fuera un regalo de Navidad que ella estuviera deseando abrir.

—Sí, pero con una espada— señaló Piper

—No lo había pensado de esa manera— murmuró Jason

—Debes de tener más cuidado, chispitas— dijo Leo negando con la cabeza

—Claro Leo— dijo Jason riendo

Esta es la sala del trono —dijo—. Compórtate lo mejor posible, Jason Grace. Mi padre puede ser… frío.

—Esa es una manera de verlo— dijo Hermes

—La otra, puede ser completamente loco-desquiciado— dijo Apolo

—No, él no está tan loco— señaló Hermes —hay otros peores

Yo te traduciré lo que diga e intentaré animarlo para que te escuche. Espero que te perdone la vida. Podríamos divertirnos mucho.

Jason se figuró que la definición de diversión de la chica no era la misma que la de él.

—¡Por los dioses, hay niños aquí!— dijo Leo negando con la cabeza

—Tapamos los oídos de los mellizos, sin preocupaciones— dijo Zoé

—Debieron tapar tus oídos también— señaló Leo

—¡Leo!— chillaron Piper y Jason

Hummm, vale —logró decir—. Pero solo hemos venido a hablar un poco.

Nos marcharemos después.

La chica sonrió.

Me encantan los héroes. Sois tan felices en la ignorancia.

—Gracias— murmuraron algunos de los chicos

—Qué amable— dijo Percy

—Así es, amabilidad es su segundo nombre— bufó Piper

—Muy acorde— asintió Percy

Piper posó la mano en su daga.

¿Qué tal si nos ilustras un poco? Dices que vas a hacer de traductora, pero ni siquiera sabemos quién eres. ¿Cómo te llamas?

—No te preocupes, ninguno de nosotros se acuerda de su nombre, de todos modos— comentó Apolo

—Genial— murmuró Piper

—Porque obviamente soy fabuloso y el invierno no era tan bueno como yo— dijo Apolo

La chica se sorbió la nariz con desagrado.

Supongo que no debería sorprenderme de que no me reconozcas. Ni siquiera en la Antigüedad los griegos me conocían bien.

—Aún así sonó sorprendida— bromeó Piper

—Solo lo decía por compromiso— dijo Thalia

—Era la línea que tenía que decir en ese momento— asintió Jason

—Todo estaba fríamente calculado— dijo Leo riendo

Sus hogares eran demasiado calurosos y estaban demasiado lejos de mis dominios. Soy Quíone, hija de Bóreas y diosa de la nieve. Agitó el aire con el dedo, y a su alrededor se arremolinó una ventisca en miniatura:

—Para demostrar su punto— dijo Hermes

—Nos quedó perfectamente claro— dijo Piper

—No necesitaba preocuparse por las demostraciones— murmuró Jason

—Pero agradecemos mucho su intención— dijo Piper con sarcasmo

—Aunque es mejor si no se hubiera molestado— comentó Jason

grandes y esponjosos copos suaves como el algodón.

Y ahora, venid —dijo Quíone. Las puertas de madera de roble se abrieron, y una fría luz azul salió a raudales de la estancia—.

—Como dándole un aspecto más tenebroso— dijo Leo

—No es que en realidad necesitara poner mucho esfuerzo— comentó Piper

—La verdad es que lo estaba haciendo bastante bien— asintió Jason

—Frío y tenebroso, justo como me gustan los lugares— dijo Connor

—Obvio, son los mejores— dijo Miranda

—¿A alguien más le pareció una propuesta indecente? ¿O solo a mí?— preguntó Leo

—¡Por los dioses, Leo!— chillaron Connor y Miranda sumamente sonrojados

—La verdad es que ya no me sorprende este tipo de cosas— dijo Hermes —no sé quién de todos ustedes es peor

—La competencia está muy reñida— asintió Chris

Con suerte, sobreviviréis a vuestra pequeña charla.

—Qué motivante es eso— dijo Percy

—Como siempre, qué bueno es estar motivado— dijo Jason

XX

Jason

Si en el vestíbulo hacía frío, la sala del trono era como una cámara frigorífica.

Una bruma flotaba en el aire. Jason se puso a tiritar y su aliento formó vaho.

—Podemos hacer un panda de nieve— comentó Zoé

—Esa es la mejor idea de todos los tiempos— dijo Percy

—¿Qué pasa con los pandas y ustedes?— preguntó Apolo

—Nada— dijeron Zoé y Percy al mismo tiempo, obviamente por diferentes motivos

A lo largo de las paredes, unos tapices morados mostraban escenas de bosques nevados, montañas yermas y glaciares. En lo alto, en el techo, unas franjas de luz de color —la aurora boreal— vibraban.

—Eso suena hermoso— dijo Hazel

—Sí, eso sí era muy lindo— comentó Piper —aunque no lo pudimos disfrutar demasiado

—Y que lo digas— murmuró Jason con una mueca

Una capa de nieve cubría el suelo, de modo que Jason tuvo que andar con cuidado. Por toda la sala había esculturas de hielo de guerreros de tamaño real —unos con armadura griega, otros con armadura medieval, otros con camuflaje moderno—

—Sí, no creo que sean esculturas— murmuró Percy

—No tiene buen gusto en eso de la decoración— dijo Afrodita

—Tampoco me gustaron— admitió Piper

en diversas posiciones de ataque, con las espadas en alto y las armas cargadas y listas para disparar.

Por lo menos Jason creía que eran esculturas.

—Jason ya no lo cree— dijo Jason

—Es muy bueno que Jason aprenda de sus errores— bromeó Leo

—Jason va a golpear a Leo, si Leo sigue diciendo eso— dijo Percy

—Jason no golpearía a Leo porque son amigos— señaló Leo

—No sé por qué hablé— murmuró Jason riendo

Entonces intentó pasar entre dos lanceros griegos, pero estos se movieron con sorprendente velocidad, haciendo crujir sus articulaciones y salpicando cristales de hielo al cruzar sus jabalinas para cerrarle el paso.

—Es muy evidente por qué Jason ya no cree eso— comentó Percy

—Esas esculturas son el último grito de la moda— dijo Travis con sarcasmo

—Sí, todos quisieran decorar sus casas con algo así— dijo Katie en el mismo tono

Se oyó una voz de hombre procedente del otro extremo de la sala que hablaba en un idioma que sonaba como el francés.

—Eso es porque era francés— dijo Piper con una sonrisa

—Supongo que fue por eso— asintió Jason

—Es muy probable que así fuera— comentó Rachel

—Eso tiene sentido— dijo Thalia

La estancia era tan larga y estaba tan cubierta de neblina que Jason no podía ver el otro lado, pero, fuera lo que fuese lo que dijo el hombre, los guardias de hielo descruzaron sus jabalinas.

—Que amable de su parte— bufó Reyna

—Y que lo digas— murmuró Piper

No pasa nada —dijo Quíone—. Mi padre les ha ordenado que no os maten aún.

Genial —dijo Jason.

Zetes le empujó en la rabadilla con la espada.

Sigue adelante, Jason junior.

—Nuevo apodo desbloqueado— dijo Leo

—Leo, no— dijo Jason

—Leo, sí— dijo Leo sonriendo

—¡Leo!— se quejó Jason

—Tranquilo Jason junior— dijo Leo guiñando un ojo

Jason bufó

Por favor, no me llames así.

Mi padre no es un hombre paciente —le advirtió Zetes— y, lamentablemente, la hermosa Piper está perdiendo su peinado mágico muy deprisa.

—Gracias a los dioses— murmuró Piper

—Debo hacer que la próxima dure más— reflexionó Afrodita

—Creo que no es necesario— señaló Piper

—Tonterías— dijo Afrodita con un gesto despectivo

Tal vez luego pueda prestarle algo de mi amplio surtido de productos para el pelo.

Gracias —gruñó Piper.

—Ay qué amable— dijo Thalia

—Se los dije, es la señorita amabilidad— dijo Piper

—Perdón por no creerte— bromeó Rachel

—Está bien, es difícil de creer— dijo Piper riendo

Siguieron andando, y la bruma se apartó para dejar a la vista a un hombre sentado en un trono de hielo. Tenía una constitución robusta y estaba vestido con un elegante traje blanco que parecía hecho de nieve,

—Creo que estaba hecho de nieve— dijo Piper

—¿No le dará frío?— preguntó Travis

—El frío es parte también de él— dijo Leo con una carcajada

—Me ofende muchísimo que todo ustedes negaran haber visto películas de niños y hagan referencias de ellos— dijo Will de brazos cruzados

—Lo negaron desde los libros pasados, Solace— señaló Nico

—No es el suficiente tiempo— dijo Will

con unas alas de color morado oscuro que se desplegaban a cada lado. Su largo cabello y su barba desaliñada estaban incrustados de carámbanos, de modo que Jason no sabía si tenía el pelo gris o si simplemente estaba blanco de la escarcha.

—O ambos— señaló Leo

—O ambos— asintió Percy

—Pero se habría visto más blanco ¿No?— dijo Katie

—No lo sé, pero a mí me gusta más fingir que era ambos— dijo Leo

Sus cejas arqueadas hacían que pareciera enfadado, pero sus ojos emitían un brillo más cálido que los de su hija, como si en algún lugar bajo aquellas capas de hielo tuviera sentido del humor. Eso esperaba él.

—Tiene algo de humor— dijo Apolo

—Esperemos que sea suficiente— señaló Hefesto

—Probablemente sí, ya que están aquí— comentó Hera

—Como si eso fuera suficiente prueba— resopló Poseidón

Bienvenu —dijo el rey—. Je suis Boreas le roi. Et vous

Quíone, la diosa de la nieve, se disponía a hablar, pero Piper dio un paso adelante e hizo una reverencia.

Votre majesté —dijo—, je suis Piper McLean. Et c'est Jason, fils de Zeus.

—¿Alguien nos quiere traducir?— preguntó Leo

—Nop— dijo Piper riendo

—Bueno, gracias— dijo Leo

—Bienvenido, soy Bóreas el rey. Y ustedes...Su Majestad, soy Piper McLean. Y este es Jason, hijo de Zeus— tradujo Helena

Todos la voltearon a ver asombrados

—Eso o se lo enseñé yo— dijo Zoé

Afrodita chilló encantada, Piper sonrió

El rey sonrió, agradablemente sorprendido. —Vous parlez français? Très bien!

¿Hablas francés, Piper? —preguntó Jason.

Piper abrió los ojos como platos.

No. ¿Por qué?

—No lo sé ¿Será porque acabas de hacerlo?— preguntó Travis

—Probablemente sea por eso— dijo Piper

—Por supuesto que lo hace— dijo Afrodita con un suspiro melodramático —es el idioma del amor

Acabas de hablar en francés.

Piper parpadeó.

Ah, ¿sí?

El rey dijo otra cosa, y Piper asintió. —Oui, votre majesté.

—Obvio— dijo Connor

—Claro que sí, tienes toda la razón— dijo Travis

—No entendimos nada, pero confiamos en ti— bromeó Rachel

—Gracias— dijo Piper riendo

—Dijo "sí su majestad"— comentó Helena una bonita sonrisa infantil

—Eres un encanto— suspiró Afrodita

El monarca se puso a reír y a aplaudir, visiblemente encantado. Dijo unas cuantas frases más y a continuación hizo un gesto amplio con la mano en dirección a su hija como si la estuviera despachando.

—Uhhhh— corearon los Stoll

—A alguien no le va a gustar eso— comentó Chris

—No le gustó— admitió Piper

Quíone parecía disgustada.

El rey dice…

Dice que como soy hija de Afrodita —la interrumpió Piper—, sé hablar de forma natural francés, que es el idioma del amor.

—Es hermoso— suspiró Afrodita

—Es hermoso… Si lo entiendes— murmuró Miranda

No tenía ni idea. Su majestad dice que ya no será necesario que Quíone traduzca.

—Y luego preguntas por qué te odia— señaló Leo con una sonrisa

—No debí habérmelo preguntado— dijo Piper negando con la cabeza

—No reina de belleza, estaba más que claro— asintió Leo

—Pido disculpas por no ver esa claridad— dijo Piper

Zetes resopló detrás de ellos, y Quíone le lanzó una mirada asesina. Se inclinó con rigidez ante su padre y dio un paso atrás. El rey miró a Jason, intentando formarse una opinión, y Jason decidió que sería buena idea hacer una reverencia.

—Una grandiosa idea— dijo Percy

—A veces sí se me ocurren grandiosas ideas— comentó Jason

—Es mejor a que te incinere por faltarle al respeto o algo así— señaló Percy

—Tienes razón, bro— dijo Jason

Majestad, soy Jason Grace. Gracias por…, ejem…, no matarnos. ¿Puedo preguntaros… por qué habla en francés un dios griego?

—Porque quiere y porque puede— bromeó Leo

—Que respuesta tan más acertada— comentó Apolo

Piper intercambió más palabras con el rey.

Habla el idioma de su país anfitrión —tradujo Piper—. Dice que todos los dioses lo hacen.

Los dioses asintieron de acuerdo

La mayoría de los dioses griegos hablan en inglés porque ahora viven en Estados Unidos, pero Bóreas nunca fue bien recibido en su reino.

—Bueno, pues así como que digas que lo tratamos mal...— comentó Apolo

—Pues sí— completó Hermes con una mueca

—No nos exhibas— dijo Apolo rodando los ojos

—¿Crees que podemos exhibirnos más después de estos libros?— preguntó Hermes

—Él tiene un punto— susurró Percy a su novia

Annabeth asintió miró más allá, hacía donde se encontraba Zoé charlando con sus amigos algo que parecía de suma importancia, de vez en cuando Charles volteaba a ver a los dioses, fruncía el ceño y negaba con la cabeza. Zoé parecía un poco frustrada mientras hablaba, sin duda discutían sobre lo que Afrodita había dicho anoche tienen que decidir en que palacio se quedan.

¿Por qué les parecía tan difícil la decisión? Parecía como si estuvieran eligiendo el peor de los males, Annabeth seguía sin saber qué pensar de todo esto, no le gustaba que las cosas no tuvieran respuesta, además de que todo seguía siendo sumamente raro, Zoé parecía estarse integrando mejor que los demás y con lo que había pasado anoche le sorprendía, creía que la niña iba a estar retraída o algo así, al parecer era más parecida a Percy de lo que ella pensaba, la voz de Zeus la sacó de sus pensamientos.

Su dominio siempre estuvo lejos, más hacia el norte. Actualmente le gusta Quebec, de modo que habla en francés.

El rey dijo otra cosa, y Piper se quedó pálida.

—No fue una gran noticia— dijo Piper

—Nunca son grandes noticias— dijo Annabeth con una mueca

El rey dice… —Titubeó—. Dice…

Oh, déjame a mí —dijo Quíone—. Mi padre dice que tiene órdenes de mataros. ¿Acaso no os lo dije antes?

—Fue muy amable por no mentirles— bufó Rachel

—Jamás olvidaré tal trato de su parte— dijo Piper resoplando

—No lo hagas— dijo Rachel —recuerda siempre esa amabilidad

Jason se puso tenso. El rey seguía sonriendo afablemente, como si acabara de darles una estupenda noticia.

¿Matarnos? —dijo Jason—. ¿Por qué?

—¿Por qué no?— preguntó Travis

—Porque somos increíbles— dijo Leo

—Y porque tenemos una misión que cumplir— señaló Piper

—Sí, eso también— dijo Leo

Porque lo ha mandado mi señor Eolo —dijo el rey en el idioma de Jason, con un acento muy fuerte.

—Bueno, fue un gusto haberlos conocido— dijo Apolo —la verdad es que me caen bastante bien

—Pero tú no le caes bien a ellos— dijo Artemisa rodando los ojos

—A mí sí me cae bien— señaló Will

—Sí claro porque es tu papá— dijo Hermes

—Oye— se quejó Apolo

Bóreas se levantó. Se bajó del trono y recogió las alas contra su espalda. A medida que se acercaba, Quíone y Zetes se inclinaron. Jason y Piper siguieron su ejemplo.

—A veces sabemos seguir ejemplos— comentó Piper

—A veces— señaló Percy

—Irónico que lo digas, bro— dijo Jason riendo

—Irónico que lo diga cualquiera de ustedes— dijo Travis

Me dignaré hablar vuestro idioma —dijo Bóreas—, del mismo modo que Piper McLean me ha honrado hablando el mío. Toujours he sentido cariño por los hijos de Afrodita.

Afrodita se veía bastante complacida

En cuanto a ti, Jason Grace, mi señor Eolo no quiere que mate a un hijo del señor Zeus… sin antes escucharte.

—Hay una oportunidad— dijo Thalia

—Al menos te va a escuchar— dijo Rachel

—Ese es un gran avance— asintió Grover

A Jason le pareció que la moneda de oro se volvía más pesada en su bolsillo. No le gustaban las posibilidades que tenía en caso de verse obligado a luchar.

—¿Cuando nos gustan las posibilidades?— preguntó Percy

—Oh por favor, señor "acabo con un ejército yo solo"— dijo Leo

—No fui yo solo— murmuró Percy

—Señor "hago que Hades huya"— dijo Apolo riendo

—Cállate Apolo— masculló el dios del inframundo

Dos segundos como mínimo para invocar su espada. Luego se enfrentaría a un dios, a dos de sus hijos y a un ejército de guerreros congelados.

—Súper fácil— dijo Connor

—En menos de cinco minutos ya lo tienes— asintió Travis

—Gracias por la confianza— dijo Jason

Eolo es el señor de los vientos, ¿verdad? —dijo Jason—. ¿Por qué iba a querernos muertos?

Sois semidioses —contestó Bóreas, como si eso lo explicara todo—.

—Lo explica— asintió Hermes

—Claro, tiene mucho sentido— dijo Percy

La labor de Eolo consiste en dominar los vientos, y los semidioses siempre le han dado muchos quebraderos de cabeza. Le piden favores. Desatan los vientos y el caos. El último insulto fue la batalla con Tifón el verano pasado…

—Ups— murmuró Percy

—No fue tu culpa— dijo Poseidón

—Si no hubiera hecho explotar el Monte St Helens...— masculló Zeus

—Vamos de nuevo con eso— bufó Poseidón —ya has leído que no fue su culpa

—Claro que lo fue— resopló Zeus

Bóreas hizo un gesto con la mano, y en el aire apareció una capa de hielo similar a un televisor de pantalla plana.

—Que televisor tan cool— dijo Travis

—Excepto cuando hace calor— señaló Leo

—Se podría derretir y te quedas sin ver tus programas favoritos— dijo Zoé, esperaba que así todos olvidaran lo de anoche y no le pidieran respuesta, aún no estaba lista para darlas

—Te quedas sin saber cómo descuartizan a los semidioses— dijo Connor —ya no sería tan cool

—Pequeños detalles del super televisor— dijo Leo encogiéndose de hombros

Por la superficie desfilaron imágenes de una batalla: un gigante envuelto en nubarrones vadeando un río en dirección al horizonte de Manhattan. Diminutas figuras brillantes —los dioses, supuso Jason—

—Perfectamente bien contestado— dijo Connor —un aplauso, por favor

Algunos de los chicos aplaudieron con entusiasmo

se arremolinaban alrededor de él como avispas furiosas, atacando al monstruo con rayos y fuego.

—No somos avispas furiosas— se quejó Apolo

—Pero creo que sí lo parecíamos— señaló Hermes

—Bueno, entonces obviamente era la avispa más fabulosa— argumentó Apolo

—Sí claro— dijo Artemisa

Finalmente, el río estalló en un enorme remolino, y la silueta humeante se hundió bajo las olas y desapareció.

—Ese fue un momento increíble— dijo Percy

—Fue genial— dijo Tyson aplaudiendo emocionado

Poseidón sonrió con algo de arrogancia

El gigante de la tormenta, Tifón —explicó Bóreas—. La primera vez que los dioses lo derrotaron, hace una eternidad, no murió sin armar alboroto.

—Nunca pueden morir sin armar alboroto— se quejó Hades

—¿Por qué será?— bufó Deméter

Su muerte liberó a multitud de espíritus de la tormenta: vientos salvajes que no respondían ante nadie. La labor de Eolo consistió en encontrarlos y encerrarlos en su fortaleza. Los otros dioses no le ayudaron.

—Es su trabajo— señaló Zeus

—Además encontrarlos y encerrarlos no es tan difícil— dijo Ares

—No es cosa del otro mundo— dijo Hera con un gesto desdeñoso

Ni siquiera se disculparon por las molestias. Eolo tardó siglos en encontrar a todos los espíritus de la tormenta, y naturalmente eso le irritó. Y entonces, el verano pasado, Tifón fue derrotado otra vez…

—Bueno— murmuró Percy —¿Quién lo diría?

—Era un completo misterio para nosotros… Hasta ahora— dijo Katie

—De nada chicos— bromeó Percy mirando a Jason, Piper y Leo

Y su muerte liberó a otra oleada de venti —aventuró Jason—. Lo que enfadó todavía más a Eolo.

C'est vrai —convino Bóreas.

—Obvio que entendimos— dijo Leo

Helena traducción por favor— pidió Zoé

La niña suspiró, aunque se veía un poco/bastante complacida por ser notada—Dijo "es verdad"

Pero majestad —dijo Piper—, los dioses no tenían más remedio que luchar contra Tifón. ¡Iba a destruir el Olimpo! Además, ¿por qué los semidioses deben ser castigados por eso?

—Porque siempre somos castigados por todo— dijo Percy

—Eso lo resume perfectamente— dijo Leo

Algunos de los dioses se removieron con incomodidad

El rey se encogió de hombros.

Eolo no puede descargar su ira sobre los dioses. Son sus jefes, y muy poderosos. Así que se desquita con los semidioses que les ayudaron en la guerra.

—Uy pues perdón— dijo Travis

—Perdonados— dijo Percy riendo

Nos ha dado órdenes concretas: los semidioses que acudan a nosotros en busca de ayuda ya no serán tolerados. Tenemos que aplastar vuestras cabezas de mortales. Se hizo un silencio incómodo.

—Fue la pausa dramática— señaló Apolo

—Tengo que admitir que ahora sí se necesitaba una pausa dramática— dijo Hermes

—No como cuando Zoé la hizo— señaló Connor con aire inocente

—¡Hey!— se quejó Zoé con una mueca

—Serás conocida desde hoy como "la reina de las pausas dramáticas"— mencionó Apolo

—No— murmuró Zoé

Eso suena… radical —se aventuró a decir Jason—. Pero no iréis a aplastar nuestras cabezas todavía, ¿verdad? Antes nos escucharéis, porque cuando os enteréis de nuestra misión…

—Claro, eso suena muy lógico— dijo Frank

—Y va a ser todo lo que van a obtener— señaló Leo de manera dramática

—No lo creo, si ustedes tres están aquí— comentó Frank

Leo rodó los ojos

Sí, sí —asintió el rey—. Verás, Eolo también dijo que un hijo de Zeus podría buscar mi ayuda, y que, si eso ocurría, debía escucharte antes de destruirte, porque podías… ¿cómo dijo?… hacer nuestras vidas muy interesantes.

—Me alegra— masculló Jason

—Otro que se dedica a hacer las vidas interesantes, como si no tuviéramos suficiente con Afrodita— comentó Apolo, nadie supo si estaba o no bromeando

Afrodita le dio una mala mirada

Sin embargo, solo estoy obligado a escucharte. Después, tengo libertad para emitir el juicio que considere oportuno. Pero primero escucharé. Quíone también lo desea. Puede que no os matemos.

—Qué agradable— dijo Thalia

—Puede— señaló Percy

—Qué optimista estás el día de hoy— dijo Miranda

—Gracias— dijo Percy

Jason sintió que podía volver a respirar.

Estupendo. Gracias.

No me des las gracias —Bóreas sonrió—. Podrías hacer nuestras vidas interesantes de muchas formas.

—Me encanta hacer las vidas interesantes— bufó Jason

—Pues la de Piper sí está muy interesante— señaló Leo

—Lo es— asintió Piper

Jason se sonrojó, Afrodita soltó un chillido

A veces conservamos a los semidioses por diversión, como puedes ver.

Señaló a las diversas estatuas de hielo de la estancia.

Piper emitió un sonido estrangulado.

—Fue horrible— dijo Piper

—Suena horrible— asintió Katie

—Bueno, creo que ya no me van a gustar las esculturas de hielo— dijo Miranda

—Nop— dijo Rachel

¿Queréis decir que todos son semidioses? ¿Semidioses congelados? ¿Están vivos?

—Una pregunta de la que no creo que te guste la respuesta— señaló Reyna

—Ni siquiera tenía una buena respuesta— dijo Piper

—No creo que le importara mucho— añadió Reyna

Una pregunta interesante —concedió Bóreas, como si nunca se le hubiera pasado por la cabeza—. No se mueven a menos que obedezcan mis órdenes. El resto del tiempo simplemente están congelados.

—¿O sea que sí, pero no?— preguntó Zoé

—Exactamente— dijo Piper

—Hubiera dado esa respuesta, es mejor— comentó Leo

A no ser que se descongelen, lo cual sería un verdadero desastre.

Quíone se colocó junto a Jason y le posó los fríos dedos en el cuello.

Mi padre me hace regalos muy bonitos —le murmuró al oído—.

—Te la están bajando, Leo— comentó Connor

—Uhhhh— dijo Travis

Calipso les dio una mirada asesina

—¡Por los dioses, chicos!— masculló Leo

Únete a nuestra corte. Tal vez entonces deje marchar a tus amigos.

¿Qué? —interrumpió Zetes—. Si Quíone se queda con este, yo me merezco a la chica. ¡Quíone siempre consigue más regalos!

—Me encanta que me traten como mercancía— dijo Piper con sarcasmo

—A mí también— bufó Jason

Vamos, niños —dijo Bóreas severamente—. ¡Nuestros invitados van a pensar que estáis malcriados!

—Eso es porque lo están— dijo Artemisa

—No se necesitaba de mucho para pensarlo— comentó Piper

—Nos dimos cuenta a kilómetros— asintió Leo

Además, vais muy deprisa. Todavía no hemos oído la historia del semidiós. Luego decidiremos qué hacer con ellos. Por favor, Jason Grace, entretennos. Jason sintió que se le bloqueaba el cerebro.

—Como cuando tienes que responder algo en la escuela— dijo Percy —no es que me haya pasado…

—Para nada, sesos de alga— dijo Annabeth con una sonrisa

—Paul dijo que una vez…- comenzó Sally riendo

—¡Miente!— exclamó Percy

No miró a Piper por miedo a perder totalmente los papeles. Él los había metido en aquello, y ahora iban a morir… o, peor aún, iban a convertirse en un entretenimiento para los hijos de Bóreas

—Por donde lo veas, está muy mal— dijo Leo

—No me gusta como se ven sus opciones— dijo Rachel

—Aunque por otro lado las opciones siempre se ven igual de malas— comentó Piper

—Es cierto— asintió Annabeth

y a acabar congelados para siempre en aquella sala del trono, corroyéndose poco a poco por obra de las quemaduras del frío.

Quíone se puso a ronronear y le acarició el cuello.

—Lo bueno es que Piper no es celosa— bromeó Thalia

—Piper ¿Celosa? Para nada— dijo Rachel riendo

—No lo sería— dijo Thalia —fijamos que no se puso celosa de Annabeth

Piper se sonrojó, Annabeth resopló

Jason no lo pretendía, pero su piel generó una electricidad que le recorrió el cuerpo. Se oyó un chasquido sonoro, y Quíone salió volando hacia atrás y se deslizó por el suelo.

—¿Cómo puedo ser celosa cuando pasa eso?— preguntó Piper riendo

—Ahora Piper tiene un punto— señaló Rachel

—Eso estuvo genial, chispitas— dijo Piper

—Gracias— murmuró Jason

Zetes se echó a reír.

¡Muy buena! Me alegro de que lo hayas hecho, aunque ahora tendré que matarte.

—Defiende a su hermana— dijo Miranda

—No como otras que divulgan como es tu pijama— masculló Katie

—Pero te defiendo— dijo Mirandas con una sonrisa de lado

Por un momento Quíone se quedó demasiado aturdida para reaccionar. A continuación el aire que la rodeaba empezó a arremolinarse movido por una diminuta ventisca.

—Creo que la hiciste enojar— dijo Rachel

—Noo ¿Por qué lo piensas?— preguntó Travis

—Es mi sentido de oráculo— comentó Rachel

—¡Qué genial!— gritó Travis riendo

¿Cómo te atreves…?

Alto —ordenó Jason, con toda la fuerza de la que pudo hacer acopio—. No vais a matarnos. Y no vais a quedaros con nosotros.

—¡Así se hace, bro!— gritó Percy

—Con todo, menos con miedo— gritó Leo

—Lamento informar que el miedo sí estaba incluido— comentó Jason

—Vamos a fingir que no— dijo Leo encogiéndose de hombros

—Estoy de acuerdo con eso— asintió Percy

La mismísima reina de los dioses nos ha encargado nuestra misión, así que a menos que queráis que Hera eche abajo las puertas de vuestra casa, nos dejaréis marchar

Parecía mucho más seguro de lo que se sentía, pero logró captar su atención.

—Todo es cuestión de actitud— dijo Leo

—Eso es muy cierto— asintió Apolo —cuando quieras te puedo dar clases, es más ¡Lo podemos hacer en mi palacio! Ya que técnicamente vives ahí

—Huye— articuló Will sin emitir ningún sonido

—Está decidido— dijo Apolo satisfecho consigo mismo

Zoé le hizo una pregunta silenciosa a Bianca ¿Su palacio?. Bianca negó con la cabeza entre aterrorizada y divertida

La ventisca de Quíone siguió arremolinándose hasta detenerse. Zetes bajó la espada. Los dos miraron con indecisión a su padre.

—Hay jerarquías— dijo Hera —cosa que deberían comprender estos mocosos

—Hera, por favor— dijo Hestia

Hera bufó

Vaya —dijo Bóreas. Le brillaban los ojos, pero Jason no sabía si era de ira o de diversión—. ¿Un hijo de Zeus apoyado por Hera?

—Es un escándalo— dijo Hermes

—El escándalo más grande después de lo de Afrodita y Ares— dijo Apolo

Afrodita y Ares miraron a Apolo como si lo quisieran matar, algunos de los demás dioses se empezaron a reír

Desde luego, es el primero. Cuéntanos tu historia.

Jason lo habría echado todo a perder en el acto. No esperaba que le dieran la oportunidad de hablar, y ahora que podía hacerlo, se quedó sin voz.

—Ay, bravo Jason— comentó Travis

—No te preocupes, yo lo golpeó— dijo Leo, levantándose y dándole un golpe a Jason

—¡Oye!— se quejó Jason sobándose el brazo

Piper lo salvó.

Majestad.

Volvió a hacer una reverencia con increíble aplomo, considerando que su vida estaba en juego.

—Realmente no sé cómo lo logré— dijo Piper

—Eso también suele pasar muy seguido— comentó Percy

Le contó a Bóreas toda la historia, desde el Gran Cañón a la profecía, mucho mejor y más deprisa de lo que podría haberla contado Jason.

—Eres la contadora oficial de historias— señaló Leo

—Gracias, que honor es es puesto— dijo Piper

—Un aplauso para ella por favor— dijo Leo

Los chicos aplaudieron

Lo único que pedimos es consejo —concluyó Piper—. Los espíritus de la tormenta que nos atacaron trabajan para una malvada señora. Si los encontramos, tal vez también podamos encontrar a Hera.

—Espero que sepa hacer lo que le conviene— masculló Hera

—Eres tú la que dice que no hay que preocuparse, porque ellos están aquí— bufó Poseidón

El rey se acarició los carámbanos de la barba. Al otro lado de las ventanas, se había hecho de noche y la única luz que se veía procedía de la aurora boreal, que lo bañaba todo de rojo y azul.

—Como papá Noel pitufo— dijo Connor

—¿De donde sacas tantas cosas?— preguntó Miranda

—No lo sé, es como un don o algo así— dijo Connor

Sé de la existencia de esos espíritus de la tormenta —dijo Bóreas—. Sé dónde están metidos y sé que han hecho un prisionero.

¿Os referís al entrenador Hedge? —preguntó Jason—. ¿Está vivo?

—Esas son buenas noticias— dijo Katie

—Lo son— asintió Clarisse —sacaron algo bueno

Bóreas rechazó la pregunta con un gesto de la mano.

Por ahora. Pero la que controla esos espíritus de la tormenta… Sería una locura enfrentarse a ella. Haríais mejor quedándoos aquí como estatuas heladas.

—Tampoco me suena muy bien— dijo Frank

—A nosotros tampoco— admitió Piper

—No, ese plan no hacía ninguna gracia— dijo Jason

Hera está en un aprieto —dijo Jason—. Dentro de tres días se…, qué sé yo…, se consumirá, se destruirá o algo parecido. Y un gigante va a despertar.

Sí —convino Bóreas.

—No pues gracias por la información— dijo Hermes

—De nada— dijo Apolo —espero que vuelvas pronto

—Apolo, ya cállate— masculló Artemisa

¿Eran imaginaciones de Jason o el rey lanzó una mirada airada a Quíone?—.

Piper bufó

Están despertando muchas cosas horribles. Ni siquiera mis hijos me cuentan todas las noticias que deberían. Tu padre creyó como un tonto

—¡¿CÓMO SE ATREVE A LLAMARME ASÍ?!— gruñó Zeus

—Bueno...— comenzó Hades

—Cállate— bufó Zeus

que la gran rebelión de los monstruos que comenzó con Cronos acabaría cuando los titanes fueran derrotados, pero las cosas están igual que antes. La batalla final todavía está por llegar, y el monstruo que despertará es más terrible que ningún titán.

—Genial— mascullaron algunos de los semidioses

—nos encantan los monstruos terribles— afirmó Connor

—Son lo mejor del mundo— comentó Percy

—Super recomendados— dijo Travis

Los espíritus de la tormenta solo son el principio. La tierra alberga muchos más horrores. Cuando los monstruos ya no permanezcan en el Tártaro y las almas ya no estén encerradas en el Hades…

—Simplemente perfecto— bufó Hades —como si todos ustedes no me dieran suficiente trabajo

El Olimpo tiene motivos para tener miedo.

Jason no estaba seguro de lo que significaba todo aquello, pero no le gustaba la forma en que sonreía Quíone, como si aquella fuera su idea de la diversión.

—Creo que de hecho es su idea de diversión— dijo Piper

—Bóreas debe tener una plática muy seria con ella sobre esas ideas de diversión— comentó Hermes

—Lo dice el que les prestó a sus hijos problemáticos su caduceo— señaló Deméter

Entonces, ¿nos ayudaréis? —preguntó al rey.

Bóreas pareció dudar.

No he dicho eso.

Por favor, majestad —dijo Piper.

—Está bien, dijiste la palabra mágica— bromeó Leo

—Has desbloqueado la llave para la ayuda— dijo Percy

—No, en realidad yo no la desbloquee— comentó Piper mirando a Jason

Todas las miradas se volvieron hacia ella. Tenía que estar muerta de miedo, pero lucía una apariencia hermosa y segura… y no tenía nada que ver con la bendición de Afrodita.

Los chicos hicieron soniditos molestos

Parecía otra vez ella misma, con su ropa de viaje usada, el pelo desigual y la cara sin maquillar, pero casi emitía algo parecido a un brillo cálido en aquella fría sala del trono.

—Awwwwww— chilló Leo

—Qué adorable— suspiró Afrodita

—Y se va a pier aún más incómodo, chicos— comentó Percy

—Él sabe de lo que habla— dijo Miranda riendo

Percy asintió seriamente

Si nos decís dónde están los espíritus de la tormenta, podremos capturarlos y llevárselos a Eolo. Quedaríais muy bien ante vuestro jefe.

—Muy bien pensado— asintió Atenea

—Gracias— dijo Jason un poco sonrojado

Puede que Eolo nos perdonara a nosotros y a los otros semidioses. Incluso podríamos rescatar al entrenador Hedge. Todo el mundo saldría ganando.

—Es una situación ganar-ganar— asintió Rachel

—Sí, como si eso fuera a durar mucho— comentó Leo

—Pero es mejor que nada— señaló Reyna

Está preciosa —murmuró Zetes—. Quiero decir, está en lo cierto.

Padre, no la escuches —protestó Quíone—. Es una hija de Afrodita. ¿Y se atreve a embrujahablar a un dios?

—Solo estaba diciendo la verdad— dijo Piper

—Quíone siempre ha sido un poco… Fría, pero esta vez está demasiado interesada porque Bóreas no los escuche, me parece que hay algo más— comentó Artemisa

Atenea asintió de acuerdo

Congélala ahora mismo.

Bóreas pensó en ello. Jason se metió la mano en el bolsillo y se preparó para sacar la moneda de oro. Si las cosas salían mal, tendría que ser rápido.

—Pero eso podría verse amenazante— dijo Apolo

—Y ya quedamos que las probabilidades no están a su favor— comentó Chris

—Tienes razón— dijo Jason

El movimiento llamó la atención de Bóreas.

¿Qué es eso que tienes en el antebrazo, semidiós?

Jason no se había dado cuenta de que se le había subido la manga y había quedado a la vista el borde de su tatuaje.

—Si claro, fue una coincidencia— dijo Connor

—Lo fue— dijo Jason

—Las coincidencias no existen— dijo Leo

—Sí lo hacen— comentó Jason

Le enseñó a Bóreas las marcas a regañadientes.

Los ojos del dios se abrieron desorbitadamente. Quíone siseó y se apartó.

—Habría estado increíble que hicieramos eso— bromeó Travis

—Oye sí, habría sido épico— dijo Connor

—Mientras se va descubriendo el tatuaje en cámara lenta— argumentó Apolo —me encanta

Entonces Bóreas hizo algo inesperado. Se echó a reír con tal fuerza que un carámbano del techo se agrietó y cayó con gran estrépito junto a su trono. La silueta del dios empezó a vibrar.

—Esa es la reacción esperada, claro— dijo Percy

—Claro— dijo Jason intercambiando miradas con Percy

Piper miró a ambos chicos y resopló

Su barba desapareció. Se volvió más alto y más delgado, y su ropa se transformó en una toga romana forrada de color morado.

—Jason siempre imponiendo el desorden— dijo Leo negando con la cabeza

—Lo sabemos— dijeron los Stoll al unísono

—No lo hago— se defendió Jason

—Jason, lo estamos leyendo— dijo Katie con una sonrisa

Su cabeza estaba coronada con una guirnalda de laurel helado, y a un lado le colgaba un gladius: una espada romana como la de Jason.

Aquilón —dijo Jason, aunque no tenía ni idea de dónde había sacado el nombre romano del dios.

—Así como has sacado el nombre romano de todos los dioses— señaló Miranda

—Eso tiene muchísimo sentido— dijo Katie

—Por supuesto que lo tiene— dijo Rachel

El dios inclinó la cabeza.

Me reconoces mejor bajo esta forma, ¿verdad? Y sin embargo, ¿has dicho que vienes del Campamento Mestizo?

—¿Ves? Sí impones el desorden— dijo Leo

—Te dijimos— corearon algunos de los chicos

Jason resopló

Jason movió los pies.

Bueno…, sí, majestad.

Y Hera te mandó allí… —

Algunos de los dioses mascullaron algo en voz baja

Los ojos del dios del invierno estaban llenos de regocijo—. Ahora lo entiendo. Está jugando a un juego peligroso. ¡Atrevido, pero peligroso!

—Que no debió haber hecho— masculló Zeus

—Querido, ya hemos hablado de esto— dijo Hera

No me extraña que el Olimpo esté cerrado. Deben de estar temblando al ver cuánto se ha arriesgado.

—Alto— dijo Connor alzando la mano —tengo una pregunta

—¿Cuál es la pregunta?— dijo Miranda cuando Connor no habló

—Lo siento, creí que no me harían caso— dijo Connor —¿Por qué en este momento no están en modo "dioses locos", digo...Cambiando de forma?— preguntó con una sonrisa por ese pequeño desliz

—Porque ustedes no están en modo "vamos a destruirnos entre nosotros— comentó Apolo

—Con ustedes aquí manteniendo la paz es muy fácil para nosotros concentrarnos— comentó Atenea

Zoé pensó que eso tenía sentido, ninguno de sus amigos dio la recomendación de ir al palacio de la diosa, lo que de hecho era de esperarse, había dioses con los que no se iban a cruzar ni por error, al menos eso esperaba. La verdad si ellos pudieran quedarse en la sala de Trono sería lo mejor, pero ya se había acabado ese comodín y también sabía que pronto todos querrían respuestas.

Jason —dijo Piper con nerviosismo—, ¿por qué Bóreas ha cambiado de forma? La toga, la guirnalda… ¿Qué está pasando?

—No sé, pero fue raro— dijo Leo tratando de imitar a Jason

—Sí fue raro— admitió Jason —ahora ya tiene sentido, pero en ese momento...

Es su forma romana —contestó Jason—. Pero no sé… lo que está pasando.

El dios se echó a reír.

No, seguro que no. Sería muy interesante verlo.

—No, pues muchas gracias— murmuró Percy

—No se hubiera molestado— dijo Leo

—Si no se hubiera molestado, nos habría matado— señaló Piper

—Entonces está bien que se haya molestado— dijo Leo

¿Eso quiere decir que… nos dejaréis marchar? —preguntó Piper.

Querida mía —dijo Bóreas—, no tengo ningún motivo para mataros. Si el plan de Hera fracasa, cosa que creo que ocurrirá, os destruiréis unos a otros.

—Awwww, es tan lindo de su parte— dijo Katie

Eolo no tendrá que volver a preocuparse por los semidioses.

Jason sintió como si volviera a tener los fríos dedos de Quíone en el cuello, pero no era ella: simplemente era la sensación de que Bóreas tenía razón.

—Genial— dijo Percy

—No me gusta que tengan razón en algo así— comentó Frank

—A mí tampoco— corearon los chicos

Bóreas sabía lo que significaba la sensación de extrañeza que había perseguido a Jason desde que había llegado al Campamento Mestizo y el comentario de Quirón sobre lo desastroso de su llegada.

—Alguien se quedó traumado por ese comentario— bromeó Miranda

—Sí— admitió Jason —fue sumamente raro

—Lo siento muchacho, fue una sorpresa… Interesante— comentó Quirón

Me imagino que no podréis explicarlo —dijo Jason.

¡Oh, ni por pensamiento! No me corresponde a mí entrometerme en el plan de Hera.

—Gracias por dejar que las cosas se expliquen solas— murmuró Jason

—Es que si no le quitan la diversión, bro— dijo Percy

—Me gustaría que no hubiera tanta diversión— murmuró Jason

—Sin embargo, eso no es posible— dijo Annabeth

No me extraña que te robara la memoria —Bóreas se echó a reír entre dientes; al parecer, seguía pasándoselo en grande imaginándose a los semidioses destruyéndose unos a otros—.

—Uy sí, super divertido— masculló Will

—10/10— dijo Katie con sarcasmo

—Mejor que ir al parque de diversiones— masculló Percy

Ya sabes, tengo fama de ser un dios servicial. A diferencia de mis hermanos, es sabido que me he enamorado de mortales.

—Bueno, gracias por esa información— dijo Leo

—Que no necesitábamos, pero bueno— dijo Piper

Mis hijos Zetes y Calais empezaron siendo semidioses…

Lo que explica por qué son idiotas —gruñó Quíone.

—¡Oye!— se quejaron varios de los semidioses

¡Basta! —le espetó Zetes—. Solo porque tú nacieras siendo una diosa…

Congelaos, los dos —ordenó Bóreas. Al parecer, la palabra tenía un gran poder en la casa, pues los dos hermanos se quedaron totalmente inmóviles—.

—Eso sería fabuloso con estos mocosos— señaló Dionisio

—¡Dionisio!— mascullaron algunos de los dioses

—Es la verdad— dijo el dios del vino con un encogimiento de hombros

Como iba diciendo, tengo buena fama, pero rara es la vez que Bóreas desempeña un papel importante en los asuntos de los dioses. Vivo en mi palacio, en el límite de la civilización, y por eso casi nunca tengo diversiones.

—Pero es mejor un poco de paz y tranquilidad— dijo Chris

—Sí, pero no durante miles de años— comentó Katie

—No lo sé, suena prometedor— dijo Jason

Incluso el tonto de Noto, el viento del sur, tiene vacaciones de primavera en Cancún. ¿Y qué tengo yo?

¡Una fiesta de invierno con quebequenses desnudos revolcándose por la nieve!

—Eso suena a una fiesta genial— suspiró Dionisio

—La verdad es que tengo que estar de acuerdo con él— dijo Apolo

—Papá— se quejó Will —era información que no necesitaba saber

—Tampoco yo— murmuró Bianca

A mí me gusta la fiesta de invierno —murmuró Zetes.

Lo que quiero decir —soltó Bóreas— es que ahora tengo la oportunidad de ser el centro. Oh, sí, os dejaré seguir con vuestra misión.

—No se podía encontrar a alguien más dispuesto— dijo Leo encogiéndose de hombros

—No era necesario alguien más dispuesto— dijo Piper

Naturalmente, encontraréis a los espíritus de la tormenta en la ciudad del viento. Chicago.

¡Padre! —protestó Quíone.

—Esa tal Quione no me esta cayendo muy bien— dijo Miranda

—A Calipso tampoco— comentó Connor riendo

Calipso resopló, Leo se sonrojó furiosamente

Bóreas no hizo caso a su hija.

Si podéis capturar a los vientos, puede que consigáis entrar en la corte de Eolo.

—"Puede"— señaló Frank

—Otro que está súper optimista— masculló Leo

—Es la verdad— dijo Frank encogiéndose de hombros

Si milagrosamente tenéis éxito, aseguraos de decirle que habéis capturado a los vientos obedeciendo órdenes mías.

Claro —dijo Jason—.

—¿Alguna otra cosa?— preguntó Travis

—¿Tal vez un refresco?— preguntó Connor —¿Un chocolate?

—Un raspado— señaló Leo

¿Así que Chicago es donde encontraremos a la mujer que controla a los vientos? ¿Ella es la que ha atrapado a Hera?

—Sus preguntas no pueden ser contestadas en este momento, por favor intentelo más tarde— dijo Percy

Ah —Bóreas sonrió—. Son dos preguntas distintas, hijo de Júpiter.

« Júpiter —reparó Jason—. Antes me ha llamado hijo de Zeus» .

Sí, encontraréis a la que controla los vientos en Chicago —prosiguió Bóreas —.

—Eso está bien por mí— dijo Leo

—Pues no nos quedaba de otra— comentó Piper

Pero ella solo es una criada: una criada que muy posiblemente acabará con vosotros. Si la vencéis y capturáis a los vientos, podréis acudir a Eolo. Solo él tiene conocimiento de todos los vientos de la Tierra. Todos los secretos acaban en su fortaleza.

—¿Se imaginan lo que él podría saber?— preguntó Connor

—Un montón de cosas, como cuando se estaban burlando de él— comentó Hermes con una sonrisa

—Que bueno que no nos hemos burlado de un increíble dios del viento— comentó Travis con inocencia

—Qué bueno— asintió Katie

Si alguien puede deciros dónde está encerrada Hera, es Eolo. Por lo que respecta a quién encontraréis cuando por fin deis con la celda de Hera…, sinceramente, si os lo dijera, me suplicaríais que os congelara.

—Pues tampoco es una buena opción— dijo Leo

—¿Si te congelara te podrías derretir a ti mismo?— preguntó Percy

—No lo quiero averiguar— dijo Leo

Padre —protestó Quíone—, no puedes dejarles…

Puedo hacer lo que quiera —dijo él, y su voz se endureció—. Sigo siendo el amo aquí, ¿verdad?

—Uhhhh, no puede desobedecer a su padre— dijo Travis

—Eso o estaría bien— dijo Connor negando con la cabeza

—Claro— murmuró Chris

Por la mirada fulminante que Bóreas lanzó a su hija, era evidente que tenían una discusión pendiente. A Quíone le brillaron los ojos de ira, pero apretó los dientes.

—Que va a estar castigada por toda la eternidad, dice— comentó Leo

—Uy, eso sería muy malo para su cita— comentó Katie

—¡Eso Kat!— dijo Travis chocando los cinco con ella

—¿Es todavía venganza por gritar cuando se besaron?— preguntó Leo

—Seeep— admitió Katie

Como desees, padre.

Y ahora marchaos, semidioses, antes de que cambie de opinión —dijo Bóreas—. Zetes, acompáñalos fuera.

—No necesitó decirnoslo dos veces— dijo Piper

—Hay cosas que no se deben repetir— comentó Leo

Todos se inclinaron, y el dios del viento del norte se deshizo en niebla. En el vestíbulo les esperaban Cal y Leo. Leo parecía helado de frío pero ileso.

—No fue tan malo— dijo Leo —creo que me fue mejor a mí

Incluso se había limpiado y su ropa parecía recién lavada, como si hubiera hecho uso del servicio de lavandería del hotel. Festo había recuperado su forma normal y escupía fuego sobre sus escamas para mantenerse descongelado.

—Todos queríamos ser Festus en ese momento— dijo Piper

—Estoy completamente de acuerdo— dijo Jason

Mientras Quíone los conducía escalera abajo, Jason se fijó en que Leo la seguía con la mirada. Leo empezó a peinarse hacia atrás con las manos.

—Ay Leo, no aprendes— dijo Katie riendo

—Creo que sí te está afectando juntarte con Travis— murmuró Leo

—Oye— se quejó Travis

—Nop, sigue siendo parte de la venganza— bromeó Katie

« Vaya» , pensó Jason. Tomó nota mentalmente de que debía advertir a su amigo sobre la diosa de la nieve. No era alguien de quien le conviniera enamorarse.

—Te lo advierto ahora— dijo Jason

—Gracias, ya no era necesario— dijo Leo

En el primer escalón, Quíone se volvió hacia Piper.

Has engañado a mi padre, chica, pero a mí no me engañas. Todavía no hemos acabado.

—Cuanta maldad— dijo Miranda

—Tiemblen ante su maldad— dijo Leo

—Yo creo que Leo ya no debería opinar sobre ella— comentó Connor riendo

Y a ti, Jason Grace, te veré dentro de poco convertido en estatua en la sala del trono.

Bóreas tiene razón —dijo Jason—. Eres una niña malcriada.

—Un aplauso para Jason— dijo Leo

Hasta la vista, princesa de hielo.

Los ojos de Quíone emitieron un brillo de un blanco puro. Por una vez, pareció incapaz de encontrar las palabras para expresarse.

—Es el encanto de Jason— bromeó Rachel

—Solo vean a Piper— dijo Thalia

—Tengo que admitir que es cierto— dijo Piper encogiéndose de hombros

Subió la escalera como un huracán, en sentido literal. A mitad de la subida, se convirtió en una ventisca y desapareció.

Ten cuidado —advirtió Zetes—. Ella nunca olvida un insulto.

—Nos dimos cuenta— dijo Leo

—Pero aún así gracias por la advertencia— dijo Jason

Cal gruñó en señal de conformidad.

Mala tata.

Es la diosa de la nieve —dijo Jason—. ¿Qué va a hacer, tirarnos bolas de nieve?

—No la subestimes— señaló Zeus

—No es bueno tener a ningún dios como enemigo— señaló Atenea de manera diplomática

—¿Escuchaste Percy?— preguntó Leo

Percy se encogió de hombros, Sally suspiró. Zoé y Charles intercambiaron breves miradas

Pero, al tiempo que lo decía, a Jason le dio la impresión de que Quíone podía hacer muchas cosas peores.

Leo parecía desolado.

—Lo siento Leo— dijo Jason

—No tienes por qué— murmuró Leo —ya quiero que acabe el capítulo

—Yo también para que pronto podamos saber desde tu punto de vista más sobre Quíone— dijo Connor

—¿Interesado? —preguntó Leo alzando las cejas

—Uhhhhh— dijeron Travis y Chris

¿Qué ha pasado arriba? ¿La habéis cabreado? ¿También está cabreada conmigo? ¡Chicos, era mi cita para el baile de graduación!

—Una verdadera lástima— masculló Calipso

—No importa, ahora tengo a la mejor cita de todo el mundo, tú, nena— dijo Leo con una sonrisa galante

Calipso sonrió solo un poco

Te lo explicaremos más tarde —prometió Piper, pero cuando lanzó una mirada a Jason, este se dio cuenta de que la chica esperaba una explicación de él.

¿Qué había pasado arriba? Jason no estaba seguro.

—Las explicaciones tendrán que esperar— dijo Thalia

—Como siempre— dijo Percy

—Genial— suspiró Jason

Bóreas se había convertido en Aquilón, su forma romana, como si la presencia de Jason le provocara esquizofrenia. La idea de que Jason hubiera sido enviado al Campamento Mestizo parecía divertir al dios,

—Nos encanta divertirlos— dijo Percy en voz baja

—Y que lo digas, sesos de alga— masculló Annabeth

pero Bóreas/Aquilón no les había dejado marcharse por amabilidad. En sus ojos danzaba una cruel excitación, como si hubiera apostado en una pelea de perros.

—Bueno, pero nosotros somos unos Doberman— dijo Travis

—No, hay que ser unos rottweilers— dijo Leo

—Creo que somos más como chihuahuas— comentó Connor

Todos los griegos lo voltearon a ver

—¿Qué? ¿Han visto su tamaño y lo peligrosos que pueden llegar a ser?— dijo Connor

—Los chihuahuas son los perros más bravos— añadió Zoé

—¿Todos de acuerdo en que somos chihuahuas?— preguntó Connor

—No realmente— murmuró Percy

« Os destruiréis unos a otros —había dicho con regocijo—. Eolo no tendrá que volver a preocuparse por los semidioses» .

Jason apartó la vista de Piper, procurando no mostrar lo desconcertado que estaba.

—Sí lo mostraste— dijo Leo

—Genial— masculló Jason

Sí —respondió—. Te lo explicaremos más tarde.

Ten cuidado, chica guapa —dijo Zetes—. Entre aquí y Chicago soplan vientos destemplados. Y se agitan muchas más cosas malvadas.

—Al menos te advirtió— señaló Thalia

—Debemos agradecer por lo menos eso— comentó Piper

—Ya lo creo— suspiró Jason

Siento que no te quedes. Habrías sido una estatua de hielo preciosa en la que verme reflejado.

Gracias —dijo Piper—. Pero preferiría jugar al hockey con Cal.

—Tampoco creo que vaya a ser un reto— dijo Apolo

—Pero al menos podría ser divertido— dijo Percy

—Eso es cierto— asintió Apolo

¿Hockey?

Los ojos de Cal se iluminaron.

Es broma —dijo Piper—. Y los vientos fuertes no son nuestro mayor problema, ¿verdad?

—Bueno, se van a divertir mucho— dijo Percy con sarcasmo

—Uy montones y montones de diversión— dijo Leo

Oh, no —convino Zetes—. Es otra cosa. Algo peor.

Peor —repitió Cal.

¿Podéis decírmelo?

Piper les sonrió.

Esta vez su encanto no funcionó.

—Pero aún así tenía que intentarlo— dijo Piper

Los chicos asintieron de acuerdo

Los Boréadas de alas moradas negaron con la cabeza a la vez. Cuando las puertas del hangar se abrieron, hacía una gélida noche estrellada, y Festo se puso a patear, impaciente por alzar el vuelo.

—No era el único que quería salir— dijo Jason

—Todos lo queríamos— dijo Piper con una mueca

Pregunta a Eolo qué es esa cosa peor —dijo Zetes enigmáticamente—. Él lo sabe. Buena suerte.

—Que coordiales— dijo Katie

—Casi ni parece que los querían matar— dijo Percy

—Lo mismo de todos los días— comentó Leo

—Es genial— dijo Jason

Casi parecía que le importara lo que fuera de ellos, aunque hacía pocos minutos había querido convertir a Piper en una escultura de hielo.

—Porque le gustaste— dijo Leo

—Qué horror— murmuró Piper

Cal dio unas palmaditas a Leo en el hombro.

Que no te maten —dijo, seguramente la frase más larga que había intentado pronunciar—. Otra vez, hockey. Y pizza.

—Nos hicimos íntimos amigos— bromeó Leo

—Lo notamos— dijeron Piper y Jason al mismo tiempo

—Soy bueno haciendo amigos… A veces— dijo Leo

Vamos, chicos.

Jason contempló la oscuridad. Estaba deseando salir de aquel frío ático, pero tenía la sensación de que era el lugar más hospitalario que pisarían durante un tiempo.

—Y tuviste toda la razón— dijeron Piper y Leo al mismo tiempo

—Perfecto— masculló Afrodita

Vamos a Chicago y procuremos que no nos maten.

—Fin del capítulo— anunció Zeus

—¡Por fin!— gritó Leo

—¿Han tomado una decisión, chicos?— preguntó Hestia amablemente mirando a Zoé y sus amigos