-El capítulo acabó- dijo Thalia -¿Seguiremos leyendo?

-Por supuesto que sí, cara de pino- dijo Percy -ya me toca leer a mí, me quitaste mi turno

Thalia rodó los ojos -Está bien, toma el libro

-¡Por fin!- exclamó Percy, sus ojos recorrieron el libro y sonrió -esto va a ser mejor de lo que pensé

-¿Por qué?- preguntó Piper con cautela

-No te preocupes, no es sobre ti- dijo Percy -lo siento Charmander… Capítulo cinco, Leo.

-¡No puede ser!- masculló Leo -¿Por qué tengo que ser yo? Esto no puede ser, o sea soy el mejor, pero no necesitaba venir desde mi punto de vista o algo así

Percy se encogió de hombros -Ya sabes la rutina, ¿Algo que decir antes de empezar?

-No lo sé, no había pensado en nada- murmuró Leo -¿Eso es pasado?

-Se parece a mi frase- dijo Percy -pero está bien

La visita de Leo estaba yendo estupendamente hasta que se enteró de lo del dragón.

El arquero, Will Solace, parecía bastante majo.

-Dejemos eso de arquero fuera de esto por favor- dijo Will

-Lo estabas haciendo genial- dijo Apolo

-No más arquería por ahora- murmuró Will

-Por ahora- dijo Apolo

Todo lo que le enseñó era tan increíble que debería haber sido ilegal.

-Lo sabemos- dijo Travis

-Por eso fuiste aceptado rápidamente en esta secta- dijo Connor

-Me encanta su secta- asintió Leo

¿Buques de guerra griegos de verdad anclados en la playa que a veces realizaban combates de entrenamiento con flechas encendidas y explosivos? ¡Mola!

-Están increíbles- dijo Leo con una sonrisa

-Son lo mejor del mundo- asintieron los Stoll al unísono

-En serio, que bueno que no están en la misma cabaña- dijo Chris

¿Talleres de artesanía en los que podías hacer esculturas con sierras mecánicas y sopletes? Leo estaba en plan: « ¡Me apunto!».

-Me encanta su entusiasmo- asintió Apolo

-Esa es la actitud- dijo Percy riendo

-Por supuesto- dijo Leo con una sonrisa -todo iba muy bien, Will es un guía genial

-Gracias- dijo Will

¿Que el bosque estaba lleno de monstruos y nadie debía entrar solo? ¡Genial!

-Esa regla nos encanta- dijeron los Stoll

-A todos nos encanta- asintió Leo

Quirón suspiró

Además, el campamento estaba lleno de chicas guapas.

Leo se sonrojó, Calipso lo miró con una ceja alzada

-Alguien va a estar en problemas- señaló Travis

-Eso es muy pasado- dijo Leo con una sonrisa encantadora

-Y eso que apenas estamos empezando- dijo Piper -Calipso ¿Eres celosa?

-¡Por los dioses, reina de belleza!- murmuró Leo sonrojado, Calipso también se sonrojó

Leo no acababa de entender el asunto del parentesco con los dioses, pero esperaba que no significara que era primo de todas aquellas señoritas. Eso sería un rollo.

-Sí, sería muy malo, pero no tanto como que lo escuchara tu novia- señaló Connor

Calipso y Leo se sonrojaron

-No te preocupes, los dioses no tenemos ADN- dijo Apolo

-Mejor no digas nada- señaló Hermes

Por lo menos quería volver a ver a aquellas chicas submarinas. Desde luego, merecía la pena ahogarse por ellas.

-Por los dioses- murmuró Hazel

-Y eso que a penas es la primera página- dijo Percy

-¿La primera?- preguntó Leo -yo siento que van como veinte

-Es la primera- asintió Percy

Will le enseñó las cabañas, el pabellón del comedor y la palestra de los combates con espada.

-Al menos así ya no vas a hablar de chicas guapas- señaló Travis

-¿Hablaste sobre muchas chicas guapas?- preguntó Calipso

-No...Muchas- murmuró Leo

Piper y Jason le dieron una mirada levemente divertida

¿Me daréis una espada? —preguntó Leo.

Will le lanzó una mirada como si la idea le preocupara.

-Me ofendes, Will- comentó Leo

-No te puedo culpar por esa preocupación- dijo Piper

-Es que era algo que se tenía que pensar a fondo- señaló Will

-Que groseros- dijo Leo

Probablemente te la hagas tú mismo, teniendo en cuenta como sois en la cabaña nueve.

Sí, ¿qué pasa? ¿Vulcano?

Normalmente no llamamos a los dioses por sus nombres romanos —

-Nosotros no hacemos eso- dijo Connor

-Aunque Jason llegara a imponer el desorden- bromeó Travis

-Lamento imponer el desorden- dijo Jason

-De acuerdo, quedas perdonado- dijeron los Stoll al mismo tiempo

dijo Will—. Los nombres originales son griegos. Tu padre es Hefesto.

¿Festo? —Leo había oído a alguien decir aquel nombre antes,

-Bueno, es normal esa confusión- asintió Apolo

Hefesto hizo una mueca, Leo sonrió brillantemente

pero aun así se quedó pasmado—. Parece el dios de los vaqueros.

He-festo —le corrigió Will—. El dios de los herreros y el fuego.

-Un poco de ironía en esta vida- murmuró Leo para sí mismo

Leo también había oído eso, pero procuró no pensar en ello. El dios del fuego… ¿En serio? Considerando lo que le había pasado a su madre, parecía una broma de mal gusto.

Hefesto miró a su hijo con una mueca esperando ver si decía algo más, Leo no lo hizo.

Leo hizo una leve mueca, miró de manera sigilosa a la pequeña Esperanza que tamborilleaba con los dedos y movía su pie al ritmo de una música inexistente, molestando a sus amigos que estaban a su lado.

Entonces, ¿el martillo en llamas que me apareció encima de la cabeza era algo bueno o malo? —preguntó.

Will tardó un rato en contestar.

-Eso me estaba dando mucha confianza- comentó Leo, tratando de recuperar su entusiasmo

-Fue una pregunta un poco difícil- señaló Will

-La cabaña 9 era un caos, peor que nosotros- dijo Connor

-Imagina la gravedad de eso- señaló Apolo mirando a Hefesto

Te han reconocido enseguida. Eso normalmente es bueno.

Pero el tío de los arcoíris y los ponis, Butch, habló de una maldición.

-¿Por qué tenías que agregar lo de los arcoíris y los ponis?- preguntó Percy

-Porque era un dato muy importante- dijo Leo con fingida seriedad

-Claro que sí, realmente importante- comentó Travis -todos deberíamos conocerlo como el chico de los arcoíris y los ponis

-Claro- dijo Katie -y luego te golpea

Ah…, no es nada. Desde que el último líder de la cabaña nueve murió… —¿Murió? ¿Fue una muerte dolorosa?

Los chicos que lo conocieron hicieron una mueca

Debería dejar que te lo contaran tus compañeros.

Sí, ¿dónde están mis colegas de cabaña? ¿No debería estar haciéndome un recorrido VIP su líder?

Él…, bueno…, no puede. Ya verás por qué.

-Muy cierto que no podía- dijo Leo negando con la cabeza

-Las cosas estaban un poquito-bastante mal- asintió Percy -por poco me ganan en mala suerte

-Estaban pésimas las cosas- asintió Will -tuvimos trabajo en la enfermería

Will se adelantó antes de que Leo pudiera preguntar algo más.

-No te culpo por ello- dijo Nico

-Que grosero- murmuró Leo

Maldiciones y muerte —dijo Leo para sí—. Esto mejora cada vez más.

-Excelente servicio- dijo Leo -cinco estrellas

-10/10- asintió Percy con una sonrisa

-Paquete todo incluido ¡Me encanta!- comentó Leo

-Y como extra, una profecía- dijo Piper

-Disfrute su visita- dijo Percy

Estaba en mitad del prado cuando vio a su antigua niñera. No era la persona que esperaba ver en un campamento para semidioses.

-Una niñera fuera de lo común- bufó Leo

-Parece que sí era visita con todo incluido- señaló Percy

-Definitivamente- asintió Leo

-O sea que la señora que mencionaste ¿Sí existía?- preguntó Will

-Seep- murmuró Leo

Leo se paró en seco.

¿Qué pasa? —preguntó Will.

Tía Callida. Así se hacía llamar, pero Leo no la veía desde que tenía cinco años.

-A Leo le habría encantado que así se hubiera quedado- comentó Leo

-A Leo no se le cumplen las cosas que pide- dijo Percy

-A Leo no le gusta esto- dijo Leo cruzado de brazos

-Por los dioses- murmuró Frank

Estaba allí quieta, a la sombra de una gran cabaña blanca que había al final del prado, observándolo.

-Por no portarte bien va a ir la diosa de los fantasmas- señaló Connor negando con la cabeza

-Hubiera estado mejor que fuera la diosa de los fantasmas- murmuró Leo para sí mismo

Llevaba su vestido de viuda de lino negro, con un chal negro que le cubría el pelo.

-Suena como la niñera que todos quisiéramos tener- comentó Travis con sarcasmo

-Ni te imaginas- dijo Leo con una mueca

Su cara no había cambiado: la piel curtida y los penetrantes ojos oscuros.

-Sí suena como a alguien que no quisieras tener cerca- dijo Apolo

A algunos se les hacía familiar la descripción, pero no entendían exactamente a quien les recordaba.

Sus manos arrugadas eran como garras. Parecía una anciana, pero no era distinta de como Leo la recordaba.

Esa señora mayor… —dijo Leo—. ¿Qué está haciendo aquí?

-Aquí nada más pasando el rato- bromeó Travis

-Esperando para ver quien preguntaba- dijo Connor riendo

-Y yo ya gané- dijo Leo

-Porque eras el único que la podía ver- señaló Will

-Gracias por el spoiler, Will- dijeron los Stoll al unísono

Will trató de seguir su mirada.

¿Qué señora mayor?

La única señora mayor que hay, tío. La de negro. ¿Cuántas señoras mayores ves por aquí?

Will le lanzó una mirada ceñuda.

-Will me hizo sentir como un loco- dijo Leo -aún así fue un excelente guía

-Lo siento- dijo Will -es solo que yo no vi a ninguna señora mayor y dado todo lo que habías pasado…

-Era normal que estuvieras loco- completó Piper

-Casi me sentía así- asintió Leo

Creo que hoy has tenido un día muy largo, Leo. La Niebla podría estar jugándote malas pasadas. ¿Qué tal si vamos directos a tu cabaña?

-Esa fue una muy buena idea- dijo Connor

-Antes de que siguiera actuando como loco- asintió Travis

-Que modales Leo- dijo Percy negando con la cabeza

-Tenía que darle diversión a esto- dijo Leo encogiéndose de hombros

Leo quería protestar, pero cuando volvió a mirar hacia la gran cabaña blanca, la tía Callida había desaparecido.

-Y protestar no habría servido de mucho- comentó Will

-Y me habría visto aún más raro- asintió Leo

Estaba seguro de que había estado allí, como si el hecho de haber pensado en su madre la hubiera traído del pasado.

Y eso no era bueno, porque la tía Callida había intentado matarlo.

-Oh sí, la mejor niñera del mundo- dijo Leo con sarcasmo -100% recomendada

-Paso de esa recomendación, gracias- dijo Percy

-Lo intenté- dijo Leo encogiéndose de hombros

Solo te tomaba el pelo, tío.

-Pensé que bromeabas- asintió Will -pero tu expresión era seria

-Demonios… Me delaté a mí mismo- suspiró Leo

Leo sacó unos engranajes y unas palancas de los bolsillos y empezó a toquetearlos para calmar los nervios. No podía dejar que todos creyeran que estaba loco. Por lo menos, no tan loco como estaba realmente.

-Al menos- asintió Percy

-Al menos no el primer día- comentó Leo

-Claro, eso se nota un poco después- asintió Percy

-Y vaya que sí- comentó Piper

Vamos a ver la cabaña nueve —dijo—. Me apetece una buena maldición.

-Se cancela todo, realmente no me gustaron las maldiciones- dijo Leo negando con la cabeza

-Lástima, ese era nuestro especial- dijo Percy encogiéndose de hombros

-¿Por qué no poner helado de chocolate o algo así, como especial?- preguntó Leo

Los griegos se encogieron de hombros

Desde fuera, la cabaña de Hefesto parecía una caravana descomunal con relucientes paredes metálicas y ventanas con lamas de metal.

Hefesto medio sonrió

La entrada era como la puerta de la caja fuerte de un banco, de forma circular y con bastantes centímetros de grosor.

-Es por eso que casi no nos acercamos ahí- dijo Connor

-"Casi" es la palabra calve- señaló Chris

Los Stoll sonrieron

Se abría con numerosos engranajes de latón que giraban y pistones hidráulicos que expulsaban humo.

Leo silbó.

Les va el rollo mecánico, ¿eh?

-Por supuesto que sí- dijo Hefesto

-¿Lo ven? Todo iba casi fabuloso- dijo Leo

-Creo que te iba mejor que a Piper- comentó Thalia

Piper le dio una mirada indignada

Dentro, la cabaña parecía desierta. Había literas metálicas plegadas contra las paredes, como camas empotradas de alta tecnología.

-Obviamente, lo mejor para los mejores- dijo Leo

-Ese niño acaba de robar mi frase- señaló Apolo

Leo sonrió

Cada una tenía un panel de control digital, lucecitas parpadeantes, piedras preciosas brillantes y engranajes dentados.

-¡Eso suena tan cool!- dijeron los Stoll al unísono

Leo se imaginó que cada campista tenía su propia cerradura de combinación para desenganchar su cama, y probablemente detrás había un hueco para almacenar cosas,

-Sí suena genial- comentó Bianca

-¿Por qué no tenemos algo así?- se quejó Connor

-Porque no lo sabemos hacer- señaló Travis

-Y cuando lo pidieron, los hijos de Hefesto se negaron- dijo Chris -y con toda la razón

Algunos chicos asintieron, incluso Luke rió

-Nos sentimos traicionados- dijo Connor

tal vez algunas trampas para no dejar entrar a las visitas inoportunas. Por lo menos, así lo habría diseñado Leo. Una barra de bomberos bajaba del segundo piso, aunque no parecía que la cabaña tuviera un segundo piso desde fuera.

-Pero no tienen segundo piso ¿No?- preguntó Miranda

-Eso es secreto profesional- dijo Leo -lo siento

Algunos de los chicos lo miraron con incredulidad

Una escalera de caracol descendía a una especie de sótano. Las paredes estaban llenas de todas las herramientas eléctricas que Leo podía imaginar, además de una enorme colección de cuchillos, espadas y otros instrumentos de destrucción.

-Por los dioses, Leo va a estar ahí con tantas cosas peligrosas a su alcance- comentó Piper

-Oye reina de belleza, no he hecho nada con esas cosas peligrosas- señaló Leo

-Aun- completó Jason

-Me ofenden, chicos- murmuró Leo

Una gran mesa de trabajo rebosante de chatarra: tornillos, pernos, arandelas, clavos, remaches y un millón de piezas de máquinas más. Leo sintió el fuerte deseo de metérselo todo en los bolsillos de la chaqueta.

-Si no lo pudiste hacer, nosotros lo podemos hacer por ti- dijo Travis sonriendo

-Acabas de escuchar que hay muchas trampas ¿No?- preguntó Katie

-Si no es peligroso, no es divertido- dijo Travis

-¡Eso, hermano!- dijo Connor y chocó los puños con Travis

Le encantaban esa clase de cosas, pero necesitaría cien chaquetas más para que le cupiera todo.

Al mirar a su alrededor casi se imaginaba que estaba otra vez en el taller de máquinas de su madre.

Leo hizo una mueca

No por las armas, sino por las herramientas, los montones de chatarra, el olor a grasa, metal y motores calientes. A ella le habría encantado ese sitio.

-Y eso dice porque llamó la atención de Hefesto- comentó Hermes sonriendo

Para sorpresa de muchos de los presentes, Hefesto se sonrojó

Apartó ese pensamiento de su cabeza. No le gustaban los recuerdos dolorosos.

La mayoría de los chicos hicieron una mueca de nostalgia

Su lema era « Sigue adelante» . No le des vueltas a las cosas. No te quedes en un sitio demasiado tiempo.

-Ese es mi lema y no se los presto- dijo Leo para tratar de alejar la bruma de nostalgia que se empezaba a hacer en el ambiente

-Yo te presté mi frase- murmuró Percy

-Mi frase del principio no era igual a tu frase- señaló Leo

Era la única forma de escapar de la tristeza.

Cogió un largo instrumento de la pared.

¿Una desbrozadora? ¿Para qué quiere una desbrozadora el dios del fuego?

-Te sorprenderían las cosas que se pueden hacer con una de esas- asintió Hefesto

-Aprendí bastante- comentó Leo -hasta se pueden usar como armas

-¿En serio?- preguntó Connor

-No les vayas a enseñar cómo- suspiró Chris

Una voz en las sombras dijo:

Te llevarías una sorpresa.

En el fondo de la habitación había una litera ocupada. Una cortina de tela de camuflaje oscura se descorrió, y Leo vio a un chico que había resultado invisible un segundo antes.

-Yo necesito algo así- murmuró Travis

-Por supuesto que no, eso sería muy malo- comentó Katie

-Pero sería increíble- señaló Travis

-Sería un desastre- dijo Katie

-¡Kat!- se quejó Travis

Era difícil decir gran cosa de él porque estaba cubierto de escayola. Tenía toda la cabeza envuelta en gasa menos la cara, que estaba hinchada y magullada.

-Sí, cosas como esas no te dejan conocer precisamente bien a las personas- asintió Percy

-Exacto, no es la presentación perfecta- comentó Leo

-Fue el que más nos dio trabajo- murmuró Will

-Noté el arduo trabajo- dijo Leo asintiendo con la cabeza

Parecía el muñeco de Michelin después de una paliza.

Soy Jake Mason —dijo—. Te daría la mano, pero…

Sí —contestó Leo—. No te levantes.

-Cuánta amabilidad- dijo Rachel con una sonrisa

-Era el servicio VIP- comentó Miranda

El chico esbozó una sonrisa y acto seguido hizo una mueca como si le doliera mover la cabeza. Leo se preguntaba qué le habría pasado, pero le daba miedo preguntarlo.

-Eso no lo esperaba de ti- bromeó Piper

-Puedo dar muchas sorpresas, reina de belleza- dijo Leo riendo

Bienvenido a la cabaña nueve —dijo Jake—. Ha pasado casi un año desde la última vez que tuvimos chicos nuevos.

-Creo que fueron los que menos campistas habían tenido- dijo Connor -no como nuestra cabaña- dijo en voz más baja

De momento, yo soy el líder.

¿De momento? —preguntó Leo.

Will Solace se aclaró la garganta.

¿Dónde está todo el mundo, Jake?

En las fraguas —respondió Jake tristemente—. Están trabajando en… ya sabes, ese problema.

-Claro, el problema- dijo Leo

-Tiene mucho sentido que arreglen el problema- comentó Travis

-Por supuesto, no nos podíamos quedar sin el problema arreglado- dijo Connor

-No, eso no habría servido- dijo Percy

Ah —Will cambió de tema—. Bueno, ¿tienes una cama libre para Leo?

Jake observó a Leo, evaluándolo.

¿Crees en las maldiciones, Leo? ¿O en los fantasmas?

-Si decía que sí no iba a tener cama- murmuró Leo

-Claro, eso es muy sensato- asintió Jason con una sonrisa

-Por los dioses Superman, yo soy muy sensato- dijo Leo

-Claro- dijeron los chicos del Argo II

« Acabo de ver a la tía Callida, mi niñera malvada —pensó Leo—. Tendría que estar muerta después de tantos años. Y no hay un día que no me acuerde de mi madre en el incendio del taller de máquinas.

Hefesto miró a su hijo con algo parecido a la preocupación, Leo desvió la mirada

No me hables de fantasmas, muñeco» .

Pero en voz alta dijo:

¿Fantasmas? Bah. No. Paso de esas cosas. Esta mañana un espíritu de la tormenta me tiró por el Gran Cañón, pero, ya sabes, son gajes del oficio.

-Qué rápido aceptaste los gajes del oficio- comentó Percy

-No serviría de nada no aceptarlos- dijo Leo

-Pueden servir para quejarte- dijo Piper

-Eso es cierto- señaló Percy

Jake asintió.

Eso está bien, porque te voy a dar la mejor cama de la cabaña: la de Beckendorf.

Vaya, Jake —dijo Will—. ¿Estás seguro?

-No esperaba que sí lo fuera a hacer- dijo Will ante las miradas

Litera 1-A, por favor —gritó Jake.

Toda la cabaña retumbó. Una sección circular del suelo se abrió girando en espiral como el objetivo de una cámara, y apareció una cama de matrimonio.

-Eso está realmente increíble- dijeron los Stoll al unísono

-La mejor cabaña del campamento- dijo Leo con una sonrisa brillante -¿Quién lo diría?

-Ninguno de nosotros realmente- comentó Miranda

El armazón de bronce tenía una consola de videojuegos incorporada en el pie, un equipo estéreo en la cabecera, un frigorífico con la puerta de cristal fijado en la base y un montón de paneles de control en el lateral.

Varios de los chicos miraron el libro con incredulidad, Leo les guiñó el ojo

Leo se lanzó inmediatamente de un salto y se tumbó con los brazos por detrás de la cabeza.

Creo que me acostumbraré a esto.

-Cien estrellas- dijo Leo

-Que sean mil- dijo Percy

-Mejor diez mil- dijo Leo chocando los cinco con Percy

Se repliega en una habitación privada que hay debajo —le informó Jake.

-Hasta ahí eso del secreto profesional- señaló Miranda

-¿Cómo es que no sabíamos de esto?- preguntaron los Stoll al mismo tiempo

-Porque somos muy buenos guardando secretos- dijo Leo

-En realidad nos acabas de revelar el secreto- comentó Katie

Quirón se removió con incomodidad

-Yo creo que hay que hacer huelga- bromeó Chris

-Muchachos…- murmuró Quirón

Sí, señor —dijo Leo—. Hasta luego. Estaré en la cueva de Leo. ¿Qué botón tengo que apretar?

Espera —protestó Will Solace—, ¿tenéis habitaciones privadas debajo del suelo?

Probablemente Jake se habría reído si no le hubiera dolido tanto.

-Es que fue un poco divertida tu expresión- comentó Leo

-Pues tienen habitaciones privadas- murmuró Will

Tenemos muchos secretos, Will. Los hijos de Apolo no podéis quedaros toda la diversión.

Incluso Hefesto rió

-¿Ustedes también tienen segundo piso o algo así?- preguntó Katie mirando a Will

-Nooo- murmuró Will

-También es secreto profesional- dijo Leo riendo

Nuestros campistas han estado excavando el sistema de túneles que hay debajo de la cabaña nueve desde hace casi un siglo. Todavía no hemos encontrado el final.

-Unos túneles bastante grandes- comentó Percy -¿Los hijos de Atenea también tendrán algo así?- preguntó mirando a Annabeth

Annabeth se encogió de hombros

En cualquier caso, Leo, si no te importa dormir en la cama de un muerto, es tuya.

De repente a Leo se le quitaron las ganas de relajarse. Se incorporó, con cuidado de no tocar algún botón.

-No me lo tenían que haber dicho- murmuró Leo

-Sí tenían que hacerlo- señaló Will -después de que estaban pasando por las maldiciones y todo eso

Leo hizo una mueca

¿Esta cama era… del líder que murió?

Sí —asintió Jake—. Charles Beckendorf.

Leo se imaginó unas cuchillas de sierra atravesando el colchón o tal vez una granada cosida dentro de las almohadas.

-Eso sería posible si estuvieras en la cabaña cinco- comentó Travis

-Idiota- masculló Clarisse

-Todos sabemos que es cierto- dijo Connor "seriamente"

Clarisse bufó

No murió en esta cama, ¿verdad?

No —contestó Jake—. Murió en la guerra de los titanes el verano pasado.

La guerra de los titanes —repitió Leo—, que no tiene nada que ver con esta estupenda cama, ¿verdad?

-Lo siento, lo siento- murmuró Leo alzando las manos

-Está bien- dijo Percy -no sabías lo que había pasado, probablemente yo hubiera preguntado lo mismo

Los titanes —dijo Will, como si Leo fuera idiota—.

-Bueno…- comenzó Nico

-Oye sombritas, no seas grosero- dijo Leo

Las criaturas grandes y poderosas que gobernaban el mundo antes que los dioses. El verano pasado intentaron volver.

-Un verano un poco ajetreado- dijo Connor

-Ya sabes, lo de siempre- comentó Will

-Cada verano es mejor que el anterior- dijo Percy con sarcasmo

-Me siento muy feliz de pertenecer a su secta- murmuró Leo

Su líder, Cronos, construyó un nuevo palacio en lo alto del monte Tamalpais, en California. Sus ejércitos llegaron a Nueva York y casi destruyeron el monte Olimpo.

Muchos semidioses murieron intentando detenerlos.

¿Supongo que eso no salió en las noticias? —dijo Leo.

-Pues sí salió- dijo Percy

-Ya sabes, verano ajetreado- señaló Leo

-Por supuesto- asintió Percy

-Lo bueno es que ya obtuvimos noticias de primera mano- comentó Leo

-Excelente forma de obtener noticias- dijo Thalia

-A la primera mano no le gustó que obtuvieran las noticias así- masculló Percy

-Pero así las noticias serán más confiables- señaló Thalia

-Claro- murmuró Percy

Parecía una pregunta razonable, pero Will sacudió la cabeza con incredulidad.

¿No te enteraste de la erupción del monte Santa Helena, o de las extrañas tormentas que asolaron el país, o del edificio que se desplomó en Saint Louis?

-¿O de las erupciones solares que hicieron que todas las estatuas aparecieran hechas pedazos?- preguntó Hermes

-Y que obviamente evaporaron toda la cerveza de raíz- dijo Connor

-Todo muy misterioso- asintió Travis

-Nop- murmuró Leo encogiéndose de hombros

Leo se encogió de hombros. El verano anterior se había fugado de otra casa de acogida.

-Genial- masculló Leo

-Estos libros no tienen sentido de la privacidad- dijo Percy

Leo hizo una mueca, Hefesto no sabía que hacer o que decirle a su hijo, esto de tratar con formas de vida orgánicas era a veces un fastidio

Luego un asistente social lo pilló en Nuevo México, y el tribunal lo condenó al correccional de menores más próximo: la Escuela del Monte.

Supongo que estaba ocupado.

-Estuvo bien que no te hayas enterado- dijo Travis -fue bastante malo

-Podrías haber entrado en pánico, ciertamente muchos de nosotros lo hicimos- comentó Katie

Los chicos que estuvieron en la guerra contra Cronos asintieron

Da igual —contestó Jake—. Tuviste suerte de no enterarte. El caso es que

Beckendorf fue una de las primeras víctimas, y desde entonces…

Vuestra cabaña está maldita —aventuró Leo.

-Respuesta correcta- dijo Miranda

-Les dije que había sido la visita más increíble de mi vida- comentó Leo con sarcasmo

-Sumamente emocionante- dijo Piper

-No escatimaron para darme la bienvenida- dijo Leo

-A tu servicio- dijo Percy

Jake no contestó. Sin embargo, aquel chico tenía el cuerpo escayolado. Eso era una respuesta.

-Una respuesta alta y clara- asintió Leo

-No había nada más que agregar- dijo Jason

Leo empezó a fijarse en pequeñas cosas que no había visto antes: una marca de explosión en la pared, una mancha en el suelo que podía haber sido aceite… o sangre.

-Creo que era aceite...Aunque no estoy del todo seguro- comentó Will

-Vamos a suponer que era aceite- dijo Percy

-Por mi estabilidad mental vamos a fingir que no hay ninguna duda sobre que era aceite- añadió Leo

-De acuerdo- murmuró Will

Espadas rotas y máquinas hechas pedazos en los rincones de la habitación, tal vez de la frustración. En aquel lugar se palpaba la desgracia.

-Ahí la visita guiada tuvo un pequeño declive- comentó Leo

-Todos tuvimos nuestro pequeño declive en la visita- asintió Piper

-Y que lo digan- suspiró Jason

Jake suspiró sin entusiasmo.

Bueno, debo dormir. Espero que te guste estar aquí, Leo. Antes era… un sitio muy agradable.

Cerró los ojos, y la cortina de camuflaje se corrió a través de la cama.

-Me encanta esa cortina de camuflaje- dijo Connor

-Era muy guay- dijo Leo -eso me subió un poco el ánimo

Vamos, Leo —dijo—. Te llevaré a las fraguas.

Cuando se estaban marchando, Leo volvió la vista a su nueva cama y se imaginó al líder muerto allí sentado: otro fantasma que no iba a dejarlo en paz.

-Lo lamento, es que fue muy raro- dijo Leo ante algunas miradas extrañadas

VI

¿Cómo murió? —preguntó Leo—. Me refiero a Beckendorf.

Will Solace avanzaba penosamente.

-Comprensible, dado que otra vez tenía que estar contigo- dijo Nico

-Que grosero- dijo Leo en un tono algo dramático

-Sombritas..- murmuró Will un poco divertido

Por una explosión. Beckendorf y Percy Jackson volaron un crucero lleno de monstruos. Beckendorf no sobrevivió.

Otra vez aquel nombre: Percy Jackson, el novio de Annabeth. Aquel chico debía de estar metido en todo, pensó Leo.

-Nada más un poquito- dijo Percy

-Sí claro, un poquito- comentó Poseidón

-Qué poco fue- murmuró Sally

-Pero la mayoría del tiempo no era mi culpa- se defendió Percy

-Y si no tenía que estar metido, se escapaba- bromeó Piper

-También tenía que estar metido- asintió Percy riendo

-Y así dice que fue poco- dijo Thalia

¿Así que Beckendorf era muy popular? —preguntó Leo—. Quiero decir… antes de que muriera.

Era increíble —convino Will—. Su muerte fue un golpe muy duro para todo el campamento.

Los chicos del campamento mestizo que lo conocieron, asintieron con una mueca

Jake… se convirtió en líder en plena guerra. Igual que yo, de hecho. Jake lo hizo lo mejor que pudo, pero nunca quiso ser un líder.

-A veces es un poco complicado- murmuró Will

-Tiene sus partes divertidas- comentaron los Stoll

-Es un 50/50- asintió Katie

Simplemente le gusta construir cosas. Luego, después de la guerra, las cosas empezaron a torcerse. Los carros de la cabaña nueve saltaron por los aires.

-Como olvidar eso- dijo Travis -no creí que un carro así pudiera volar

-Ni causar tanto desastre- señaló Chris

-Fue un poco sorpresivo- asintió Percy

Sus autómatas se descontrolaron. Sus inventos empezaron a funcionar mal.

-Y la verdad ya no daban muchas ganas de probarlos- comentó Connor

-Fue bastante extraño- dijo Annabeth

-Y había algunos inventos que causaron mucho revuelo- dijo Percy

-Y vaya que sí, muchacho- dijo Quirón

Era como una maldición, y con el tiempo la gente empezó a llamarlo así: la maldición de la cabaña nueve. Entonces Jake tuvo el accidente…

-Y todo salió aún más mal- dijo Will

-Como dijimos, unos meses bastante tranquilos- comentó Travis

-La tranquilidad es nuestra prioridad- asintió Connor

-Sí claro- murmuró Miranda

Que tiene algo que ver con el problema que él ha comentado —aventuró Leo.

Están trabajando en ello —dijo Will sin entusiasmo—. Ya hemos llegado.

-No tenían mucho éxito, pero sí estaban trabajando en ello-. comentó Katie

-Eso es mejor que nada- dijo Miranda

-¿Era muy grave?- preguntó Hefesto

-Sí- dijeron algunos chicos

-No- dijo Leo con una sonrisa

La fragua parecía como si una locomotora de vapor se hubiera estrellado contra el Partenón de Grecia y los dos se hubieran fundido.

-Un muy buen servicio- dijo Leo

-La fragua es genial- dijo Tyson

-Sí lo es- asintió Leo levantando sus pulgares

Las paredes manchadas de hollín estaban bordeadas de columnas de mármol blancas. Las chimeneas expulsaban humo por encima de un ornamentado gablete con grabados de dioses y monstruos.

-Para darnos ánimos- señaló Leo

-Claro, por supuesto que para eso es- dijo Percy

-Por supuesto que sí, Aquaman ¿Para qué más?- dijo Leo riendo

El edificio se hallaba en la orilla de un arroyo y tenía varias norias que hacían girar una serie de engranajes de bronce. Leo oía máquinas rechinando en el interior, lumbres rugiendo y martillos golpeando yunques.

-Un excelente sonido si me lo preguntan- dijo Leo

-No te lo preguntamos- dijeron Piper y Percy al mismo tiempo

-Ustedes dos son muy groseros- murmuró Leo

Piper y Percy chocaron los cinco

Cruzaron la puerta, y una docena de chicos y chicas que estaban trabajando en varios proyectos se quedaron paralizados.

-Se paralizaron por mi genialidad- dijo Leo

-Eso es llegar con toda la actitud- asintió Apolo -aunque tal vez te faltaron unos lentes de sol para llegar aun mejor

-Claro- dijo Leo poniendo una mano en su frente -¿Por qué no lo pensé antes?

El ruido disminuyó hasta reducirse al rugido de la fragua y el « clic, clic, clic» de los engranajes y las palancas.

¿Qué tal, chicos? —dijo Will—. Este es vuestro nuevo hermano, Leo…, esto…, ¿cómo te apellidas?

Valdez.

-Debiste preguntar antes mi apellido, habría estado mejor mi entrada- señaló Leo

-Claro, fue mi culpa- dijo Will rodando los ojos

-Ay Will, debes tener más cuidado con las presentaciones- dijo Travis

Will resopló

Leo echó un vistazo a los demás campistas. ¿De verdad estaba emparentado

con todos ellos? Sus primos venían de familias numerosas, pero él siempre había tenido solo una madre… hasta que murió.

Leo hizo una mueca

Los chicos se acercaron y empezaron a darle la mano y a presentarse. Sus nombres se confundían unos con otros: Shane, Christopher, Nyssa, Harley (sí, como la moto).

-Dícelo y probablemente te golpee- señaló Connor

-No es que haya pasado antes- dijo Chris con sarcasmo

-Para nada- dijo Connor

-Por supuesto que no, recuerden que somos los reyes de la tranquilidad- dijo Travis

-Claro- murmuró Chris

Leo sabía que nunca se aclararía con todos. Demasiados. Demasiado agobiante.

Ninguno se parecía al resto: todos tenían distintos tipos de cara, de tono de piel, de color de pelo, de estatura.

-De todo lo que imagines- dijo Leo

-Como en cada cabaña- asintió Miranda

-Y que lo digas- comentó Connor

Los dioses se removieron con un poco de incomodidad

A nadie se le ocurriría pensar: « ¡Eh, mira, es la familia de Hefesto!».

Hefesto se sonrojó un poco

Pero todos tenían manos fuertes, ásperas por los callos y manchadas de lubricante. Incluso el pequeño Harley, que no debía de tener más de ocho años, parecía capaz de luchar seis asaltos con Chuck Norris sin despeinarse.

-Le habría dado buena pelea al entrenador Hedge- comentó Frank

-O habrían sido mejores amigos por siempre- señaló Leo

-Lo que es una probabilidad muy alta- dijo Percy

-Tal vez a él no le gritaría tanto- dijo Piper

Todos los chicos compartían una triste seriedad. Tenían los hombros caídos como si la vida los hubiera maltratado mucho.

-Pues sí, tenían esa cosa de la maldición- señaló Bianca

-Estoy segura que fue por eso- comentó Rachel

-Probablemente- asintió Leo

Varios de ellos también parecían haber sido maltratados físicamente. Leo contó dos brazos en cabestrillo, un par de muletas, un parche, seis vendas elásticas y unas siete mil tiritas.

-Siete mil quinientas veintiséis para ser más exactos- murmuró Will con el ceño fruncido

-Espera… ¿En serio llevabas la cuenta?- preguntó Nico

-Hasta ahí, sí- dijo Will

-Por los dioses- dijo Bianca

¡Bueno! —dijo Leo—. ¡He oído decir que esta es la cabaña de las fiestas!

Nadie se rió. Simplemente se lo quedaron mirando.

-Charmander, te están diciendo que hay una maldición, no se iban a reír- dijo Percy

-Pero no podía dejarlo pasar- comentó Leo -al menos lo intenté

Will Solace dio unas palmaditas en el hombro a Leo.

Os dejaré para que os vayáis conociendo. ¿Alguien puede acompañar a Leo a cenar cuando llegue la hora?

-Es normal que ya te haya hartado- comentó Nico

-¿Por qué están todos contra mí?- preguntó Leo con un tono de fingida indignación

-Porque ya era momento- dijo Percy encogiéndose de hombros

Yo me encargo —dijo una de las chicas.

Nyssa, recordó Leo. Llevaba unos pantalones de camuflaje, una camiseta de tirantes que dejaba a la vista sus brazos musculosos y un pañuelo rojo sobre una mata de cabello moreno.

-Para que sepan que nunca se deben meter con ella- asintió Leo

-Nyssa es genial cuando no tiene maldiciones que la persigan- dijo Katie

-Una maldición nunca es de ayuda- dijo Miranda

Salvo por la tirita con una cara sonriente que llevaba en la barbilla, parecía una de esas heroínas de las películas de acción, como si en cualquier momento fuera a coger una ametralladora y a empezar a cargarse alienígenas malvados.

-Jamás lo había pensado así- dijo Connor

-La tirita con la cara sonriente la hacía ver más ruda- dijo Will riendo

-Ese tipo de tiritas da mucho estilo- asintió Apolo

-Debo admitir que son las mejores de la enfermería- comentó Percy

-No puedo negar eso- dijo Piper -por supuesto que te hacen sentir como una heroína

-Es genial después de una pelea tener una tirita de esas, te suben el ánimo al 10000%- dijo Percy

-Por supuesto que lo hace- dijo Miranda también riendo

Genial —dijo Leo—. Siempre he querido tener una hermana que me pudiera pegar una paliza.

Leo se sonrojó, algunos de los chicos rieron

Nyssa no sonrió.

Vamos, graciosillo. Te enseñaré este sitio.

-Creo que no le gustaron tus bromas- comentó Calipso

-No comprendo por qué, si soy muy gracioso, nena- dijo Leo

Calipso lo miró con una ceja alzada

Leo estaba familiarizado con los talleres. Había crecido rodeado de mecánicos y herramientas eléctricas. Su madre solía bromear diciendo que su primer chupete había sido una llave de cruz.

-Podría creerlo- dijo Piper

-Claro, Jason tuvo como chupete una grapadora- señaló Thalia

-¡Thalia!- chilló Jason -eres mi hermana, no tendrías que decir eso

-Al contrario, hermanito- mencionó Thalia -yo soy la mejor para decir eso

-Señora Jackson ¿Cuál fue el primer chupete de Percy? ¿Podría confirmarnos que fue un pescado?- preguntó Leo

-¡Oye, yo no estaba diciendo nada!- se quejó Percy

Sally rió -De hecho, creo que fue un coral

-¡Mamá!- exclamó Percy

-¿Pero qué tipo de coral?- preguntó Zoé

-¡Zoé!- masculló Charles

-Es importante saberlo- señaló Zoé -podría ser un coral duro o uno blando

-Estoy seguro que fue uno blando- dijo Percy con una pequeña sonrisa

Pero él no había visto ningún sitio como la fragua del campamento.

Un chico estaba trabajando en un hacha de guerra. No paraba de probar la hoja en una losa de hormigón.

-Por si necesitaban alguna otra cosa para sentirse intimidados por los hijos de Hefesto- bromeó Travis

-Gracias por la información- asintió Connor

-Me parece perfecto- dijo Katie riendo

Cada vez que la golpeaba, el hacha cortaba la losa como si fuera queso derretido, pero el chico no parecía satisfecho y volvía a afilarla.

¿Qué piensa matar con eso? —preguntó Leo a Nyssa—. ¿Un acorazado?

-Nunca se sabe que puedas hacer- señaló Hefesto

-Estaría increíble una hacha así- asintió Leo con la cabeza

-Te verías muy cool con una hacha- comentó Percy

-¿Crees que sería de mi estilo?- preguntó Leo riendo

-Yo creo que lo sería- bromeó Percy

Nunca se sabe. Incluso con el bronce celestial…

¿Es el metal?

Ella asintió con un leve gesto de la cabeza.

Extraído del mismísimo monte Olimpo. Es muy raro.

-Aún mejor el servicio que se ofrece- dijo Leo con una sonrisa

-Lo mejor para los mejores- comentó Apolo con un guiño

Normalmente desintegra a los monstruos con los que entra en contacto, pero los más grandes y poderosos tienen la piel especialmente dura.

-Porque no es suficiente con que sean aterradores- dijo Percy

-O que sean venenosos- comentó Annabeth

-Necesitan tener piel extra dura… Genial- murmuró Piper

Los drakon, por ejemplo… —¿Quieres decir dragones?

Son especies parecidas. Aprenderás las diferencias en clase de lucha contra monstruos.

-En las clases de lucha o por experiencia propia- comentó Jason

-Me gusta más por experiencia propia- dijo Leo con sarcasmo

-Oh sí, nada mejor que tener la experiencia completa- asintió Percy

Sally y Poseidón hicieron una mueca

Clase de lucha contra monstruos. Sí, soy cinturón negro.

Ella no sonrió. Leo esperaba que no fuera tan seria todo el tiempo. Su familia paterna tenía que tener algo de sentido del humor, ¿no?

-No cuando tienen una maldición encima- señaló Bianca

-Sí, las maldiciones no ayudan a que una familia tenga sentido del humor- comentó Rachel

-Creo que fue por eso- dijo Leo con una mueca

-Me parece que sí- asintió Rachel

Se cruzaron con un par de chicos que estaban haciendo un juguete de bronce. Por lo menos, eso parecía. Era un centauro de menos de veinte centímetros de altura —mitad hombre, mitad caballo—, armado con un arco en miniatura.

-¡Un juguete de poni!- gritó Tyson -yo quiero uno de esos

-Yo también- dijo Percy

-Era un juguete algo peligroso- dijo Leo riendo

-Eso son los mejores- asintió Connor

-No puedo negar eso- asintió Travis

Uno de los campistas dio manivela a la cola del centauro, y este cobró vida rechinando. Se puso a galopar por la mesa gritando: « ¡Muere, mosquito! ¡Muere, mosquito!» , y disparando a todo lo que tenía a la vista.

-Ese juguete suena increíble- dijo Travis

-Por favor, nunca vayan a permitir que un hijo de Hermes tenga ese juguete- dijo Katie

-Kat, me siento traicionado- dijo Travis -no podemos negar que sería muy divertido, más divertido que ver salir corriendo a la cabaña seis porque vieron una araña

-Eso no es para nada divertido- masculló Annabeth dándoles una mirada asesina

Al parecer, no era la primera vez que pasaba, pues todo el mundo se tiró al suelo menos Leo. Seis flechas del tamaño de agujas se clavaron en su camisa antes de que un campista cogiera un martillo e hiciera pedazos el centauro.

-Destruyeron el juguete poni- dijo Tyson con tristeza

-No se deberían destruir los juguetes ponis- dijo Percy negando con la cabeza

-Lo siento, el juguete poni no debía estar vivo mucho tiempo- comentó Leo

¡Estúpida maldición! —El campista agitó el martillo en dirección al cielo —. ¡Solo quiero un matainsectos mágico! ¿Es mucho pedir?

Ay —dijo Leo.

Nyssa le sacó las agujas de la camisa.

-No es algo que quiera volver a repetir realmente- dijo Leo

-Pero debes admitir que la idea de un matainsectos mágico es algo fabuloso- comentó Rachel

-Eso no lo puedo negar- dijo Piper

No es nada. Sigamos antes de que lo reconstruyan.

Leo se frotó el pecho mientras andaban.

¿Ese tipo de cosas pasan a menudo?

-Pues con la maldición, sí- dijo Percy

-Leo ¿No estabas poniendo atención?- preguntó Piper -Will, tal vez deberías hacerle un examen sobre la visita guiada

-Voy a pensar seriamente eso del exámen- asintió Will

-Oye- se quejó Leo

Últimamente todo lo que construimos se convierte en chatarra —dijo Nyssa.

¿La maldición?

Nyssa frunció los labios.

No creo en maldiciones, pero algo pasa.

-Yo lo voy a seguir llamado maldición- dijo Leo

-Porque el nombre de "suerte peor que la de Percy", está muy largo- comentó Connor

-Está muy largo- asintió Percy

Y si no resolvemos el problema del dragón, la situación va a empeorar todavía más.

¿El problema del dragón?

Leo esperaba que se refiriera a un dragón en miniatura,

-Pues no- comentó Chris -era un dragón bastante grande

-Y vaya que sí- dijo Leo -pero es un dragón genial

tal vez uno que mataba cucarachas, pero le daba la impresión de que no iba a tener tanta suerte.

Nyssa lo llevó hasta un gran mapa colocado en una pared que estaba siendo estudiado por un par de chicas.

-Lo que en realidad no estaba llevando a ningún lado- comentó Leo -al menos no a algo que fuera de ayuda al dragón

-No puedo ver por que- dijo Connor

El mapa mostraba el campamento: un semicírculo de tierra con el estrecho de Long Island en la orilla norte, el bosque al oeste, las cabañas al este y un anillo de colinas al sur.

-Eso de "las cabañas" me preocupó- murmuró Connor

-No podría estar en las cabañas- comentó Miranda

-Claro que sí, tenemos a los chicos de Hécate- señaló Connor

-Ese es un gran punto, hermano- asintió Travis

Tiene que ser en las colinas —dijo la primera chica.

Ya hemos mirado en las colinas —protestó la segunda—. El bosque es un escondite mejor.

-El bosque me parece un buen lugar para esconderse- dijo Grover

-Un poco siniestro a veces, pero un gran lugar- asintió Percy

Pero ya hemos colocado trampas…

Un momento —dijo Leo—. ¿Habéis perdido un dragón? ¿Un dragón de tamaño real?

Es un dragón de bronce —dijo Nyssa—. Pero sí,

-Espera… ¿Es tú dragón de bronce?- preguntó Hefesto

-Sí- dijo Leo -el mejor dragón de bronce

-Claro que es el mejor- dijo Piper

es un autómata de tamaño real. Lo construyeron en la cabaña de Hefesto hace años. Luego se perdió en el bosque hasta hace un par de veranos, cuando Beckendorf lo encontró hecho pedazos y lo reconstruyó.

-Sí, cómo olvidarlo- dijo Percy

-Y que lo digas- murmuró Annabeth

-¿Por qué no me sorprende que estén metidos?- preguntó Apolo

Los chicos se encogieron de hombros

Ha estado ayudando a proteger el campamento, pero es un poco impredecible.

Impredecible —repitió Leo.

Se estropea y echa abajo cabañas, prende fuego a la gente, intenta comerse a los sátiros…

-Intentó comerse muchos sátiros- dijo Grover

-Y como olvidar cuando les quería prender fuego a los chicos de Deméter- comentó Connor

Katie y Miranda resoplaron

-O cuando quiso destruir nuestra cabaña- señaló Chris

Eso es muy impredecible.

Nyssa asintió.

Beckendorf era el único que podía controlarlo. Pero murió, y el dragón empeoró aún más. Al final se puso hecho una furia y escapó.

-Puedo entender por que se escapó- murmuró Percy

-Sí, lo único malo es que el dragón nos quería destruir a todos- dijo Connor

-Eso es malo- asintió Leo

De vez en cuando aparece, arrasa algo y vuelve a escapar. Todo el mundo espera que lo encontremos y lo destruyamos…

¿Que lo destruyáis? —Leo se quedó horrorizado—. ¿Queréis destruir un dragón de bronce de tamaño real?

-O arreglarlo para que no nos mate- dijo Travis -eso también funcionaría

-Sí, no me gustaría ser comida de dragón- dijo Connor -aunque sea un dragón de bronce

Escupe fuego —explicó Nyssa—. Es mortal y está fuera de control.

¡Pero es un dragón! Es alucinante, colega. ¿No podéis intentar hablar con él, controlarlo?

Lo hemos intentado. Jake Mason lo intentó, y ya ves lo bien que funcionó.

-Y es por eso que Jake estaba de esa manera- dijo Leo -por si tenían la duda

-No la teníamos, pero gracias- dijo Percy

-De nada, cada que quieras- dijo Leo con una sonrisa

Leo pensó en Jake, envuelto en escayola, tumbado a solas en su litera.

Aun así…

No hay otra opción —Nyssa se volvió hacia las otras chicas—. Intentemos colocar más trampas en el bosque: aquí, aquí y aquí. Cebémoslo con aceite para motores de viscosidad treinta.

-Tragos muy sofisticados- dijo Apolo

-Conozco mejores tragos- señaló Dionisio -podría enseñarles

-No- dijeron casi todos los dioses

-Hay menores de edad- comentó Apolo

-Puede ser un trago chiquito- dijo Dionisio

-Dionisio, no- comentó Perséfone

¿El dragón bebe eso? —preguntó Leo.

Sí —Nyssa suspiró apesadumbrada—. Le gustaba con un poco de salsa de tabasco justo antes de irse a dormir.

-Nada mejor que eso para iniciar una siesta- asintió Miranda

-Obviamente, es lo mejor que hay- dijo Leo

Si hace saltar una trampa, podemos ir con aerosoles de ácido; eso debería derretir su piel. Luego cogemos unas sierras para cortar metal y… acabamos la faena.

Todas se quedaron tristes. Leo se dio cuenta de que no tenían más ganas de matar al dragón que él.

-Por supuesto que no- dijo Hefesto -es una criatura asombrosa

-Y vaya que lo es- dijo Leo

Hefesto sonrió

Chicas —dijo—. Tiene que haber otra forma.

Nyssa no parecía convencida, pero unos cuantos campistas más dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron a oír la conversación.

-Es una conversación que a todos les importaba- dijo Leo

-Si nadie fuera inmune al fuego, esa tendría que ser la solución- murmuró Hefesto

-Lo bueno es que Leo sí es inmune- dijo Hermes

Leo les dio una sonrisa brillante

¿Como qué? —preguntó uno—. Ese bicho escupe fuego. Ni siquiera podemos acercarnos.

Fuego, pensó Leo. La de cosas que podría contarles sobre el fuego… Pero tenía que andarse con cuidado, aunque fueran sus hermanos y hermanas. Sobre todo si tenía que vivir con ellos.

-Una pena que ahora ya todos lo sepamos- bromeó Connor

-Me encanta que todos lo sepan- murmuró Leo

-Ya ves, es que estos libros son muy indiscretos- dijo Percy

-Bastante indiscretos- asintió Piper

Los chicos hicieron una mueca

Bueno… —Vaciló—. Hefesto es el dios del fuego, ¿no? ¿Y ninguno de vosotros es resistente al fuego o algo parecido?

Ninguno de los presentes reaccionó como si fuera una pregunta absurda, lo cual fue un alivio,

-De hecho era una pregunta bastante razonable- comentó Annabeth

-Hago preguntas razonables- dijo Leo

-Bueno…- murmuró Calipso con una sonrisa

-¡Nena!- se quejó Leo

pero Nyssa negó con la cabeza seriamente.

Esa es una capacidad del Cíclope, Leo. Los hijos de Hefesto… solo somos buenos con las manos. Somos constructores, artesanos, armeros…, cosas así.

-Y son buenos- dijo Percy

-Somos los mejores- asintió Leo

-Y los más humildes además- bromeó Percy

-No, esos son los chicos de Afrodita o los de Apolo- señaló Hermes

-No puedo discutir eso- dijo Percy riendo

Leo dejó caer los hombros.

Ah.

Un chico situado en la parte de atrás dijo:

Bueno, hace mucho…

-Tenía mucho que eso no pasaba en realidad- dijo Hefesto

Leo hizo una mueca

Sí, vale —concedió Nyssa—. Hace mucho tiempo, algunos hijos de Hefesto nacían con el poder sobre el fuego. Pero era una capacidad muy poco habitual. Y siempre peligrosa. Hace siglos que no ha nacido ningún semidiós así.

El último…

-Como olvidarnos del último- masculló Hades

-No fue totalmente su culpa- señaló Hefesto

-Destruyó casi toda una ciudad- señaló Perséfone

-Ese chico llevó eso de "ser ardiente" al límite- señaló Apolo

Miró a su alrededor en busca de ayuda.

Fue en el año 1666 —comentó una chica—. Un joven llamado Thomas Faynor. Provocó el gran incendio de Londres y destruyó gran parte de la ciudad.

-Destruyendo también muchos objetos de gran valor cultural- dijo Atenea

-Como dije, no fue totalmente su culpa- dijo Hefesto

Algunos de los dioses resoplaron

Así es —dijo Nyssa—. Cuando aparece un hijo de Hefesto así, normalmente significa que va a pasar algo catastrófico. Y no necesitamos más catástrofes.

-O podría significar que se necesitan esos hijos de Hefesto para evitar las catástrofes- señaló Apolo

-Eso me gusta más- asintió Leo

-Es mucho mejor así- comentó Percy

Leo intentó despojar su cara de toda emoción, lo cual no era su fuerte.

Entiendo lo que quieres decir. Pero es una lástima. Si pudierais resistir las llamas, podríais acercaros al dragón.

-Una verdadera lástima- dijo Leo

-Y hacerse mejor amigos del dragón- comentó Percy

-Eso también funciona- dijo Leo -es bueno tener ese tipo de amigos

-Claro que sí- dijo Jason con una sonrisa

Entonces solo te mataría con las garras y los colmillos —dijo Nyssa—. O simplemente te pisaría.

-Sí bueno, siempre tiene que haber esos pequeños detalles- dijo Leo

-Detalles muy pequeños en realidad- dijo Piper

-Uy sí, ese tipo de detalles siempre se ven- murmuró Leo

No, tenemos que destruirlo. Créeme, si a alguien se le ocurriera otra solución…

No terminó la frase, pero Leo captó el mensaje.

-Pero no tenían otra solución- señaló Connor

-Aún- dijo Leo con un guiño

-Aún es la palabra clave- asintió Piper

Esa era la gran prueba de la cabaña. Si pudieran hacer algo que solo Beckendorf podía hacer, si pudieran dominar al dragón sin matarlo, tal vez les levantarían la maldición.

-¿Quién levantaría la maldición?- preguntó Bianca

-¿Los dioses?- murmuró Leo

-Siempre tratando de culparnos a nosotros- dijo Apolo suspirando

-Un verdadero misterio el por qué- dijo Percy con una sonrisa inocente

Pero no tenían ideas. El campista que descubriera cómo conseguirlo sería un héroe.

-Y ahí va Leo con su decisión suicida- dijo Travis

-Todo esto es acerca de decisiones suicidas- asintió Rachel

-No podemos negar que son las mejores- comentó Percy

-Aquaman tiene razón- dijo Leo con fingida seriedad

A lo lejos sonó una caracola. Los campistas empezaron a recoger sus herramientas y proyectos. Leo no se había dado cuenta de que se estaba haciendo tan tarde,

-¿Cómo ver qué tan tarde es si te están hablando sobre maldiciones?- señaló Piper

-Y sobre enormes dragones de bronce- dijo Jason

-Me la estaba pasando genial- asintió Leo

pero al mirar por las ventanas vio que el sol se estaba poniendo. El déficit de atención a veces le provocaba eso. Si estaba aburrido, una clase de cincuenta minutos le parecía de seis horas.

-Hay clases que provocan eso- dijo Rachel -incluso a los mortales

-Eso es muy cierto- murmuró Zoé

-No puedo discutir eso- dijo Percy

-Como matemáticas- dijeron los Stoll al unísono

-Las matemáticas son importantes- comentó Annabeth

-Pero aburridas- dijo Percy

-No puedes hacer nada sin las matemáticas- señaló Annabeth

-Eso no le quita la A. B. U. R. R. I. D. A. S- dijo Percy

-Oh por mí- masculló Apolo -se parecen a sus padres que a cada rato pelean por tonterías

-Obviamente sin incluir a Sally, ella no luce como que pelea por cualquier cosa- comentó Hermes

-Gracias- murmuró Sally

Poseidón y Atenea le dieron miradas indignadas a Apolo

Pero si estaba interesado en algo, como visitar un campamento de semidioses, las horas se le pasaban volando y, zas, de repente se hacía de noche.

-El tiempo pasa muy rápido cuando te diviertes- dijo Percy

-Y vaya que sí, Aquaman- dijo Leo

La cena —dijo Nyssa—. Vamos, Leo.

Es en el pabellón, ¿verdad? —preguntó él.

Ella asintió con la cabeza.

Adelantaos vosotros —dijo Leo—. ¿Me dais… un segundo?

-Sí, pero no vayas a destruir nada- bromeó Travis

-Así que chiste- dijo Leo cruzado de brazos

Nyssa vaciló. Acto seguido, su expresión se suavizó.

Claro. Tienes muchas cosas que asimilar. Me acuerdo de mi primer día. Ven cuando estés listo, pero no toques nada. Casi todos los proyectos que hay aquí pueden matarte si no tienes cuidado.

-Y con eso me convenció de no tocar nada- dijo Leo -porque sí lo iba a hacer

-Que bueno que te convenció- comentó Calipso -creí que eso sería misión imposible

-Por supuesto que no, nena- dijo Leo

Nada de tocar —prometió Leo.

Sus compañeros de cabaña salieron en fila de la fragua. Leo no tardó en quedarse solo con los sonidos de los rugidos, las norias y las pequeñas máquinas que emitían chasquidos y zumbidos.

-Un sonido relajante- dijo Leo

-Estoy totalmente de acuerdo- asintió Hefesto

-Sería más relajante si las cosas que hay ahí no te mataran- murmuró Leo -pero no todo se puede

-Tiene que conformarte con lo que hay- asintió Connor

Se quedó mirando el mapa del campamento: los puntos en los que sus nuevos hermanos iban a colocar trampas para cazar al dragón. Era un plan equivocado.

-Pero el único plan que tenían- comentó Perséfone

Leo hizo una mueca

Simple y llanamente equivocado.

Muy poco habitual, pensó. Y siempre peligroso.

Tendió la mano y examinó sus dedos.

-Y se dio cuenta de que eran muy hermosos- bromeó Leo

-¡Por los dioses!- dijo Piper rodando los ojos

Eran largos y finos, sin callos como los de los hijos de Hefesto. Leo nunca había sido el chico más grande ni el más fuerte de su grupo.

-Pero sí el más sensual- dijo Leo

-Como les he dicho, la actitud lo es todo- señaló Apolo

-No puedo negar eso- dijo Afrodita

Había sobrevivido en barrios duros, colegios duros y hogares de acogida duros utilizando su ingenio.

Leo sonrió un poco

Era el payaso de la clase, el bufón de la corte, porque había aprendido pronto que si contabas chistes y fingías que no tenías miedo normalmente no te pegaban.

-Bueno, no me gusta cuando los libros son tan indiscretos- masculló Leo

Percy le dio una mirada irónica

Incluso los peores matones te soportaban, te dejaban andar cerca para divertirse. Además, el humor era una buena forma de ocultar el dolor. Y si eso no funcionaba, siempre había un plan B. Huir. Una y otra vez.

-El plan B es bueno- dijo Leo para que nadie dijera algo más, sus amigos sonrieron un poco

-El plan B a veces necesita detalles- señaló Percy

-El plan B no siempre tiene todos los detalles controlados- dijo Leo encogiéndose de hombros

También había un plan C, pero se había prometido a sí mismo que no volvería a utilizarlo nunca.

-Jamás, no lo recomiendo- dijo Leo

-No sabemos que es el plan C- señaló Connor -por lo que no podríamos llevarlo a cabo

-Ese es un buen punto- murmuró Leo

Sin embargo, en ese momento sentía el deseo de ponerlo a prueba: cosa que no había hecho desde el accidente, desde la muerte de su madre.

Hefesto hizo una mueca

Extendió los dedos y notó un hormigueo, como si se le estuvieran despertando. Entonces las llamas brotaron parpadeando, rizos de fuego ardiente danzando en la palma de su mano.

-Algo así- dijo Leo controlando el fuego

-Excelente demostración- dijo Percy aplaudiendo -como premio te diré que el capítulo acabó

-¡Gracias a los dioses! Ese premio es el mejor del mundo- dijo Leo

-No cantes victoria- dijo Frank -puede que haya más

-Don optimismo- murmuró Leo

-Bueno ¿Y ahora qué?- preguntó Percy -¿Vamos a seguir leyendo?

-No- masculló Hades -mi esposa y yo tenemos asuntos que arreglar… Iremos a controlar las cosas en el inframundo- dijo Hades con los dientes apretados -querida

Perséfone hizo una mueca, por supuesto no podían dejar pasar aquella charla sobre la espada de Hades, Zeus le dio una mala mirada a Perséfone, Deméter le dio una mala mirada a Hades

-Mi señor- respondió Perséfone -podemos irnos

Ambos dioses se esfumaron

-Bueno…- murmuró Apolo

-Vayan a hacer cualquier cosa que no incluya molestarnos- masculló Dionisio con un gesto.