LAS MOIRAS
Las Moiras, Destino o Parcas, no importaba como las conocieran, ellas siempre habían tenido a su cargo la vida y destino de los mortales y dioses.
Cloto, Láquesis y Átropos habían visto una infinidad de hilos surgir, los habían enrollado para forjar un destino y al final habían cortado para terminar con las vidas, uno detrás de otro por Eones. Sin mucha importancia por aquellos desafortunados, así era la vida, así era el destino y en realidad no les importaba mucho lo que pudiera pasar con ellos, al final de cuentas todos terminaban de la misma manera, no había otra opción. Era solo su trabajo y nunca habían sido especialmente generosas con los semidioses, dándoles la mayoría de las veces destinos terribles y muertes crueles.
Sin embargo, ahora habían hecho un plan, jugaban con los hilos y cambiaban el destino, todo para evitar que muchas cosas se balancearan para una destrucción el futuro. Los dioses, tan bueno con algunos y tan terriblemente crueles con otros, eran la ase de toda la cultura occidental, sin ellos todo quedaría sumido en el caos y sobretodo, el destino ya no existiría de la misma forma.
Así que aquí estaban ahora, tratando de que los dioses entendieran sus errores y aprendieran de ellos, una tarea larga y aún no estaban seguras de que fuera a dar frutos, sin embargo, una tarea que era necesaria para que todo continúe a su favor.
Habían visto el futuro de aquellos semidioses que habían salvado el Olimpo, algunos más de una vez, pero aún así, eso no había evitado que terminaran como todos los demás... Traicionados por los dioses..
Las Moiras habían visto como cada hilo se entrelazaba con los demás para acabar de la misma forma para ser cortado al mismo tiempo, acabando con la mayoría de los semidioses del futuro. Hacía Eones que no cortaban tantos hilos al mismo tiempo, desde aquel diluvio con el que Zeus había castigado a los mortales y había tratado de "mejorarlos". Los tiempos cambiaban, pero las historias se repetían.
De todos modos, habían visto lo que el futuro le había hecho a los semidioses, cómo había muerto la mayor parte del legado de Grecia y Roma y lo más importante, habían visto lo que la venganza era capaz de hacer, corrompiendo corazones puros que querían justicia para su familia sin ver el costo que la venganza disfrazada de justicia cobraría.
Habían visto el comienzo de todo con una profecía, unas palabras tan simples, unas palabras que lo cambiaron todo, lo más irónico es que los mismos dioses habían forjado a base de sangre el camino de esas palabras. No sabían qué había pasado con Julia, en el futuro ya toda una mujer adulta que aún a veces le ayudaba a término, ni al legado de Deméter que habían escuchado la profecía.
Habían visto a los más grandes héroes sucumbir ante monstruos, perderse familias enteras entre la lucha, los monstruos disfrutando la venganza que los dioses les ofrecieron en bandeja de plata. Luego, vieron a los mismo dioses o al menos a algunos de ellos arrepentirse de lo que habían hecho, pero era demasiado tarde, el suelo de los campamentos habían sido regadas con la sangre de los semidioses que aunque lucharon valientemente al final no lo pudieron soportar. Los dioses una vez más habían dejado que el miedo sacara lo peor de ellos, de dejar a sus hijos morir y ni siquiera tener un entierro digno.
Más adelante vieron a una pequeña de tan solo 10 años con mucha determinación intentar rescatar a los semidioses sobrevivientes que siguieran perdidos y animarlos a enfrentarse a los dioses, pero ella no poseía ni la edad ni la experiencia necesaria para liderar y tampoco quería hacerlo, no sabía cómo, entonces, el legado de las sombras y el legado del mar habían tomado el control de su pequeño "ejército" la mayoría de ellos niños que habían quedado completamente solos, esa determinación a hacer justicia se había convertido en un rencor muy arraigado que los había obligado a actuar de manera prudente, para que no hubiera escapatoria posible, habían entrenado mientras vivían escondidos en lugares poco dignos, dejaron que los dioses pelearan entre ellos y se echaran la culpa de lo que había pasado, en que se confiaran que su plan había tenido el éxito deseado y los semidioses atacaran por sorpresa, confiando en la arrogancia de los dioses.
A pesar de que Las Moiras hacen el destino, no podían ver más allá del ataque de los mestizos a los dioses y eso era preocupante, tal vez ellos habían logrado lo que se habían propuesto, tal vez solo se había derramado más sangre mestiza, pero solo se veían un caos en los hilos y ruinas en el Olimpo, necesitaban desesperadamente cambiar eso.
Por eso estaban esos 7 legados en el pasado, cada uno jugando un papel importante a su manera, los habían llevado a la Sala en uno de los momentos cruciales pues había un hilo que debía ser cortado y hubiera pasado, si Apolo no hubiera intervenido en la curación la pregunta era ¿Sería Sammy o Zoé?
Así que ahora estaban ahí, en el pasado, un pasado de incluso antes de que el mestizo que albergó a Cronos naciera. Los dioses y todos los demás en algún momento iban a saber lo que había pasado en el futuro, la única manera que les quedaba era hacer reaccionar a los dioses a base del dolor y no puede haber dolor si no conoces a las personas, si nadie se acerca a ti, pero ahora ¿Con todos esos mestizos viviendo con ellos y conociendolos? Bueno, iba a ser una nueva experiencia.
Estaban a unos pocos capítulos de acabar el libro, los siguientes serían duros para los semidioses, pero antes de eso, iban a conocer a alguien más una pequeña niña de 10 años que aún no habían traído porque todavía tenía algo que hacer en su tiempo, era la última y también era pieza clave, solo esperaban que Ares no aramara una escena.
A pesar de todo Las Moiras estaban nerviosas (por así decirlo) por si su plan resultaría, esperaban que sí, pero aún no lo sabrían mientras todos los demás seguían leyendo, ellas repasaban los versos de una profecía tan simple como catastrófica, la que había empezado todo esto
"De caos y guerra la unión llegará
la sangre de los dioses el Olimpo manchará
dioses y mestizos enemigos como ninguno
y sin alianza el trono se tambalea
al final solo uno quedará y el poder asumirá "
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