SEMIDIOSES II
En el templo de Artemisa:
-Mi señora ¿Qué es lo que necesita hablar conmigo?- preguntó Thalia
Artemisa la miró -¿Qué es lo que pasa entre el muchacho de Hermes y tú?
Thalía se tensó -No… No sé a qué se refiere, mi señora
-Thalia, he visto la forma en la que te mira aún cuando tú no lo haces, pero también he visto cierta…Energía entre ustedes, con los libros entiendo que su historia haya sido difícil, pero tú eres una cazadora, eres mi lugarteniente y si…
-Con todo respeto, mi señora- interrumpió Thalia -lo que haya o no haya pasado con Luke ya no tiene importancia. Yo soy una cazadora, he hecho votos y pienso respetarlos
Artemisa sonrió
Thalia continuó -No tiene caso discutir por lo que no fue, eso es pasado...
-Ese es el asunto Thalia, que justo en este momento no es pasado, el muchacho está aquí y veo que está arrepentido
-Ya no importa, yo hice un voto- Thalia suspiró -él está aquí, no se quedará por siempre
-Pero entonces ninguno de ustedes lo hará- dijo Artemisa -y si tu futuro puede cambiar…
Thalia se removió, pero no contestó ¿Que podía decir? Nadie sabía realmente qué podía pasar ¿Qué tanto cambiaría?
Gracias a los dioses un pequeño temblor la salvó de contestar
Artemisa frunció el ceño -¿Poseidón? Si ya hemos acabado de leer
-Tal vez sea Percy- comentó Thalia con una mueca
Ambas se miraron y juntas se dirigieron a la sala de Trono
En la sala de Trono:
El chico hizo una mueca -No tenemos padres divinos, somos legados… Hijos de semidioses.
Todos se quedaron un poco sorprendidos ante esa declaración, no es que antes no hayan conocido a hijos de semidioses (al menos en el Campamento Júpiter), pero aún así era un poco extraño
-De cualquier manera eso no explica qué hacen aquí- masculló Zeus
El chico nuevo le dio una mirada asesina -Podríamos explica que hacemos aquí, si tan solo no los dijeran
-¿Cómo te atreves a hablarme así?- gruñó Zeus
-Padre, por favor- murmuró Perséfone -ellos no parecen estar en condiciones
Y era cierto, esos chicos parecían haber vivido en la calle, su ropa estaba sucia y rasgada, parecían haber sido asediados por monstruos, todos se mantenían en alerta e irradiaban una energía nerviosa, incluso los dos niños más pequeños que se hallaban refugiados tras los mayores
-De acuerdo, antes que nada tienen que decirnos sus nombres- señaló Atenea
El chico la miró como si no pudiera creer que la diosa tuviera el descaro de hablarle -Primero nos deberían de decir qué demonios estamos haciendo aquí ¿Ahora que quieren de nosotros? Ya no tenemos nada más que nos pueda ser arrebatado
Percy y sus amigos veían la escena con mudo asombro.
Afrodita se acercó a los recién llegados, los miró como si estuviera repasandolos, sonrió y volteó a ver al chico que obviamente era el líder del grupo
-Querido, nosotros no los hemos traído, han sido Las Moiras- dijo la diosa del amor
-¿Y por qué harían algo así?- preguntó la otra chica
-Debido a que quieren cambiar ciertas… Cosas- dijo Afrodita
-La ironía de la vida- bufó el chico
Afrodita hizo como si no lo hubiera escuchado -Desde hace algunos días hemos estado leyendo unas historias sobre Percy Jackson ¿No es así, cariño?- preguntó la diosa mirando a Percy
Percy asintió
Los recién llegados lo miraron como con desmedida sorpresa, abrieron los ojos e incluso dieron un paso atrás
-Charles…- murmuró la chica mirando a su compañero, quién parecía estar respirando de forma superficial
Ambos pasearon la mirada por toda la sala de Trono mirando a los semidioses ahí presentes como si de hecho los vieran por primera vez, deteniendo su mirada en algunos de ellos
-Eso no puede ser cierto- dijeron ambos al mismo tiempo con voz temblorosa
-Lo es- asintió Afrodita
Ambos chicos se miraron ¡Esto tenía que ser una maldita broma! ¿Cómo era posible que estuvieran ahí con ellos? Bueno, era cierto que según todo esto estaban en el pasado, pero aún así…Lo que estaba pasando en la sala de Trono debía ser imposible ¿Cómo es que no se habían dado cuenta desde un principio? ¿Cómo es que no los habían reconocido? Claro que ahora se daban cuenta de que de hecho podría reconocer algunas caras
Es cierto que los semidioses no tienen gran acceso a fotos o algo que los pudiera ayudar, pero ¿Por qué? Después de que lo estaban tratando de superar…
-Es hora de que les digan quienes son- dijo Afrodita sacándolos de sus pensamientos
-¿Por favor? Esto me está confundiendo demasiado- comentó Leo
Los chicos se quedaron callados durante un momento, hasta que la muchacha se adelantó ya que su compañero parecía estar en shock
La chica se mordió el labio -Él… Eh, su nombre es Charles- dijo la chica mirando a su compañero, ahora que no estaba a la defensiva podían darse cuenta de lo joven que parecía alrededor de los 14 años, su cabello rubio parecía brillar con el polvo de monstruos derrotados, no era muy alto, y tenía unos tormentosos ojos grises -yo…Bueno…Él hijo de Percy Jackson y Annabeth Chase, junto con su hermana Zoé
La muchacha señaló a la chica que Apolo había curado y ahora se encontraba descansado en un sueño profundo, parecía compartir la misma piel bronceada que su hermano, sin embargo su cabello era completamente negro, las palabras habían sido dichas con cierta incomodidad
Sally ahogó un grito, miró a su hijo con los ojos abiertos, Atenea y Poseidón estaban igual y ni que decir de Percy y Annabeth, que miraban a los chicos con la boca abierta, luego se miraron entre ellos y se sonrojaron
-Eso no puede ser posible- dijo Annabeth con una nota de incredulidad -no, no puede ser
-Oh por los dioses- dijo Percy que parecía desear estar en cualquier otro lado
-¡Te voy a matar Perseus!- gruñó Atenea
Pero obviamente fue detenida (tal vez por Perséfone) en realidad lo último que pasaba por la cabeza de Percy era ponerle atención a la diosa
Percy y Annabeth se limita a mirar al chico...Charles, fijamente, nadie sabía qué más hacer o decir (en otras circunstancias tal vez habría sido un poco divertido, pero este no era el caso)
-¿Me quieres decir por qué estabas haciendo temblar la sala, sesos de alga?- preguntó Thalía entrando a la sala de trono a lado de Artemisa -¿Que sucede?- preguntó al ver las caras de todos
-¡Thalia!- chillaron los dos niños menores corriendo hacia ella y abrazándola
-¿Que dem…? ¿Quiénes son ustedes?
Charles había pensado que todo era un sueño y tal vez Thalia los pudiera ayudar o algo, pero al ver la cara de confusión de la cazadora, se dieron cuenta que ella tampoco los conocía
-¿Me pueden explicar por qué dos críos me están abrazando?- dijo Thalia un poco incómoda, apartando suavemente a los niños
-¿Qué está pasando?- preguntó Artemisa, nadie contestó
-¿Alguien puede responder?- dijo Thalia un poco frustrada
La chica que hizo la presentación de Charles suspiró -Helena, Thom vengan para acá
Los niños siguieron su orden
-Ellos son los mellizos Helena y Thom- dijo la chica antes de que alguien dijera algo, los niños que mencionaba parecían ser los más pequeños del grupo tal vez seis o siete años, ambos de cabello castaño y tez ligeramente bronceada, sin embargo los ojos de ella eran azules y los de él parecían cambiar constantemente de color, los niños se abrazaron a ella
-Ellos son los hijos de Piper y Jason
Afrodita sonrió satisfecha
Jason palideció -Estás de broma
Antes de que pudieran decir algo más, la chica volvió a hablar era mejor mejor dar las noticias incómodas de una vez y no esperar a que reaccionarán de por sí esto ya era sumamente raro -No, no es broma- dijo la chica -y para que terminemos con esto de una buena vez, ella es Esperanza y el del allá es Sammy, hijos de Leo y Calipso, Frank y Hazel respectivamente.
Las reacciones de los chicos no fueron diferentes a las de las dos parejas anteriores (bueno con la excepción de que Leo se prendió fuego) y Hazel parecía a punto de desmayarse y qué decir de la mirada envenenada que Hades le estaba dando a Frank, los cuatro miraron a los chicos respectivamente señalados, la llamada Esperanza parecía alrededor de los nueve años, su cabello color caramelo lo tenía amarrado en dos trenzas casi deshechas, sus ojos eran cafés y tenía una tez morena, parecía aferrada al mucha mayor.
De Sammy no se podía decir mucho ya que él era el otro herido que curaron, dormía profundamente, pero tenía el cabello rizado y su cara infantil parecía reflejar unos diez años
-¿Y tú querida?- preguntó Afrodita
La chica se removió incómoda -Charles, algo de ayuda no vendría mal
Pero el chico no parecía poder ayudar a nadie
-De acuerdo- murmuró, si ya había hecho sentir incómodas a cuatro parejas, que más daba una más -yo…Yo fui un ehh… regalo de usted- comentó mirando a Afrodita
Afrodita la miró enarcando una ceja -¿Ah sí? Hace mucho que no ofrezco eso a alguien
-Sí bueno… Tuvo alguna ayuda…
-¿Para quién fue el regalo querida?- preguntó Afrodita
La chica parecía estarse clavando las uñas en las palmas de las manos, miró a los ojos a cierta pareja, su tez era pálida, tenía ojos azules y cabello negro, parecía alrededor de los 13 años
-Fue un regalo para Will y Nico... Tuvo también la bendición de Hades y Apolo
Antes de que alguien pudiera decir cualquier cosa Las Moiras volvieron a aparecer
-Dioses, ahora que conocen la identidad de estos nuevos chicos, les pedimos una audiencia privada- dijeron las tres voces -reúnanse con nosotras fuera de esta sala…
Los chicos ahí presentes miraron como los dioses salían uno por uno de la sala de Trono, algunos mirando de vez en cuando a sus hijos.
Mientras tanto los chicos no sabían qué hacer, qué decir o cómo actuar, Sally puso una mano en el hombro de su hijo y le ofreció una mirada consoladora, ni siquiera los Stoll parecían estar de humor para una de sus típicas bromas.
Todo era silencio e incomodidad en la sala, sólo se oía el crepitar del fuego
Nadie dijo nada incluso cuando los dioses regresaron
Fuera de la sala de Trono Las Moiras miraban a los dioses con una especie de sonrisa-mueca que resultaba levemente espeluznante
-¿Por qué los han traído hasta aquí, mis señoras?- preguntó Poseidón
-Es una razón muy simple- dijeron -lo hemos hecho por ustedes
Los dioses se miraron
-¿Por nosotros?- preguntó Atenea con el ceño fruncido
-Sí, han estado tan ciegos que creen que el mundo les pertenece, creen que nadie va a ser más poderoso que ustedes… Acaban de leer lo que un mestizo hizo con la influencia de Cronos, lo cerca que estuvo ¿Qué pasaría si eso pasara de nuevo?
-Pero, no puede suceder Cronos fue desperdigado en pedazos pequeños- comentó Apolo
-No hemos dicho que por la influencia de Cronos, el amor es una motivación muy grande para los actos, pero más lo son la ira y el rencor, y ustedes le han dado esa motivación a cada uno de esos chicos que están ahí, sobre todo a dos de ellos… ¿Qué pasaría si los que se supone les tienen que ayudar se ponen en su contra?
-Mis señoras- dijo Zeus -Con todo respeto, si alguno de esos semidioses es peligroso ¿Por qué lo han traído? ¿Por qué no simplemente acabar con el problema?
-Zeus- dijeron las tres voces -si no son ellos serán otros y otros, lo hemos previsto, son tan egoístas que lograran poner a los únicos que los defienden en su contra, pero con estos chicos puede cambiar, si no lo haces por ellos, hazlo por tu preciado trono, Zeus…
-Pero…- masculló Hera
-¿Qué fue lo que salió tan mal?- preguntó Poseidón
-Eso deberán descubrirlo ustedes mismos. Por su bien, esperamos aprendan de estos nuevos libros- dijeron y desaparecieron
-Perfecto- masculló Hera
-Ya es muy tarde y no podemos hacer nada por el momento- comentó Artemisa -creo que es mejor ir a ver a los chicos y llevarlos a descansar.
-Esto ya parece un hotel- bufó Hera
-Oh no querida, un hotel es muchísimo más divertido, créeme- comentó Afrodita
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