Después de que Perséfone sugiriera que tuvieran la tarde libre, cada uno de los chicos salió de la sala decididos a aprovechar el tiempo

Percy y Annabeth decidieron dar un paseo al rededor del Olimpo

-Aquí pondría columnas más grandes y tal vez un arco- estaba diciendo Annabeth

Percy la miró con una sonrisa, su novia ya había reconstruido el Olimpo en su tiempo, pero se le veía emocionada con cada una de sus ideas, y ya que la mayoría de sus recuerdos habían regresado, eso era una excelente distracción.

-Y al palacio de Hades...- dijo Annabeth -claro que es un palacio provisional, pero aun así podría hacerle algunas modificaciones

-No creo que le haga mucha gracia a Hades- señaló Percy -o a Nico

Annabeth se encogió de hombros y siguió enlistando las modificaciones que hizo/haría en el Olimpo

Conforme caminaban pudieron ver a Afrodita y Ares coqueteando, este último se encargó de que sus hijo salieran de su palacio y se encerró con la diosa del amor, Clarisse y Frank tenía una mueca de horror. En el palacio de Hefesto, el dios, Leo, Calipso y Tyson armaban artefactos mientras los Stoll se divertían probándolos. En los jardines pudieron ver a Thalia, Piper y Jason platicando alegremente, cada uno de los chicos disfrutando una tarde libre como si fueran simple mortales (aunque estuvieran en el Olimpo)

-Yo agregaría un poco de azul aquí y aquí- señaló Percy algunas columnas -tal vez varios tipos de azules

-Si por ti fuera todo el Olimpo sería azul- dijo Annabeth

-Y sería lo más guay- dijo Percy

-Claro, sesos de alga- dijo Annabeth, vaciló -¿Crees que todo esto sirva para algo?

-No lo sé, listilla, si Las Moiras piensan que es lo correcto...- dijo Percy

-Lo sé, lo sé- dijo Annabeth -es solo que durante miles de años los dioses han visto sufrir a los héroes y no ha cambiado nada ¿Por qué tendríamos que ser diferentes?

-No sé- dijo Percy -¿Tal vez les caemos mejor a las Moiras?

Annabeth rodó los ojos -Tal vez no es por nosotros- reflexionó -has visto lo que pasó con Luke, logró juntar un ejército de mestizos y todo por el resentimiento a los dioses, si eso volviera a pasar...

-Podría pasar lo mismo una y otra vez hasta que los dioses fueran destruidos- dijo Percy

Ambos se quedaron en silencio durante un momento

-Bueno- dijo Percy -tal vez no sea del todo por nosotros, pero de alguna forma somos el detonante y tenemos otra oportunidad...

Annabeth se mordió el labio -¿Y si esto funciona, Percy?

-Sería de lo más genial- dijo Percy con una sonrisa

Annabeth hizo una mueca

-Espera...- dijo Percy frunciendo el ceño -¿No quieres que funcione?

-Sí quiero- respondió Annabeth -pero si lo hace... Percy, estamos en el pasado, no sabemos que tanto va a cambiar ¿Qué pasará con nosotros? ¿Con nuestros amigos? ¿Con nuestras familias? ¿Contigo?- esto último lo dijo en un susurro

Percy la miró sin saber que decir ¿Que podía decir? Nadie sabía que pasaría

El silencio se sentía tenso entre ambos

-Vamos a estar juntos- prometió Percy

-¿Cómo puedes saberlo?- preguntó Annabeth

-No te alejarás nunca más de mí- dijo Percy

-Siempre y cuando estemos juntos- respondió Annabeth

Ambos chicos se besaron, un beso lleno de promesas y miedo, esto tenía que funcionar y de alguna manera tenían que estar juntos, no podían separarlos, no ahora, no cuando ya por fin de tanto estaban juntos de nuevo, no cuando habían caído al Tártaro y regresado, no ahora...Ni nunca

Los chicos se separaron y estuvieron abrazados durante largo tiempo, no parecía existir en el Olimpo alguien más que ellos.

Después de eso, siguieron su paseo, siempre tomados de la mano, tratando de estar cerca, tratando de pensar que Las Moiras tendrían un plan, que algo bueno no podía ser tan malo, que si había una segunda oportunidad, ellos iban a estar juntos.